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SYNODUS EPISCOPORUM
BOLETÍN

XI ASAMBLEA GENERAL ORDINARIA
 DEL SÍNODO DE LOS OBISPOS
2-23 de octubre 2005

La Eucaristía: fuente y cumbre de la vida y de la misión de la Iglesia


Este Boletín es solo un instrumento de trabajo para uso periodístico.
Las traducciones no tienen carácter oficial.


Edición española

02 - 01.10.2005

RESUMEN

PRESENTACIÓN DEL SECRETARIO GENERAL
CALENDARIO DE LOS TRABAJOS SINODALES
INFORMACIÓN GENERAL SINODAL
ORACIÓN PARA EL BUEN ÉXITO DEL SÍNODO
LA CAPILLA DEL SÍNODO
AVISOS

PRESENTACIÓN DEL SECRETARIO GENERAL

Sábado, 1 de octubre de 2005 a las 11.30 horas en el Aula Juan Pablo II de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, el Secretario General del Sínodo de los Obispos S.E.R. Mons. Nikola Eterović ha llevado a cabo un “briefing” para dar informaciones sobre el sentido y el desarrollo de la Asamblea sinodal.

Reproducimos a continuación el texto de la presentación del Secretario General.

Mañana 2 de octubre empieza la XI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispo sobre el tema La Eucaristía: fuente y cumbre de la vida y de la misión de la Iglesia. El Sínodo de los Obispos comienza con la Santa Misa, presidida por Su Santidad Benedicto XVI y concelebrada por aproximadamente 350 padres sinodales y otros participantes a la asamblea sinodal. Es significativo que el Sínodo de los Obispos que trata el tema de la Eucaristía empiece con la celebración de la Santa Misa. Con este gesto los padres sinodales, elegidos entre el Episcopado de la Iglesia Católica y, por lo tanto, del Pueblo de Dios esparcido en todo el mundo, alaban a Dios Padre que está en los cielos, invocan la gracia del Espíritu Santo, don del Señor Jesucristo resucitado y presente entre los suyos, sobre todo en el sacramento de la Eucaristía. Es en esta perspectiva de fe, de esperanza y de caridad eucarística que se llevarán a cabo los trabajos sinodales.
La celebración de la XI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos tiene lugar en el 40̊ aniversario de su institución, efectuada el 15 de septiembre de 1965 por el Siervo de Dios Papa Pablo VI con motu proprio Apostolica sollicitudo. No sorprende, por tanto, que durante la próxima asamblea se dedique una sesión a la conmemoración de tan importante evento eclesial. El Sínodo de los Obispos, uno de los frutos prometedores del Concilio Vaticano II, ha demostrado ser durante las 4 décadas pasadas un instrumento muy válido para el ejercicio de la colegialidad episcopal y la profundización de la comunión eclesial.
En la mencionada Carta Apostólica Apostolica sollicitudo se indicaron claramente tanto la naturaleza como la finalidad del Sínodo de los Obispos. Tales características fueron más tarde recogidas y expresadas en términos jurídicos en los cánones 342-348 del Código de Derecho Canónico. Tal vez no sea superfluo recordar que, además de reforzar los vínculos de unión recíproca entre los Obispos y de éstos con el Santo Padre, Obispo de Roma, el Sínodo tiene la finalidad de prestar ayuda, con el consejo, al Romano Pontífice en la salvaguardia y en el incremento de la fe y de las tradiciones, en la observancia y en la consolidación de la disciplina eclesiástica. Además, es tarea del Sínodo estudiar los problemas relativos a la actividad de la Iglesia en el mundo y prestar atención con particular solicitud a la actividad misionera de la Iglesia.
Desde su institución hace 40 años, el Sínodo de los Obispos ha dado una notable aportación a la promoción de la sinodalidad en la Iglesia Católica, vinculada a cuestiones de fundamental importancia para la vida de la comunidad de los fieles que corresponden, en gran parte, a los temas de cada asamblea sinodal. En esta obra los Consejos Ordinarios, Extraordinarios o Especiales de la Secretaría General del Sínodo de los Obispos han desempeñado un papel importante con numerosas reuniones de preparación y de aplicación en estrecha unión con el Santo Padre, Guía del cuerpo episcopal y Presidente del Sínodo de los Obispos. La expresión privilegiada de esa sinodalidad, caracterizada en su dimensión colegial, se reflejó durante 20 asambleas sinodales, de las cuales 10 Ordinarias, 2 Extraordinarias y 8 Especiales. Con la próxima XI Asamblea General Ordinaria, las asambleas sinodales alcanzarán el número 21. Considerando el período de 40 años de su existencia, resulta que cada 19 meses se llevó a cabo en la Iglesia Católica un Sínodo de los Obispos.

Algunos datos concernientes a la próxima asamblea sinodal

En el próximo Sínodo de los Obispos participarán 256 padres sinodales, procedentes de 118 países. Se trata del número más alto de participantes a una asamblea sinodal. Por ejemplo, en el Sínodo de 2001 participaron 247 padres sinodales.
De los 256 padres sinodales, 177 son elegidos, 39 participan ex officio, 40 son nombrados por el Santo Padre. Por otro lado, hay 55 Cardenales, 8 Patriarcas, 82 Arzobispos, 123 Obispos, 36 Presidentes de las Conferencias Episcopales, 12 Religiosos.
Los padres sinodales proceden de todos los continentes y, en particular, 50 de África, 59 de América, 44 de Asia, 95 de Europa y 8 de Oceanía.
Hay también 32 Expertos y 27 Oyentes procedentes de los cinco continentes. Una aportación positiva al desarrollo de los trabajos la ofrecen también los Asistentes y, obviamente, los traductores de las 6 lenguas del Sínodo: latín, italiano, francés, español, inglés, alemán.
Se ha invitado a 12 Iglesias y comunidades eclesiales a enviar a sus representantes al Sínodo de los Obispos, de las cuales hasta ahora 10 han indicado el nombre de sus representantes. Los Delegados fraternos participan en los trabajos, pueden intervenir pero no votar. Esta prerrogativa corresponde a los 256 padres sinodales.
En la preparación de la asamblea sinodal han realizado un gran trabajo, a menudo silencioso y abnegado, los miembros de la Secretaría General, un equipo pequeño pero dinámico y disponible, al cual va mi más sincero agradecimiento.

Novedad en la metodología sinodal

En el calendario de los trabajos se puede percibir fácilmente que están previstas 23 Congregaciones generales y 7 sesiones para los Círculos menores.
El Santo Padre Benedicto XVI aprobó con agrado algunas novedades en la metodología sinodal que tienen como objetivo hacer más ágil y participativa y, por lo tanto, aún más colegial la asamblea sinodal.
Considerando que el Sínodo durará tres semanas y no cuatro y que el número de participantes es muy alto, fue necesario reducir el tiempo de las intervenciones de los padres sinodales de 8 a 6 minutos y el número de las sesiones de los Círculos menores.
Se invita gentilmente a los padres sinodales a seguir un cierto orden en el momento de tomar la palabra, siguiendo las cuatro partes del Instrumentum laboris. Esta sugerencia, que ya figuraba en el Ordo Synodi, debería facilitar la concentración de la reflexión a la que se dedicará un momento privilegiado durante las discusiones libres en el aula sinodal, al término de las Congregaciones generales cotidianas, es decir de las 18 a las 19 horas.
Para favorecer una mayor participación, los padres sinodales elegirán 8 miembros de la Comisión para el Mensaje que será aprobado por la Asamblea y publicado al término de los trabajos. Otros 4 miembros serán nombrados por el Santo Padre.
Por motivos prácticos, se llevará a cabo ad experimentum la votación electrónica para decisiones de menor importancia.
El aula del Sínodo ha sido modernizada, especialmente, mejorando la luz, el aire acondicionado y el servicio de vídeo.
Se trata de algunas innovaciones metodológicas que se insertan bien en la historia de la institución sinodal. De hecho, durante 40 años, el método de los trabajos sinodales ha sufrido varias modificaciones orientadas, en último término, a favorecer la profundización de la colegialidad episcopal, ofreciendo eficaces consejos al Santo Padre en el ejercicio del primado petrino para el bien de la Iglesia Universal.
Es probable que no se haya celebrado hasta ahora ninguna Asamblea sinodal, como la próxima, en un clima de oración tan férvida y de religiosa participación de millones de fieles que en este año de la Eucaristía invocan al Señor la gracia de poder encontrar a Aquél que ya han encontrado en la celebración de la Santa Misa, memorial de la pasión, muerte y resurrección del Señor Jesús, actualización de su sacrificio, coparticipación personal y comunitaria al banquete de las bodas escatológicas del Cordero inmolado. Ese clima de religiosa espera y participación ofrece la fundada esperanza que la oración coral de la Iglesia será acogida por Dios Uno y Trino, que se pueda esperar del Sínodo de los Obispos un renovado impulso en el anuncio del Evangelio, buena nueva para el hombre contemporáneo, nueva evangelización centrada en el misterio eucarístico, cuyas consecuencias no dejarán de favorecer un renacimiento de la vida de fe, de esperanza y de caridad, que los fieles abiertos a la inspiración del Espíritu Santo traducirán con una adecuada creatividad caritativa, en numerosas obras de promoción humana.

[00017-04.16] [NNNNN] [Texto original: italiano]

CALENDARIO DE LOS TRABAJOS SINODALES

2 de octubre - Domingo

9.30
Solemne inauguración y concelebración de la Santa Misa en la Basílica Patriarcal de San Pedro

3 de octubre - Lunes

9.00 - 12.30
1ª Congregación General
Saludo del Presidente Delegado
Relación del Secretario General
Relación anterior a la discusión

16.30 - 19.00
2ª Congregación General
Inicio de la discusión general

18.00 - 19.00
Intervenciones libres

4 de octubre - Martes

9.00 - 12.30
3ª Congregación General
Elección de la Comisión del mensaje - I
Continuación de la discusión general

16.30 - 19.00
4ª Congregación General
Continuación de la discusión general

18.00 - 19.00
Intervenciones libres

5 de octubre - Miércoles

9.00 - 12.30
Círculos menores (I Sesión)
Elección de los moderadores y de los relatores
Discusión sobre el tema del Sinodo

16.00
Reunión de los moderadores y de relatores

16.30 - 19.00
5ª Congregación General
Continuación de la discusión general

18.00 - 19.00
Intervenciones libres

6 de octubre - Jueves

9.00 - 12.30
6ª Congregación General
Elección de la Comisión del mensaje - II
Continuación de la discusión general

16.30 - 19.00
7ª Congregación General
Continuación de la discusión general

18.00 - 19.00
Intervenciones libres

7 de octubre - Viernes

9.00 - 12.30
8ª Congregación General
Continuación de la discusión general

16.30 - 19.00
9ª Congregación General
Continuación de la discusión general

18.00 - 19.00
Intervenciones libres

8 de octubre - Sábado

9.00 - 12.30
10ª Congregación General
Continuación de la discusión general

16.30 - 19.00
Conmemoración XL Aniversario de la Institución del Sínodo de Obispos

9 de octubre - Domingo

Descanso

10 de octubre - Lunes

9.00 -12.30
11ª Congregación General
Continuación de la discusión general

16.30 - 19.00
12ª Congregación General
Continuación de la discusión general

18.00 - 19.00
Intervenciones libres

11 de octubre - Martes

9.00 - 12.30
13ª Congregación General
Continuación de la discusión general
Audición de los Oyentes (I)

