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OFICINA DE LAS CELEBRACIONES LITÚRGICAS
DEL SUMO PONTÍFICE
 

 

PRESENTACIÓN

 

El Santo Padre Benedicto XVI hace su primer viaje apostólico a España para clausurar en Valencia el V Encuentro Mundial de las Familias, que tendrá lugar del 1 al 9 de julio de 2006. Las visitas pastorales del Obispo de Roma, alcanzan la plenitud de su significado en las celebraciones litúrgicas. En ellas, el Sucesor de Pedro, ejerce su ministerio de Supremo Pastor de la Iglesia, confirma en la fe a las Iglesias particulares y fortalece los vínculos de la comunión eclesial en torno a la Eucaristía.

I. Valencia, sede del V Encuentro Mundial de las Familias

La ciudad de Valencia fue fundada en el año 138 a.c. Ante la invasión de los pueblos bárbaros a partir del siglo V, la ciudad de Valencia mantuvo su actividad bajo el reino visigodo y durante la ocupación musulmana de Hispania, que comenzó en el año 711. En el año 1238, el rey de Aragón, Jaime I, el Conquistador, creó el reino cristiano de Valencia, dotándolo de leyes propias.

El siglo XV, fue un verdadero “siglo de oro” para Valencia, especialmente bajo los reinados de Alfonso V el Magnánimo, y de los Reyes Católicos, Fernando e Isabel. Se concluyeron la catedral gótica de Valencia y la torre del micalet; se edificaron iglesias y monasterios. Este “siglo de oro” culminó con la creación de la universidad de Valencia por el Papa Alejandro VI (1501).

Recientemente, se han construido hermosos edificios sociales y culturales que dan prestigio internacional a la ciudad, como la “Feria de Valencia” y “la Ciudad de las Artes y de las Ciencias” que albergarán el Congreso y los actos culminantes del V Encuentro Mundial de las Familias con el Papa.

II. La Iglesia en Valencia

En el año 304, durante la persecución de Diocleciano, fueron conducidos a Valentia el Obispo de Cesaraugusta (Zaragoza) Valero y su diácono Vicente, que sufrió en esta ciudad un martirio tan admirable que fue conocido y celebrado en toda la cristiandad. Los himnos de Aurelio Prudencio, las homilías de san Agustín y los relatos de la pasión de san Vicente hicieron de éste uno de los  mártires más populares de la Iglesia latina.

Durante los siglos XIII-XV la Iglesia en Valencia mantuvo una constante actividad evangelizadora hacia los no creyentes al tiempo que se potenciaba la fe de los cristianos En la época convulsa por epidemias y guerras, del tránsito del siglo XIV al XV, brilló en Valencia, en España y en Europa occidental la misión evangelizadora y de paz del dominico san Vicente Ferrer (Valencia 1350 – Vannes, Bretaña, 1419). 

En el siglo XV se crea en Valencia el primer hospital europeo para acoger enfermos mentales, y se pone bajo el patronazgo de Santa María dels sants Innocents i Desamparats, cuya imagen, la Virgen de los Desamparados, es el centro principal de la devoción a la Madre de Dios en Valencia e inspira un profundo sentido social y caritativo a la religiosidad de los valencianos. En ese mismo siglo, concretamente el año 1437, el rey Alfonso V el Magnánimo entregó a la catedral de Valencia el relicario de la Corona de Aragón, entre cuyos tesoros destaca el Santo Cáliz de la última Cena del Señor, que había sido conservado en el monasterio de San Juan de la peña (Huesca) hasta 1399.

Roma y Valencia están íntimamente relacionadas en esta época merced a los Borja, una familia de origen aragonés establecida en Xátiva, de la que procede Alfonso de Borja, Obispo de Valencia y cardenal, que fue elegido Papa con el nombre de Calixto III en 1455; su sobrino Rodrigo de Borja fue su sucesor en la sede valentina y ocupó la sede de Pedro en Roma desde 1492, con el nombre de Alejandro VI. En el siglo XVI, otro Borja valenciano, el que fuera IV Duque de Gandía, san Francisco de Borja († 1572), será el segundo sucesor de san Ignacio de Loyola como General de la Compañía de Jesús.

