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SYMPOSIA


 

 

 

EVANGELIO Y CULTURA

reúnen a todas las Conferencias Episcopales de América

en el Primer Encuentro Continental Americano

4-7 de junio de 2001, Puebla, México

 

 

Iniciativa sin precedentes, ha sido el Primer Encuentro Continental Americano de Miembros y Consultores del Consejo Pontificio de la Cultura y de los Presidentes de las Comisiones Episcopales de Cultura de las Conferencias Episcopales de América, convocado del 4 al 7 de junio 2001 en la ciudad de Puebla de los Ángeles (México), bajo el título: “La Cultura en el horizonte de la transmisión del Evangelio. Perspectivas para una Nueva Evangelización”. El binomio de continua actualidad, Evangelio y Cultura, reunió así, al inicio del Tercer Milenio, a todas las Conferencias de América, desde Alaska hasta la Tierra del Fuego, incluido el Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM). El Encuentro afrontó el tema de la Cultura con más de 40 participantes entre Cardenales y Obispos.

La Iglesia, convencida de que sólo el mensaje de Jesucristo ofrece al hombre su plena realización, se siente responsable de la misión recibida de su fundador. Por eso, el Consejo Pontificio de la Cultura ha querido realizar el Encuentro, para favorecer la reflexión y la puesta en marcha de proyectos, para una pastoral de la cultura que, acogidos por las diversas Iglesias particulares, sean respuesta a las profundas aspiraciones del ser humano.

El Papa está convencido, así lo dijo en el año 1979, de que la cultura “es el terreno donde se juega el futuro del hombre”. Frase que el Santo Padre repite con frecuencia, para evidenciar que, si bien la cultura es producto del hombre, es también cierto que el hombre es hijo de su cultura. Así, será en gran parte lo que sea la cultura en la que crece y de desarrolla, porque es propio del hombre no alcanzar su verdadera estatura sino a través de la cultura.

En la perspectiva de la Nueva Evangelización en América, la pastoral de la cultura, en un contexto frecuentemente marcado por la incredulidad y la indiferencia religiosa, ha tenido como objetivo principal “injertar la savia del Evangelio en las culturas para renovar desde lo profundo y transformar a la luz de la Revelación la visión del hombre y de la sociedad que modela las culturas, la visión del hombre y de la mujer, la familia y la educación, las ciencias y las artes” (Para una Pastoral de la Cultura, n. 25).

El evento, amalgamado por el Cardenal Paul Poupard, Presidente del Consejo Pontificio de la Cultura, ha contado con la colaboración de la Comisión de Cultura de la Conferencia Episcopal Mexicana, presidida por el Arzobispo de Puebla, S. E. Mons. Rosendo Huesca Pacheco y el apoyo de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla, México (UPAEP), con su Rector, Ing. Javier Cabanas Gancedo.

El Encuentro se desarrolló con jornadas de estudio, de reflexión e intercambio de experiencias del camino recorrido hasta hoy en el campo de la Pastoral de la Cultura. Además, con el fin de favorecer la Nueva Evangelización, se propuso la animación, la proyección y la difusión de los Centros Culturales Católicos del Continente. El desarrollo de las actividades, ha permitido poner sobre la mesa los problemas actuales de la transmisión del Evangelio.

El evento comprendió tres momentos:

El 4 de junio, dedicado a Miembros y Consultores del Consejo Pontificio de la Cultura vinculados con América.

El 5 y 6 de junio, el trabajo se realizó con los Miembros y Consultores del Consejo Pontificio de la Cultura y los Presidentes de las Comisiones Episcopales de Cultura de las respectivas Conferencias Episcopales del Continente de América y la representación del Consejo Episcopal Latino­americano CELAM).

El 7 de junio, el Encuentro fue abierto a profesores y estudiantes universitarios.

