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SYNODUS EPISCOPORUM
BOLETÍN

XIII ASAMBLEA GENERAL ORDINARIA
 DEL SÍNODO DE LOS OBISPOS
7-28 de OCTUBRE 2012

La nueva evangelizació para la transmisión de la fe cristiana


Este Boletín es solo un instrumento de trabajo para uso periodístico.
Las traducciones no tienen carácter oficial.


Edición española

17 - 15.10.2012

RESUMEN


- DUODÉCIMA CONGREGACIÓN GENERAL (LUNES, 15 DE OCTUBRE DE 2012 - POR LA TARDE)
- VOLÚMEN SOBRE LA X ASAMBLEA GENERAL ORDINARIA DEL SÍNODO DE LOS OBISPOS
- DÍA DE DEBATE Y DIÁLOGO SOBRE LA NUEVA EVANGELIZACIÓN

DUODÉCIMA CONGREGACIÓN GENERAL (LUNES, 15 DE OCTUBRE DE 2012 - POR LA TARDE)

- INTERVENCIONES EN EL AULA (CONTINUACIÓN)

Hoy, lunes, 15 de octubre de 2012, a las 16:30, con la oración Actiones nostras, ha comenzado la Duodédima Congregación General para la continuación de las intervenciones de los Padres sinodales en el Aula sobre el tema sinodal «La nueva evangelización para la transmisión de la fe cristiana».

A continuación un tiempo para intervenciones libres.

Presidente Delegado de turno S. Em. R. Card. John TONG HON, Obispo de Hong Kong (CHINA).

En esta Congregación General, que concluyó a las 19.00 con la oración del Angelus Domini, estaban presentes 249 Padres.

Al final de la Congregación se ha proyectado la película “Campanas de Europa”, cuya ficha explicativa se ha publicado en el Boletín n.16 de esta mañana.

INTERVENCIONES EN EL AULA (CONTINUACIÓN)

Han intervenido los siguientes Padres:

- Rev.do P. José RODRÍGUEZ CARBALLO, O.F.M., Ministro General de la Orden de los Frailes Menores
- S. Em. R. Card. Wilfrid Matthew NAPIER, O.F.M., Arzobispo de Durban (SUDÁFRICA)
- S. E. R. Mons. Adolfo GONZÁLEZ MONTES, Obispo de Almería (ESPAÑA)
- S. E. R. Mons. Jorge HERBAS BALDERRAMA, O.F.M., Obispo Prelado de Aiquile (BOLIVIA)
- S. E. R. Mons. Bernard LONGLEY, Arzobispo de Birmingham (GRAN BRETAÑA)
- S. E. R. Mons. Gabriel Akwasi Ababio MANTE, Obispo de Jasikan (GHANA)
- S. E. R. Mons. Robert ZOLLITSCH, Arzobispo de Friburgo de Brisgovia, Presidente de la Conferencia Episcopal (ALEMANIA)
- S. E. R. Mons. Sanctus Lino WANOK, Obispo de Nebbi (UGANDA)
- S. E. R. Mons. Ladislav NEMET, S.V.D., Obispo de Zrenjanin (SERBIA Y MONTENEGRO)
- Rev.do P. Bruno CADORÉ, O.P., Maestro General de la Orden de los Frailes Predicadores (Dominicos)
- S. E. R. Mons. Shlemon WARDUNI, Obispo de Curia de Babilonia de los Caldeos, Obispo titular de Anbar de los Caldeos (IRAQ)
- S. Em. R. Card. Leonardo SANDRI, Prefecto de la Congregación para las Iglesias Orientales (CIUDAD DEL VATICANO)
- S. E. R. Mons. Peter J. KAIRO, Arzobispo de Nyeri (KENIA)
- S. E. R. Mons. Franz-Josef Hermann BODE, Obispo de Osnabrück (ALEMANIA)
- S. Em. R. Card. Angelo AMATO, S.D.B., Prefecto de la Congregación de las Causas de los Santos (CIUDAD DEL VATICANO)
- S. E. R. Mons. Emmanuel Adetoyese BADEJO, Obispo de Oyo (NIGERIA)

Publicamos a continuación el resumen de las intervenciones:

- Rev.do P. José RODRÍGUEZ CARBALLO, O.F.M., Ministro General de la Orden de los Frailes Menores

Los evangelizadores nuevos han de ser, ante todo, hombres y mujeres animados por una fe recta. Si “la trasmisión de la fe es el fin de la evangelización” (cf. IL 31), entonces, lo que es imprescindible en un evangelizador es la fe; una fe hecha experiencia, vivida, celebrada y confesada. En la formación, tanto permanente como inicial, se ha de prestar particular atención al tema de la fe.
Esta fe ha de alimentarse y manifestarse en una intensa vida de oración. El evangelizador nuevo, desde los primeros años de su formación, ha de sentirse un permanente discípulo en el arte de la oración. Solo así podrá evitar que su fe se debilite progresivamente y acabe cediendo a la seducción de sucedáneos. Es la oración la que permitirá al evangelizador responder con sabiduría evangélica a los grandes interrogantes que brotan de la inquietud del corazón humano y de sus necesidades más urgentes, entre ellas la necesidad de Dios.
La pasión por el Señor va acompañada de la pasión por la humanidad, particularmente por los más pobres, llegando a hacerse, incluso, menor entre los menores de la tierra. Sin el testimonio de la práctica de un amor activo y concreto a favor de los más pobres y sin el testimonio de una vida coherente, vivida desde la lógica de la minoridad y del servicio gratuito, y marcada por la sencillez y la cercanía a los últimos, nuestro mensaje será difícilmente creíble y correrá el riesgo de ahogarse en el mar de las palabras (cf. NMI 50).
Esta pasión por la humanidad llevará al evangelizador nuevo a no quedar al margen de algunos retos a los que el hombre de hoy es particularmente sensible, - el desequilibrio ecológico, la amenaza constante de la paz, el vilipendio de los derechos humanos más fundamentales, como el derecho a la vida -, y a situarse adecuadamente en los nuevos areópagos de la misión: el mundo de la educación, la cultura, las comunicaciones sociales ... (cf. VC 96-99).
El evangelizador nuevo, tanto durante la formación permanente como en la inicial, debería aprender el arte del diálogo. La nueva evangelización va de la mano del diálogo con la cultura, el diálogo ecuménico y el diálogo interreligioso.
Propongo que este Sínodo ofrezca pautas para la formación de esos nuevos evangelizadores teniendo en cuenta las exigencias de la nueva evangelización.