16.30 - 19.00
14ª Congregación General
Continuación de la discusión general
Audición de los Delegados fraternos

18.00 - 19.00
Intervenciones libres

12 de octubre - Miércoles

9.00 - 12.30
15ª Congregación General
Continuación de la discusión general
Audición de los Oyentes (II)

l6.30 -19.00
16ª Congregación General
Relación posterior a la discusión

13 de octubre - Jueves

9.00 - 12.30
Círculos menores (II Sesión)
Preparación de las Propuestas

16.30 - 19.00
Círculos menores (III Sesión)
Preparación de las Propuestas

14 de octubre - Viernes
9.00 - 12.30
Círculos menores (IV Sesión)
Preparación de las Propuestas

16.30 - 19.00
17ª Congregación General
Presentación en el aula del Sinodo de las relaciones de los Círculos Menores

19.00
Entrega de las Propuestas a la Secretaría General

15 de octubre - Sábado

9.00 - 12.30
18ª Congregación General
Elección del Consejo (I)
Presentación del borrador del Mensaje
Discusión del Mensaje

16.30
Audiencia del Sumo Pontífice a los niños de la Primera Comunión

16.30-19.00
No hay Congregación

Unificación de las Propuestas por el Relator General, el Secretario Especial y los Relatores de los Círculos Menores

16 de octubre - Domingo

Descanso

Unificación de las Propuestas por el Relator General, el Secretario Especial y los Relatores de los Círculos Menores

17 de octubre - Lunes

9.00 - 12.00
No hay Congregación

Unificación de las Propuestas por el Relator General, el Secretario Especial y los Relatores de los Círculos Menores

16.30 - 19.00
No hay Congregación

Unificación de las Propuestas por el Relator General, el Secretario Especial y los Relatores de los Círculos Menores

18 de octubre - Martes

9.00 - 12.30
19ª Congregación General
Presentación de la Lista unificada de las Propuestas

16.30 - 19.00
Círculos menores (V Sesión)
Preparación de las Enmiendas colectivas a las Propuestas

19 de octubre - Miércoles

9.00 - 12.30
Círculos menores (VI Sesión)
Preparación de las Enmiendas colectivas a las Propuestas

16.30 - 19.00
Círculos menores (VII Sesión)
Preparación de las Enmiendas colectivas a las Propuestas

19.00
Entrega de las Propuestas colectivas enmendadas a la Secretaría general

20 de octubre - Jueves

9.00 - 12.30
No hay Congregación

Estudio de las Enmiendas colectivas a las Propuestas a cargo del Relator General junto con el Secretario Especial y los Relatores de los Círculos menores

16.30 - 19.00
No hay Congregación

18.00
Concierto sinfónico

Estudio de las Enmiendas colectivas a las Propuestas a cargo del Relator General junto con el Secretario Especial y los Relatores de los Círculos menores

21 de octubre - Viernes

9.00 - 12.30
20ª Congregación General
Elección del Consejo (II)
Presentación y votación del Mensaje

Estudio de las Enmiendas colectivas a las Propuestas a cargo del Relator General junto con el Secretario Especial y los Relatores de los Círculos menores

17.30 - 19.00
21ª Congregación General
Presentación de las proposiciones enmendadas

22 de octubre - Sábado
9.00 - 12.30
22ª Congregación General
Votación final de las Propuestas: Placet - Non Placet

13.00
Almuerzo fraterno con el Santo Padre

17.30 - 19.00
23ª Congregación General
Resultado de las votaciones sobre las Propuestas
Conclusiones - Saludos

23 de octubre - Domingo

10.00
Solemne Concelebración de la Santa Misa y Conclusión del Sínodo en la Basílica Patriarcal de San Pedro

Ciudad del Vaticano, 14 de septiembre 2005

Nikola Eterović
Arzobispo tit. Sisak
Secretario General

[00002-04.11] [NNNNN] [Texto original: latino]

INFORMACIÓN GENERAL SINODAL

I
INTRODUCCIÓN AL SÍNODO DE LOS OBISPOS

El Sínodo de los Obispos es una institución permanente, creada por el Papa Pablo VI (15 de septiembre de 1965), en respuesta a los deseos de los Padres del Concilio Vaticano II para mantener vivo el buen espíritu nacido de la experiencia conciliar.
Etimológicamente hablando la palabra “sínodo”, derivada de los términos griegos syn (que significa “juntos”) y hodos (que significa “camino”), expresa la idea de “caminar juntos”. Un sínodo es un encuentro religioso o asamblea en la que unos obispos, reunidos con el Santo Padre, tienen la oportunidad de intercambiarse mutuamente información y compartir experiencias, con el objetivo común de buscar soluciones pastorales que tengan validez y aplicación universal. El Sínodo puede ser definido, en términos generales, como una asamblea de obispos que representa al episcopado católico y tiene como tarea ayudar al Papa en el gobierno de la Iglesia universal dándole su consejo. El Papa Juan Pablo II decía que el Sínodo es “una expresión particularmente fructuosa y un instrumento de la colegialidad episcopal” (Discurso al Consejo de la Secretaría General del Sínodo de los Obispos, 30 de abril de 1983: L’Osservatore Romano, 1 de mayo de 1983).
Ya en la fase preparatoria del Concilio Vaticano II maduró la idea de una estructura, todavía por determinar, que pudiera proporcionar a los obispos los medios para asistir al Papa en el gobierno de la Iglesia universal.
El Cardenal Silvio Oddi, entonces Arzobispo y Pro-Nuncio Apostólico en la República Árabe Unida (Egipto), hizo una propuesta, el 15 de noviembre de 1959, para establecer un órgano de gobierno central de la Iglesia o, usando sus palabras, “un órgano consultivo”. Decía: “Desde muchas partes del mundo llegan quejas de que la Iglesia no tenga, aparte de las Congregaciones, un órgano permanente de consulta. Por tanto debería establecerse una especie de ‘Concilio en miniatura’ formado por personas de toda la Iglesia, que pueda reunirse periódicamente, al menos una vez al año, para tratar los problemas más importantes y sugerir nuevas posibles direcciones en la marcha de la Iglesia. Este órgano abarcaría toda la Iglesia, al igual que las Conferencias episcopales reúnen toda o parte de la jerarquía de uno o varios países, y al igual que otros órganos, como el C.E.L.AM. (el Consejo Episcopal Latinoamericano), extienden su actividad en beneficio de todo un continente”.
El Cardenal Bernardus Alfrink, Arzobispo de Utrecht, escribió el 22 de diciembre de 1959: “Con términos claros proclama el Concilio que el gobierno de la Iglesia universal es, por derecho propio, ejercido por el colegio de los obispos con el Papa como cabeza. De aquí se deduce que, por una aparte, el cuidado de la Iglesia universal es responsabilidad de cada obispo tomado singularmente y también, por otra parte, que todos los obispos participan en el gobierno de la Iglesia universal. Esto puede hacerse no solamente convocando un concilio ecuménico, sino también creando nuevas instituciones. Un consejo permanente de obispos especializados, elegidos de toda la Iglesia, podría encargarse de una función legislativa en unión con el Sumo Pontífice y los cardenales de la Curia Romana. Las Congregaciones mantendrían entonces solamente un poder consultivo y ejecutivo”.
Fue, sin embargo, el Papa Pablo VI, siendo todavía Arzobispo de Milán, quien dio fuerza a estas ideas. En el discurso conmemorativo con ocasión de la muerte del Papa Juan XXIII, hacía referencia a una “continua colaboración del episcopado, todavía no efectiva, que permanecería personal y unitiva, pero que tendría la responsabilidad del gobierno de la Iglesia universal”.
Elegido Papa, volvió al concepto de colaboración en el colegio episcopal - los obispos en unión con el sucesor de S. Pedro - en el discurso a la Curia Romana (21 de septiembre de 1963), en la apertura de la segunda sesión del Concilio Vaticano II (29 de septiembre de 1963) y en la clausura de la misma (4 de diciembre de 1963).
Al concluir el discurso inaugural de la última sesión del Concilio (14 de septiembre de 1965), el mismo Papa Pablo VI hizo pública su intención de instituir el Sínodo de los Obispos con estas palabras: “Tenemos la alegría de anunciaros Nos mismo la institución, tan deseada por este Concilio, de un Sínodo de los obispos, que, compuesto de obispos, nombrados la mayor parte por las Conferencias episcopales con nuestra aprobación, será convocado, según las necesidades de la Iglesia, por el Romano Pontífice, para su consulta y colaboración, cuando, para el bien general de la Iglesia, le parezca a El oportuno. No es necesario añadir que esta colaboración del episcopado tiene que ser de gran beneficio a la Santa Sede y a toda la Iglesia, de modo particular al cotidiano trabajo de la Curia Romana, a la que estamos tan agradecidos por su valiosísima ayuda, y de la que, como los obispos en sus diócesis, también Nos tenemos permanentemente necesidad para nuestras solicitudes apostólicas. Las normas y demás información serán dadas a conocer cuanto antes a esta asamblea. Nos, no hemos querido privarnos del honor y de la satisfacción de daros esta sucinta comunicación para testimoniaros una vez más personalmente nuestra confianza, y nuestra unión fraterna. Esta nueva institución, singular y esperanzadora, la ponemos bajo la protección de la Santísima Virgen María”.
Al día siguiente (15 de septiembre de 1965), al inicio de la 128ª Congregación general, el entonces Obispo Pericles Felici, Secretario General del Concilio, promulgó el Motu Proprio Apostolica sollicitudo con el cual venía oficialmente instituido el Sínodo de los Obispos.
Aún cuando el Sínodo de los Obispos es una institución de carácter permanente, sus funciones y su concreta colaboración no tienen tal carácter. En otras palabras, el Sínodo de los Obispos se reúne y actúa solo cuando el Santo Padre considera necesario y oportuno consultar al episcopado, el cual durante un encuentro sinodal expresa su opinión “sobre argumentos de gran importancia y gravedad” (Pablo VI, Discurso a los Cardenales, 24 de junio de 1967). La finalidad de cada asamblea sinodal es vivir una experiencia de colegialidad entre el episcopado y el Santo Padre. A través de la aceptación del Santo Padre de las sugerencias o conclusiones de una determinada asamblea, el episcopado ejerce una actividad colegial que se aproxima pero que no coincide con aquella manifestada en un concilio ecuménico. Esto es un resultado directo de varios factores: de una presencia de Padres provenientes del entero episcopado, de la convocación de parte del Santo Padre y de “la unidad del episcopado, el cual, para ser uno, necesita una Cabeza del Colegio” (Juan Pablo II, Pastores gregis, 56), que es primero en el orden episcopal.

