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RADIOMENSAJE DEL SANTO PADRE PABLO VI
A BOLIVIA CON MOTIVO DE LA INAUGURACIÓN
DE LOS NUEVOS EQUIPOS TÉCNICOS DE «RADIO LOYOLA»


Sábado 31 de julio de 1965

 

Desde los nuevos equipos técnicos de Radio Loyola saludamos al venerado y querido Monseñor Maurer y al celoso Episcopado de Bolivia. Nuestro saludo inaugural va igualmente a la Arquidiócesis de Sucre, una de las más antiguas sedes arzobispales de América; asimismo a todas las demás circunscripciones eclesiásticas de la Nación. Una palabra especial de aliento y de aplauso para los dirigentes y colaboradores, para los bienhechores de la Emisora. Esta palabra lleva un acento de peculiar gratitud para los católicos alemanes que, con una muestra más de su generosidad, han hecho posible a los hermanos de Bolivia las ampliaciones que hoy se estrenan.

La Bendición que deseamos llegue en estos momentos a las instalaciones de la Estación «Radio Loyola» impetre del Cielo las gracias necesarias a fin de que ella sirva eficazmente a los objetivos propuestos: la difusión del evangelio y de la instrucción religiosa en primer lugar, y, después también, la alfabetización y la enseñanza popular en los varios dominios de la cultura humana, junto con la elevación social de las clases humildes.

A vosotros todos, hijos amadísimos de Bolivia, Nación profundamente católica que llevamos tan dentro de Nuestro corazón: en este contacto personal a través de las ondas, Nuestra. voz sea portadora de un mensaje de paz.

Paz a vosotros, os diremos como el Señor resucitado a sus Apóstoles. ¿No es éste el anhelo apremiante, profundo, sincero y legítimo de un pueblo que ha probado tan crudamente en su propia carne el fruto de la discordia, de la división? Esa misma paz os la deseamos, os la querríamos dar como humilde Vicario sobre la Tierra de Aquél que fue anunciado para el mundo cual Príncipe de la Paz

Mas este deseo es también programa que incluye una nota inicial de comprensión mutua, fraterna; después tal vez de perdón y reconciliación si es que la caridad ha quedado malparada o la justicia lesionada. Siempre supone superación de diferencias cuando entra en juego el bien supremo de la Nación que llama a unión de todas las voluntades : «solliciti servare unitatem spiritus in vinculo pacis» - «Solícitos por mantener la unidad del espíritu mediante el vínculo de la paz» (Eph. 4, 3). Sin concordia de los ciudadanos, sin orden público, sin colaboración al bien común -bien lo sabéis-, no hay lugar al progreso, toda buena iniciativa de orden civil y aun religioso queda frustrada, ninguna empresa, por altruista que sea, recibe savia vital. «El fruto de la justicia, según advierte el Apóstol Santiago, está sembrado en la paz en provecho de aquellos que difunden la paz (Jac. 3, 18).

A Cristo, que vino a traer la paz al mundo, pedimos que el amadísimo pueblo boliviano camine siempre por la senda de la tranquilidad hacia la prosperidad. Que Radio Loyola, desde la antiquísima Sucre, sea portadora valiente de estos ideales. En el amor del Señor os damos a todos, a la Jerarquía, Autoridades, Sacerdotes, Familias Religiosas y fieles todos del País la más amplia Bendición Apostólica.

 



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