EVANGELII GAUDIUM - page 200

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convence de que eso mismo es lo que los demás
necesitan, aunque no lo reconozcan: « Lo que vo-
sotros adoráis sin conocer es lo que os vengo a
anunciar » (
Hch
17,23). A veces perdemos el en-
tusiasmo por la misión al olvidar que el Evan-
gelio
responde a las necesidades más profundas
de las
personas, porque todos hemos sido creados para
lo que el Evangelio nos propone: la amistad con
Jesús y el amor fraterno. Cuando se logra expre-
sar adecuadamente y con belleza el contenido
esencial del Evangelio, seguramente ese mensaje
hablará a las búsquedas más hondas de los co-
razones: «El misionero está convencido de que
existe ya en las personas y en los pueblos, por la
acción del Espíritu, una espera, aunque sea in-
consciente, por conocer la verdad sobre Dios,
sobre el hombre, sobre el camino que lleva a la
liberación del pecado y de la muerte. El entusias-
mo por anunciar a Cristo deriva de la convicción
de responder a esta esperanza ».
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El entusiasmo evangelizador se fundamenta
en esta convicción. Tenemos un tesoro de vida
y de amor que es lo que no puede engañar, el
mensaje que no puede manipular ni desilusionar.
Es una respuesta que cae en lo más hondo del ser
humano y que puede sostenerlo y elevarlo. Es la
verdad que no pasa de moda porque es capaz de
penetrar allí donde nadamás puede llegar. Nuestra
tristeza infinita sólo se cura con un infinito amor.
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II, Carta enc.
Redemptoris missio
(7 diciem-
bre 1990), 45:
AAS
83 (1991), 292.
1...,190,191,192,193,194,195,196,197,198,199 201,202,203,204,205,206,207,208,209,210,...224
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