En Valencia, aún antes de las normas del Concilio de Trento, había comenzado  la verdadera reforma con la llegada del Arzobispo santo Tomás de Villanueva  (+ 1555), religioso agustino, modelo de austeridad y caridad, el cual inició la reforma del clero y del pueblo, entre otras cosas con la fundación del Colegio de la Presentación de Nuestra Señora, antecedente de los seminarios tridentinos, que todavía existe en Valencia.  Esta obra reformadora alcanzó su cumbre con el largo pontificado de san Juan de Ribera (†1611), durante el cual tuvo lugar repoblación cristiana de muchos territorios. Este santo Arzobispo quiso dejar un testimonio de la fe y la piedad católica hacia la Eucaristía propugnada en Trento y expresada en la liturgia entonces, fundando el Real Colegio Seminario de Corpus Christi. La Iglesia ha reconocido la santidad de varios religiosos de esta época, como san Luis Bertrán (†1581), evangelizador y patrono de Colombia y  san Pascual Bailón (†1592), patrono de las asociaciones eucarísticas.

En el siglo XIX destaca también en Valencia la actividad de nuevas congregaciones religiosas de carácter social y educativo, como las Adoratrices de Santa María Micaela del Santísimo Sacramento (†1865) y las Hermanitas de los Ancianos Desamparados, fundada por Santa Teresa de Jesús Jornet (†1897).

Ya en el siglo XX, la persecución religiosa (1931-1939), llevó al martirio a numerosos sacerdotes, religiosos y seglares, que han sido beatificados por el Siervo de Dios Papa Juan Pablo II el 11 de marzo de 2001.

La promoción de la pastoral familiar sobre una base doctrinal firme ha llevado a la creación en Valencia de una sección del Pontificio Instituto Juan Pablo II para la familia en el año 1994. Esta continua defensa de la familia y de la vida y la riqueza de actividades que se desarrollan ha sido una de las causas que han motivado la elección de Valencia por Juan Pablo II para acoger el V Encuentro Mundial de las Familias, y así se espera que esta asamblea de toda la Iglesia en torno al Papa Benedicto XVI sea, para quienes acudan a ella y para toda la Iglesia, un momento de gracia y un nuevo impulso para seguir la obra de Jesucristo en el mundo.

III. El significado de la Visita Apostólica

El Papa Juan Pablo II, de santa memoria, que convocó el primer Encuentro Mundial en 1994, ya señaló que en la familia se fragua el futuro de la humanidad. Con ocasión del IV Encuentro Mundial de la Familia, en Manila, anunció el V Encuentro Mundial de las Familias en Valencia, y el 22 de febrero de 2005 puso para este evento el lema de “La transmisión de la fe en la familia”, señalando como fecha la primera semana de julio del año 2006. Poco después de iniciar su pontificado, el Papa Benedicto XVI renovó esta convocatoria, confirmando a la vez su tema principal.

Sobre este mismo tema, la Conferencia Episcopal Española, en su LXXXVI Asamblea Plenaria, dirigió un mensaje el 31 de marzo de 2006 insistiendo en que “La transmisión de la fe encuentra en la familia un entramado de comunicación, afecto y exigencia que permite hacerla vida. En el ámbito de las relaciones personales se produce el despertar religioso que tan difícilmente se logra en otras circunstancias. Igualmente, es un lugar privilegiado para aprender la oración. En la familia la plegaria se une a los acontecimientos de la vida, ordinarios y especiales. La oración familiar es germen e inicio del diálogo de cada hombre con Dios. El seno de la familia es el primer lugar natural para la preparación de los sacramentos. Éstos santifican esos acontecimientos básicos que constituyen la historia misma de la familia: el nacimiento de los hijos, su crecimiento, el matrimonio y la muerte de los seres queridos (…). Por otro lado, la misma familia, como iglesia doméstica, está indicando a todo el pueblo de Dios cómo debemos entender la comunión eclesial que lo anima. Porque la Iglesia es una familia: la familia de los hijos de Dios, en donde nos reúne una fraternidad que se basa en la paternidad divina y en la maternidad eclesial, donde cada miembro es valorado por lo que es y no por lo que hace o tiene” (Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Española, Instrucción Pastoral: La familia, santuario de la vida y esperanza de la sociedad, Abril, 2001).

IV. El “libro litúrgico” para la Visita Apostólica

La sagrada liturgia, como fuente y cima de toda la actividad de la Iglesia, está en el centro y es el corazón de todo este gran Encuentro de las Familias con el Papa.

Como de costumbre, cuando ocurren estos acontecimientos presididos por el Santo Padre, el Oficio para las Celebraciones Litúrgicas del Sumo Pontífice publica un libro especial para la Visita Apostólica a Valencia, con la cooperación de los responsables del Área de Liturgia del V Encuentro Mundial de las Familias.