II
NOTAS SOBRE EL PROCESO SINODAL

Para cumplir su misión, el Sínodo de los Obispos trabaja según una metodología basada en la colegialidad, concepto que caracteriza cada fase del proceso sinodal desde los primeros pasos de la preparación hasta las conclusiones alcanzadas en cada asamblea sinodal. En pocas palabras, el método de trabajo alterna análisis y síntesis, las consultas de las partes involucradas y las decisiones de las autoridades competentes, según una dinámica de retroalimentación que permite la continua verificación de los resultados y la realización de nuevas propuestas. Cada fase de este proceso se desarrolla en un clima de comunión colegial.
Aún en la fase de preparación, el tema de la asamblea sinodal es el fruto de la colegialidad. El primer paso oficial en dicho proceso es la consulta a Patriarcas, Conferencias Episcopales, Jefes de Dicasterios de la Curia romana y la Unión de Superiores Generales para tener indicaciones sobre posibles temas para el Sínodo. Recientemente en asambleas ordinarias generales esta consulta fue precedida por una petición informal entre los Padres Sinodales hacia el fin de la Asamblea general acerca sus preferencias en la materia. En cada caso se les solicita que para la elección del tema tengan en cuenta los siguientes criterios:
a. universalidad, es decir que tengan referencia y aplicación a toda la Iglesia;
b. actualidad y urgencia, en sentido positivo, es decir eficacia en la promoción de nuevas energías y en el impulso de la Iglesia hacia el crecimiento;
c. relevancia pastoral y sólida base doctrinaria;
d. ejecutividad, es decir posibilidad de aplicación práctica.
Las sugerencias sobre un tema - que deben incluir los motivos de la elección - son clasificadas, analizadas y estudiadas durante un encuentro del Consejo de la Secretaría General del Sínodo de los Obispos. El Consejo, por lo tanto, somete los resultados del encuentro, junto con las recomendaciones pertinentes, al Santo Padre quien toma la decisión final sobre el tema a tratar en la asamblea sinodal.
En el encuentro sucesivo, el Consejo prepara las líneas principales para presentar y desarrollar el tema sinodal en un documento llamado Lineamenta. La redacción de este documento representa el trabajo conjunto de los miembros del Consejo, teólogos que tienen una cierta competencia en la materia que será tratada en la asamblea sinodal y el staff de la Secretaría General que coordina todos los esfuerzos. Después de haber examinado el texto y haber aportado las modificaciones necesarias, el Consejo redacta una versión final que es sometida al Santo Padre para su aprobación. Seguidamente, el documento es traducido a las principales lenguas del mundo y enviado al Episcopado con el fin de promover a nivel local el estudio, el debate y la oración por el Sínodo.
Los Lineamenta (palabra latina que significa “líneas de orientación”) tienen, por naturaleza, un amplio alcance y pretenden provocar observaciones y reacciones a gran escala. Aunque los primeros y autorizados destinatarios de los Lineamenta sean, obviamente, los Obispos y sus Conferencias Episcopales, ellos, sin embargo tienen plena libertad de ampliar su base de consulta. Después de haber reunido y sumariado sugerencias, reacciones y respuestas a los varios aspectos del tema de los Lineamenta, los Obispos preparan una comunicación que envían luego a la Secretaría General dentro de una fecha determinada.
Después de haber recibido dicho material, el Consejo de la Secretaría General, siempre con la ayuda de expertos sobre el tema, redacta otro documento llamado Instrumentum laboris, que servirá como base y punto de referencia durante la discusión sinodal. Este “documento de trabajo”, aunque esté publicado, es sólo un texto provisional que será objeto de discusión durante el sínodo. El documento no es un borrador de las conclusiones finales, sino sólo un texto destinado a focalizar la discusión sobre el tema sinodal. Después de haber sido sometido al control del Santo Padre y de haber sido aprobado por él, el documento es traducido a las principales lenguas y enviado a los Obispos y a aquellos miembros que participarán en la Asamblea General. A veces el Santo Padre ha permitido que el texto fuese publicado y tuviese, por lo tanto, una mayor difusión, por ejemplo, a partir de 1983, esto ha ocurrido en el caso del Instrumentum laboris de determinadas asambleas sinodales. Los delegados episcopales y los otros miembros leen el documento para conocer los contenidos que luego serán discutidos durante la asamblea sinodal.
Gracias al trabajo preparatorio de las Iglesias locales, basados en los ya mencionados documentos, es decir, los Lineamenta y el Instrumentum laboris, los obispos pueden presentar a la asamblea sinodal las experiencias y las aspiraciones de cada comunidad, así como también los frutos de las discusiones de las Conferencias Episcopales.
Tres fases caracterizan las sesiones de trabajo del Sínodo:
a. Durante la primera fase cada miembro presenta la situación en su Iglesia particular. Esto promueve un intercambio de fe y de experiencias culturales sobre el tema sinodal y contribuye a ofrecer una visión inicial de la situación de la Iglesia, que, sin embargo debe ser ulteriormente desarrollada y profundizada.
b. A la luz de estas presentaciones, el Relator del Sínodo formula una serie de puntos para ser discutidos en la segunda fase, durante la cual todos los Padres sinodales se dividen en pequeños grupos llamados círculos menores, en base a la lengua hablada. Los informes de cada uno de estos grupos son leídos en la sesión plenaria. En este punto, los Padres sinodales tienen la posibilidad de hacer preguntas para aclarar los argumentos y de hacer comentarios.
c. En la tercera fase, el trabajo prosigue en círculos menores con la formulación de sugerencias y observaciones de una manera más precisa y definida, de modo que en los días conclusivos de la asamblea se puedan someter a votación propuestas concretas. El trabajo inicial de los Padres sinodales en los círculos menores consiste en formular varias propuestas sobre la base del debate en la sala sinodal y de los informes de los círculos menores. En dichos círculos, los Padres sinodales pueden votar una propuesta con un “placet” (sí) o un “non placet” (no). Luego las propuestas de los círculos menores son recogidas por el Relator General y el Secretario Especial y reunidas en un Lista unificada de las propuestas que es presentado por el Relator General en la sesión plenaria. Los círculos menores luego se reúnen nuevamente para discutir las propuestas. En este punto los Padres sinodales pueden someter a la atención del grupo las enmiendas individuales que serán utilizadas en la composición colectiva de las enmiendas a votar con las propuestas que se esperan de cada grupo. El Relator General y el Secretario Especial examinan estas enmiendas colectivas que pueden o no incorporar en la Lista final de las propuestas sobre la base de sus decisiones que, en caso de rechazo, debe ser justificada en un documento llamado Expensio modorum. La Lista final de las propuestas es presentada entonces en la sesión plenaria, en forma de folleto se convierte a su vez en la papeleta con la que cada Padre sinodal puede votar a favor o en contra de la propuesta.
Al término de la Asamblea del Sínodo, el Secretario General supervisa el archivo del material y la redacción del informe sobre el trabajo sinodal para someterlos al Santo Padre. No existe una norma establecida acerca del documento final resultante de la Asamblea sinodal. Al final de las tres primeras asambleas sinodales (Asambleas Generales Ordinarias de 1967 y 1971, y Asamblea General Extraordinaria de 1969) las conclusiones fueron presentadas al Papa junto a unas recomendaciones en respuesta a los problemas planteados. Después de la Asamblea General Ordinaria de 1974, el mismo Santo Padre, considerando las propuestas sinodales y los informes finales, escribió la Exhortación Apostólica “Evangelii nuntiandi”. El mismo proceso fue utilizado en las otras Asambleas Sinodales Generales Ordinarias (1977, 1980, 1983, 1987, 1990, 1994, 2001), a las cuales siguieron las respectivas Exhortaciones Apostólicas: Catechesi tradendae, Familiaris consortio, Reconciliatio et paenitentia, Christifideles laici, Pastores dabo vobis, Vita consecrata et Pastores gregis. Después de la Asamblea Especial para África (1994), el Santo Padre promulgó la Exhortación Apostolica post-sinodal Ecclesia in Africa, que produjo buenos resultados promoviendo la reflexión y las iniciativas pastorales en el continente. En mayo de 1997, fue publicada la Exhortación Apostólica post-sinodal de la Asamblea Especial para el Líbano (1995), Una esperanza nueva para el Líbano, en ocasión de la visita papal a ese país en el contexto de fase celebrativa de la Asamblea Especial. El 23 de enero de 1999, el Santo Padre promulgó la Exhortación Apostólica post-sinodal Ecclesia in América en el Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe, en México. El 6 de noviembre de 1999 fue firmada en Nueva Delhi, India, la Exhortación Apostólica post-sinodal para Asia, Ecclesia in Asia. Dado que por razones de salud el Santo Padre no pudo viajar a Oceanía, la Exhortación Apostólica post-sinodal Ecclesia in Oceanía fue publicada el 22 de noviembre de 2001 en una ceremonia en la cual el Sumo Pontífice envió electrónicamente el documento a todas la iglesias particulares de Oceanía. De este modo fue trasmitido por la primera vez un documento pontificio a través de internet. El 28 de junio de 2003 el Santo Padre firmó la Exhortación Apostólica post-sinodal Ecclesia in Europa, durante el oficio de Vísperas en la Basílica de San Pedro.
A partir del Sínodo de 1987 el Consejo de la Secretaría General y el Secretario General fueron involucrados colegialmente en el proceso que ha llevado a la publicación de la Exhortación Apostólica post-sinodal, el documento pontificio resultante del Sínodo. Es interesante conocer la historia y el desarrollo de estos Consejos.
Entre la segunda y la tercera asambleas sinodales, fue instituido un Consejo consultivo para la Secretaría General, compuesto por doce Obispos designados y por tres de designación pontificia. Este Consejo se reunió por primera vez desde el 12 hasta el 15 de mayo de 1970; tenía por finalidad facilitar la comunicación con las conferencias episcopales y formular el orden del día para la asamblea sucesiva. Después de este encuentro, tuvo inicio una consulta de los Obispos de todo el mundo destinada a sugerir temas para las asambleas futuras (esta consulta actualmente comienza en los días conclusivos de la asamblea general ordinaria). Desde entonces los consejos ordinarios de la Secretaría General, constituidos en cada sínodo con vistas a la preparación del siguiente, se convirtieron en un elemento permanente del Secretariado General:
- II Consejo Ordinario (6 de noviembre de 1971 - 27 de septiembre de 1974);
- III Consejo Ordinario (26 de octubre de 1974 - 30 de septiembre de 1977);
- IV Consejo Ordinario (29 de octubre de 1977 - 26 de septiembre de 1980);
- V Consejo Ordinario (25 de octubre de 1980 - 29 de septiembre de 1983);
- VI Consejo Ordinario (29 de octubre de 1983 - 1 de octubre de 1987);
- VII Consejo Ordinario (30 de octubre de 1987 - 30 de septiembre de 1990);
- VIII Consejo Ordinario (28 de octubre de 1990 - 2 de octubre de 1994);
- IX Consejo Ordinario (29 de octubre de 1994 - 24 de abril 2001)
- X Consejo Ordinario (26 de octubre 2001 - 2 de octubre 2005).
Con la llegada de las asambleas continentales o regionales, el Santo Padre decidió constituir durante las asambleas especiales consejos post-sinodales mediante elección según nombramiento pontificio. El Secretario General, como consecuencia, además del consejo ordinario, dispone también de los siguientes consejos post-sinodales desde su fecha de institución:
- Consejo post-sinodal para los Países Bajos (31 de enero de 1980);
- Consejo post-sinodal para África (8 de mayo de 1994);
- Consejo post-sinodal para el Líbano (14 de diciembre de 1995);
- Consejo post-sinodal para América (12 de diciembre de 1997);
- Consejo post-sinodal para Asia (14 de mayo de 1998);
- Consejo post-sinodal para Oceanía (14 de diciembre de 1998);
- Consejo post-sinodal para Europa II (22 de octubre de 1999).
Del mismo modo, en la preparación de la asamblea especial, el Santo Padre ha nombrado a un grupo de Obispos, principalmente del continente y de la región en cuestión, para formar consejos pre-sinodales. Estos consejos duran desde el nombramiento hasta el primer día de la asamblea sinodal. La lista de los consejos pre-sinodales pasados, en esta categoría y con sus fechas de existencia, por lo tanto, es la siguiente:
- Consejo pre-sinodal para África (6 de enero de 1989 - 10 de abril de 1994);
- Consejo pre-sinodal para Líbano (24 de enero de 1992 - 26 de noviembre de 1995);
- Consejo pre-sinodal para América (12 de junio de 1995 - 16 de noviembre de 1997);
- Consejo pre-sinodal para Asia (10 de septiembre de 1995 - 19 de abril de 1998);
- Consejo pre-sinodal para Oceanía (7 de junio de 1996 - 22 de noviembre de 1998);
- Consejo pre-sinodal para Europa II (9 de febrero de 1997 - 1 de octubre de 1999).
Como puede verse, la metodología colegial es operativa desde la fase inicial (a través de la elección del tema), durante la preparación (mediante la elaboración del tema en los Lineamenta) y desde la celebración de la asamblea sinodal hasta la publicación del documento que es el fruto y la coronación del sínodo mismo. Es posible por lo tanto decir que el Sínodo actúa como órgano colegial a través del cual en la primera fase son consideradas las experiencias de fe y de vida de las comunidades cristianas, seguidamente, en las sesiones plenarias estos elementos son recapitulados e iluminados por la fe y, finalmente, en espíritu de comunión, son formuladas algunas proposiciones que el Santo Padre, principio de unidad de la Iglesia, restituye a las Iglesias particulares, así como la sangre oxigenada corre nuevamente por las arterias para vivificar el cuerpo humano.
A fin de que esta colegialidad pueda expresar plenamente su potencial, debe existir un espíritu altruista de colaboración entre todos aquellos que son llamados a participar en la preparación de una asamblea sinodal, especialmente las Conferencias Episcopales que reúnen a los Pastores de las Iglesias locales en las cuales la fe del Pueblo de Dios es vivida y sentida en toda su fuerza y riqueza. La participación colegial de las Conferencias Episcopales se expresa concretamente sobre todo a través de las respuestas a los Lineamenta. Cuantas más Conferencias Episcopales respondan, más ricos y variados serán los elementos que, reflejando fielmente la vida de las Iglesias locales, constituyan los auténticos puntos de referencia para la redacción del Instrumentum laboris y para el debate en el aula sinodal. III
SUMARIO DE LAS ASAMBLEAS SINODALES

