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La Curia Romana  
 

 

 
 
 
 
 

Em.mo Sr. Cardinal Robert Sarah                      
Presidente                                                                         
Pontificio Consejo Cor Unum

LA INSPIRACIÓN TEOLÓGICA
DEL NUEVO MARCO JUR
ÍDICO
DE CARITAS INTERNATIONALIS
 


La entrega oficial de los nuevos Estatutos y del Reglamento Interno de Caritas Internationalis es motivo de especial satisfacción. Este solemne acontecimiento marca la conclusión de un proceso de colaboración, diálogo y reflexión entre la Secretaría de Estado, el PontificioConsejo Cor Unum y Caritas Internationalis, el Pontificio Consejo para los textos legislativos y otros Organismos interesados. Desde su fundación, Caritas Internationalis ha recorrido un largo camino: hay que remontarse al inicio del siglo XIX para percatarse in nuce de aquello en lo que se convertirá esta Confederación; en esa época, las Caritas comienzan ya a coordinarse a nivel nacional e internacional y, en 1950, el Papa Pío XII desea propiciar el desarrollo de una nueva forma de organismo, que permita reunir, en el ámbito de la Iglesia Universal, a las organizaciones caritativas nacionales, autorizadas y dependientes en cuanto tales de sus respectivos Ordinarios. El objetivo es facilitar su conocimiento mutuo, la coordinación y la colaboración a la hora de llevar adelante la actividad caritativa y de promoción humana en las distintas partes del mundo. En 1951 se lleva a cabo la primera Asamblea General, que reúne a los 13 miembros fundadores; ese mismo año, la Santa Sede aprueba los Estatutos de la Confederación. En 1957, el Organismo toma el nombre de Caritas Internationalis, para subrayar la actividad que desempeña a nivel internacional. El 19 de julio de 1976, por iniciativa del Papa Pablo VI, se le concede la personalidad jurídica civil del Estado de la Ciudad del Vaticano. Por último, llegamos al 16 de septiembre de 2004, cuando, como consecuencia de una reflexión sobre la identidad y la misión de Caritas Internationalis, el Santo Padre Beato Juan Pablo II le confiere la personalidad jurídica canónica pública, con el Quirógrafo Durante la Última Cena. En esta breve síntesis histórica se pone de relieve el papel de la Sede Apostólica al querer la Confederación, y después al definir la identidad eclesial, sostener y orientar la actividad de Caritas Internationalis desde sus orígenes, a fin de que fuese expresión de la Caridad de la Iglesia. Desde 2004, se consideró oportuno identificar las normas aplicativas del Quirógrafo y reformular los Estatutos y el Reglamento Interno, basándose en el mismo Quirógrafo. Durante estos últimos meses se ha llevado a cabo una larga y provechosa colaboración, en particular con la Comisión de los Estatutos de Caritas Internationalis, que ha trabajado en los borradores de los Estatutos y del Reglamento Interno. La Santa Sede ha dedicado mucha atención a este proceso, puesto que es consciente de la importancia de Caritas Internationalis y del papel que esta tiene tanto en ámbito eclesial como en ámbito internacional. De hecho, son 165 las Caritas miembros de la Confederación, divididas en 7 regiones: África, América Latina, Asia, Europa, Oriente Medio y Norte de África, América del Norte, Oceanía.

El Santo Padre Benedicto XVI siguió de cerca la evolución de este proceso y su interés por Caritas Internationalis está en línea con lo que ya había afirmado en la encíclica Deus Caritas est, al comienzo de su Pontificado, acerca de la relevancia especial que la actividad caritativa tiene para la Iglesia: de aquí el empeño que pidió en este sentido a la Secretaría de Estado, a nuestro Dicasterio y a otros Organismos de la Santa Sede, que han participado en el proceso de revisión de los Estatutos y del Reglamento Interno. Asimismo, en el discurso a los participantes en la Asamblea General de Caritas Internationalis, el 27 de mayo de 2011, había indicado algunos elementos fundamentales a tener presentes: en virtud del hecho que la Confederación está dotada de personalidad jurídica canónica pública, la Santa Sede tiene la tarea de seguir su actividad a fin de que tanto su acción como los documentos divulgados estén en plena sintonía con la Sede Apostólica y con el Magisterio de la Iglesia. Asimismo, el carácter eclesial de la Confederación pasa necesariamente a través de una estrecha colaboración con los Pastores de la Iglesia, responsables últimos del testimonio de la caridad (cf. Deus Caritas est, 32). El Santo Padre recordaba, por último, que, en ámbito internacional, esta se hace portavoz ante la comunidad internacional de “una sana visión antropológica”, radicada en la doctrina católica y comprometida en la defensa de la dignidad de la persona humana.

Las indicaciones teológicas implicadas en estos conceptos están contenidas en el Decreto de Aprobación de los Estatutos, que acompaña el Decreto General que se publica hoy y que será oportunamente divulgado por Caritas Internationalis, junto con los Estatutos. Dichas indicaciones subrayan el origen divino de toda obra de caridad en la Iglesia; sin embargo, la práctica eclesial de la caridad necesita un servicio comunitario ordenado y guiado por la palabra y el ejemplo de los Obispos (Gaudium et Spes, n. 88). El testimonio supremo de la caridad en Cristo solicita a los pastores y fieles a dedicarse personalmente a atajar la miseria; de aquí la necesidad de promover una cultura de la caridad, primero de todo en la misma Iglesia, para ser, como enseña la parábola del Buen Samaritano (Lc 10, 29-37), luz y modelo creíble también para todas las personas de buena voluntad (Mt 5, 16).

Estos fundamentos teológicos, presentes en el mencionado Decreto, han inspirado el trabajo de la Santa Sede y de Caritas Internationalis en la elaboración de la nueva normativa, que pone en práctica de manera más concreta también lo expresado en el Quirógrafo pontificio de 2004. Esta normativa se articula en un Decreto General firmado por el Cardenal Secretario de Estado, en los nuevos Estatutos y en el nuevo Reglamento Interno.

Este corpus jurídico de por sí no concierne a las Caritas nacionales, que mantienen su autonomía y siguen dependiendo de sus respectivos Ordinarios. Pero podría inspirar a los Obispos y a las Conferencias Episcopales a revisar los Estatutos de sus Caritas diocesanas o nacionales.

Los Sumos Pontífices han sostenido Caritas Internationalis y han querido que el Organismo encarnase la manifestación de la Caridad de la Iglesia a lo largo de toda su historia; del mismo modo, nuestro Santo Padre, el Papa Benedicto XVI, desea que Caritas Internationalis, gracias a su vínculo vital con la Iglesia, pueda desarrollar cada vez mejor la propia actividad caritativa.

También en esta ocasión sabemos que la entrega de una nueva normativa es sólo el acto, necesario, con el cual se asegura un marco jurídico. Pero este marco deberá irse llenando diariamente de la comunión vivida, de la actividad a favor de los más solos y abandonados, del testimonio evangélico. Sabemos, pero es bueno repetirlo, que cualquier sistematización jurídica no es un fin en sí misma, sino que tiende a hacer que sea más ágil, eficaz y creíble el trabajo que disciplina. Esto es lo más importante, y en esto deberemos colaborar los distintos sujetos interesados, a fin de que el testimonio caritativo y la misión evangelizadora de la Iglesia sean cada vez más una llamada a ese Dios de la Caridad en el cual todo tiene su origen y toma forma, y hacia el cual todo se encamina.

 

(L'OSSERVATORE ROMANO - Edición italiana del 2 de mayo de 2012)

 

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