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   Libro,Capítulo,Verso

 1    Gn, 49,  27|      lobo rapaz: por la mañana devora la presa, y a la tarde divide
 2   Num, 13,  32|        recorrimos y exploramos devora a sus propios habitantes.
 3   Num, 22,   4| nuestro alrededor como un buey devora la hierba del campo». Entonces
 4   Num, 24,   8|       cuernos de un búfalo. El devora a las naciones enemigas,
 5  2Sam, 11,  25|     que ha sucedido. La espada devora hoy a este y mañana a aquel.
 6    Is,  5,  24|        como la lengua de fuego devora la paja y la hierba seca
 7    Is,  9,  17|    maldad quema como el fuego, devora cardos y espinas, arde en
 8    Is,  9,  19|                    19 cada uno devora la carne de su prójimo:
 9    Is,  9,  19|   derecha, y queda con hambre; devora a la izquierda, y no se
10    Is,  9,  20|                     20 Manasés devora a Efraím, Efraím a Manasés,
11    Is, 24,   6|         6 Por eso la Maldición devora la tierra y sus habitantes
12   Jer, 12,  12|     Señor tiene una espada que devora de un extremo al otro del
13   Jer, 46,  10|     sus adversarios. La espada devora y se sacia, se abreva de
14   Jer, 46,  14|    prepárate, porque la espada devora a tu alrededor! ~
15   Jer, 48,  45|       la ciudad de Sijón; ella devora las sienes de Moab y el
16    Ez, 15,   4|        ser consumida: el fuego devora sus dos extremos y arde
17    Ez, 28,  18|       ti mismo el fuego que te devora. Te reduciré a ceniza sobre
18    Jl,  2,   3|        Delante de él, el fuego devora, detrás de él, la llama
19    Jl,  2,   5|       de la llama ardiente que devora la hojarasca; como un pueblo
20   Hab,  1,  13|       y callas cuando el impío devora a uno más que él?~
21   Hab,  3,  14|  gritos de alegría, como quien devora a un pobre ocultamente. ~
22   Sal, 69,  10|   porque el celo de tu Casa me devora, ~y caen sobre mí los ultrajes
23    Jb, 15,  34|     impío es estéril, el fuego devora la carpa del hombre venal. ~
24    Jb, 18,  13|       Primogénito de la Muerte devora sus miembros. ~
25    Jb, 20,  26|    fuego que nadie atiza y que devora lo que aún queda de su carpa. ~
26    Jb, 31,  12|             12 es un fuego que devora hasta la Perdición y exterminará
27    Jb, 39,  24|       Rugiendo de impaciencia, devora la distancia, no se contiene
28  Prov, 19,  28|        la boca de los malvados devora la iniquidad. ~
29  Prov, 21,  20|  perfume, pero el necio se los devora. ~
30   Ecl,  4,   5|        se cruza de brazos y se devora a sí mismo. ~
31   Lam,  2,   3|        llama como de fuego que devora a su alrededor. ~
32   Dan,  7,   5|     hablaban así: «¡Levántate, devora carne en abundancia!». ~
33  Ecli, 43,  21|                 21 Otro viento devora las montañas, abrasa el