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 PONTIFICIO CONSEJO PARA LA PASTORAL DE LA SALUD 

 

IGLESIA, DROGA Y TOXICOMANÍA

 

PRESENTACIÓN

Hemos recorrido un largo camino para finalmente poder ahora presentar este Manual de Pastoral " Iglesia, Droga y Toxicomanía ". El Santo Padre, a través de la Secretaría de Estado de la Santa Sede, encomendó al Pontificio Consejo para la Pastoral de la Salud preocuparse especialmente del problema lacerante de la droga en el mundo. Era al comenzar el año de 1997. Desde entonces hemos tenido en el Consejo Pontificio una serie de estudios, reuniones, congresos internacionales, creación de grupos especiales de trabajo, etc., para cumplir de la mejor manera con el encargo recibido del Papa. Entre nuestras preocupaciones descolló la de elaborar un Manual sobre la Pastoral de la Salud en el campo específico del mundo de la droga.

Muchas veces hemos recibido en el Consejo Pontificio, preguntas acerca de qué pensar, qué hacer en el campo de la pastoral cuando nos encontramos con el problema de la droga. Muchos Señores Obispos, muchos sacerdotes, muchas religiosas y religiosos, muchos padres de familia, angustiados, se han puesto la pregunta, ¿Nosotros como cristianos, qué podemos hacer delante del mundo de la droga? No pretendemos ofrecer la respuesta total, pero sí una respuesta que pueda ayudar en el trabajo pastoral. Sabemos que hay muchos métodos, que hay muchas experiencias de personas que están total y heroicamente dedicadas a este trabajo pastoral. Respetamos toda esa pluralidad, a veces no muy armónica, de caminos que se ensayan para prevenir y curar en el mundo de la droga, y no es que propiamente aquí propongamos un método más, sino que pretendemos tocar de una manera simple, a modo de un manual, cuestiones que nos han parecido importantes y en cierta forma básicas para actuar pastoralmente en este mundo de la droga y que quizá podrán servir aun a aquellos que con tanta dedicación y ahínco se han especializado en este campo.

En especial dedicamos este Manual a los Señores Obispos a quienes tantas veces en sus diócesis se les presenta el problema en particular como una parte que no pueden descuidar en la pastoral juvenil; aunque no solamente, pues bien sabemos que la droga ataca no sólo al mundo juvenil, sino también al infantil y a no pocos adultos. Es obvio que esta dedicación corresponde también a los sacerdotes y demás agentes de pastoral que junto con el Obispo llevan a cabo la labor de actualizar siempre la presencia del Reino de Dios en el mundo. En nuestra intención se engloban también tantos padres de familia que tienen hijos drogadictos y verdaderamente no saben qué hacer para ayudarlos. Es pues a las familias a las que fuertemente nos dirigimos.

El mundo de los políticos es muy importante en esta lucha contra la droga y mucho depende de su actitud el resultado que se obtenga para frenarla. A ellos dedicamos también nuestro Manual. Ojalá les ayude a llevar a cabo la delicada y difícil misión de preservar y curar a tantos a quienes aqueja este terrible mal de la droga.

Hemos tenido en cuenta muy particularmente al mundo sanitario, a todos los profesionales de la salud, sin ser este Manual un tratamiento especializado del problema, sin embargo, en él encontrarán tantos valores y orientaciones que les harán más fácil el desempeño de su misión preventiva y curativa.

Nuestro Manual toma muy en consideración a los mismos jóvenes, desearíamos que lo tuvieran en sus manos como un instrumento apto para lograr prevenirse contra este mal o salir de la drogadicción. Los maestros y maestras de la educación escolar, en todos los niveles, quizá en particular en los niveles elementales, tanto bien que pudieran hacer dando a sus alumnos una información y educación adecuada relativa a este problema de la droga. A ellos dirigimos con especial atención nuestro Manual. En fin, a todos aquellos que se interesen en esta problemática tan grave de nuestros tiempos.

Como decimos más adelante, el Manual se abre con el pensamiento del Papa Juan Pablo II a propósito de este grave problema. Y pudiéramos decir que los capítulos subsecuentes son una especie de comentario a lo que El nos dice.