 

Desarrollo del encuentro

El Cardenal Paul Poupard, dio inició a los trabajos agradeciendo en primer lugar, la respuesta a la convocación y consideró que después del Sínodo de América, históricamente ha sido el acontecimiento más importante a nivel continental. La segunda intervención, afrontó la cultura mediática. El Cardenal Bernard Law, Arzobispo de Boston (USA), apuntó que en la sociedad mediática actual, la Iglesia se encuentra ante un reto cuando anuncia a todos que somos llamados a la santidad de vida, lo que significa no sólo pedir la intercesión de los santos, sino sobre todo imitarlos en su ejemplo de amor a Dios y al prójimo. En el contexto de la cultura dominante globalizada, la Iglesia tiene la misión de anunciar una palabra de amor y de respeto a todas las personas y esta es precisamente la cultura de la Iglesia – añadió el Cardenal Law – al inicio del Tercer Milenio. La Iglesia espera que se supere la separación entre la fe y vida, para alcanzar una auténtica cultura de comunión en el amor y la solidaridad.

Ha sido muy importante porque sabemos que los medios estado­unidenses, sobre todo mediante la potente cadena CNN, dan lo que parece ser la última verdad del día a más de mil millones de personas en el mundo. El cardenal Law no ha escondido la gravedad de la situación en esta época de globalización, en la que hay muy pocas personas que opten por informar con la verdad, que opten por el modo de presentar la noticia, que no es siempre benévolo respecto a la Iglesia Católica.

Dando un salto geográfico del norte al sur del continente, el Cardenal Claudio Hummes, Arzobispo de São Paulo (Brasil), abordó en su intervención la religiosidad popular como objeto y camino de la evangelización, la cual es como la lengua materna de todas las personas y recordó que esta religiosidad devota, intuitiva, emotiva, llena de confianza en la providencia, espera ser evangelizada. El cardenal Hummes, no ha soslayado presentar las dificultades a vencer para realizar una pastoral de la cultura en las grandes ciudades y de encontrar un tipo de pastoral acertada para metrópolis como la Ciudad de México, con 25 millones de habitantes.

 

Hacia una globalización con rostro humano

El camino de la Iglesia es el hombre. Por eso, no se puede renunciar a una pastoral de la cultura, que busque el verdadero bien de la persona humana, tome en cuenta la realidad de la globalización y busque introducirla en una cultura de la solidaridad.

S.E. Mons. Javier Lozano Barragán, Presidente del Consejo Pontificio de la Pastoral de la Salud, habló de la globalización de la salud en la sociedad secularizada de hoy, llamando la atención sobre la persona humana en su totalidad y proponiendo para la globalización un rostro humano, teniendo en cuenta que la globalización ha producido grandes progresos culturales, sanitarios, comerciales y mediáticos. Sin embargo señaló que la solidaridad especialmente con los más pobres es el signo de la auténtica libertad contra el determinismo económico.

 

La ciencia purifica a la religión de ignorancia; la religión purifica a la ciencia de falsos ídolos

Durante la tarde del martes 5 y la mañana del miércoles 6 de junio se llevaron a cabo las intervenciones de Mons. Pierre Gaudette (Canadá), de S.E. Mons. William Benedict Friend (USA), S.E. Mons. Rosendo Huesca (México) y S.E. Mons. José Angel Rovai (Argentina), en el marco del Primer Encuentro Continental Americano.

En su intervención Mons. Pierre Gaudette, Decano de la Facultad de Teología de la Universidad de Laval (Canadá), comentó que es indispensable volver a la fuente: el Señor Jesús y anunciar a todos que El nos manifiesta el amor de Dios por nosotros; un amor que lo ha llevado a salvarnos. Este mensaje debe anunciarse a los hombres y mujeres concretos, por tanto, es necesario tener en cuenta el lenguaje cultural de cada grupo, consientes de que el ser humano es padre y autor de su cultura, y no esclavo de la misma, por eso hay una apertura a lo universal. Concluyó que la Iglesia debe ser un laboratorio de cultura evangélica, que viva la norma del compartir y celebrar fraternalmente preocupándose especialmente por los pobres.

Por su parte S.E. Mons. Wiliam Fiend, Obispo de Shreveport (USA) y Miembro del Consejo Pontificio de la Cultura, enfatizó que la ciencia es un elemento indispensable de toda cultura y para que esté verdaderamente al servicio del ser humano debe abrirse a la contemplación de la realidad, de la naturaleza y de Dios. Señaló que: “la ciencia purifica a la religión de ignorancia y superstición y la religión purifica a la ciencia de falsos ídolos y verdades incompletas”.