1. I Asamblea General Ordinaria

Sesiones: 29 de septiembre - 29 de octubre de 1967
Padres sinodales: 197
Tema: “Preservación y fortalecimiento de la fe católica, su integridad, su fuerza, su desarrollo, su coherencia doctrinal e histórica”

Pablo VI estableció los objetivos de esta primera Asamblea General: “...la preservación y el fortalecimiento de la fe católica, su integridad, su fuerza, su desarrollo, su coherencia doctrinal e histórica”. Uno de los resultados del encuentro fue la recomendación hecha por los Padres sinodales para crear una Comisión Teológica Internacional, que ayudase a la Congregación para la Doctrina de la Fe, así como para ampliar un debate sobre los enfoques de la investigación teológica. Más tarde, en 1969, el Papa Pablo VI estableció la Comisión Teológica Internacional.
El Sínodo pidió también una revisión del Código de Derecho Canónico de 1917, con la intención de hacerlo más pastoral y actual en su tono y énfasis. El trabajo fue iniciado posteriormente por Pablo VI y terminado bajo el pontificado de Juan Pablo II, con la promulgación en 1983 del Código de Derecho Canónico revisado.
Otras cuestiones pastorales fueron discutidas y remitidas al Papa a modo de recomendaciones: las Conferencias Episcopales debían tener mayor control sobre los seminarios en sus respectivos territorios; se recomendaron los procedimientos relativos a los matrimonios mixtos, aprobados por el Papa en 1970; se aprobó el nuevo orden de la Misa, que entró en vigor en 1969.

2. I Asamblea General Extraordinaria

Sesiones: 11 de octubre - 28 de octubre de 1969
Padres sinodales: 146
Tema: “La cooperación entre la Santa Sede y las Conferencias Episcopales”

Esta Asamblea General convocada de manera extraordinaria tuvo como objetivo buscar y examinar los modos y procedimientos para poner en práctica la colegialidad de los Obispos con el Papa, tema que gozaba de gran atención en la declaraciones sobre la Iglesia formuladas en el Concilio Vaticano II. Este encuentro abrió la puerta a una mayor participación de los Obispos con el Papa y de cada uno de ellos en el cuidado pastoral de la Iglesia universal.
El énfasis principal de estas sesiones recayó sobre dos puntos básicos: 1. la colegialidad de los Obispos con el Papa; 2. la relación de las Conferencias Episcopales con el Papa y con cada uno de los Obispos. Posteriormente se remitieron diversas recomendaciones al Papa, tres de las cuales recibieron una atención inmediata: 1. que el Sínodo se celebrase a intervalos regulares, cada dos años (para luego cambiar a “cada tres años”); 2, que la Secretaría General ejerciera una labor organizativa y funcional entre las Asambleas Sinodales; 3. que los Obispos pudiesen sugerir temas para las futuras Asambleas.

Entre la segunda y la tercera Asamblea Sinodal se creó un Consejo consultivo de la Secretaría General, compuesto por 12 Obispos elegidos y 3 designados por el Papa. Este Consejo se reunió por primera vez del 12 al 15 de mayo de 1970, con la intención de facilitar la comunicación con las Conferencias Episcopales y formular la agenda de la siguiente Asamblea. Después de este encuentro, se inició una consulta general y mundial de los Obispos, con objeto de que sugirieran temas para la asamblea siguiente. Esta consulta comienza ahora en los últimos días de una Asamblea Sinodal. Desde entonces el Consejo de la Secretaría General, elegido en cada Sínodo para la preparación de la asamblea siguiente, ha llegado a ser una característica permanente de la Secretaría General.

3. II Asamblea General Ordinaria

Sesiones: 30 de septiembre - 6 de noviembre de 1971 (la más larga hasta el día de hoy)
Padres sinodales: 210
Tema: “El sacerdocio ministerial y la justicia en el mundo”

Los Padres sinodales, en esta ocasión, debatieron sobre el sacerdocio ministerial y la justicia en el mundo. Durante las sesiones elogiaron la dedicación de los sacerdotes por todo el mundo en su ministerio de la Palabra y el Sacramento, así como su tarea pastoral en el apostolado. Al mismo tiempo prestaron atención a las varias dificultades que los sacerdotes encontraron en su ministerio.
Los Padres sinodales, además, trataron el tema de la justicia subrayando la necesidad de relacionar el Evangelio con las circunstancias mundiales y locales. En respuesta a ello, los Padres sinodales trazaron un programa de ocho puntos para la acción a nivel internacional y recomendaron que la Iglesia, a nivel local, impulsase la educación y la colaboración ecuménica en el campo de la justicia.

4. III Asamblea General Ordinaria

Sesiones: 27 de septiembre - 26 de octubre de 1974
Padres sinodales: 209
Tema: “La evangelización en el mundo moderno”

En esta asamblea los obispos enfatizaron nuevamente el carácter esencialmente misionero de la Iglesia y el deber de cada uno de sus miembros de ser testigos de Cristo en el mundo. En este contexto, el tema de la “liberación”, entonces de gran actualidad, fue relacionado con la obra de la evangelización, cuyo objetivo es liberar a los pueblos y a las personas del pecado. Las recomendaciones y propuestas de los Padres sinodales presentadas al Papa fueron utilizadas en la formulación de la Exhortación Apostólica “Evangelii nuntiandi” del 8 de diciembre 1975.

5. IV Asamblea General Ordinaria

Sesiones: 30 de septiembre - 29 de octubre de 1977
Padres sinodales: 204
Tema: “El catecismo de nuestro tiempo”

El debate de los Padres sinodales, que prestó una especial atención a la catequesis de los niños y de los jóvenes, dio como resultado una serie de treinta y cuatro propuestas o “proposiciones” y más de novecientas sugerencias relativas al tema en cuestión. En dichas recomendaciones fueron tratadas seis áreas generales: la importancia de la renovación catequística, la naturaleza de la verdadera catequesis, las personas involucradas en la catequesis, la necesidad continua de una catequesis para todos los cristianos, los medios o canales de la catequesis y los aspectos particulares relativos a la catequesis.
En dicha ocasión los Padres sinodales, por primera vez, publicaron una declaración sinodal titulada Mensaje al Pueblo de Dios. Los Padres sinodales puntualizaron en dicho mensaje que Cristo es el centro de la salvación y, por lo tanto, de la catequesis. A la vez, pusieron en evidencia que todos los cristianos tienen la responsabilidad de llevar a Cristo al mundo. Poco después de la conclusión del Sínodo, el Papa Juan Pablo II publicó la Exhortación Apostólica “Catechesi tradendae” del 17 de octubre 1979 que se valió de un gran número de reflexiones y de propuestas de los Padres sinodales.

6. Sínodo particular para los Países Bajos

Sesiones: 14-31 de enero de 1980
Padres sinodales: 19
Tema: “La situación pastoral en los Países Bajos”

El Sínodo particular para los Países Bajos, también llamado “Sínodo Neerlandés”, como era popularmente conocido, es - según le nuevo Código de Derecho Canónico (cf. can. 345), promulgado en 1983 - la primera Asamblea Especial del Sínodo de los Obispos. Este encuentro sinodal, celebrado en Vaticano, trató el tema del concepto acuñado en el Concilio Vaticano II del misterio de la comunión de la Iglesia y sus implicaciones prácticas, tanto en ámbito local como universal, concentrándose en la figura del Obispo como Maestro de Fe y Pastor de las almas, en su diócesis y en la Conferencia Episcopal. En su conclusión la asamblea adoptó resoluciones relativas al sacerdocio ministerial, la vida religiosa, la participación de los laicos en la misión de la Iglesia y las enseñanzas del Concilio Vaticano II. Un Consejo sinodal, especialmente constituido al final de este Sínodo extraordinario, se reúne periódicamente con la Secretaría General para continuar la evaluación de la situación pastoral y para promover la aplicación de las resoluciones sinodales.

7. V Asamblea General Ordinaria

Sesiones: 26 de septiembre - 25 de octubre de 1980
Padres sinodales: 216
Tema: “La familia cristiana”

La reafirmación de la enseñanza de la Iglesia sobre la indisolubilidad del matrimonio y los contenidos de la Encíclica Humanae vitae fueron la tarea central de este Sínodo. En esta Asamblea, los Padres sinodales redactaron el “Mensaje a las familias cristianas en el mundo moderno” y propusieron una “Carta de los derechos de la familia” que Juan Pablo II concretó el 22 de octubre de 1983. El Papa publicó además la Exhortación Apostólica “Familiaris consortio” del 22 de noviembre de 1981, como fruto de la discusión y de las propuestas de la Asamblea.

