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VIAJE APOSTÓLICO A PARÍS Y LISIEUX

DISCURSO DEL SANTO PADRE JUAN PABLO II
A LA PRESIDENCIA DE LOS SUPERIORES MAYORES
Y AL COMITÉ PERMANENTE DE LOS RELIGIOSOS


Lunes 2 de junio de 1980'

 

Los encuentros que he podido tener, el sábado en París con las religiosas comprometidas en las tareas de evangelización, y hace un momento en este carmelo, con un importante grupo de contemplativas, estaban destinados en mi intención a todos los monjes y monjas, a todos los religiosos y religiosas de Francia, que gastan su vida consagrada a Cristo, en el servicio eclesial de la oración o del apostolado.

A vosotros, queridos hermanos y hermanas, que habéis sido elegidos como responsables de vuestros institutos, quiero dirigiros una exhortación especial e importante.

El Concilio ha recordado muy oportunamente que, en la Iglesia, toda autoridad es un servicio y debe ser vivido con el mismo espíritu del Señor Jesús (cf. Lc 22, 27). Esta norma evangélica e imperativa no puede haceros abdicar de vuestras propias responsabilidades. La fórmula "todos responsables" que tanto éxito ha tenido en el último decenio, es válida solamente en un cierto sentido. Sois gravemente responsables en última instancia del espíritu religioso de vuestros súbditos, de su eficacia apostólica, de la fidelidad de vuestros institutos a su ideal específico y de la calidad de su testimonio en la Iglesia y en el mundo de hoy.

Me consta, por otra parte, todo el trabajo de búsqueda y de experiencias que han realizado vuestras congregaciones desde el Concilio para acá. El balance ofrece orientaciones positivas. Cuidad de que la vida religiosa sea una "epifanía" de Cristo. El mundo moderno tiene necesidad de signos. Una noche sin estrellas es fuente de angustia. En una palabra, haced saber en vuestras familias religiosas que ha llegado el tiempo de aplicar, calma y perseverantemente, las constituciones revisadas y aprobadas. Queridos hermanos y hermanas, pongo mi confianza en vuestra sabiduría y en vuestro entusiasmo. Pido al Señor las más abundantes bendiciones para vosotros y vuestros institutos.

 



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