S.E. Mons. Rosendo Huesca, Arzobispo de Puebla y Presidente de la Comisión de Cultura de la Conferencia Episcopal Mexicana, recordó durante su intervención, que el proceso de inserción de la Iglesia en las culturas de los pueblos no se reduce a una mera adaptación externa, sino de una profunda adaptación de los auténticos valores culturales, mediante su integración en el cristianismo. Al hablar de los aportes de la primera evangelización en América, indicó que ante los aspectos positivos que esta nos enseña, se encuentran el interés por la evangelización de los niños, de la familia y de la juventud. Al hablar de las prioridades de la Pastoral de la Cultura en al actualidad, enfatizó la importancia de la educación católica y la pedagogía del arte sagrado.

Rescatar la importancia de una catequesis capaz de sincronizarse con las aspiraciones humanas fue la exhortación de S.E. Mons. José Angel Rovai, Obispo Auxiliar de Córdoba (Argentina). Durante su ponencia, insistió en la necesidad de una catequesis permanente que nos lleve a todos a profundizar nuestra fe, contemplando, a la luz de la Sagrada Escritura, a Jesucristo, verdadero Dios y Hombre perfecto, lo que nos lleva a comprender que toda persona humana, por haber sido creada a imagen y semejanza de Dios, debe ser respetada en su dignidad. Señaló que la Iglesia debe dar un testimonio creíble de Jesús ofreciendo una catequesis fiel a la fe e insertada en la cultura, como un servicio a la persona humana y a la sociedad.

 

Por una cultura de la dignidad humana y de la fe

Durante las últimas actividades del 6 de junio, intervinieron el P. Bernard Ardura, el Cardenal Jaime Lucas Ortega y Alamino y Mons. Herminio Vázquez.

El P. Bernard Ardura, Secretario del Consejo Pontificio de la Cultura, recordó que para una nueva, honda y sólida evangelización, es imprescindible que cada Conferencia Episcopal, cada Diócesis y cada Parroquia, tenga en cuenta la dimensión cultural de la persona, para lo cual es insustituible la pastoral de la cultura.

Mons. Herminio Vázquez, oficial del Consejo Pontificio de la Cultura, precisó los conceptos y presentó un breve recorrido histórico de los Centros Culturales Católicos. Señaló también, la manera concreta para llevar a la práctica una adecuada Pastoral a través de estos talleres de la fe.

El Cardenal Jaime Lucas Ortega Alamino, Arzobispo de La Habana (Cuba), reflexionó sobre las consecuencias culturales del materialismo, que tiene una visión reduccionista de la persona humana, atendiendo sólo a su aspecto funcional. También subrayó que la cultura del consumismo crea sólo infelicidad haciendo que la persona quede insatisfecha, y concluyó que esta situación reclama que la Iglesia sirva a la humanidad anunciando y testimoniando a Jesús, Salvador del Mundo.

Los participantes se han preguntado cómo será la nueva cultura de todas estas personas que llegan a las metrópolis, dejando y perdiendo sus raíces tradicionales, humanas, culturales e incluso espirituales. La Iglesia debe afrontar el desafío de una cultura que podría sofocar las raíces de estas personas y, sobre todo en América Latina, tiene que hacer frente a otro desafío más insidioso, el de las sectas. Muchos de estos grupos son destructivos. Los asistentes han coincidido en que es necesaria una adecuada formación de sacerdotes y laicos.

En la última jornada del Encuentro, el Cardenal Poupard presentó su magistral ponencia dirigida especialmente a universitarios y a rectores de universidades mexicanas, a los que habló sobre todo del proyecto cultural de las universidades y de su diaconía, su servicio a la verdad, la cual constituye su misión específica. “Nos encontramos en un momento de pluralismo –ha dicho– que genera a menudo escepticismo. Es necesario, por tanto, formar a los profesores para que sean verdaderos educadores, respetando siempre la metodología propia de cada facultad pero teniendo también todos, como objetivo común, la formación integral de la persona. Tenemos que actuar de manera que, más allá de la formación específica en una facultad, haya siempre una verdadera escuela de pensamiento y de acción: lo que llamamos la pastoral de la inteligencia y, retomando el programa apenas delineado por el Santo Padre en su última carta apostólica, la necesidad de promover y trabajar la santidad también en la universidad”.