[00121-04.04] [IN092] [Texto original: español]

- S. Em. R. Card. Wilfrid Matthew NAPIER, O.F.M., Arzobispo de Durban (SUDÁFRICA)

Querría compartir con ustedes lo que la Iglesia de la región de IMBISA en África del Sur, que comprende Angola, Botswana, Lesotho, Mozambique, Namibia, Santo Tomé y Príncipe, Sudáfrica, Suazilandia y Zimbabue ha hecho para afrontar los cambios que han tenido lugar en relación con el personal, el desarrollo de infraestructura y el acceso a financiamientos.
Formada en los años 70, IMBISA (Asamblea interregional de Obispos de África del sur), se ha dedicado a responder a las necesidades e inquietudes de toda la región de la manera más eficaz posible. Por lo tanto, luego de ocuparse de las cuestiones constitucionales y organizativas, IMBISA se dedicó al análisis sistemático, a la reflexión teológica y a la planificación práctica del modo de, entre otras cosas, aliviar la pobreza de su gente, usando sus propios recursos.
El primer paso, dado en 2001, fue examinar la situación en cuanto a los recursos. Hicimos esto utilizando el Ciclo Pastoral, con sus cuatro pasos prácticos: a) Exposición/Inmersión; b) Análisis social; c) Reflexión teológica y d) Planificación pastoral.
En la siguiente Asamblea Plenaria, en 2004, aprendimos a utilizar un método sencillo de Planificación pastoral estratégica e inmediatamente lo aplicamos a nuestro objetivo de ser cada vez más Autosuficientes en los puntos claves de a) personal, b) infraestructura y c) finanzas. Los Obispos establecieron el objetivo práctico para cada Iglesia local que fue aumentar en un 15% la autosuficiencia para el año 2007.
En 2007 la mayor parte de las Iglesias locales han comunicado que habían realizado progresos positivos, por lo tanto IMBISA se dedicó a consolidar el nivel de Autosuficiencia que ya había alcanzado, realizando un taller de Buena gestión. Vimos esto como el modo de asegurar que nuestra Autosuficiencia sería sostenible incluso sin una ayuda externa considerable. Luego realizamos un taller sobre Ética de buen trabajo.
Nuestra esperanza es, por lo tanto, que la Iglesia de África del Sur, equipada con estos recursos logre completar los proyectos inspirados por a) las Asambleas Especiales para África del Sínodos de los Obispos de 1994 y 2009, b) el Año de la Fe y c) La Nueva Evangelización para la transmisión de la fe cristiana.
Esta esperanza se basa en la experiencia de diversas diócesis, incluidas la de la Archidiócesis de Durban que se han dedicado activamente a la Nueva Evangelización, usando procesos similares a RENEW, con su metodología de diversos años que consiste en “estaciones” de reflexión de 6 a 8 semanas sobre temas como “Amistad con Jesús”, “Amigos para siempre”, “Dones del Espíritu Santo”, “Frutos del Espíritu Santo”.
En encuestas recientes numerosos laicos han dado testimonio de encuentros personales de oración con Jesús mientras leían, compartían y rezaban juntos las Escrituras. Además, consideraron que sus parroquias estaban en el camino de ser “evangelizadas” a través de su dedicación a a) la formación permanente para los adultos en la fe, b) la preparación sistemática para el matrimonio, seguimiento de las parejas de recién casados; c) la catequesis post Primera Comunión, post Confirmación y post Matrimonio y d) una vida Cristiana basada en los valores del Evangelio, necesaria para que la Iglesia sea verdaderamente la Familia de Dios.
[00206-04.04] [IN151] [Texto original: inglés]

- S. E. R. Mons. Adolfo GONZÁLEZ MONTES, Obispo de Almería (ESPAÑA)

