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PONTIFICIUM OPUS A SANCTA INFANTIA

LA INFANCIA MISIONERA:
RESPUESTA DE LA IGLESIA A LOS NIÑOS DE HOY
 

ENTREVISTA AL SECRETARIO GENERAL
DE LA INFANCIA MISIONERA, P. PATRICIO BYRNE, S.V.D.

 

1. ¿Considera que la Obra de la Santa Infancia sea actual después de tanto tiempo desde su fundación?

Primero debemos decir que contamos con una larga historia: 161 años desde la fundación. Pienso que lo más importante sea seguir haciendo las cosas por amor a los niños. Los problemas son los mismos de siempre: el abuso de los niños, la guerra, la violencia. Para afrontar todo esto tratamos de seguir el ejemplo de nuestro fundador, Mons. Forbin Janson. En él lo que lo animaba era el amor, la compasión. En este sentido, pienso que la Santa Infancia sea una Obra actual ya que lastimosamente en el mundo los niños todavía sufren por tantos problemas y abusos. Nosotros tratamos de responder a estos desafíos. Por todo esto, creo que sí, es una Obra actual para este tiempo.


 

2. ¿Existe la intención de adecuarla al mundo de hoy?
Pienso que un modo de adecuarla es utilizando los medios de comunicación que la ciencia nos ofrece, como la computadora, la prensa escrita y hablada, etc. Muchos de nuestros Directores Nacionales en diversas regiones del mundo ya lo hacen. La intención del Secretariado Internacional es la de aprovechar de todas estas potencialidades para hacer conocer cada vez más nuestra Obra. Por todo ello desde el Secretariado Internacional constantemente incentivamos a los Directores Nacionales OMP a utilizar dichos medios.

3. En un mundo atormentado por la violencia ¿piensa que la Infancia Misionera tenga una palabra para decir a la gente?
Ciertamente sí, porque esta palabra es la palabra del Evangelio. Nosotros solamente trabajamos en el contexto del Evangelio, palabra de Dios, de justicia, de paz, de amor. Tenemos tantas palabras para decir a la gente. El problema es saber en que medida nos escuchan en un mundo con tanta violencia. Por ello, algunos a veces se desesperan, porque la violencia aumenta, así como aumenta el abandono de los niños y el número de personas que prefiere no ver el problema que crece. A pesar de todo, nosotros seguimos comunicando la palabra del evangelio para enfrentar todas estas crisis.

4. ¿Podemos decir que ha crecido la cooperación económica a la Infancia Misionera en estos últimos años?
Creo que sí, hay un pequeño incremento. Si bien la situación económica incluso en Europa y en Norte América es un poco delicada en estos momentos, y no obstante los problemas que he mencionado anteriormente, todavía hay mucha generosidad. Hay un crecimiento pero no es muy grande.

5. ¿Por qué pertenecer a la Infancia Misionera y no a otros organismos?
El elemento básico para nosotros siempre ha sido la dimensión misionera. Hay muchos organismos en la Iglesia Católica, pero lastimosamente no vienen de la base misionera, no hablan del mundo fuera de la pequeña parroquia, de la propia diócesis. Esa es la razón para formar parte de la Infancia Misionera. Para saber que el mundo es grande, que el mundo nos necesita y necesita de la palabra de Jesucristo, tal como los niños y sus animadores pueden presentarla.

6. La Infancia Misionera propone a los niños y colaboradores un modelo de vida que sea alternativo al modelo “normal” de los cristianos? ¿Da prioridad a algún aspecto?
Un modelo de vida alternativo, no. Pero creo que la respuesta está en la segunda mitad de la pregunta, “da prioridad a algún aspecto”, porque como he dicho anteriormente el elemento misionero es la parte más importante para nosotros. En cambio, el modelo de vida es la vida de Jesucristo, el modo de vivir del Evangelio, que debería ser el modelo normal para todos los cristianos. Lastimosamente muchos cristianos dan mal ejemplo. Son cristianos de nombre porque en sus vidas no se ve esta compasión de Jesucristo, esta apertura a la gente que más sufre.

7. ¿La Infancia Misionera es más conocimiento del mundo o conocimiento de Dios?
Las dos cosas. No podemos poner a la gente en distintos compartimientos. El niño y el animador deben conocer a Dios personalmente, deben tener una relación intima con Jesucristo. Si no, es una vida sin base, sin fundamentos. Al mismo tiempo vemos la necesidad que tiene el niño o animador de conocer el mundo, geográficamente. Al menos un niño en los Estados Unidos, Inglaterra. etc. debe saber en donde se encuentra Sudán, Ruanda, Burundi, etc., países en donde ha sufrido y sufre tanto la población y en especial los niños. Entonces hay que conocer bien el mundo, leer los periódicos, escuchar las noticias, tener un corazón planetario, abierto a la realidad que nos rodea. Esto implica un conocimiento paralelo del mundo y de Dios.

8. ¿Unas palabras finales para los niños?

A ellos les pido que reflexionen sobre las palabras del Santo Padre, cuando estuvo en Colombia y dijo a los niños de la Infancia Misionera, “Uds. son mis pequeños grandes colaboradores”. Yo espero también que todos los sacerdotes y animadores en general tengan en cuenta estas palabras del Papa, y se den cuenta que realmente nuestra riqueza son los niños. A los mismos niños digo que los queremos mucho y que nos disculpen por los abusos que algunos han cometido.

Esperemos que toda persona que tiene una responsabilidad hacia un niño desarrolle su trabajo en bien del niño, entregándose totalmente por la salvación material y espiritual de ellos.


 


 

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