Finalmente el Cardenal Paul Poupard, presidente del Consejo Pontificio de la Cultura, después de felicitar a los participantes por su generoso trabajo, agradeció a Mons. Rosendo Huesca Pacheco, Arzobispo de Puebla, las atenciones recibidas para la realización de este Encuentro, el Primero de todo el Continente Americano, desde Alaska hasta el Cono Sur.

La urgencia de la pastoral de la cultura es grande, la tarea gigantesca, las modalidades múltiples, las posibilidades inmensas, en el inicio del presente milenio de la venida de Cristo. “El Evangelio, lejos de poner en peligro o de empobrecer las culturas, les da un suplemento de alegría y de belleza, de libertad y de sentido, de verdad y de bondad” (L’Osservatore Romano. Edición semanal en español, 17-23 marzo 1997, p. 4). En definitiva, “la Pastoral de la Cultura, en sus múltiples expresiones, no tiene otro objetivo que ayudar a toda la Iglesia a cumplir su misión de anunciar el Evangelio” (Para una Pastoral de la Cultura, n. 39d). El encuentro constituyó una etapa histórica y esperanzadora para la Iglesia en América. El panorama puede parecer sombrío y en momentos parece que afloran los miedos del hombre. Por eso, hoy más que nunca, es necesario anunciar el Evangelio, que es la Buena Noticia, que libera al hombre de sus temores y lo sostiene en su búsqueda de la verdad. El mundo tiene necesidad de escuchar esta Buena Noticia. ¿Hacia donde tiene que ir la Iglesia? Hacia Cristo, cada vez más. Esa es su meta, es su destino. La Iglesia lo que tiene que ser es más cristiana, y unida íntimamente a Cristo, lanzarse anunciar a Jesucristo a todos los hombres y a todas las culturas.

A partir del mes de octubre de 2001, la edición del Encuentro estará disponible.

 

 

       Mons. Herminio Vázquez Pérez

Oficial del Consejo Pontificio de la Cultura

 

 

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MENSAJE DEL SANTO PADRE

 

Vaticano, 4 de junio de 2001

 

Señor Cardenal:

1. Me complace transmitir el saludo de Su Santidad Juan Pablo II a los participantes en el primer Encuentro Continental Americano de los Miembros y Consultores del Consejo Pontificio de la Cultura y de los Presidentes de las Comisiones de Cultura de las Conferencias Episcopales de América que, reunidos en la ciudad de Puebla (México), bajo el lema “La Cultura en el horizonte de la transmisión del Evangelio”, reflexionan sobre las perspectivas actuales en la transmisión de la fe. Dicha tarea evangelizadora, que el Espíritu Santo, cuya venida celebramos en estos días, alienta en la Iglesia, no se puede llevar a cabo Sin tener en debida cuenta la realidad pluricultural y pluriétnica de ese Continente. Por ello, asumiendo los nuevos desafíos del momento histórico presente, queréis dar responsablemente, desde el Evangelio, la respuesta adecuada a las necesidades de los hombres y mujeres de América, sedientos de encontrar caminos de libertad, de justicia y de solidaridad.

2. Durante la preparación espiritual del Quinto Centenario de la evangelización de América ‑acontecimiento que dio lugar a una epopeya misionera que permitió enraizar el Evangelio en la entraña de las culturas del Nuevo Continente‑, Su Santidad Juan Pablo II, invitó a unir todos los esfuerzos en favor de una nueva evangelización, “nueva en su ardor, en su métodos y en sus expresiones”. Frente a este desafió y como preparación al Gran Jubileo, el Papa quiso convocar una Asamblea especial del Sínodo de los Obispos para América, cuyos resultados han sido recogidos en la Exhortación apostólica Postsinodal Ecclesia in America. Que el presente Encuentro, siguiendo el Espíritu de dicha Exhortación Apostólica, sea un paso más en el cometido de derribar los muros que separan a los pueblos y de encontrar nuevos medios que aceleren la llegada del Hombre Nuevo, abriendo paso en la diversidad al único pueblo de Dios (cfr. Ef 2,14-16).