La fe es obra de Dios, pero llega a los hombres que no conocen a Cristo por medio de aquellos que le conocen y le aman. La cooperación en la transmisión de la fe comienza con el testimonio y se hace explícita confesión de Cristo mediante el primer anuncio. Dar razón de la fe supone haber conocido a Cristo, pero también se le da a conocer cuando se argumenta en favor de la fe, afrontando el reto de la increencia.
La fe puede generar la inquietud del corazón que intuye encontrarse ante la verdad y el bien largamente buscados; pero puede también provocar oposición al Evangelio cuando la verdad proclamada es percibida como obstáculo para la propia libertad y la propia idea de felicidad. Jesús es salvador del hombre y al mismo tiempo “piedra de tropiezo y contradicción”. El hombre puede rechazar el mensaje de la Iglesia porque con la buena nueva del perdón divino el Evangelio pide la conversión y renunciar a construir un mundo “sin Dios y sin Cristo”.
La nueva evangelización nos urge a mostrar al hombre de hoy que el mensaje de la Iglesia es la buena noticia de Cristo, que ha venido a salvamos y ofrecernos la felicidad completa. Devolver la fe a quien ha perdido a Cristo es tarea difícil, pero no podremos hacerlo con quienes viven dominados por una cultura agnóstica, sin entrar en diálogo con la idea del hombre promovida por la cultura contemporánea, teniendo en cuenta las garantías de una sociedad abierta. Tarea que ha de ir acompañada (1°) del fortalecimiento interno de la comunión eclesial, superando la fragmentación actual de la Iglesia mediante el fortalecimiento del catecumenado de adultos y de la catequesis y la cooperación entre la parroquia, la familia y la escuela en la educación cristiana de niños y jóvenes; y (2°) mediante la santidad de vida y el testimonio de la caridad.

[00207-04.04] [IN152] [Texto original: español]

- S. E. R. Mons. Jorge HERBAS BALDERRAMA, O.F.M., Obispo Prelado de Aiquile (BOLIVIA)

Muchos agentes pastorales formados en la Iglesia, que eran estrechos colaboradores de la comunidad parroquial, han incursionado en la vida política y estando en cargos de poder han dado la espalda a la Iglesia católica. Por eso nos preguntamos en qué hemos fallado como Iglesia en su formación en la fe, o son cristianos más por tradición y conveniencia que por convicción.
Para responder a esa realidad la Nueva Evangelización tiene que comenzar evangelizando primero a los evangelizadores. El anuncio del Evangelio de Cristo es tarea de todos los bautizados, y parte del encuentro personal con Cristo, una experiencia de fe que haga redescubrir la belleza de la fe cristiana y le constituya en verdadero discípulo misionero. Un cristiano maduro en la fe actúa por convicción, está dispuesto a dar razón de su fe también en el ámbito público, se hace un testigo de la fe que profesa, su anuncio lo demuestra con la vida, contagia entusiasmo y es convincente.
No podemos pretender la conversión pastoral (Aparecida 370) si antes no se ha logrado la conversión personal. Entonces se podrá pasar de una pastoral de conservación, con estructuras que no favorecen la transmisión de la fe (Aparecida 365), a una pastoral decididamente misionera y evangelizadora, integrándose en la Iglesia, que es comunión y participación, reflejo de la comunión trinitaria (Aparecida 213).Entonces la comunidad parroquial será atrayente y cautivadora, encontrarán en ella acogida fraterna, motivación en su vida de fe y la oportunidad de asumir un compromiso con Dios en la Iglesia. Hay que favorecer la formación inicial y permanente de los agentes pastorales, acompañarles y agradecer su servicio generoso en la transmisión de la fe en Cristo.

[00208-04.04] [IN153] [Texto original: español]

- S. E. R. Mons. Bernard LONGLEY, Arzobispo de Birmingham (GRAN BRETAÑA)

El Instrumentum laboris n. 125 subraya que un “renovado empeño ecuménico” es fruto de la propia transformación de la Iglesia.
De aquí surgen seis puntos:
El compromiso para el diálogo y el testimonio puede ser útil a la nueva evangelización.
La proclamación eficaz de la fe requiere una escucha profunda siguiendo el ejemplo de Cristo.
El diálogo profundiza el conocimiento de las culturas que necesitan ser evangelizadas.
El Beato Cardenal John Henry Newman es un patrono adecuado para la nueva evangelización.
Los fieles laicos están llamados a ser nuevos evangelizadores, por lo que necesitan una formación específica para esta tarea (cf. Maryvale Institute).
Este Sínodo modela a la colaboración del clero, los religiosos y los fieles laicos que caracteriza a la nueva evangelización.

[00209-04.04] [IN154] [Texto original: inglés]

- S. E. R. Mons. Gabriel Akwasi Ababio MANTE, Obispo de Jasikan (GHANA)

Si bien el desafío que afecta a la naturaleza de la fe de los católicos de Ghana es interno a la Iglesia, hay también factores externos que retan de igual modo su vida. Entre los desafíos externos están el aumento constante de sectas, la aparición de un Islam militante y la postura anti-eclesial de las organizaciones financieras internacionales y de los denominados socios para el desarrollo.
La presencia y actividades de las sectas con su evangelio de prosperidad y promesas de éxito y riqueza inmediato atraen con fuerza a la juventud. Esta atracción está causando una hemorragia de los miembros de la Iglesia. Este fenómeno, sin embargo, sugiere con fuerza que los jóvenes necesitan algo más que riqueza y éxito. Es más, su actitud y comportamiento indican que tienen hambre de la Palabra de Dios y sed de un significado en la vida, basado en una formación y una orientación católica sólida.
Hasta ahora, el Islam en Ghana no ha supuesto una amenaza abierta para la Iglesia Católica y otras comunidades eclesiales. De hecho, entre ambas partes existen buenas relaciones y colaboración acerca de importantes cuestiones socio-políticas. Sin embargo, uno se pregunta si bajo estas buenas relaciones no existe alguna corriente negativa y, por tanto, la situación actual no debería darse por supuesta.
La postura anti-eclesial de las organizaciones financieras internacionales está afectando negativamente a la Iglesia en Ghana, sobre todo en el sector educativo. Por ejemplo, fue necesaria una postura fuerte por parte de la Conferencia de Obispos Católicos para que la enseñanza de la religión y la moral fuera restablecida en las escuelas elementares. Incluso entonces, la enseñanza de la religión y la moral cristianas son impartidas junto a la de otros credos.Existe también la necesidad de construir una confianza más profunda y mayor entre los fieles laicos y el clero a través de una formación más amplia, cuyo fin último incluya el proporcionarles más oportunidades para servir a la Iglesia según sus capacidades.
En lo que concierne a la juventud, su necesidad de apoyos programados para desarrollar vínculos más fuertes con Cristo como su inspirador y fuente de fortaleza para enfrentarse a las exigencias inherentes a su crecimiento no será nunca suficientemente subrayada.