El Papa nos habla de tres acciones en especial para actuar pastoralmente para resolver el problema de la droga: prevención, curación y represión. En el Manual se contemplan las dos primeras acciones: la prevención y la curación. No se ha tocado el tema de la represión, a la que el Papa se refiere diciendo cómo todos debemos luchar contra la producción, la elaboración y la distribución de la droga en el mundo, y cómo, en especial, es deber de los Gobiernos el enfrentar denodadamente esta lucha contra los " traficantes de muerte ". Este punto no lo desarrollamos en el Manual, pero sí nos unimos al Papa pidiendo a todos esta lucha sin cuartel contra la droga.

Sabemos que si no hay demanda no hay oferta. La prevención, como educación sobre la significación de los valores que hacen digna de vivir la vida, el profundo sentido de la vida, del amor y del sexo, harán verdaderamente que decrezca esta demanda e igualmente la oferta consecuente de la droga. Ya no podemos decir que haya de una parte países productores y de otra, consumidores; todos están involucrados en esta nefasta ola que cubre todo, todos los países producen, y todos consumen; especialmente ahora con las drogas sintéticas. Todos estamos implicados y los barones de la droga son más fuertes y destruyen más en los países ricos que en los pobres. Todos debemos comprometernos a fondo en la lucha contra este nefasto mal.

Agradecemos a todos aquellos que con tanta dedicación nos han ayudado en la elaboración de este Manual. Un agradecimiento especial vaya a nuestro muy apreciado Padre Tony Anatrella y a sus colaboradores que han trabajado tanto en la redacción del Manual, para ofrecer a todos este gran subsidio pastoral.

Queremos poner nuestro Manual bajo la especial protección de Nuestra Señora, Salus Infirmorum. Esperamos que Ella muestre a todos los aquejados por este terrible mal de la droga a su Hijo Jesucristo, y en Él todos encontremos esos profundos valores que llenen la vaciedad de la vida de tantos en la sociedad actual; que el Señor Jesús nos dé a todos el auténtico sentido de la existencia en su muerte y resurrección, único horizonte válido para poder aceptar morir y vivir.

Ciudad del Vaticano, 1º de noviembre del 2001.

Javier Lozano Barragán
Presidente del Pontificio Consejo
para la Pastoral de la Salud


Indice de materias

Presentación 5
Introducción 9

Capítulo I:La enseñanza del Papa Juan Pablo II sobre el fenómeno de la droga y de la toxicomanía 16

1. El fenómeno de la droga hoy 16
2. Las causas del fenómeno de la droga 19
3. Juicio moral 22

3.1. El ser humano no tiene derecho a dañarse a sí mismo 22
3.2. No a la liberalización de la droga 24

4. Sugerencias de remedios 28

4.1. Prevención 28
4.2. Represión 31
4.3 La rehabilitación 32

5. La Iglesia frente a la toxicomanía 35

Capítulo II:La toxicomanía es un síntoma de la dependencia 39

1. Los productos 41

1.1. La acción de las drogas sobre el cerebro 41
1.2. Las colas y los disolventes 42
1.3. El cannabis 43
1.4. La cocaína 46
1.5. El éxtasis 48
1.6. La heroína 53

2. La búsqueda desenfrenada del placer esconde una dificultad de vivir 56

2.1. Desde la primera toma de droga hasta el estado de dependencia 56
2.2. Los efectos del cannabis 61
2.3. La búsqueda del placer 65

2.3.1. El placer en sentido psicológico 66
2.3.2. La finalidad del placer 67

3. La reivindicación de la droga 69

3.1. La libertad de drogarse 69
3.2. El uso de drogas y el sentido de la ley 70


4. Una sociedad que favorece la droga 73

4.1. El peligro de legalizar las drogas 73
4.2. Consecuencias económicas y sociales 77
4.3. El papel de los medios de comunicación frente a la toxicomanía 79
4.4. La vida del hombre no se puede reducir a la química 80

Capítulo III:Llegar a ser libres 84

1. La dignidad y la integridad de la persona humana 84
2. Cuidar y estimular el sentido de responsabilidad 90

2.1. Prácticas terapéuticas en armonía con la dignidad de la persona 90
2.2. Estimular al sentido de responsabilidad 93


3. Liberarse de conductas de muerte 96
4. La ley moral al servicio de la vida 100

4.1. Saber decir " no " para llegar a ser libres 100
4.2. La prohibición de atentar contra sí mismos y contra los demás 101
4.3. La ley civil ofusca la ley moral 103
4.4. La apuesta de las expectativas es también espiritual 105