3. La fe y la cultura son binomio inseparable de una auténtica evangelización. En diálogo fecundo, estas dos realidades permitirán que el anuncio sea proclamado en su integridad y, al mismo tiempo, que pueda ser escuchado y entendido por todos los hombres y mujeres, al ser transmitido con los medios legítimos de las culturas autóctonas. Desde esta perspectiva, la responsabilidad de los pastores y de todo el Pueblo de Dios, exige considerar la Pastoral de la Cultura no como una pastoral especializada, sino transversal, que impregna toda la actividad de la Iglesia en sus diversos sectores y particularidades. El Evangelio no es una cultura entre las demás culturas; es la única buena noticia que te ofrece a cada hombre su realización plena.

4. Vuestro trabajo de estos días está llamado a tener en cuenta la especificidad y singularidad que representa la transmisión de la fe, que exige puntualizar la problemática cultural actual por las implicaciones que ésta representa para la tarea evangelizadora. Un análisis profundo del contexto socio-cultural contemporáneo, acompañado de un espíritu innovador, permitirán un desarrollo del mensaje cristiano que, sin desvirtuar su expresión tradicional, favorezca caminos y formas nuevas en la comunicación de la fe.

5. Invito pues, acogiendo con renovado entusiasmo la Carta apostólica Novo millennio ineunte, a caminar en la esperanza. Ante nuestros ojos el nuevo milenio se presenta como un océano, en el cual hemos de aventuramos con la ayuda de Cristo. Que en María, la Virgen de Guadalupe, Madre y Evangelizadora de América, y venerada en todos los países del Continente bajo otras múltiples advocaciones que reflejan la variedad de las culturas, encontréis una fuente de inspiración para vuestros trabajos. Con estos sentimientos, me complace transmitir la Bendición Apostólica del Santo Padre al cuerpo administrativo, profesores y estudiantes de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla así como a todos los participantes.

Al unirme yo también a los sentimientos del Santo Padre, aprovecho la oportunidad para renovarle, Señor Cardenal, los sentimientos de mí atenta consideración y sincera estima en Cristo.

 

 

           Cardenal Angelo Sodano

Secretario de Estado de Su Santidad

 

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[Français]
Le Conseil Pontifical de la Culture a organisé pour la première fois à Puebla de los Angeles, du 4 au 7 juin 2001, une Rencontre de ses Membres et Consulteurs du continent américain à laquelle ont participé, dès le deuxième jour, les Évêques présidents des Commissions culturelles des Conférences épiscopales de tous les pays d’Amérique. Six cardinaux, 26 archevêques et évêques, six prêtres et quatre laïcs ont pris part aux travaux sur le thème de La culture à l’horizon de la transmission de l’Évangile.

[English]
From 4th to 7th June, 2001, for the first time, the Pontifical Council for Culture held at Puebla de los Angeles, Mexico, a meeting of its Members and Consultors of the American continent, in which the Bishop Presidents of the Commissions for Culture of the Episcopal Conferences of all the countries of America participated. In the proceedings on Culture in the context of the transmission of the Gospel six cardinals, twenty-six archbishops and bishops, six priests and four lay people took part
.

[Italiano]
Nei giorni 4-7 giugno 2001, per la prima volta, il Pontificio Consiglio della Cultura ha tenuto a Puebla de los Angeles, Messico, una riunione dei suoi Membri e Consultori del continente americano, alla quale hanno partecipato, dal secondo giorno, i Vescovi Presidenti delle Commissioni Culturali delle Conferenze Episcopali di tutti i Paesi d’America. Ai lavori su
La cultura nell’orizzonte della trasmissione del Vangelo hanno preso parte sei cardinali, ventisei arcivescovi e vescovi, sei sacerdoti e quattro laici.


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