[00210-04.04] [IN155] [Texto original: inglés]

- S. E. R. Mons. Robert ZOLLITSCH, Arzobispo de Friburgo de Brisgovia, Presidente de la Conferencia Episcopal (ALEMANIA)

Antes de los años sesenta del siglo pasado, en los países de la Europa central y occidental se pusieron en marcha unos procesos sociales que se podrían resumir con los términos modernización y secularización. De ellos surgieron unos cambios y unos giros específicos que
atañen en especial también al ámbito religioso. Se trata de un profundo proceso en el que las experiencias de vida fundamentales se han modificado y el individuo no se limita a recibir las tradiciones, sino que se le reta a decidir personalmente. En este reto a decidir personalmente se encuentra también una oportunidad para la nueva evangelización. En el hombre existe un íntimo deseo de hallar un significado, que en el mundo moderno no está muerto, sino que ha sido sobrepasado y cubierto, aunque sigue presentándose.
La nueva evangelización significa, por tanto, ayudar a las personas a sacar a la luz regueros de fe, acompañarlas en su camino y ayudarlas a descubrir las huellas de Dios en la vida cotidiana. Hay que buscar juntos la “veritas semper maior”. Y en esta búsqueda común, ante todo, hay que hacer experimentar a las personas, a través de nuestro comportamiento, el amor gratuito de Dios por cada hombre.

[00211-04.03] [IN156] [Texto original: alemán]

- S. E. R. Mons. Sanctus Lino WANOK, Obispo de Nebbi (UGANDA)

En África oriental, en particular en la diócesis de Nebbi, existe un deseo creciente por parte de muchos de conocer y comprender la Palabra de Dios. Numerosos movimientos de apostolado laico se están comprometiendo en poner la Palabra de Dios en el centro de las propias actividades. Existe un interés, cada vez mayor, por parte de los laicos en participar en retiros, encuentros de oración y peregrinaciones, para efectuar una experiencia más profunda de la Palabra. En muchos territorios de misión, sobre todo en las grandes comunidades que los sacerdotes no logran visitar regularmente, existen centros, guiados por catequistas, para la celebración dominical de la Palabra de Dios. Ciertamente, tienen necesidad de una orientación adecuada. Existe una creciente tendencia por parte de muchachos y de jóvenes adultos a participar en la liturgia eucarística del domingo, pero sucesivamente van a escuchar a los predicadores evangélicos en sus reuniones, en la radio o en la televisión, explicándolo con el hecho de que nuestra liturgia no expresa de forma adecuada la Palabra de Dios. Los fieles desean ardientemente predicadores y formadores que les presenten la Palabra de Dios como la voz de Cristo que les habla a ellos y a su condición de vida.
Más que leer y comprender, es preciso rezar y meditar cotidianamente esta Palabra de vida. La nueva evangelización exige:
1. La renovación de la Iglesia que auto interpreta y auto testimonia la Biblia en el encuentro personal con Cristo, haciendo así del cristiano un auténtico discípulo que escucha y medita la Palabra de vida.
2. Potenciar la Comisión bíblica y el apostolado bíblico en todas las diócesis y a nivel parroquial, para que asuman un papel guía en acercar las personas a una más profunda comprensión de la Palabra de Dios.
3. Que toda parroquia anime a todos sus miembros a poseer y usar la Biblia en familia, en los movimientos laicos y en sus vidas personales, en cuanto discípulos de Cristo.
4. La promoción del uso de la Biblia en la oración: retiros, novenas y consejos pastorales.
5. La utilización de las diversas formas de medios de comunicación, con el fin de promover el aprecio de la Palabra de Dios como centro de espiritualidad en la vida de cada cristiano.
La proclamación de la Palabra de Dios tiene el poder de llevar a los creyentes a un encuentro con la persona de Jesucristo. Es a través de la Escrituras cuando experimentamos el misterio de la salvación, el amor salvífico del Padre y la presencia dadora de vida del Espíritu Santo, verdaderamente trabajando en la vida de la Iglesia. La Palabra de Dio puede transformar la vida de la gente, llevando a la conversión del corazón.