Este libro litúrgico, que facilita y adapta las celebraciones a esta circunstancia concreta, contiene los textos para los siguientes momentos y celebraciones:

  • Visita a la Iglesia Catedral Metropolitana de Valencia
  • Visita a la Real Basílica de Nuestra Señora de los Desamparados y rezo del Ángelus
  • Encuentro festivo de oración y testimonio de las familias con el Santo Padre
  • Santa Misa de conclusión del Encuentro
  • Oraciones varias.

— Visita a la Iglesia Catedral Metropolitana de Valencia

La primera visita del Santo Padre es a la Iglesia Madre de la comunidad cristiana de Valencia, la Catedral Metropolitana de Santa María; allí es recibido por el Cabildo de Canónigos con el agua bendita y, después de adorar el Santísimo Sacramento, entra en la Capilla del Santo Cáliz, donde le esperan los Obispos de España.

El Santo Padre venera la reliquia del Santo Cáliz de la Cena del Señor, conservada en esta Catedral desde el año 1437, dice una oración compuesta para esta ocasión, firma en el Libro de Honor de la Cofradía del Santo Cáliz y asimismo una Carta al Episcopado Español, que entrega al Presidente de la Conferencia Episcopal Española.

A continuación recorre el templo, donde están los sacerdotes de la Archidiócesis Valentina, las monjas de clausura y religiosos. En el presbiterio de la Catedral, se le muestra la reciente restauración de la capilla mayor.

— Visita a la Real Basílica de Nuestra Señora de los Desamparados y rezo del Ángelus

La siguiente visita es a la Real Basílica de Nuestra Señora de los Desamparados, patrona de Valencia, meta y centro espiritual de los valencianos, donde ora ante la sagrada imagen y sale luego a la Plaza de la Virgen, donde están reunidos los seminaristas que han acudido de toda España con sus familias y una gran concurrencia del pueblo cristiano. El Arzobispo de Valencia da la bienvenida al Santo Padre. El Papa dirige un saludo a los presentes y reza la oración del Ángelus.

— Encuentro festivo de oración y testimonio de las familias con el Santo Padre

La primera jornada del Encuentro termina en el altar levantado sobre el puente de Monteolivete, en el centro de la “Ciudad de las Artes y las Ciencias”. El “Encuentro festivo” se abre con la proclamación de la Palabra de Dios y sigue con la presentación de testimonios de familias de todo el mundo, intercalados con momentos musicales y artísticos representativos de la variedad de culturas donde se ha encarnado el Evangelio. El acto concluye con la alocución del Santo Padre a las familias.

— Santa Misa de clausura del Encuentro

La asamblea, en espera de la llegada del Santo Padre, ha comenzado este domingo con la celebración de la oración litúrgica de la mañana, los Laudes.

La celebración de la Eucaristía es el momento culminante del Encuentro. Si la Iglesia, una, santa, católica y apostólica, familia de Dios, tiene su máxima expresión cuando celebra la Eucaristía presidida por el Obispo, cuánto más en esta ocasión, cuando se reúne para el Santo Sacrificio en torno al Sucesor de Pedro, rodeado por los Obispos, presbíteros y diáconos, con la participación de todos los fieles con sus familias, que han venido de todo el mundo.

El formulario litúrgico está tomado del Misal Romano y pertenece a la misa por las familias; también las lecturas han sido elegidas de modo que animen a proseguir con mayor empeño la obra imprescindible de la transmisión de la fe en las familias. Después de la homilía del Santo Padre Benedicto XVI, que actualiza el mensaje de la Palabra de Dios, la liturgia eucarística une en un solo cuerpo, por el Espíritu Santo, a quienes participan en la ofrenda de Jesucristo y comulgan su Cuerpo y Sangre, sacramento de vida eterna y vínculo de paz y unidad en la caridad.

 — Oraciones varias

Este libro lleva como apéndice un conjunto de oraciones y bendiciones que puede ser útil en algunos momentos de la Visita Apostólica. Toda esta publicación desea ser una ayuda sencilla y digna que, junto con el “libro del peregrino” que los fieles han tenido para los actos de toda la semana, permita celebrar la sagrada liturgia en este V Encuentro Mundial de las Familias teniendo en cuenta las diferentes circunstancias y manteniendo la unidad del rito romano que nos lleva a proclamar y celebrar la salvación en comunión con el Pastor de la Iglesia universal.

Ciudad del Vaticano, 29 de Junio, Solemnidad de san Pedro y san Pablo, del año 2006.

 

+ PIERO MARINI
Arzobispo tit. de Martirano
Maestro de las Celebraciones Litúrgicas Pontificias.

    

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