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Comunicado de la Santa Sede sobre el inicio de la visita apostólica a Irlanda
(12 de noviembre de 2010)

 

El 19 de marzo de 2010, después de un encuentro con los obispos de Irlanda, Su Santidad el Papa Benedicto XVI envió una carta pastoral a los católicos de Irlanda. La carta expresaba profundo dolor y aflicción a causa de los abusos cometidos por sacerdotes y religiosos y del modo como se habían afrontado esas situaciones en el pasado. Además, en la carta se anunciaba una visita apostólica a algunas diócesis de Irlanda, así como a los seminarios y los institutos religiosos. «De naturaleza pastoral, la visita “quiere ser una ayuda para la Iglesia local en su camino de renovación” (Carta pastoral de Su Santidad Benedicto XVI a los católicos de Irlanda) y expresa el deseo del Santo Padre, como sucesor de Pedro, de ofrecer su solicitud pastoral a la Iglesia que está en Irlanda» (Comunicado de la Oficina de información de la Santa Sede, 6 de octubre de 2010).

En los meses sucesivos a la publicación de la carta, tuvieron lugar encuentros de preparación entre los visitadores nombrados, los representantes de la Santa Sede, el Episcopado irlandés y la Conferencia de los superiores religiosos de Irlanda (CORI), con el fin de delinear un plan claro para la visita.

La visita verificará si las relaciones existentes entre los varios componentes de la Iglesia local, los seminarios y las comunidades religiosas están en condiciones de sostenerlas en el camino de profunda renovación espiritual que ya buscaba la Iglesia en Irlanda. Tiene asimismo el objetivo de verificar la eficacia de los procedimientos que se han seguido hasta el presente al responder a los casos de abuso y de las formas de asistencia que actualmente se ofrecen a las víctimas. La visita no será una investigación acerca de casos individuales de abuso, ni un proceso para juzgar hechos del pasado. Los visitadores deberán identificar los problemas específicos que puedan requerir alguna asistencia de parte de la Santa Sede.

La visita no interferirá de ningún modo en la actividad ordinaria de las autoridades judiciales, ni en la actividad de las comisiones de investigación establecidas por el Parlamento irlandés, ni en el trabajo de cualquier autoridad legislativa que tenga competencia en el campo de la prevención del abuso de menores. La visita no quiere suplantar la legítima autoridad de los obispos locales o de los superiores religiosos, que mantienen su responsabilidad en la gestión de los casos de abuso.

Es importante señalar que no está previsto que a los visitadores se dirijan denuncias de casos nuevos o antiguos de abusos. Si existieran, deben referirse a los respectivos Ordinarios o superiores mayores, que tienen el deber de informar a la autoridad civil y eclesiástica competente, en conformidad con las leyes civiles y eclesiásticas vigentes.

Acerca de la visita de las cuatro archidiócesis metropolitanas

Como se anunció con anterioridad, los visitadores de las cuatro archidiócesis metropolitanas de Irlanda serán: el cardenal Cormac Murphy-O'Connor, para Armagh; el cardenal Sean Patrick O'Malley, O.F.M. CAP., para Dublín; el arzobispo Thomas C. Collins, para Cashel and Emly; y el arzobispo Terrence T. Prendergast, S.J., para Tuam. Los visitadores podrán llevar consigo a otras personas, aprobadas por la Congregación para los obispos, en calidad de asistentes.

En el respeto y en conformidad con la ley civil del lugar, los visitadores estarán dispuestos a encontrarse con cuantos han quedado profundamente heridos por abusos y quieren mantener un encuentro y ser escuchados, comenzando por las mismas víctimas y por sus familias. Serán recibidos del mismo modo paterno con el cual el Papa Benedicto XVI ha recibido y escuchado en más de una ocasión a cuantos han sufrido el terrible delito de abuso.

Los visitadores verificarán cómo están funcionando las líneas guía del documento Safeguarding Children, Standards and Guidance Document for the Catholic Church in Ireland, encargado y producido en febrero de 2009 por el Consejo nacional para la salvaguardia de los menores en la Iglesia católica, y de qué modo se podrían mejorar y aplicar mejor.

Los visitadores también podrán encontrarse con los obispos de la provincia eclesiástica y deberán escuchar, además del Ordinario del lugar, al vicario general, a los vicarios episcopales, a los jueces del tribunal eclesiástico, al canciller y a otros oficiales de la curia, a los miembros del consejo presbiteral, a los miembros del colegio de consultores y de los consejos pastorales y, sobre todo, a los responsables, a nivel diocesano y parroquial, del departamento de protección y prevención de los abusos. Por último, los párrocos y los demás sacerdotes, los fieles laicos y los hombres y mujeres que deseen ser recibidos por los visitadores, pueden pedirlo por escrito. Los visitadores se encontrarán con las personas individualmente o como familia.

Si es posible, se recomienda que cada archidiócesis, haciendo propios los sentimientos de penitencia que expresó el Santo Padre en su carta, organice una celebración penitencial o algún otro encuentro parecido, en presencia del visitador, con la aprobación del Ordinario del lugar. Esto corresponderá a las actividades penitenciales ya promovidas por la Conferencia episcopal irlandesa, que incluyen oración, ayuno y obras de caridad.

