The Holy See Search
back
riga


FORMELLE (2009)
BENEDETTO PIETROGRANDE (MILÁN 1928 - )
CAPILLA DEL CENTRO DEL MOVIMIENTO DE LOS FOCOLARES
ROCCA DI PAPA (ROMA)

DECIMOTERCERA ESTACIÓN
Jesús es bajado de la cruz y entregado a su Madre

 

V/. Adoramus te, Christe, et benedicimus tibi.
R/.
Quia per sanctam crucem tuam redemisti mundum.

Lectura del Evangelio según san Juan 19, 38

Después de esto, José de Arimatea, que era discípulo de Jesús aunque oculto por miedo a los judíos, pidió a Pilato que le dejara llevarse el cuerpo de Jesús. Y Pilato lo autorizó. Él fue entonces y se llevó el cuerpo.

María ve morir a su Hijo, Hijo de Dios y también suyo. Sabe que es inocente, y que ha cargado con el peso de nuestras miserias. La Madre ofrece al Hijo, el Hijo ofrece a la Madre. A Juan, a nosotros.

Jesús y María, he aquí una familia que, sobre el Calvario, vive y sufre la suprema separación. La muerte los aleja, o por lo menos así parece, a una madre y a un hijo con un lazo al mismo tiempo humano y divino inimaginable. Lo ofrecen por amor. Juntos se abandonan a la voluntad de Dios.

En la grieta abierta en el corazón de María entra otro hijo, que representa a la humanidad entera. Y el amor de María por cada uno de nosotros es la prolongación del amor que ella ha tenido por Jesús. Sí, porque verá su rostro en los discípulos. Y vivirá para ellos, para sostenerlos, ayudarlos, animarlos, llevarlos a reconocer el Amor de Dios, y que en su libertad se dirijan al Padre.

¿Qué me dicen, qué nos dicen, qué les dicen a nuestras familias esa Madre y ese Hijo en el Calvario? Uno sólo se puede parar, atónito, ante esta escena. Se intuye que esta Madre, este Hijo nos están dando un don único, irrepetible. En efecto, en ellos encontramos la capacidad de ensanchar nuestro corazón y abrir nuestro horizonte a la dimensión universal.

Allí, sobre el Calvario,
junto a ti, Jesús, muerto por nosotros,
nuestras familias acogen el don de Dios:
el don de un amor
que puede abrir los brazos al infinito.

Todos:

Pater noster, qui es in cælis:
sanctificetur nomen tuum;
adveniat regnum tuum;
fiat voluntas tua, sicut in cælo, et in terra.
Panem nostrum cotidianum da nobis hodie;
et dimitte nobis debita nostra,
sicut et nos dimittimus debitoribus nostris;
et ne nos inducas in tentationem;
sed libera nos a malo.

Fac me tecum pie flere,
Crucifixo condolore,
donec ego vixero

 

© Copyright 2012 - Libreria Editrice Vaticana

 

 

top