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FUNDACIÓN AUTONOMA POPULORUM PROGRESSIO

APROBACIÓN DE LOS PROYECTOS DEL AÑO 2001

 

En la ciudad imperial de Cobán, diócesis de Vera Paz, sufragánea de la Archidiócesis de Guatemala, los días 8 al 12 de Julio pasados, se reunió el Consejo de Administración de la Fundación Populorum Progressio en su encuentro anual para reflexionar sobre el desarrollo de la misma, estudiar y aprobar los proyectos que serán financiados en el año en curso. Fue el anfitrión S. E. Mons. Gerardo Flores Reyes, miembro de dicho Consejo y Obispo recientemente emérito de esta diócesis, de casi 12.000 Km², con una población de algo más de un millón de habitantes y una densidad de 86,2 habitantes por kilómetro cuadrado, donde el 85% se declaran católicos.

 

Guatemala, con cerca 12 millones de habitantes, dio constantes muestras de hospitalidad hacia la Fundación, creada por el Papa Juan Pablo II en el año 1992, y hacia todos su representantes, desde su Conferencia Episcopal y la Nunciatura Apostólica hasta las autoridades civiles, que en un gesto simpático y emotivo declararon a cada uno de los miembros del Consejo "huésped distinguido de la Ciudad de Cobán". Se calcula que el 55% de la población guatemalteca es indígena. Con razón es considerada como una nación pluriétnica, multicultural y plurilingüe. De hecho, se han conservado muchos de los pueblos descendientes de los antiguos mayas, con sus 22 lenguas y dialectos actuales, aunque son pocos los que no utilizan la lengua castellana. A pesar de que en 1999 firmó los Acuerdos de Paz entre los que se reconoce "la identidad y los derechos de los pueblos indígenas", la situación en la que viven la mayoría de ellos está muy lejos de alcanzar niveles aceptables. La subdivisión de la tierra les ha obligado a penosas migraciones internas para poder sobrevivir, y los índices de analfabetismo y de desnutrición infantil, la precariedad de las viviendas y la carencia de servicios esenciales alcanzan niveles altos.

 

Guatemala, en medio de su riqueza y belleza natural, todavía trata de vencer y sanar las heridas de la violencia acumulada por la guerra fratricida, y diríamos inútil, que la ensangrentó durante 36 años y que se ensañó en las áreas rurales y especialmente en los indígenas, impidiendo su desarrollo armónico, deseable y posible. Se esfuerza para que los recursos, en otro tiempo destinados a la guerra, se vayan orientando hacia la paz y el desarrollo.

 

Está vivo el recuerdo del Obispo Mons. Juan Gerardi y de otros muchos catequistas inmolados en su tierra, gloria de la Iglesia guatemalteca. El pueblo, sobre todo indígena, es profundamente religioso. La gran mayoría está bautizado en la Iglesia Católica, cuenta con miles de catequistas y clero propio, a pesar de un sincretismo religioso del que todavía no se despega. En los últimos años está resistiendo a un ataque fuerte y planificado en los países ricos del norte, con abundantes medios económicos a su alcance, calificado como un auténtico terremoto religioso, provocado por multitud de sectas, generalmente de matiz protestante y anglosajón. Así Guatemala, en palabras de Ricardo Connelli, representa un caso emblemático en América Latina, donde trata de proliferar un protestantismo pentecostal, atomizado y fragmentado, más fácil de dominar, dotado con abundantes recursos económicos, dando lugar a un panorama variadísimo de denominaciones y tendencias. En la provincia de Sololá, por ejemplo, los lugares de culto católico son 194 mientras que los de denominación evangélica alcanzan la cifra de 498. A esa invasión, la gran mayoría de la población todavía resiste y los resultados no han correspondido a las inversiones económicas y humanas.

 

En esta nación acogedora y viva de América Central se reunió el Consejo de Administración de la Fundación Populorum Progressio, presidida por S.E. Mons. Paul Josef Cordes, Presidente del Pontificio Consejo "Cor Unum". Dicho Consejo está formado por siete miembros, seis de los cuales son Obispos de diferentes países de América Latina y uno del Pontificio Consejo "Cor Unum". Son sus miembros: S.E. Mons. Fabio Betancur Tirado, Arzobispo de Manizales (Colombia) y Presidente del Consejo; S.E. Mons. Alberto Taveira Correa, Arzobispo de Palmas (Brasil) y Vicepresidente del Consejo; Miembros: S. Eminencia el Cardenal Juan Sandoval Iñiguez, Arzobispo de Guadalajara (México), S.E. Mons. Edmundo Luis Fabio Abastoflor Montero, Arzobispo de La Paz (Bolivia), S.E. Mons. Gerardo Humberto Flores Reyes, Obispo emérito de Vera Paz (Guatemala), S.E. Mons. José Luis Astigarraga Lizarralde, Obispo Vicario Apostólico de Yurimaguas (Perú), Mons. Francisco Azcona San Martín, Subsecretario del Pontificio Consejo "Cor Unum" y el Dr. Juan Vicente Isaza Ocampo, Secretario de este Consejo. Como representante del "Comité para la intervención caritativa en favor del Tercer Mundo", de la Conferencia Episcopal Italiana, asistió su Presidente, Mons. Piergiuseppe Vacchelli.

 

Entre los diversos objetivos que la Fundación Populorum Progressio establece, se encuentra el de beneficiar a los campesinos, indígenas y afroamericanos, pertenecientes a los sectores rurales más pobres de América Latina y del Caribe. Por ello, de los 306 proyectos presentados ante el Consejo de Administración, 12 fueron descartados previamente al no cumplir los criterios que dicha Fundación establece, fijando así en 294 el total de proyectos que se examinaron en el curso de la reunión.

 

Desde las capacidades económicas de la Fundación, que dependen substancialmente de generosas donaciones, entre las que cabe destacar aquellas aportadas por la Conferencia Episcopal Italiana, este año han sido aprobados 215 proyectos, distribuidos entre 19 países de América Latina y del Caribe, por un total de 1.773.700 US$. La naturaleza de dichos proyectos es extremamente variada, no obstante el objetivo es siempre común, atender los diversos aspectos del desarrollo integral de una comunidad necesitada: educación, infraestructura comunal, producción, salud, vivienda. Aunque sin lugar a dudas, las áreas mayormente favorecidas siguen siendo aquellas de la producción (agropecuaria, artesanal, microempresarial, tiendas comunitarias) y de  infraestructura comunal (agua potable, caminos, puentes, energía eléctrica y solar, letrinas, salones comunales), si bien la área de la educación (capacitación, comunicación, dotación, publicaciones) ha incrementado notablemente el número de proyectos presentados y aprobados.

  

Ciudad del Vaticano, 27 de Julio de 2001

 

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