8. VI Asamblea General Ordinaria

Sesiones: 29 de septiembre - 29 de octubre de 1983
Padres sinodales: 221
Tema: “La penitencia y el perdón en la misión de la Iglesia”

La Asamblea sinodal y el tema coincidieron con el Año Santo “extraordinario” proclamado por el Santo Padre para conmemorar el 1950º aniversario de la Redención del mundo mediante la muerte de Cristo. Durante la Asamblea los Padres sinodales trataron los argumentos inherentes al tema poniendo de relieve la necesidad de aplicar los frutos de la Redención de Cristo a la vida de cada persona y, por lo tanto, a la sociedad. En un documento publicado por la Asamblea, los Padres sinodales invitaron al mundo a la “reconciliación” y proclamaron “la Iglesia como sacramento de reconciliación y signo de la misericordia de Dios hacia el pecador”. El trabajo desarrollado por los Padres sinodales durante este Sínodo sirvió como base para la Exhortación Apostólica post-sinodal “Reconciliatio et paenitentia” del 2 de diciembre 1984, que por primera vez fue llamado documento “post-sinodal”.

9. II Asamblea General Extraordinaria

Sesiones: 24 de noviembre - 8 de diciembre de 1985
Padres sinodales: 165
Tema: “Vigésimo aniversario de las conclusiones del Concilio Vaticano II”

Convocado de forma especial por el Papa Juan Pablo II, la Asamblea sinodal conmemoró el XX aniversario de la conclusión del Concilio Vaticano II y evaluó el estado de renovación de la Iglesia. Según su estatuto, este Sínodo reunió a todos los Presidentes de las más de cien Conferencias Episcopales del mundo entero y a otras diversas personas.
Las discusiones se centraron en los documentos del Concilio Vaticano II y en su aplicación por parte de la Iglesia en todo el mundo. En esta Asamblea los Padres sinodales redactaron un informe final (Relatio finalis), difundido en la sesión de clausura junto al Nuntius o Mensaje al Pueblo de Dios. En respuesta a la propuesta de los Padres sinodales en esta Asamblea, el Santo Padre autorizó la compilación y publicación del Catecismo de la Iglesia Católica, difundido en 1992. Al mismo tiempo, en relación a las Conferencias Episcopales, la asamblea expresó la conveniencia de realizar “un estudio de su estatuto teológico y sobre todo de explicar más clara y profundamente su autoridad doctrinal, teniendo en cuenta lo que hay en el Concilio en el decreto Christus Dominus y en el Código de Derecho Canónico, can. 447 y 753 (Relación Final, II, C, 8, b)”. Esta sugerencia se concretó con la Carta Apostólica Motu proprio del Papa Juan Pablo II sobre la naturaleza teológica y jurídica de las Conferencias Episcopales (21 de mayo de 1998), 7.

10. VII Asamblea General Ordinaria

Sesiones: 1 - 30 de octubre de 1987
Padres sinodales: 232
Tema: “La vocación y la misión de los laicos en la Iglesia y en el mundo”

A través de la consideración de los conceptos de vocación (“ser”) y de misión (“actuar”) en el contexto de la comunión eclesial del Concilio Vaticano II, los obispos quisieron subrayar el carácter distintivo del laico en la vida de la Iglesia, a partir de su participación o comunión en la santidad, y en la obra de la Iglesia de evangelizar el mundo, en virtud del carácter secular. Por tratarse de este argumento, el Sínodo registró una significativa presencia de laicos como oyentes; algunos laicos fueron invitados a hablar ante la asamblea general y a expresar sus opiniones en los círculos menores y por primera vez una mujer y un hombre fueron designados como Secretarios Especiales Adjuntos. Las informaciones resultantes del Sínodo, en particular las cincuenta y cuatro propuestas de la Asamblea General, fueron utilizadas para la formulación de la Exhortación Apostólica post-sinodal “Christifideles laici” del 30 de diciembre de 1988.

11. VIII Asamblea General Ordinaria

Sesiones: 30 de septiembre - 28 de octubre de 1990
Padres sinodales: 238
Tema: “La formación de los sacerdotes en las circunstancias actuales”

Teniendo en cuenta la tarea de la Segunda Asamblea General Ordinaria del Sínodo dos Obispos (1971) que trató desde el punto de vista teológico el sacerdocio y sus implicaciones en el ministerio sacerdotal, este Sínodo tuvo un tono más pastoral, centrado en la formación sacerdotal y en la “persona” del sacerdote mismo, diocesano y religioso, antes y después de la ordenación. En las sesiones fue notable el acuerdo general entre los Padres sinodales, tanto en la discusión como en el tratamiento del tema. Al término del Sínodo, los Padres sinodales presentaron al Santo Padre cuarenta y un propuestas que, junto a otras informaciones resultantes del proceso sinodal, sirvieron para la preparación de la Exhortación Apostólica post-sinodal “Pastores dabo vobis” del 25 de marzo de 1992.

12. I Asamblea Especial para Europa

Sesiones: 28 de noviembre - 14 de diciembre de 1991
Padres sinodales: 137
Tema: “Somos testigos de Cristo que nos liberó”

El 22 de abril de 1990 durante su visita apostólica a Checoslovaquia, en la ciudad de Velehrad, sede de la tumba de San Metodio, co-patrono de Europa junto con los Santos Cirilo y Benedicto, el Santo Padre anunció su deseo de convocar una Asamblea Especial para Europa del Sínodo de los Obispos a fin de discernir el kairos de la situación creada por los grandes cambios ocurridos en Europa y para evaluar la función de la Iglesia en los esfuerzos de renovación y reconstrucción en el continente. La naturaleza especial del Sínodo y su breve período de preparación han requerido varias modificaciones del procedimiento sinodal, por ejemplo, en vez de los documentos Lineamenta e Instrumentum laboris fueron preparadas una breve guía para la reflexión (Itinerarium) y una síntesis (Summarium); fueron introducidos criterios especiales para los delegados episcopales con el fin de permitir una más amplia representación de los obispos de Europa central y del Este, etc.
Uno de los eventos más importantes de la preparación fue un simposio pre-sinodal promovido por el Pontificio Consejo para la Cultura. En él se reunieron los intelectuales de Europa occidental y del Este para una reflexión común sobre el tema del Sínodo. Al mismo tiempo, representantes de la Iglesia ortodoxa y de las principales comunidades cristianas en Europa fueron invitados, en un espíritu de ecumenismo, a participar por primera vez en una asamblea sinodal como “delegados fraternos”.
El trabajo de la Asamblea Especial culminó con la publicación de una Declaración, en la cual los Padres sinodales delinearon un programa para la nueva evangelización de Europa, lanzando un llamamiento a todos los ciudadanos europeos a favor de la solidariedad universal. A continuación, un grupo de miembros de la asamblea especial fue encargado de individualizar el mejor modo de llevar a la práctica las conclusiones de la Declaración mediante el refuerzo del Concilium Conferentiarum Episcopalium Europae (CCEE) ante las circunstancias del momento.

13. Asamblea Especial para África

Sesiones: 10 de abril - 8 de mayo de 1994
Padres sinodales: 242
Tema: “La Iglesia en África y su función evangelizadora de cara al año 2000: ‘Seréis mis testigos’ (He 1, 8)”

El 6 de enero de 1989 el Santo Padre anunció su intención de convocar la Asamblea especial e instituyó una comisión pre-preparatoria formada principalmente por miembros del Episcopado africano. En el mes de junio siguiente este grupo fue ampliado para constituir el Consejo de la Secretaría General y además contribuyó en la preparación de la asamblea sinodal. En ocasión del encuentro de los representantes del Episcopado africano en Lomé (Togo), en julio de 1990, fueron publicados los Lineamenta que “delineaban” el tema del Sínodo, iniciando un período de oración y de reflexión a nivel local. Las respuestas de las Iglesias locales fueron utilizadas para formular el “documento de trabajo” de la Asamblea especial o Instrumentum laboris, difundido durante la novena visita pastoral del Santo Padre a África, en Kampala (Uganda), en febrero de 1993.
Utilizando este documento como punto de referencia, los Padres sinodales trataron en la sesión, que duró un mes, el tema general de la Evangelización desde las siguientes perspectivas: 1. Proclamación del mensaje; 2. Inculturación; 3. Diálogo; 4. Justicia y paz; 5. Medios de Comunicación Social. Además del animado y profundo debate sobre el tema durante las varias fases de la actividad sinodal, un evento significativo de la Asamblea Especial fueron las ceremonias de apertura y de clausura que incorporaron muchos elementos de la tradición litúrgica africana.
La documentación resultante incluye un largo “Mensaje al Pueblo de Dios”, distribuido al término de la Asamblea Especial y la Exhortación Apostólica post-sinodal “Ecclesia in África” del 14 de septiembre de 1995, firmada y presentada en la Iglesia durante la visita sinodal en África del Santo Padre, desde el 14 hasta el 20 de septiembre de 1995, para la fase celebrativa de la Asamblea Especial.
Un Consejo Post-Sinodal elegido por la Asamblea Especial continua ofreciendo asistencia a la Secretaría General. Su tarea es la de evaluar el impacto y la aplicación de la Exhortación Apostólica post-sinodal en la Iglesia local. El Consejo ha redactado una comunicación que fue enviada a todos los Obispos de África, a los jefes de los Dicasterios de la Curia Romana y a los Presidentes de las Conferencias Episcopales de todo el mundo, además de a otras personas interesadas. Este Consejo se reúne periódicamente para evaluar la situación y para alentar a los Obispos de África en la aplicación de los ricos contenidos del documento.
El 13 de noviembre de 2004, durante el Simposio de los Obispos para África y Europa llevado a cabo en Roma, el Papa Juan Pablo II, “acogiendo las aspiraciones del Consejo Post-Sinodal ” ha anunciado la convocación de una Segunda Asamblea Especial para África en respuesta a las “esperanzas de los pastores africanos”. Durante la Audiencia general del 22 de junio de 2005, el Papa Benedicto XVI ha confirmado dicha decisión “tomada por mi venerable predecesor”. No han sido anunciados ni la fecha ni el tema de esta Segunda Asamblea Especial.

14. IX Asamblea General Ordinaria

Sesiones: 2 - 29 de octubre de 1994
Padres sinodales: 245
Tema: “La vida consagrada y su misión en la Iglesia y en el mundo”

El 30 de diciembre de 1991 el Santo Padre anunció la convocatoria de una asamblea sinodal sobre el tema de la vida consagrada. Algunos han interpretado este gesto como una conclusión lógica del tratamiento de los estados de vida en la Iglesia, iniciada en las dos asambleas ordinarias precedentes sobre el laicado y sobre el sacerdocio. El período de oración y de reflexión que precede a la Asamblea sinodal fue particularmente fecundo, dando lugar a intensos intercambios no sólo en los institutos de vida consagrada y en las sociedades de vida apostólica, sino también en organismos nacionales e internacionales, por no hablar de las diversas iniciativas individuales y de grupo con la jerarquía de la Iglesia y los diversos Dicasterios de la Curia Romana. Los Padres sinodales trataron un gran número de argumentos inherentes al tema y escucharon atentamente las numerosas intervenciones de los oyentes.
Dignos de mención fueron la participación de un elevado número de Padres sinodales pertenecientes a congregaciones religiosas, el nombramiento de una religiosa y de un religioso como Secretarios Especiales Adjuntos y de un elevado número de mujeres y hombres dedicados a la vida consagrada como teólogos y oyentes. El 25 de marzo de 1996 fue publicada la Exhortación Apostólica post-sinodal “Vita consecrata”.