[00225-04.06] [IN157] [Texto original: inglés]

- S. E. R. Mons. Ladislav NEMET, S.V.D., Obispo de Zrenjanin (SERBIA Y MONTENEGRO)

En mis observaciones relativas a la nueva evangelización quisiera concentrame en cuatro puntos.
El contexto de nuestra proclamación: vivimos en un mundo en constante cambio.
Esto puede ser válido en algunas áreas pero hay ciertos valores y cuestiones fundamentales que tienen validez para siempre.
Jesucristo y su enseñanza representan tales realidades. El Evangelio no cambia pero su proclamación debe asumir diferentes formas de acuerdo con el contexto cultural de nuestros tiempos.
La misión popular: para la renovación de pequeñas comunidades (no de las grandes ciudades), como las parroquias o las unidades pastorales, parece ser que la práctica de las misiones populares, en otro tiempo bien conocida, tiene que ser revisada y adecuada a nuestros tiempos.
La nueva evangelización está vinculada esencialmente al trabajo en las parroquias y la misión ad gentes (RM 32-34). Las iglesias locales no deberían olvidar, en el proceso de la nueva evangelización, su vocación a participar en la misión ad gentes.
La conversión personal y estructural de todos nosotros parece ser de fundamental importancia en este momento de la historia.

[00212-04.03] [IN158] [Texto original: inglés]

- Rev.do P. Bruno CADORÉ, O.P., Maestro General de la Orden de los Frailes Predicadores (Dominicos)

El compromiso para la evangelización encuentra su alegría y su fuerza en la contemplación. Esta intuición de las ordenes mendicantes saca a la luz tres de los retos a los cuales debe enfrentarse hoy la evangelización.
El reto del conocimiento, afrontado en el diálogo con todos los que buscan la verdad: filósofos, científicos, investigadores. El despliegue de las ciencias y del conocimiento es la ocasión para poner en marcha esta “bella amistad entre la fe y las ciencias” proclamada por el Concilio. En la fe contemplamos el misterio de la continua creación de Dios y su llamada confiada a la libertad y la razón del hombre. En la amistad con los hombres de ciencia podemos discernir los retos para construir, juntos, un mundo para el hombre.
El reto de la libertad. En el encuentro con nuestros contemporáneos, creyentes o no, hay que dar a conocer, en primer lugar, la amistad de Dios con los hombres, antes de ofrecer unas respuestas a preguntas que, a veces, no están planteadas con los términos adecuados. Dejarse guiar por la paciencia de Dios, que cuenta con el hombre para que éste aprenda a situar su libertad a la altura de su dignidad, y contemplar la misericordia de Cristo, que nos precede, Él, que enseña a sus amigos lo que ha recibido del Padre.
El reto de la fraternidad. Las comunidades religiosas quieren ser lugares donde la fraternidad edificada sobre la diversidad aspire a ser transformada por el Espíritu de comunión en “sacramento” de la amistad de Dios con el mundo. Y, a causa de esta esperanza, se las reta a ampliar esta esperanza de comunión, uniendo su destino a los olvidados del mundo, haciendo suya la convicción del sínodo de 1971: “El combate por la justicia y la participación en la transformación del mundo aparecen claramente como una dimensión constitutiva de la predicación del Evangelio”.

[00213-04.05] [IN159] [Texto original: francés]

- S. E. R. Mons. Shlemon WARDUNI, Obispo de Curia de Babilonia de los Caldeos, Obispo titular de Anbar de los Caldeos (IRAQ)

La evangelización, para ser eficaz y productiva, debe inventar nuevos métodos y medios: ante todo, basarse en la gracia del Espíritu Santo, que ilumina al hombre y hace que acoja y viva su vocación cristiana y humana y que alcance la auténtica luz de la mente y la verdadera alegría del corazón.
La vida verdadera de los maestros sigue un modelo de “santidad”. Hay que preguntarse: ¿dónde está nuestra humildad? ¿Dónde está nuestra unidad? ¿Dónde está nuestro amor real por Dios, que nos amó dándonos a su Hijo primogénito? (Jn 3, 16; 13, 1; 1P 1, 22; Jn 13, 34).
El tema del pasado Sínodo fue la Palabra de Dios. Esta Palabra es vital para la nueva evangelización, como dice el salmista: “luz para mis pasos es Tu Palabra”. Sin la Palabra no podríamos encontrar al Verbo. Él está siempre dispuesto a salir al encuentro y dar fuerza a quienes se dejan guiar por Él. Por eso, es preciso evangelizarse antes de evangelizar a los demás.
Lamentablemente, se ha generalizado una mentalidad que desprecia la religión, porque la considera un obstáculo al desarrollo social y científico. Esta visión empuja a la indiferencia mortal, bajo forma de ateísmo enmascarado. Un ateísmo practicado y generalizado en todas las sociedades que las discordias de la Iglesia, tristemente, han aumentado. Una Iglesia que a menudo se ve obligada a defenderse en lugar de dar testimonio de Cristo... todo esto debilita la fe de los sencillos.
Otra causa de esta degradación religiosa es el aumento de la emigración, es decir, el hecho de que se huya de algunas realidades difíciles y de otras desconocidas y con frecuencia dificultosas: la “miel amarga”, como la llamó Benedicto XVI en su discurso a los jóvenes del Líbano.
Tampoco cabe olvidar el impacto negativo de los medios de comunicación, que a menudo atacan a la Iglesia para desacreditarla o debilitar su fuerza moral, dañando así sobre todo la fe de los adolescentes y los jóvenes.La evangelización es una de las principales tareas de los Obispos, como afirma el Concilio Vaticano II, en el Decreto “Christus Dominus” (nº 13).
La nueva evangelización en Irak: la situación sigue siendo extremadamente negativa, pese a los continuos esfuerzos de la Iglesia. El número de cristianos sigue disminuyendo a causa de la emigración continua de los fieles y el clero, y también a causa de nuestro mal ejemplo, nuestra falta de cohesión y el aumento de las divisiones entre nosotros.