5. La confusión entre el placer y la felicidad 108

5.1. Las diferentes interpretaciones del sentido de la felicidad 108
5.2. Sentido espiritual del placer y de la felicidad 109
5.3. Confusión entre sensaciones fuertes y felicidad 112
5.4. La huida de los límites y de los sufrimientos 113
5.5. Exaltar el placer para eliminar mejor los deseos 114
5.6. Desear: es siempre saber esperar 114
5.7. La felicidad individualista 116
5.8. Dios quiere la felicidad del hombre 117
5.9. El sentido del bien inscrito en el corazón del hombre 118

Capítulo IV:Educación y prevención  122

1. Aprender a afrontar la existencia y sus dificultades 124
2. Educación en el sentido del placer y presencia de los adultos 125
3. La prevención no sustituye a la educación 128
4. La educación es ante todo una actitud 129
5. Jóvenes por educar 131
6. Eliminar la pasividad educativa 132
7. Actitudes que es preciso desarrollar 133

7.1. Aprender a controlarse 134
7.2. Explicar los límites 134
7.3. Los puntos de apoyo pedagógicos: voluntad, razón, libertad y res ponsabilidad 134
7.4. Desarrollar la virtud de la templanza 135

8. Promover una educación integral para luchar contra la droga 136
 9. Misión de la Iglesia 140
10. Educación y disposiciones pedagógicas 142

10.1. Criterios para la acción pastoral 143
10.2. Lugares educativos de acogida que conviene desarrollar 144


11. Organización de programas de orientación y estructuras pastorales 146
 

Capítulo V:Actitudes pastorales al servicio de la liberación de la persona  151

1. Conducta del toxicómano 151
2. Saber aceptar en el ámbito pastoral el encuentro con el toxicómano 152
3. Un proyecto pastoral: hacia una aceptación responsable de sí mismos  154
4. La función de la familia  154
5. La función de la catequesis  156
6. La función de la escuela católica  158
7. El voluntariado  160
8. Acompañamiento espiritual y toxicomanía  162

8.1. Principios de acción pastoral y de guía espiritual 162
8.1.1. Una pastoral de acogida 163
8.1.2. Una pastoral de escucha 164
8.1.3. Una pastoral que eduque en el sentido del tiempo 165
8.1.4. Meditar la palabra de Dios 166
8.1.5. Estimular al sentido de la oración y de la vida sacramental 168
8.1.6. Comunicar la esperanza 169

8.2.1. Jesús revela otra manera de vivir 171
8.2.2. Jesús camina con los desorientados 171
8.2.3. Jesús nos libera del pecado 171
8.2.4. Jesús interpreta los acontecimientos 172
8.2.5. Jesús restituye su dignidad a los heridos por la vida 172

Conclusión175

Apendice: Documentos para comprender y actuar en la Pastoral 179
1. Los productos  179

1.1. Los efectos de los inhalantes 179
1.2. Los efectos del cannabis 179
1.3. Los efectos del LSD 25 180
1.4. Los efectos del éxtasis 180
1.5. Los efectos de la heroína  181
1.6. Los efectos de la cocaína  181
1.7. Los efectos del crack  181


Vocabulario 182

2. ¿Cómo intervenir?  185

 2.1. ¿Cómo reconocer a un joven con dificultades?  185
 2.2. ¿Por qué se drogan los jóvenes?  185
 2.3. ¿Cómo hablar a los jóvenes de los peligros vinculados a la droga, al

 tabaco y al alcohol?  186

 2.4. ¿Qué deben decir los padres cuando descubren que su hijo se droga?  186


3. Enfoques pastorales  188

 3.1. Las apuestas existenciales del toxicómano  188
 3.2. Cómo organizar la ayuda pastoral  190
 3.3. Enseñar y vivir el cambio con el toxicómano  191

 3.3.1. Los encuentros  191
 3.3.2. En el marco comunitario o de un grupo de pertenencia  191

3.4. Para ayudar a las familias  195


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