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La Curia Romana  
 

 

 
 
 
 

2009

193 NUEVOS PROYECTOS
FUNDACIÓN POPULORUM PROGRESSIO
al servicio del los pueblos indígenas y campesinos de América Latina

Reunión del Consejo de Administración
27 al 31 de julio de 2009, Schwerte – Paderborn (Alemania)

 
La reunión anual del Consejo de Administración de la Fundación Populorum Progressio, ha tenido lugar del 27 al 31 de julio de 2009 en la población de Schwerte, en la Archidiócesis de Paderborn, invitados por el Arzobispo de la misma, Mons. Hans Josef Becker. Coincidió la reunión con la festividad de San Liborio, patrón de la Diócesis. En la celebración de la misma, presidida por el Cardenal Paul J. Cordes, los miembros del Consejo pudieron concelebrar en la catedral, junto a un numeroso grupo de Prelados y fieles de la comunidad diocesana. Los festejos culminaron con la procesión con las reliquias del santo por las calles de la ciudad.

Durante la reunión, se han estudiado con profundidad los 230 proyectos presentados a lo largo del año 2009 por parte de los misioneros y grupos que trabajan en América Latina y el Caribe. Al final de dicho estudio, se han aprobado un total de 193 por un valor de 2.128.500 US$, que serán financiados por la Conferencia Episcopal Italiana, a través del Comité para las intervenciones a favor del Tercer Mundo, principal sostenedor de la Fundación.

En la reunión de este año en Paderborn, han estado presentes: el Presidente de la Fundación, el Sr. Cardenal Paul J. Cordes, el Sr. Cardenal Juan Sandoval Íñiguez, Arzobispo de Guadalajara (México) y Presidente del Consejo, Mons. Edmundo Luís Abastoflor Montero, Arzobispo de la Paz (Bolivia) y Vicepresidente, Mons. Alberto Taveira Corrêa Arzobispo de Palmas (Brasil), Mons. Antonio Arregui Yarza, Arzobispo de Guayaquil (Ecuador), Mons. José Luis Astigarraga Lizarralde, Obispo del Vicariato Apostólico de Yurimaguas (Perú), Mons. Segundo Tejado Muñoz, Oficial del Pontificio Consejo Cor Unum, y el Dr. Juan Vicente Isaza Ocampo, Secretario del Consejo, de estancia en Bogotá.

Los indígenas y campesinos representan un alto porcentaje de la población en América Latina. El rápido proceso de urbanización del continente y la imposición de la cultura post-moderna, han dejado estos pueblos aislados del contexto social y del desarrollo al que otros han podido acceder. De este modo, han sufrido una extensa marginalización y falta de protección, perdiendo injustamente, tantas veces, la propiedad de sus tierras. Los esfuerzos de la comunidad eclesial en la defensa y ayuda a estas poblaciones han sido ampliamente apoyados por los últimos Pontífices. Un signo de esta preocupación es la Fundación Pontificia Populorum Progressio.

La Fundación, instituida en el 1992, quiere ser un signo, un gesto de la Caridad del Santo Padre hacia los más abandonados y necesitados de protección, como son las poblaciones campesinas, indígenas y afroamericanas de América Latina y el Caribe. Tiene su sede en el Pontificio Consejo Cor Unum. Representante legal es el Sr. Cardenal Paul Josef Cordes. Cuenta con un Consejo de Administración, entre cuyas competencias, además de velar por el cumplimiento de los Estatutos, está el estudio y la aprobación de los proyectos presentados. Está formado por siete miembros: seis de ellos son Obispos de diversos países de América Latina, y uno del Pontificio Consejo Cor Unum. Al inicio de la reunión, se han presentado las diversas situaciones socio-políticas y eclesiales de las naciones representadas, en un contexto pastoral de todo el continente, con especial atención en la situación en Honduras y en los países que están viviendo situaciones de tensión social y política.

Los proyectos que se presentan a la Fundación, preparados por las diversas comunidades eclesiales y los grupos pastorales de las Diócesis, son aprobados por los Obispos de las mismas y en la última fase, estudiados por el Consejo de Administración. Se orientan al desarrollo integral de las poblaciones y se refieren a diversas áreas: producción, construcciones, educación, salud, etc.

Después del trabajo intenso de cada jornada, hemos podido celebrar la Santa Eucaristía en la capilla del centro pastoral de la Diócesis de Paderborn. El último día de la reunión, se celebró en la pequeña ciudad de Neheim, donde nació el Padre Franz Stock en 1904. Este sacerdote alemán, en los años de la Segunda Guerra Mundial y al término de la misma, se dedicó a la pastoral con los detenidos en las cárceles de Francia, ayudando miles de personas en los últimos momentos de sus vidas, con una entrega heroica en situaciones de grandes sufrimientos. Se ha querido visitar la ciudad natal de este gran sacerdote, buscando dar a conocer esta figura de pastor en el momento en el que su proceso de beatificación se encuentra en fase de estudio por parte de la Santa Sede. La visita a la casa natal de Franz Stock, al museo de la ciudad y la celebración de la liturgia en la parroquia, nos recordaron las palabras del Papa Benedicto XVI en su última Encíclica Caritas in veritate sobre el primado de la Caridad:

“La caridad es la vía maestra de la doctrina social de la Iglesia. Todas las responsabilidades y compromisos trazados por esta doctrina provienen de la caridad que, según la enseñanza de Jesús, es la síntesis de toda la Ley (cf. Mt 22,36-40). Ella da verdadera sustancia a la relación personal con Dios y con el prójimo; no es sólo el principio de las micro-relaciones, como en las amistades, la familia, el pequeño grupo, sino también de las macro-relaciones, como las relaciones sociales, económicas y políticas. Para la Iglesia —aleccionada por el Evangelio—, la caridad es todo porque, como enseña San Juan (cf. 1 Jn 4,8.16) y como he recordado en mi primera Carta encíclica «Dios es caridad» (Deus caritas est): todo proviene de la caridad de Dios, todo adquiere forma por ella, y a ella tiende todo. La caridad es el don más grande que Dios ha dado a los hombres, es su promesa y nuestra esperanza.” (Caritas in veritate, n. 2)

La figura de Franz Stock, su dedicación completa a los pobres y a los que sufren las injusticias, en el infierno de los campos de concentración, nos han recordado la vocación de Caridad que tiene que animar el trabajo de la Fundación papal Populorum Progressio.


Pontificio Consejo
Cor Unum

 


 

 

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