Con el fin de asegurar la privacidad, todos aquellos que quieran escribir a los visitadores deberán dirigir la correspondencia a su nombre, utilizando la dirección postal de la nunciatura apostólica.

Para facilitar el acceso a cuantos quieran encontrarse con ellos, cada archidiócesis comunicará la residencia de sus respectivos visitadores. De acuerdo con cada visitador, se comunicará su disponibilidad, los días en los cuales ya están ocupados y aquellos en los que todavía están disponibles para encuentros con las distintas personas.

Acerca de la visita a los seminarios irlandeses

El visitador apostólico para los seminarios irlandeses es monseñor Timothy M. Dolan, arzobispo de Nueva York. Le asistirán algunos clérigos, aprobados por la Congregación para la educación católica, cuya tarea principal será ayudar en los coloquios individuales con los seminaristas.

Monseñor Dolan visitará cinco instituciones: el Saint Patrick's College de Maynooth; el Pontificio Colegio Irlandés de Roma; el Saint Malachy College de Belfast; el All Hallows College de Dublín; y el Milltown Institute of Theology and Philosophy de Dublín (para este último la visita atañerá únicamente a los programas académicos).

Antes de cada visita, el visitador recibirá una copia de toda la documentación necesaria. Además, a cada formador y estudiante se dará la posibilidad de expresar su opinión sobre el seminario mediante una declaración firmada. Dichas cartas deberán enviarse al visitador utilizando la dirección postal de la nunciatura apostólica.

El visitador examinará todos los aspectos de la formación sacerdotal. Él —o sus asistentes— mantendrá coloquios individuales con todos los miembros del equipo formativo, con todos los seminaristas y, donde sea posible, con las demás partes normalmente implicadas en la vida del seminario. No es tarea suya encontrarse con las víctimas de abusos, las cuales en cambio, como se ha indicado antes, podrán ser recibidas por el visitador de las cuatro archidiócesis metropolitanas. Además, a cada sacerdote que haya concluido los estudios en los tres años anteriores se le dará la oportunidad de un coloquio individual.

Al examinar cada institución, el visitador seguirá las directrices enunciadas en los documentos de la Santa Sede y de la Iglesia en Irlanda referentes a la formación sacerdotal y la protección de los menores.

Acerca de la visita a las casas religiosas

Sor Sharon Holland, I.H.M., el padre Robert Maloney, C.M., sor Máirin Mc Donagh, R.J.M. y el padre Gero McLoughlin, S.J., fueron nombrados visitadores apostólicos de los institutos de vida consagrada y de las sociedades de vida apostólica con casas en Irlanda.

La primera fase de esta visita consistirá en la respuesta a un cuestionario con el objetivo de recoger informaciones sobre la implicación de los institutos en casos de abusos, la respuesta que se ha dado a las víctimas y la observancia de los protocolos contenidos en Safeguarding Children, Standards and Guidance Document for the Catholic Church in Ireland. El cuestionario también trata de averiguar cómo está gestionando cada comunidad las revelaciones de los casos y sus consecuencias. Además, en él se pregunta lo que se ha hecho, a la luz de las experiencias del pasado, para asistir a los miembros en su misión primaria de testimonio radical de la presencia de Cristo en el mundo.

A continuación los visitadores se reunirán para evaluar las respuestas del cuestionario. Después harán recomendaciones a la Congregación para los institutos de vida consagrada y las sociedades de vida apostólica acerca de los pasos sucesivos que conviene emprender en el contexto de la visita.

Una vez completada la visita apostólica, los visitadores presentarán sus conclusiones a la Congregación para los institutos de vida consagrada y las sociedades de vida apostólica. Tras haber estudiado atentamente la relación de los visitadores, la Congregación determinará los pasos ulteriores que se deben dar para contribuir a revitalizar la vida consagrada en Irlanda.

Conclusión

Dada la delicada naturaleza de la materia en cuestión y por respeto hacia las personas implicadas, los visitadores mantendrán una gran discreción y no concederán entrevistas durante la primera fase de la visita.

Las Congregaciones para los obispos, para los institutos de vida consagrada y las sociedades de vida apostólica, y para la educación católica, de acuerdo con la Secretaría de Estado, concuerdan en que la primera fase de la visita —la investigación sobre las cuatro archidiócesis metropolitanas, las casas religiosas y los seminarios— deberá completarse en la medida de lo posible antes de la Pascua de 2011. En ese período los visitadores deberán presentar los resultados de sus investigaciones, de modo que se estudien durante el mes de mayo y se pueda discutir un plan para el futuro. Después, la Santa Sede hará públicos con un comunicado específico, los pasos sucesivos que se han de emprender.

Una vez completada la visita, después de haber estudiado todo el material presentado por los visitadores y haber ofrecido directrices para la renovación espiritual de las archidiócesis, los seminarios y las casas religiosas, la Santa Sede hará pública una síntesis global de los resultados de la visita.

 

    

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