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 Pontifical Council for the Pastoral Care of Migrants and Itinerant People

People on the Move

N° 106, April 2008

 

 

Entrevista de la Radio Vaticana al

arzobispo agostino marchetto

con ocasión de LA Reunión anual

de los Coordinadores Regionales

del Apostolado del Mar*

 

 

 

El Consejo Pontificio para la Pastoral de los Migrantes e Itinerantes organiza esta semana el encuentro anual de los Coordinadores Regionales del Apostolado del Mar, los cuales representan a las diferentes regiones del mundo marítimo. El encuentro estará presidido por el Cardenal Renato Raffaele Martino, Presidente, y por S.E. Mons. Agostino Marchetto, Secretario del Dicasterio. Inmediatamente después se celebrará el encuentro del Comité Internacional del Apostolado del Mar para la Pesca.

Nos hemos entrevistado con el Arzobispo Marchetto, a quien hemos planteado las siguientes cuestiones.

 

P. ¿Por qué se reúnen los Coordinadores Regionales del Apostolado del Mar con el Consejo Pontificio, del 31 de enero al 2 de febrero?

 

R. El Apostolado del Mar es una "Obra" católica, como la definió la Constitución Apostólica Pastor Bonus (1988), que está presente en casi todos los países marítimos. Con sus 8 Coordinadores regionales (Norteamérica, Latinoamérica, Europa, Océano Índico, África Atlántica, Oceanía, Sureste asiático y Asia del Sur), el A.M. está comprometido en la pastoral de los pescadores, de los marinos mercantes, de las tripulaciones y de los pasajeros a bordo de barcos de crucero y de yates (pequeño cabotaje). Por consiguiente, es importante reunirse al menos una vez al año, para hacer un balance de la situación pastoral, para escuchar experiencias diferentes, compartir y, por último, para establecer el programa de actividades pastorales. Desde esta perspectiva, es evidente que cada continente, cada océano posee su especificidad, que debemos reconocer y respetar, conservando al mismo tiempo la unidad en su conjunto.

 

P. ¿Qué importancia tiene este encuentro?

 

R. Este año el encuentro reviste especial importancia ya que se celebra seis meses después del XXII Congreso Mundial, que tuvo lugar en Gdynia (Polonia) en junio de 2007, y cuyo tema fue En solidaridad con la Gente del Mar, testigos de esperanza por la Palabra de Dios, la Liturgia y la Diaconía. Este Congreso, que según la opinión general fue todo un éxito, formuló conclusiones y recomendaciones, que ahora se deben poner en práctica, en lo que se refiere al futuro desarrollo del apostolado en un mundo marítimo en constante evolución y cuya economía sigue siendo frágil.

En efecto, desde hace algún tiempo hemos podido constatar que el transporte marítimo, arrastrado por el extraordinario crecimiento económico en Asia, con precios tan favorables, goza de cierta prosperidad, aunque al mismo tiempo vislumbramos nubarrones en el horizonte debido al precio del petróleo que no cesa de subir y de las señales de recesión económica en el mundo occidental. Incluso en este tiempo de prosperidad, el trabajo en el mar sigue siendo, por desgracia, muy duro y a diario somos testigos de tragedias tanto en tierra como en el mar. Casi cada día oímos hablar de naufragios, de desapariciones en el mar y de los nuevos "boat people", emigrantes que no dudan en enfrentarse a los océanos para escapar del hambre y del paro o con la esperanza de una vida mejor en los países desarrollados.

Es por tanto en este contexto que los capellanes y los numerosos voluntarios laicos están ahora llamados a promover la solidaridad y la dignidad humana con la gente del mar, a proclamar y a testimoniar el evangelio, prestando también atención a la promoción humana.

 

P. El 2 de febrero se reunirá el Comité Internacional del Apostolado del Mar para la Pesca. ¿Qué nos puede decir a este propósito?

 

R. El mundo de la pesca está en crisis. La reserva mundial de pescado se halla bajo mínimos. Por primera vez en la historia mundial se teme que desaparezcan los peces de los mares. En efecto, el 75% de los recursos marítimos conocidos están sometidos a una situación de sobreexplotación, a pesar de los gritos de alarma y del sistema de cuotas impuesto, sobre todo, en los países desarrollados.

Puesto que más de mil millones de personas dependen de la pesca para sus necesidades nutricionales, y dado que se estiman en 41 millones el número de personas que trabajan directamente en esta actividad, el agotamiento de los recursos pesqueros representa un enorme peligro para toda esta población, con amenaza de extinción para comunidades enteras de pescadores. Es pues todo un estilo de vida que está desapareciendo.

Un experto de la FAO y otro de la OIT estarán con nosotros para ayudarnos a profundizar en nuestra reflexión y también a establecer prioridades en nuestra acción pastoral, teniendo en cuenta la realidad actual.

 

P. ¿Por lo tanto, en este contexto, cuál será la contribución del Apostolado del Mar?

 

R. Los trabajadores del mar tienden a trabajar y a actuar individualmente. Ésta es la razón por la que raramente se escucha su voz a nivel nacional o internacional. Es también deber del A.M. ser la voz de los “sin voz”, ayudándolos a tomar conciencia de las situaciones que viven y de los cambios a los que se tendrán que enfrentar. Es deber también estar siempre cerca y ser solidario con todas las fuerzas vivas que trabajan en este sector por el bien y la dignidad del pescador y del marino.

Naturalmente también aquí aparecen signos de esperanza. En efecto, tanto a nivel del transporte marítimo como de la pesca, existen importantes Convenios que han sido adoptados por la OIT en el 2006 y en el 2007 y que representan una gran oportunidad para el mundo marítimo. Es necesario ahora que el Apostolado del Mar a nivel mundial haga también una obra de advocacy para que estos Convenios sean ratificados y, cuanto antes, tengan fuerza de ley.  

 

 


 

* Martes, 29 de enero de 2008.

 

 

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