La Santa Sede
           back          up     Ayuda

Biblia

IntraText - Texto
Anterior - Siguiente

Pulse aquí para activar los vínculos a las concordancias

SALMO 80

1 Del maestro de coro. Según la melodía de «Los lirios». Testimonio. De Asaf. Salmo.

2 Escucha, Pastor de Israel,

tú que guías a José como a un rebaño;

tú que tienes el trono sobre los querubines,

3 resplandece entre Efraím, Benjamín y Manasés;

reafirma tu poder y ven a salvarnos.

4 ¡Restáuranos, Dios de los ejércitos,

que brille tu rostro y seremos salvados!

5 Señor, Dios de los ejércitos,

 ¿hasta cuándo durará tu enojo,

a pesar de las súplicas de tu pueblo?

6 Les diste de comer un pan de lágrimas,

les hiciste beber lágrimas a raudales;

7 nos entregaste a las disputas de nuestros vecinos,

y nuestros enemigos se burlan de nosotros.

8 ¡Restáuranos, Señor de los ejércitos,

que brille tu rostro y seremos salvados!

9 Tú sacaste de Egipto una vid,

expulsaste a los paganos y la plantaste;

10 le preparaste el terreno,

echó raíces y llenó toda la región.

11 Las montañas se cubrieron con su sombra,

y los cedros más altos con sus ramas;

12 extendió sus sarmientos hasta el mar

y sus retoños hasta el Río.

13 ¿Por qué has derribado sus cercos

para que puedan saquearla todos los que pasan?

14 Los jabalíes del bosque la devastan

y se la comen los animales del campo.

15 Vuélvete, Dios de los ejércitos,

observa desde el cielo y mira:

ven a visitar tu vid,

16 la cepa que plantó tu mano,

el retoño que tú hiciste vigoroso.

17 ¡Que perezcan ante el furor de tu mirada

los que le prendieron fuego y la talaron!

18 Que tu mano sostenga al que está a tu derecha,

al hombre que tú fortaleciste,

19 y nunca nos apartaremos de ti:

devuélvenos la vida e invocaremos tu Nombre.

20 ¡Restáuranos, Señor, Dios de los ejércitos,

que brille tu rostro y seremos salvados!




Anterior - Siguiente

Copyright © Libreria Editrice Vaticana