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 Pontifical Council for the Pastoral Care of Migrants and Itinerant People

People on the Move

N° 104, August 2007

 

 

Entrevista de la RADIO VATICANO a S.E. mons. Agostino Marchetto sobre la jornada mundial del turismo 2007           

 

P: ¿Excelencia, el 27 de este mes se celebra la Jornada Mundial del Turismo, de qué trata la temática de este año?

R. Esta Jornada fue instituida en 1980, y desde el principio nuestro Consejo Pontificio ha querido participar bajo un punto de vista pastoral, promoviendo dicha celebración en las Iglesias locales de todo el mundo. En nuestro mensaje de este año, cuyo tema general es El turismo, abre puertas a las mujeres, observamos que la sensibilidad y la ductilidad femenina encuentran en este campo mil ocasiones para manifestarse y destacarse, desde el nivel de trabajo más humilde hasta las altas responsabilidades. Es más, deseo añadir, sirviéndome de las palabras de nuestro mensaje, que con “las dotes femeninas de creatividad, la inclinación a acoger, y la capacidad de sintonizarse con el pensamiento de los demás, facilitan a las mujeres la manera de intuir los gustos y aspiraciones de los turistas”. 

P: ¿Es el turismo una puerta abierta para las mujeres?

R. En los numerosos sectores de la industria turística, que está en continua evolución, encuentran empleo más de 200 millones de personas. Se trata de un verdadero motor para la economía y una enorme fuente de trabajo, y la cuestión interesa particularmente a las mujeres, puesto que, según las consideraciones de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), son cada vez más numerosas aquellas que se encuentran sin trabajo. Las mujeres representan también - recordémoslo - un alto porcentaje de pobres en el mundo, existiendo todavía una disparidad en sus condiciones de trabajo con respecto a los hombres y en las retribuciones salariales

P: ¿De qué manera el Consejo Pontificio contribuye a la causa de la mujer?

R. Nuestro Ministerio Pastoral dedica muchas energías al estudio de la situación de las mujeres en la movilidad humana, para tratar de promover sus capacidades y dotes, salvaguardando la dignidad, la seguridad y las libertades fundamentales. Debo añadir, no obstante, que nuestro campo de acción es específicamente pastoral.

Sin lugar a dudas, para las mujeres, el trabajo en el campo del turismo implica un mayor empeño, quizás una nueva manera de vivir la maternidad, y las numerosas dificultades que se acentúan debido a la periodicidad de los flujos turísticos y a la ocupación, a menudo temporal, con horarios y turnos estresantes. En todo caso, señalamos el empeño pastoral factible para las mujeres, que por otra parte ya existe a favor de los turistas. Lo reconocemos y lo deseamos.   

P: ¿De qué manera se desvela la Iglesia por las mujeres?

R. Yo diría que asumimos la tarea evangélica de infundir confianza y de acrecentar la conciencia de sus capacidades, de su dignidad e identidad femenina. Incluso el Papa Benedicto lo ha hecho, afirmando cuanto sigue: “Creo que las mismas mujeres con su ímpetu y su fuerza, con su preponderancia, con su fuerza espiritual, sabrán crearse su espacio”[1].

Encontramos también en primera línea algunas Congregaciones Religiosas que se desvelan por sostener y ayudar a muchas mujeres y jóvenes en el campo del trabajo y de la formación, y que tratan de reconducir a todas aquellas que lo deseen a una vida decorosa, que a menudo han extraviado a la fuerza. Y aquí incluimos el drama del turismo sexual.  


 

[1] Benedicto XVI, Entrevista: L’Osservatore Romano, edic. en lengua española, N.34 – 25 de agosto de 2006, p7.

 

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