|
|
|
|
|
CONCIERTO INAUGURAL DEL NUEVO ÓRGANO DE MONTSERRAT DISCURSO DEL CARD. TARCISIO BERTONE, Basílica de Montserrat
Estimat P. Abat, És un goig poder estar entre vosaltres i gaudir als peus de Santa Maria de Montserrat d’aquests moments plens de música, de lloança i de joia. Després d’escoltar el Nou Orgue a mans del mestre P. Theodor Flury i d’escoltar la magnífica i corprenent audició del Te Deum d’Anton Bruckner, les meves paraules només poden ser d’agraïment a Déu pel do de l’art de la música. Un especial reconeixement envers tots els intèrprets, petits i grans, i en particular al mestre Sr. Salvador Mas per l’encert de la seva interpretació. (Querido P. Abad, queridos hermanos en el episcopado, dignísimas autoridades. Es un placer poder estar entre vosotros y disfrutar a los pies de Santa María de Montserrat de esos momentos llenos de música, de alabanza y de alegría. Después de escuchar el nuevo órgano en manos del maestro P. Theodor Flury, con la magnífica y cautivadora audición del Te Deum de Anton Bruckner, mis palabras sólo pueden ser de agradecimiento a Dios por el don del arte de la música. Deseo expresar un reconocimiento especial a todos los intérpretes, pequeños y grandes, y en particular al maestro Salvador Mas por su lograda interpretación). Esta casa de la Madre de Dios ha podido tener un nuevo órgano, gracias a la generosidad de muchas personas y la estrecha colaboración entre entidades cívicas y muchos particulares. En un tiempo de crisis de valores, es importante ver cómo la suma de muchas fuerzas puede crear belleza y armonía. Esta obra honra al pueblo de Cataluña, ennoblece su tejido social y enriquece su historia, tan vinculada a esta casa de la Virgen María. La belleza de los sonidos nos habla de la Belleza, con mayúscula, que es Dios. El órgano de Montserrat tiene como misión glorificar a Dios y al mismo tiempo proclamar bienaventurada a su Madre. También el difundir la cultura y crear espacios de encuentro y de intercambio, que eleven el espíritu a través de la música. Desde Pío X hasta Benedicto XVI, todos los pontífices han promovido el cultivo de la música en la liturgia y, de modo muy concreto, el concilio Vaticano II, cuando dice que el órgano da un «esplendor admirable a las ceremonias de la Iglesia, levantando poderosamente el alma hacia Dios (SC 120). Humanismo y cristianismo se dan la mano para pacificar el corazón de las personas y mejorar el mundo en que vivimos. Cuántas alabanzas y cantos a la Virgen recibirán nuevo impulso con este magnífico instrumento. Su vibración llevará a los corazones a metas más altas, al arrepentimiento a la reconciliación y también al deleite. Y nos unirá a todos en un mismo sentido de trascendencia que nos mueve a contemplar a Cristo Resucitado. En un tiempo de incertidumbre, de mucho sufrimiento y angustia, este nuevo instrumento nos hace levantar la mirada hacia lo alto y nos invita a vivir con más esperanza. Aquí se reunirá el pueblo cristiano: catalanes y hombres y mujeres de todas partes que vienen a visitar Santa María. Aquí los peregrinos se unen a los escolanos para cantar alabanzas a María y entonan solemnemente con la comunidad de monjes la liturgia de la Iglesia. El cultivo del arte y la cultura que se lleva a cabo en este Monasterio, se enriquece ahora con el sonido majestuoso y dulce del nuevo órgano. Donem-ne gràcies a Déu i felicitem-nos per aquesta fita assolida mentre us exhorto a treballar ja des d’ara a fer fructificar aquest dons de cultura i de fe. El nostre temps necessita una paraula de bellesa que parli de Déu. Maria acull sempre a casa seva els qui sincerament busquen el Déu de Misericòrdia, i en aquesta Casa de la Mare de Déu es fa present cada dia el misteri de la Visitació (cf. Lc 1, 39-56) que porta al trobament amb Jesucrist i culmina amb la lloança a la Santíssima Trinitat. A tots, doncs, us imparteixo una benedicció especial de part de Sa Santedat Benet XVI. (Demos gracias a Dios y felicitémonos por este logro, y os exhorto al mismo tiempo a trabajar ya desde ahora para hacer fructificar estos dones de cultura y de fe. Nuestro tiempo necesita una palabra de belleza que hable de Dios. María acoge siempre en su casa los que buscan sinceramente al Dios de la Misericordia, y en esta Casa de su Madre se hace presente cada día el misterio de la Visitación (cf. Lc 1,39-56), que lleva al encuentro con Jesucristo y culmina con la alabanza a la Santísima Trinidad. A todos, pues, os participo una bendición especial de parte de Su Santidad Benedicto XVI).
|
 |