15. Asamblea Especial para el Líbano

Sesiones: 26 de noviembre - 14 de diciembre de 1995
Padres sinodales: 69
Tema: “Cristo es nuestra esperanza: renovados en su espíritu, solidarios somos testigos de su amor”

Considerando las particulares necesidades de la Iglesia en el Líbano debidas al prolongado período de guerra, el Santo Padre anunció el 6 de junio de 1991 su intención de convocar una Asamblea Especial del Sínodo de los Obispos para el Líbano. Después de algunas reuniones preliminares con los patriarcas de las Iglesias Orientales del Líbano, en enero de 1992 fue constituido un Consejo de diez miembros, representantes de las seis Iglesias católicas sui iuris en el Líbano, para participar en la necesaria tarea de preparación. Al mismo tiempo, fue nombrado un obispo libanés como coordinador “in loco”.
Los Lineamenta de la Asamblea Especial fueron publicados el 13 de marzo de 1993, dando comienzo a la fase de oración y de reflexión sobre el tema sinodal por parte de las diócesis locales y de los diversos organismos eclesiales en el Líbano, período que se prolongó hasta el 1 de Noviembre de 1994.
Las respuestas a los Lineamenta fueron incorporadas al Instrumentum laboris, “documento de trabajo” de la Asamblea Especial, que sirvió como punto de referencia durante la Asamblea sinodal. El 12 de diciembre fue distribuida a los padres sinodales una versión con notas del Código de los Cánones de las Iglesias Orientales, publicado con el auspicio del Pontificio Consejo para la Interpretación de los Textos Legislativos.
La Exhortación Apostólica post-sinodal Una esperanza nueva para el Líbano fue publicada el 10 de mayo de 1997, con ocasión de la visita del Santo Padre al Líbano para la fase de celebración de la Asamblea Especial. Una traducción árabe del documento, preparada por la Asamblea de los Patriarcas y de los Obispos del Líbano (A.P.E.C.L.), fue publicada en 1998. El Consejo post-sinodal, fruto de esta asamblea especial, continúa a reunirse para evaluar el impacto y la aplicación de la Exhortación Apostólica post-sinodal en el Líbano. En el año 2003 fue preparado un informe sobre este argumento, el cual fue enviado a toda la jerarquía eclesiástica del Líbano, a los Superiores de los Dicasterios de la Curia Romana, a los Patriarcas, a los Arzobispos y Metropolitanos de las Iglesias Orientales sui iuris, a los Presidentes de las Conferencias Episcopales en todo el mundo y a otros organismos interesados.

16. Asamblea Especial para América

Sesiones: 16 de noviembre - 12 de diciembre de 1997
Padres sinodales: 233
Tema: “Encuentro con Jesucristo vivo, camino para la conversión, la comunión y la solidaridad en América”

En la Carta Apostólica Tertio millennio adveniente, el Santo Padre ha expresado su deseo de continuar el movimiento sinodal a nivel continental, empezando con las Asambleas Especiales para Europa (1991) y para África (1994) y de convocar asambleas sinodales especiales, incluyendo la Asamblea Especial para América, como parte del programa que conducirá a la celebración del Grande Jubileo del Año 2000. El 12 de junio de 1995 fue nombrado un Consejo pre-sinodal para colaborar en la preparación de la Asamblea Especial. Con su asistencia, los Lineamenta fueron publicados el 3 de septiembre de 1996 y el Instrumentum laboris el 10 de septiembre de 1997.
Durante la asamblea, los Padres sinodales examinaron los diversos aspectos de la vida eclesial y de la sociedad en el continente americano y buscaron los mejores caminos y medios para dar la posibilidad al pueblo de América de encontrarse con Jesucristo. Con este fin, debatieron acerca de la relación entre el Evangelio y la cultura y sobre los importantes conceptos de conversión, comunión y solidaridad para responder a los grandes desafíos de la sociedad contemporánea en el continente. Al término de la Asamblea Especial los Padres sinodales publicaron el habitual Nuntius o “Mensaje al Pueblo de Dios”.
Un Consejo post-sinodal, elegido durante la asamblea se reunió en varias ocasiones para evaluar los resultados del Sínodo y asistir al Santo Padre en la redacción de la Exhortación Apostólica post-sinodal “Ecclesia in América” promulgada por el Santo Padre el 23 de enero de 1999, durante la fase de celebración de la Asamblea Especial en Ciudad de México. Al día siguiente, muchos participantes sinodales provenientes de todas partes del continente han participado en la liturgia eucarística celebrada en el Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe.
Después, el Consejo post-sinodal, elegido durante la asamblea, tuvo varios encuentros para la supervisión de la aplicación del documento y para estimular los Obispos con sus iniciativas en el continente en respuesta al documento post-sinodal. En el año 2002, fue preparado un informe sobre este argumento, el cual fue enviado a los miembros de la jerarquía eclesiástica en América, a los Superiores de los Dicasterios de la Curia Romana, a los Patriarcas, a los Arzobispos Mayores y Metropolitanos de las Iglesias Orientales sui iuris, a los Presidentes de las Conferencias Episcopales de todo el mundo y a otros organismos interesados. 17. Asamblea Especial para Asia

Sesiones: 19 de abril - 14 de mayo de 1998
Padres sinodales: 191
Tema: “Jesucristo el Salvador y su misión de amor y de servicio en Asia: ‘Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia’ (Jn. 10, 10)”

En la Carta Apostólica Tertio millenio adveniente, el Santo Padre anunció su intención de convocar asambleas sinodales especiales a nivel continental como parte del programa de preparación del Gran Jubileo del año 2000. El 10 de septiembre de 1995, el Santo Padre ha constituido un Consejo pre-sinodal para la Asamblea Especial para Asia, formado principalmente por cardenales, arzobispos y obispos de Asia. Una de sus tareas fue la de asistir a la Secretaría General en la redacción de los Lineamenta, difundidos el 3 de septiembre de 1996, y del Instrumentum laboris, publicado el 13 de febrero de 1998.
Durante la Asamblea Especial los Padres sinodales, teniendo en consideración el hecho de que la Iglesia es una pequeña pero vivaz grey en el continente asiático, donde están presentes las Grandes Religiones del Mundo, concentraron su atención en la unicidad de la persona de Jesús el Salvador y sobre su don de vida abundante en el contexto del plan de la Iglesia de una nueva evangelización. Se dedicó una atención especial al modo con el que la Iglesia, en un plan pastoral concreto, puede continuar la misión del Señor de amor y servicio en Asia. Al final, los Padres sinodales publicaron un Nuntius o “Mensaje al Pueblo de Dios” en el que se tratan diversos puntos del tema sinodal.
Como resultado de la asamblea sinodal fue constituido un Consejo post-sinodal. Habiéndose reunido en diversas ocasiones, este consejo ofreció su asistencia en el estudio de las recomendaciones propuestas por la asamblea especial y colaboró en la redacción de la Exhortation Apostólica post-sinodal “Ecclesia in Asia” fue firmada por el Santo Padre el 6 de noviembre de 1999 en al Catedral del Sagrado Corazón, durante la fase celebrativa del 5 al 8 de noviembre 1999 en Nueva Delhi, en la India. Después, el Consejo post-sinodal se ha reunido periódicamente para valorar la distribución y aplicación del documento en la Iglesia en Asia. En el año 2002, fue preparado un informe sobre el argumento, el cual fue enviado a la jerarquía eclesiástica en el Continente asiático, a los Superiores de los Dicasterios de la Curia Romana, a los Patriarcas, a los Arzobispos Mayores y Metropolitanos de las Iglesias Orientales sui iuris, a los Presidentes de las Conferencias Episcopales y a otros organismos interesados.

18. Asamblea Especial para Oceanía

Sesiones: 22 de noviembre - 12 de diciembre de 1998
Padres sinodales: 117
Tema: “Jesucristo y los pueblos de Oceanía: siguiendo su camino, proclamando su verdad y viviendo su vida”

La Asamblea Especial para Oceanía ha sido la tercera asamblea sinodal continental o regional de la relación anunciada por el Santo Padre con la carta apostólica Tertio millennio adveniente, come parte de la preparación al Gran Jubileo del Año 2000. El 7 de junio de 1996, el Santo Padre nombró el Consejo pre-sinodal constituido principalmente por los Obispos de Oceanía. Este Consejo tuvo tres encuentros, el primero de los cuales fue dedicado a la redacción del texto de los Lineamenta, sucesivamente completado y enviado a las partes interesadas; durante el segundo encuentro, sostenido en Wellington (Nueva Zelandia) desde el 26 al 28 de agosto de 1997, fue tratado el tema de los criterios para la participación y durante el tercero, desarrollado desde el 10 al 12 de marzo de 1998, fue completado el texto del Instrumentum laboris y definidos los detalles en preparación de la Asamblea Especial.
Una característica peculiar de esta Asamblea Sinodal fue que todos los Obispos de la región participaban como miembros ex officio. Para reducir las dificultades del viaje y limitar la ausencia de los Obispos de sus Iglesias locales, se tomaron las medidas necesarias para que las visitas ad limina se hicieran en concomitancia con la Asamblea Especial. A pesar de las grandes diferencias entre las varias situaciones pastorales de la región, durante los trabajos sinodales se observaron muchas preocupaciones comunes como la inculturación del Evangelio, la nueva atención hacia la catequesis y la formación, la revitalización de la fe de los creyentes, la atención pastoral de la juventud, emigrantes y nativos, etc., todo ello convergente hacia la persona de Cristo, el camino, la verdad y la vida.
El 11 de diciembre de 1998 se estableció un Consejo post-sinodal, formado por miembros elegidos entre los participantes en la Asamblea Sinodal y otros nombrados por el Papa. El Consejo tuvo varios encuentros donde se discutieron tanto las reacciones frente a la Asamblea Especial como la colaboración en la redacción, por parte del Santo Padre, de la Exhortación Apostólica post-sinodal “Ecclesia in Oceanía”. Dicho documento fue finalmente promulgado el 22 de noviembre de 2001, en una importante e histórica ceremonia en el Vaticano, durante la cual el texto de la exhortación apostólica fue simultáneamente transmitido a través de internet a todas las diócesis de la región. Ecclesia in Oceanía es el primer documento papal promulgado a través de internet en la era del computer.
En el año 2003 el Consejo Post-sinodal se reunió para iniciar el proceso de examen de la influencia y aplicación de la Ecclesia in Oceanía en la región. Al respecto, ha sido elaborado y enviado un cuestionario a todos los Obispos de Oceanía. Ha sido previsto un Consejo Especial para analizar los resultados de esta consulta durante su próxima reunión, que se llevará a cabo durante el verano de 2006 en Fiji, en concomitancia con la Asamblea Plenaria de la Federación de las Conferencias Episcopales de Oceanía.