[00215-04.05] [IN161] [Texto original: italiano]

- S. Em. R. Card. Leonardo SANDRI, Prefecto de la Congregación para las Iglesias Orientales (CIUDAD DEL VATICANO)

Haciendo referencia a los números 74 y 75 del Instrumentum Laboris, deseo dar las más sinceras gracias al Santo Padre por haber introducido a las Iglesias Orientales Católicas en el Sínodo sobre la Nueva Evangelización, mediante el don de la Exhortación Apostólica Ecclesia in Medio Oriente y con su inolvidable visita al Líbano. Este Documento se abre nombrando, en toda su actualidad, a los cuatro pilares en los que la Iglesia se fundamenta (Hch 2, 42) desde sus orígenes: el anuncio de la Palabra, el servicio de la caridad, la Eucaristía y demás sacramentos, la oración personal y comunitaria (n.5). El binomio “comunión y testimonio”, que guió el Sínodo para Oriente Medio y que ahora constituye la prioridad eclesial, toma su fuerza de los cuatro pilares apenas citados: éstos son válidos también en el presente Sínodo, en cuanto imprescindibles en toda acción evangelizadora. El mismo Concilio reconoce a las Iglesias Orientales como “testigos vivientes” de los orígenes (OE 1). El beato Juan Pablo II las presentó como el segundo pulmón del único Cuerpo de Cristo y el Papa Benedicto las indica como portadoras de la autenticidad cristiana para toda la Iglesia, que mira con seguridad al futuro, sólo si permanece anclada a lo que es “fin del principio” (Jn 1).
Éstas no pueden renunciar a la plena configuración eclesial que el Concilio les garantizó (cfr. OE 1; 24), y tampoco a la específica misión de la unidad de todos los discípulos de Cristo, sobre todo de los orientales (ibidem), que le ha sido confiada. Con el sostén del Santo Padre y de nuestra Congregación, nos dedicaremos generosamente, por tanto, para que les sean reconocidas en todas partes las fórmulas de presencia y de jurisdicción, al menos esenciales, en espera de las que son más adecuadas. Las Iglesias Orientales piden que la plena comunión cum Petro e sub Petro no se subestime nunca en vista de finalidades ecuménicas e interreligiosas, que de esta manera se desatenderían éstas mismas. El largo y fiel camino eclesial, con el sabor del martirio que siempre lo ha distinguido, las habilita como operadoras cualificadas de la nueva evangelización. En la madre patria su incolumidad física y su ejercicio de la libertad están sometidos a duras pruebas. En los países nuevos deben equiparse para afrontar la prueba, igualmente dura, del eclipse que se ostenta del sentido de Dios y de la confrontación con lenguajes y modelos totalmente nuevos. Pero los hijos e hijas del Oriente cristiano actúan como nuevos evangelizadores en áreas metropolitanas de todos los continentes, allí donde las comunidades cristianas a veces son heridas por la indiferencia e incluso por el abandono práctico y explícito de la pertenencia cristiana. Me urge recordar la condición en la que viven muchos cristianos orientales, en algunos casos de persecución y más frecuentemente de éxodo. Y les hago llegar su deseo de ser pensados y valorados no como minoría, sino como presencia, la de la levadura evangélica que fermenta la masa. La cualidad de la fe es la que, en efecto, amplifica el ímpetu de la evangelización. La admirable sensibilidad del Santo Padre y de la Iglesia universal contribuyen y contribuirán a alejar el temor concreto de que en el futuro puedan faltar las “piedras vivas” que confiesen el Evangelio allí donde se ha iniciado su recorrido. La peregrinación que, especialmente en el año de la fe, realizarán las Iglesias a los lugares históricos de nuestra salvación, confirme la caridad espiritual y material para incremento de la esperanza de los cristianos de Oriente y para recibir de su testimonio la confortación de la misma esperanza que es indispensable a la nueva evangelización. Con los hermanos orientales nos decimos, humildemente, a nosotros mismos: juntos seamos conscientes de los problemas, divisiones, faltas de fidelidad al Evangelio, fusión a veces con el poder, o la búsqueda de una seguridad también económica. Queremos, por tanto, purificar el espíritu y el actuar pastoral, juntamente con nuestros hermanos. Gracias, hermanos latinos, por la acogida que otorgáis a los Católicos Orientales como protagonistas de la nueva evangelización. Deseamos que éstos sean profundamente ellos mismos, con su articulación espiritual, ritual y disciplinar. Para bien de todos, crecerá con fuerza la obra del Espíritu, el único garante de la plena unidad en la pluralidad.
Gracias.