19. II Asamblea Especial para Europa

Sesiones: 1-23 de octubre de 1999
Padres sinodales: 117
Tema: “Jesucristo viviente en su Iglesia, fuente de esperanza para Europa”

La Segunda Asamblea Especial para Europa es la última de la serie de Asambleas Sinodales continentales convocadas por el Santo Padre en su Carta Apostólica Tertio millenio adveniente como parte de la preparación al Grande Jubileo del Año 2000. Aunque la Primera Asamblea Especial para Europa tuvo lugar hace menos de una década, en 1991, nuevas situaciones sociales y culturales, presentes en el continente tras los cambios políticos acontecidos en el Este, han creado unos desafíos pastorales que han hecho que fuera especialmente oportuno convocar una Segunda Asamblea Especial para Europa.
El 9 de febrero de 1997 el Santo Padre nombró el Consejo pre-sinodal para colaborar en la preparación de esta Asamblea Sinodal. Este Consejo, con la asistencia de teólogos europeos y del personal de la Secretaría General, publicó los Lineamenta (primavera de 1998) y el Instrumentum laboris (21 de junio de 1999) de la Asamblea Especial.
Durante la Segunda Asamblea Especial, los padres sinodales prestaron atención a las diversas realidades de la Iglesia en Europa y al particular momento histórico en relación a la unidad del continente. El tema de Jesucristo, viviente en su Iglesia, dominó la discusión sinodal sobre las raíces culturales del continente y, al mismo tiempo, constituyó una fuente de esperanza en la construcción de una nueva Europa sobre el fundamento de la fe.
El Consejo post-sinodal, elegido durante la asamblea, se ha reunido en varias ocasiones para analizar los resultados del Sínodo y para ofrecer su colaboración al Santo Padre en la redacción de la Exhortación post-sinodal “Ecclesia in Europa”, promulgada en el Vaticano el 28 de junio de 2003, durante las primeras Vísperas de la solemnidad de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo.
En el año 2004, el Consejo post-sinodal se reunió para comenzar el proceso de evaluación del impacto y la aplicación de Ecclesia in Europa en el continente. Al respecto, ha sido elaborado un cuestionario y se lo ha enviado a todas las Conferencias Episcopales y a las organizaciones continentales europeas, con la finalidad de dotar a dichos organismos de un informe de síntesis de las iniciativas y de los programas, llevados a la práctica o en fase de ejecución en la Iglesia en Europa.

20. X Asamblea General Ordinaria

Sesiones: 30 de septiembre - 27 de octubre de 2001
Padres sinodales: 247
Tema: “El Obispo: servidor del Evangelio de Jesucristo para la esperanza del mundo”

Para preparar la X Asamblea General Ordinaria, el IX Consejo Ordinario de la Secretaría General se ha reunido periódicamente para participar en el proceso de consulta que definió el tema y colaborar en la redacción de los Lineamenta, enviados el 16 de junio 1998 a los obispos del mundo y a los que normalmente se contactan para respuestas oficiales. Estas respuestas han sido analizadas a continuación y tomadas en consideración durante el trabajo del Consejo para redactar el Instrumentum laboris, que se hizo público el 1 de junio del 2001.
Esta asamblea sinodal ha centrado su reflexión en la persona y el papel del obispo en su diócesis, a la luz del inicio del Tercer Milenio.
El 26 de octubre de 2001, la asamblea sinodal eligió los miembros del X Consejo Ordinario de la Secretaría General, a quienes se agregaron otros tres miembros especialmente nombrados por el Santo Padre. En las diversas reuniones de este Consejo fue analizado el material que resultó del proceso sinodal, especialmente las Proposiciones, para ofrecer una adecuada colaboración al Santo Padre en la redacción de la Exhortación Apostólica post-sinodal Pastores gregis. Dicho documento fue promulgado el 16 de octubre de 2003, en coincidencia con el vigésimo quinto aniversario de la elección del Sumo Pontífice.

21. XI Asamblea General Ordinaria

En programa: 2 - 29 octubre de 2005
Tema: “La Eucaristía: fuente y cumbre de la vida y de la misión de la Iglesia”

Considerando la opinión de los miembros del X Consejo Ordinario de la Secretaría General del Sínodo de los Obispos, basada a su vez en la consulta a las Conferencias Episcopales de todo el mundo y a otros organismo interesados, el Santo Padre decidió convocar la Undécima Asamblea General Ordinaria para tratar el tema de la Eucaristía. Merece una especial atención el hecho que la decisión del Papa tuvo lugar poco tiempo después de la publicación de su encíclica sobre el mismo argumento. Esta asamblea sinodal fue convocada por el Santo Padre para promover la reflexión pastoral de los obispos de todo el mundo sobre un tema de vital importancia en la vida y la misión de la Iglesia.
Los Lineamenta, elaborados por el X Consejo Ordinario de la Secretaría General con la asistencia de teólogos, fueron enviados el 31 de marzo de 2004 a las Conferencias Episcopales, a las Iglesias Orientales sui iuris, a los Superiores de los Dicasterios de la Curia Romana, a la Unión de los Superiores Generales y a otros organismos competentes. Durante una asamblea sucesiva, el Consejo ha analizado las respuestas a las preguntas de los Lineamenta y, nuevamente con la ayuda de los expertos, ha redactado la Instrumentum Laboris, que fue publicado el 7de julio de 2005. Durante la Asamblea Sinodal este documento servirá como punto de referencia para tratar un tema importante para la vida y la misión de la Iglesia.

[00003-04.12] [NNNNN] [Texto original: inglés]

ORACIÓN PAR A EL BUEN ÉXITO DEL SÍNODO

Señor Jesucristo, a quien el Padre nos ha encomendado escuchar como a su Hijo amado: ilumina tu Iglesia, para que nada sea para ella más santo que escuchar tu voz y hacerse seguidora tuya. Tú, que eres Sumo Pastor y Guía de nuestras mentes, dirige tu mirada a los Pastores de tu Iglesia, que en estos días se reúnen con el beato Sucesor de Pedro para celebrar el Sínodo y dígnate santificarlos en la verdad y confírmalos en la fe y en el amor.

Señor Jesucristo, manda tu Espíritu de amor y de verdad sobre los Obispos que celebran el Sínodo y sobre quienes les asisten en sus tareas: concédeles percibir con fe en el ánimo el soplo que el Espíritu infunde hoy en las Iglesias y recibir de él la enseñanza de la verdad, y haz que los fieles, purificados y sostenidos por su compromiso, adhieran al Evangelio a través del cual obras la salvación, convirtiéndose en oblación viviente al Dios del cielo.

Y María, la santísima Madre de Dios y Madre de la Iglesia asista hoy a los Obispos como un día asistió a los Apóstoles en el Cenáculo e interceda con su materno apoyo, para que honren la comunión fraterna, tengan prosperidad y paz en días serenos y, escrutando con amor los signos de los tiempos, celebren la majestad de Dios, Señor misericordioso de la historia, para alabanza y gloria de la Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo. Amén.

[006-04.09] [NNNNN] [Texto original: latino]

LA CAPILLA DEL SÍNODO

El proyecto y decoración de la capilla del Sínodo se propone comunicar y celebrar los conceptos teológicos de comunión y colegialidad que son la base del Sínodo de los Obispos reunidos en asamblea, cum Pedro y sub Pedro. Por lo tanto, el colegio episcopal está representado ampliamente en el proyecto y decoración artística de la capilla, inspirándose, de manera especial, en dos pasajes bíblicos fundamentales, los Hechos de los Apóstoles, 2,1-4 y San Juan 20,19-29, que tratan ambos del descenso del Espíritu Santo sobre los Apóstoles reunidos.
Aunque la Iglesia fue engendrada místicamente con la crucifixión de Cristo, naciendo, según San Agustín, como la nueva Eva del costado del Nuevo Adán, aquélla nos ha enseñado coherentemente que la primera venida de la propia Iglesia en el mundo se realizó en el día de Pentecostés, cuando el Espíritu Santo descendió bajo forma de lenguas de fuego sobre los apóstoles, reunidos con María, Madre de Jesús, en la Habitación Superior o Cenáculo. Puesto que éste es un acontecimiento especialmente importante en la vida del colegio episcopal como grupo, y por ende, de la Iglesia, el proyecto de la capilla desea recrear visualmente la experiencia de Pentecostés (cf. Hch 2:1-4).
La vidriera historiada oval del techo representa el Espíritu Santo bajo forma de paloma sobre un fondo dorado triangular che evoca la Santísima Trinidad, fuente de comunión en el episcopado y en la Iglesia en su conjunto. El efecto creado por el cristal de varias tonalidades, rojo, amarillo y anaranjado, subraya el descenso del Espíritu bajo forma de lenguas de fuego que convierte a los apóstoles en elocuentes testigos de Cristo. La luz y el calor, como propiedades del fuego, representan también la iluminación (sabiduría) y la fuerza (celo), elementos que caracterizan la misión de Pedro y los apóstoles. El Espíritu Santo sigue siendo la fuerza dinámica de la misión pastoral del Papa y del Colegio Episcopal, especialmente durante la celebración del Sínodo.
Según el testimonio bíblico, el Cenáculo o Habitación Superior, es decir, el lugar de la llegada del Espíritu Santo, como hemos visto más arriba, fue también la habitación en la cual Jesús celebró la cena de Pascua durante la cual instituyó los Sacramentos del Sacerdocio y la Eucaristía. El escenario del Cenáculo se convierte de esta forma en un símbolo no sólo de la dignidad episcopal compartida sino también del principio de su unidad. Estos conceptos de comunión y colegialidad están expresados en los objetos dispuestos justo debajo de la vidriera que representa el Espíritu Santo: un reclinatorio central evoca al Santo Padre, Sucesor de San Pedro, rodeado por bancos y reclinatorios che simbolizan a los otros once apóstoles. La disposición ovalada de las sillas, en lugar de la habitual alineación consecutiva de bancos y sillas, comenzando desde la entrada y continuando hacia el frente de la capilla, ayuda a subrayar la acción unitaria del colegio reunido “en y alrededor de Pedro”. Al mismo tiempo, todos -incluido el observador- son atraídos hacia el tabernáculo y el altar para encontrar al Cristo místico presente en la Eucaristía, el cual, cuando se apareció durante la Pascua al Colegio Episcopal, como nos recuerda San Juan, estaba en medio del colegio mientras “insuflaba” o transmitía su Espíritu Santo (cfr. Juan, 20, 19:29), otorgándoles la autoridad y el poder de Obispos. Las dos estatuas de bronce de San Pedro y San Pablo, colocadas en los dos nichos al fondo de la Capilla, simbolizan la universalidad de la Iglesia y la vocación del episcopado.
Este mismo tema está subrayado por la decoración de la puerta vidriera ubicada en la entrada de la Capilla: una mitra central con las llaves apostólicas aludiendo a Pedro, rodeada por once mitras que anuncian el tema de la Capilla. Las mitras se encuentran reunidas en un círculo que subraya su unidad colegial por medio del don de la Comunión Trinitaria.
Siguiendo con el tema de la colegialidad y de la comunión del Colegio Apostólico, el altar recuerda la proa de una barca levantando olas. El Nuevo Testamento contiene muchos pasajes donde la barca constituye el marco de experiencias significativas para los apóstoles como grupo o colegio.
- Cuando Jesús aplaca el mar y los vientos, los Apóstoles, reunidos a bordo de una embarcación, reciben por primera vez la revelación de que Jesús es algo más que un simple hombre. Ellos se asombran: “¿Quién es éste, que hasta los vientos y el mar le obedecen?” (cfr. Mt, 8, 23:27; Lc 8, 22:25, Mc 4, 37:41).
- Jesús hace subir a los Apóstoles a una barca, para encontrarse a solas con ellos, a fin de adiestrarlos (Mc, 6, 32).
- Después de la multiplicación de los panes, Jesús hizo que los Apóstoles atravesaran el mar de Galilea en una barca. Aunque pasa la noche rezando en la colina, el Señor nunca pierde de vista a los Apóstoles. Al levantarse una tempestad, Jesús se dirige hacia ellos caminando sobre las aguas y diciendo: “Soy yo, no temáis”. Una vez en el barco, éste alcanza la orilla en seguida, mientras los Apóstoles se quedan perplejos porque - como cuenta Marco - no han entendido el significado de la multiplicación de los panes (cfr, Jn 6, 16:21; Mt 14, 22:27; Mc 6, 45).
La barca tiene un significado especial no sólo para el Colegio Apostólico, sino también para la persona de Pedro.
- En la serie de apariciones pascuales, desde la barca de San Pedro los Apóstoles (Pedro, Santiago, Juan, Tomás, Bartolomé y otros dos), después de pescar una cantidad enorme de peces, reconocen al Cristo Resucitado en la orilla. (cfr. Jn, 21, 1:8).
- Jesús predica desde una barca, supuestamente la de Pedro, delante de la multitud reunida en la orilla (cfr. Mt. 13, 2; Mc 3, 9; 4:1).
- La fe de Pedro es confirmada por Cristo, ante los Apóstoles, después de que Cristo le manda ir hacia él caminando sobre las aguas. Tras este acontecimiento, los Apóstoles adoran al Señor y exclaman: “¡Verdaderamente, eres Hijo de Dios!” (Mt 14, 28:33).
- En otro episodio sucesivo a la Resurrección, desde la barca de Pedro los Apóstoles, solicitados por Jesús, calan sus redes y hacen una pesca milagrosa. Y entonces Pedro es el que lleva hacia la orilla las redes llenas de peces (cfr. Jn, 21, 4:11), símbolo de la Iglesia.
Además de las asociaciones arriba mencionadas, la barca también tiene un significado eucarístico en lo que atañe el Colegio Apostólico, y, por ende, valora el uso de este símbolo como base del altar que custodia el Santísimo Sacramento.
- Después de la multiplicación de los panes, Jesús se encamina con sus Apóstoles a bordo de una barca, y pronuncia su sermón “sobre la levadura de los Fariseos” (Mt 16, 5:12; Mc 8; 14).
- Una referencia bíblica a la Eucaristía, especialmente significativa, se encuentra en el Evangelio de San Marcos. Después de la multiplicación de los panes, que prefigura la Eucaristía, las Escrituras dicen que los Apóstoles no se llevaron consigo más que “un pan” (cfr. Mc 8, 14). Esto significa que Jesús es ese “único pan”, hecho de Pan celestial. En esta ocasión, Jesús intenta hacerles decir cuál es el significado del milagro de los panes, así como el de Sus palabras y Sus enseñanzas sobre la Eucaristía en ese acontecimiento milagroso.
La barca también se utiliza como símbolo de toda la Iglesia, frecuentemente definida como la “Barca de Pedro”. En este sentido, la crucifixión completa adecuadamente el mástil del humilde barco de pesca de Pedro. El movimiento de la escultura, incluido el de los tejidos, similares a un sudario, que se encuentran en la parte posterior -una alusión al sudario y a la Resurrección- representa una nueva asociación con la obra del Espíritu Santo, que proporciona el “viento” para las velas de la Barca de Pedro, viento que empuja siempre a la Iglesia hacia el Señor, en cumplimiento de la promesa.
El sencillo tabernáculo de bronce lleva incluidos las espigas de trigo y los racimos de uva para la Eucaristía. Los peces, que aluden a Pedro como pescador y a la misión de los apóstoles como “pescadores de hombres”, (Mt. 4:19, Mc. 1: 17) se hallan también en el tabernáculo, junto a unos candelabros y una lámpara votiva. El pez es también el símbolo antiguo de Cristo, tomado de la palabra griega ΙΧΘΥΣ, que significa pez, como acrónimo de la frase: “Jesucristo, Hijo de Dios Salvador”.
Las Estaciones de la Cruz, realizadas en nácar en Palestina, recuerdan el seguimiento de Cristo, la vocación que los Obispos comparten con todos los Cristianos en la Iglesia.
La estatua de María, dedicada a Nuestra Señora de la Esperanza, evoca la presencia de la Virgen entre los apóstoles reunidos en oración en el Cenáculo. Ella extiende su mano maravillada ante el prodigio de la gracia de Dios, para recibir la llama del amor del Espíritu Santo y permitir así que dé frutos. Como verdadera doncella y sierva del Señor y Su Evangelio e imagen de la Iglesia que engendra místicamente a sus hijos, María es la Madre de los Apóstoles y sus sucesores. De hecho, los Apóstoles, reunidos alrededor de María en la Habitación Superior, la miran como si miraran dentro de un espejo, un espejo en el cual ellos mismos se ven como Iglesia, la “Esposa de Cristo”.

[016-04.03] [NNNNN] [Texto original: inglés]

AVISOS

● RUEDA DE PRENSA
● BRIEFING
● POOLS
● BOLETÍN SYNODUS EPISCOPORUM
● HORARIO DE APERTURA DE LA OFICINA DE PRENSA DE LA SANTA SEDE

● RUEDA DE PRENSA

La primera Rueda de Prensa sobre los trabajos sinodales (con traducción simultánea en italiano, inglés, francés, español y alemán) tendrá lugar en el Aula Juan Pablo II de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, el lunes 3 de octubre de 2005 a las 12.45, aproximadamente.

Se ruega a los operadores audiovisuales (cámaras y técnicos) y a los fotógrafos se dirijan al Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales para el permiso de acceso.

Los nombres de los participantes se comunicarán lo antes posible.

Las próximas ruedas de prensa tendrán lugar:

El jueves 13 de octubre de 2005 (al día siguiente de la Relatio post disceptationem)
El sábado 22 de octubre de 2005 (al día siguiente de la presentación del Elenchus finalis)

● BRIEFING

Para una información más eficaz sobre los trabajos sinodales se han organizado 5 grupos lingüísticos para los periodistas acreditados.

A continuación se detalla el lugar “briefing” y el nombre del Encargado de Prensa para cada grupo lingüístico:

Grupo lingüístico italiano
Encargado: Rev. Giorgio Costantino
Lugar: Sala de periodistas, Oficina de Prensa de la Santa Sede

Grupo lingüístico inglés
Encargado: Rev. P. John Bartunek, L.C.
Lugar: Aula Juan Pablo II, Oficina de Prensa de la Santa Sede

Grupo lingüístico francés
Encargado: Rev. P. Pierre Gérard, S.I.
Lugar: Sala Marconi, Radio Vaticana, Palazzo Pio, Piazza Pia 3

Grupo lingüístico español
Encargado: Sr. Isidoro Catala Marcos
Lugar: Sala de las telecomunicaciones, Oficina de Prensa de la Santa Sede

Grupo lingüístico alemán
Encargado: Don Marcus Graulich, S.D.B.
Lugar: Centro Pastoral para los Peregrinos de lengua alemana, Via della Conciliazione 51

Los siguientes días está previsto un “briefing” de los Responsables de Prensa a las 13.10, apróximadamente:

Martes 4 de octubre de 2005
Miércoles 5 de octubre de 2005
Jueves 6 de octubre de 2005
Viernes 7 de octubre de 2005
Sábado 8 de octubre de 2005
Lunes 10 de octubre de 2005
Martes 11 de octubre de 2005
Miércoles 12 de octubre de 2005
Sábado 15 de octubre de 2005
Viernes 21 de octubre de 2005

Los Encargados de Prensa serán acompañados durante el “briefing” de cada grupo lingüístico por un Padre sinodal de su misma lengua, el siguiente día a las 13.10, apróximadamente:

Martes, 18 de octubre de 2005 (después de la presentación del Elenchus unicus)

Eventuales cambios se publicarán lo antes posible.

● POOLS

Están previstos “pools” de periodistas acreditados para acceder al Aula del Sínodo, generalmente para la oración de apertura de las Congregaciones Generales de la mañana.
En la Oficina de información y acreditación de la Oficina de Prensa de la Santa Sede (en la entrada a la derecha) estarán a disposición de los redactores las listas de inscripción a los “pools”.

Para los “pools” los fotógrafos y los cámaras deben dirigirse al Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales.

Los participantes en los “pools” deben estar a las 8.30 en el Sector de Prensa, que se encuentra en el exterior frente a la entrada del Aula Pablo VI, y desde allí les acompañará siempre un oficial de la Oficina de Prensa de la Santa Sede (a los redactores) y del Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales (a los fotógrafos y equipos de TV). Es necesario llevar indumentaria apropiada para la circunstancia.

● BOLETÍN SYNODUS EPISCOPORUM

El Boletín informativo de la Comisión para la información de la XI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, titulado Synodus Episcoporum, publicado por la Oficina de Prensa de la Santa Sede, saldrá en 6 ediciones lingüísticas (plurilingüe, italiana, inglesa, francesa, española y alemana), con 2 números al día (matinal y vespertino) o según las necesidades.

El número matinal saldrá una vez finalizada la Congregación General de la mañana y el número vespertino durante la mañana siguiente.

La distribución a los periodistas acreditados se efectuará en la Sala de los periodistas de la Oficina de Prensa de la Santa Sede.

La edición plurilingüe recogerá los resúmenes de las intervenciones de los Padres sinodales preparados por ellos mismos, en las lenguas en las que serán entregados para su publicación. Las otras 5 ediciones recogerán las versiones en italiano, inglés, francés, español y alemán.

El tercer número del Boletín incluirá la Homilía del Santo Padre durante la Solemne Concelebración de Apertura de la mañana del Domingo 2 de octubre de 2005 (estará a disposición de los periodistas acreditados cuando se abra la Oficina de Prensa de la Santa Sede, bajo embargo).

El cuarto número del Boletín contendrá las relaciones que serán presentadas en la Primera Congregación General de la mañana del lunes 3 de octubre de 2005 (que se retransmitirá en directo por TV en la Oficina de Prensa de la Santa Sede).

Las ediciones lingüísticas del Boletín se podrán consultar en el sito Internet de la Santa Sede: http://www.vatican.va/news_services/press/Sínodo/Sínodo_index_it.htm

Se recuerda que el Boletín del Sínodo de los Obispos es sólo un instrumento de trabajo para uso de los periodistas y que las traducciones no tienen carácter oficial.

● HORARIO DE APERTURA DE LA OFICINA DE PRENSA DE LA SANTA SEDE

Sábado 1 de octubre: desde las 9.00- hasta las 14.00
Domingo 2 de octubre: desde las 9.00 - 13.00
De lunes 3 de octubre a sábado 8 de octubre: desde las 9.00 -hasta las 16.00
Domingo 9 de octubre: desde las 9.00 - hasta las 13.00
De lunes 10 de octubre a viernes 14 de octubre: desde las 9.00 - hasta las 16.00
Sábado 15 de octubre: desde las 9.00 - hasta las 18.30
Domingo 16 de octubre: desde las 9.00 - hasta las 13.00
Da lunes 17 de octubre a sábado 22 de octubre: desde las 9.00 - hasta las 16.00
Domingo 23 de octubre: desde las 9.00 - hasta las 13.00
De lunes 24 de octubre a viernes 28 de octubre: desde las 9.00 - hasta las 15.00
Sábado 29 de octubre: desde las 9.00 - hasta las 14.00
Domingo 30 de octubre: desde las 11.00 - hasta las 13.00
Lunes 31 de octubre: desde las 9.00 - hasta las 15.00

Eventuales cambios se publicarán lo antes posible.

 
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