[00216-04.10] [IN162] [Texto original: italiano]

- S. E. R. Mons. Peter J. KAIRO, Arzobispo de Nyeri (KENIA)

Actualmente, en todo el mundo la familia se enfrenta a numerosos desafíos, entre los cuales se encuentran las separaciones, los divorcios, la convivencia, la poligamia, la incapacidad de los padres para ocuparse de sus hijos y la esterilidad. Si nos fijamos atentamente, vemos que la familiar recibe una escasa formación para comenzar la vida de matrimonio, allí donde los cursos de formación para el matrimonio existen. Y estos son sólo para unos pocos voluntarios. La formación continua después del matrimonio es casi inexistente. La cuestión de las familias monoparentales se está convirtiendo en un problema global que difícilmente se puede seguir ignorando. Las necesidades económicas, que superan los ingresos, agobian a las familias. El sistema de educación está alejando a los niños de las familias y una aguda observación nos revela que en distintas partes del mundo, nuestros fieles bautizados están viviendo en dos matrimonios al mismo tiempo - el matrimonio tradicional y el cristiano - y por lo tanto es imposible que la familia tenga una identidad clara.
Algunas familias no poseen la cultura de amor y alejan a algunos de sus miembros. Conscientes de estos desafíos, la familia necesita el apoyo que viene de sentirse parte de la Comunidad Cristiana, de ser aceptada y escuchada.
La Iglesia debe destacar el verdadero significado del matrimonio como vínculo complementario instituido por Dios entre un hombre y una mujer, el cual debe ser respetado con todos sus valores. Es necesario que la Iglesia encuentre algunas maneras de fortalecer a la familia para que se convierta en un lugar de evangelización y para que profundice su amor a Dios como fundamento del amor familiar recíproco, así como algunas maneras de acompañarla en los desafíos con los cuales se enfrenta diariamente.

[00227-04.05] [IN16A] [Texto original: inglés]

- S. E. R. Mons. Franz-Josef Hermann BODE, Obispo de Osnabrück (ALEMANIA)

En muchos lugares de Alemania nos esforzamos por realizar una pastoral distinta. La estructura territorial parroquial sigue siendo importante. A esto se añaden los servicios por categorías. También son importantes las formas locales (por ejemplo, los centros espirituales). No pocas personas se presentan temporalmente, por ejemplo, para los cursos de fe, las escuelas de oración y los ejercicios cotidianos. Cada vez será más importante establecer unas relaciones personales dentro de las pequeñas comunidades cristianas, “bíotopos” de la fe, la esperanza y la caridad. Muchos encuentran un contacto mediático. Tampoco se deben infravalorar los grandes eventos “globales” (Jornada Mundial de la Juventud, Congresos eclesiales). El testimonio diaconal de la atención a las personas hoy se comprende muy bien. Del mismo modo, la cultura, la estética, la música y la literatura son importantes en una pastoral actual viva. Por eso reforzamos la preparación de los catequistas voluntarios y el juego de equipo entre todos los servicios de los bautizados, los confirmados, los encargados, los enviados y los consagrados. Con este fin sería conveniente ampliar las posibilidades de encomendar a hombres y mujeres algunas tareas de responsabilidad en la liturgia, la catequesis y el diaconato.

[00217-04.03] [IN165] [Texto original: alemán]

- S. Em. R. Card. Angelo AMATO, S.D.B., Prefecto de la Congregación de las Causas de los Santos (CIUDAD DEL VATICANO)

Los Lineamenta hacen referencia unas cuarenta veces, ya a la santidad como conversión a Cristo y como acogida plena de su gracia, ya a los Santos como indispensables protagonistas de la nueva evangelización: “El secreto último de la nueva evangelización es la respuesta a la llamada a la santidad de todo cristiano” (n. 158) El tema de la santidad de la Iglesia, en su ser y en el actuar de sus hijos, constituye una trama fundamental del documento.
¿Por qué esta insistencia? Porque con los Santos la Iglesia ofrece a las personas el espectáculo edificante del Evangelio vivido, testimoniado y proclamado sine glossa. En efecto, los Santos evangelizan con su vida virtuosa, alimentada de fe, esperanza y caridad. Encarnan las Bienaventuranzas evangélicas, que son el espejo fiel de Cristo: bienaventurados los pobres, los mansos, los limpios de corazón, los misericordiosos, los que trabajan por la paz, los perseguidos. Responden con extraordinaria creatividad al mandamiento del amor de Dios y del prójimo: tuve hambre y sed y me disteis de comer y de beber, era forastero y me acogisteis, estaba enfermo y en la cárcel y me visitasteis. Los santos abrazan a la humanidad con su caridad, haciendo la convivencia mejor, más pacífica y más fraterna. Por esto los días de nuestro calendario están señalados con los nombres de los santos. La historia de la Iglesia, tanto en Oriente como en Occidente, en el Norte como en el Sur, cuenta con santos de todas las edades, de todos los países, de todas las razas, lenguas o culturas, porque la gracia de Dios Trinidad es como el rocío de la mañana. Ésta se posa en todas las plantas del jardín, pero en la rosa es rojo, en las hojas es verde, en los lirios es blanco. Así es la santidad, que, siendo única como don divino, penetra ligera y transformadora en los corazones de los hijos de la Iglesia en todas las partes del mundo, en Asia como en África, en América como en Oceanía o en Europa. Hay santos mártires, santos confesores, santos doctores de la Iglesia. Todos son testigos de Cristo y evangelizadores.

[00218-04.05] [IN166] [Texto original: italiano]

- S. E. R. Mons. Emmanuel Adetoyese BADEJO, Obispo de Oyo (NIGERIA)

Reflexionando sobre el Instrumentum laboris. (92-95), creo que la Iglesia necesita explorar la posibilidad de transformar la celebración de los sacramentos en un momento más eficaz para hacer que la fe pueda atraer a los no cristianos al catecismo y al compromiso. Esto se puede hacer si seguimos actualizando las homilías y los ritos sacramentales mediante formas de arte, lenguaje, idiomas e imágenes más interesantes que puedan comunicar mejor su poder y su significado.
La capacidad de atracción de las liturgias multimedia, solemnes aunque exuberantes, puede hacer que el descontento del hombre moderno se concentre en la acción del Espíritu Santo para que lo fortalezca frente al consumismo, la corrupción, el materialismo y el relativismo y así hacer de él un testigo del Evangelio (Instrumentum laboris 119, 123). La nueva evangelización podría explotar este modelo que África tiene tanto en cuenta en su liturgia.
Muchos, en el mundo de hoy, tal vez no se dirijan hacia la Iglesia, pero necesitan que la Iglesia se dirija hacia ellos, allí donde se encuentren, especialmente en los lugares en los que las iglesias se están vaciando. ¿O es tal vez el Espíritu Santo el que nos está llamando para que salgamos de las “catacumbas del miedo y de la conciencia de nosotros mismos” para compartir más aún a Jesús con los demás? Los “espacios originales de los media”, es decir, los campos de juego, las calles, las ciudades, los mercados, los night club, los centros comerciales, incluso los bares y los bajos fondos, anhelan de alguna manera ser “Iglesia”.
Los sacerdotes y los obispos tal vez no serán recibidos con los brazos abiertos en dichos lugares, pero una sola palabra o un solo gesto por nuestra parte sería suficiente para revelar el rostro de Jesús, como un primer encuentro para algunos, y es ahí donde empieza la fe. Es aquí, en mi opinión, donde la llamada a la nueva evangelización con celo, medios y métodos renovados asume su auténtico sentido.
Me gustaría que este Sínodo confirmase con energía el papel y la responsabilidad de los profesionales y los operadores católicos de los media en la Nueva Evangelización y la exigencia de prestarle una atención especial a su desarrollo espiritual. Millones de jóvenes del mundo entero comparten los mismos retos, historias y experiencias, sin distinción de lugar, gracias a los nuevos media sociales, personales y digitales. La Iglesia debe buscar con humildad su confianza, sabiendo que los jóvenes prefieren una relación de comunicación recíproca al anticuado modelo docente-alumno, orador-oyente. Cuando se sientan en armonía con la Iglesia podrán llevar, con las formas y el lenguaje adecuados, su fe y sus valores cristianos a los nuevos contextos sociales.

[00219-04.03] [IN167] [Texto original: inglés]

VOLÚMEN SOBRE LA X ASAMBLEA GENERAL ORDINARIA DEL SÍNODO DE LOS OBISPOS

“El Obispo servidor del Evangelio de Jesucristo para la esperanza del mundo” fue el tema de la X Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, celebrada en el Vaticano en el año 2001. Un volumen con el mismo título sinodal ha sido presentado hoy al Santo Padre Benedicto XVI en la Décima Congregación de esta mañana, que ha regalado una copia a cada Padre Sinodal y a cada Participante en esta Asamblea.
Publicado por la Lateran University Press, el texto ha sido coordinado por el Secretario General del Sínodo de los Obispos, S.E. R. Mons. Nicola Eterović, Arzobispo tit. de Cibale (CIUDAD DEL VATICANO).
Se compone de cuatro partes. Contiene los actos sinodales, desde el anuncio del tema con los relativos preliminares, hasta la Exhortación Apostólica postsinodal “Pastores gregis”.
Incluye una amplia documentación a disposición: se reproducen los trabajos sinodales recorriendo todas las Congregaciones Generales, las reuniones de los Círculos Menores, la elaboración de las Propuestas y las informaciones sobre las actividades del Sínodo. En el Apéndice están también los textos de la Secretaría General, en especial los Lineamenta, el Instrumentum laboris, la Lista de Participantes y las distintas Comisiones.

[00292-04.04] [NNNNN] [Texto original: italiano]

DÍA DE DEBATE Y DIÁLOGO SOBRE LA NUEVA EVANGELIZACIÓN

“Una buena noticia” es el tema de la Jornada de Debate y Diálogo sobre la Nueva Evangelización, promovida por la ciudad de Roma con ocasión de la XIII Asamblea General Ordinaria del Sínodo de Obispos. Son dos los eventos previstos para el próximo jueves, 18 de octubre de 2012, realizados en colaboración con la Secretaría General del Sínodo de los Obispos, Radio Vaticano y Hope.
Por la mañana, a las 10:30, en la Sala de la Protomoteca del Capitolio, tendrá lugar un congreso internacional. Los saludos institucionales estarán a cargo de Gianni Alemanno, Alcalde de Roma; S. E. R. Mons. Nikola Eterović, Secretario General del Sínodo de los Obispos; S. E. R. Mons. Salvatore Fisichella, Presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización y el Padre Federico Lombardi, S. J., Director de Radio Vaticano, del Centro Televisivo Vaticano y de la Oficina de Prensa de la Santa Sede.
Seguirán los testimonios de Maria Voce, Presidente del Movimiento de los Focolares; Franco Milano, Presidente nacional de la Acción Católica Italiana y Chiara Amirante, Fundadora y Presidente de la Comunidad Nuevos Horizontes, oyentes de esta Asamblea General.
A las 12 se dará espacio a las intervenciones de algunos padres Sinodales, provenientes de los cinco continentes. Coordina Marco Brusati, Director general de Hope.
Por la noche habrá un concierto internacional de Christian Music. La cita es a las 21 en la sala Sinopoli del Auditorio “Parco della Musica” de Roma.

[00293-04.03] [NNNNN] [Texto original: italiano]


 

 
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