MENSAJE A LOS MUSULMANES CON OCASIÓN DEL FINAL DEL RAMADÁN ('ID AL-FITR) 1417/1997
Cristianos y Musulmanes Creyentes en Dios, fieles al hombre
Queridos amigos musulmanes,
- Una vez más me es grato, como Presidente del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso, presentaros mis felicitaciones más cordiales con ocasión del final del Ramadán
- El intercambio de felicitaciones ofrece a los cristianos la ocasión de visitar a sus amigos musulmanes, y esto permite reforzar las amistades ya existentes y crear nuevas. Este mensaje anual es como un nuevo puente que se construye entre cristianos y musulmanes y que no cesa de crecer y de consolidarse. Agradecemos a Dios y le pedimos para que las relaciones entre musulmanes y cristianos se refuercen siempre más.
- Durante este mes del Ramadán, es la fe, sumisión confiada y obediente a Dios la que os ha llevado a ayunar. Musulmanes y cristianos, nos definimos "creyentes" y, con los judíos, vemos en Abraham un modelo para nuestra fe.
- Por la fe, Abraham puso completamente su confianza en Dios y obedeció a aquello que El pedía: dejó su tierra natal, su tribu, su familia paterna y anduvo hacia una tierra desconocida. Por la fe, no dudó ofrecer su Hijo, cuando Dios lo puso a la prueba. Es por esto que Abraham queda como un modelo eminente de la entrega total de si mismo a Dios.
- Bajo el ejemplo de Abraham, judíos, cristianos y musulmanes se esfuerzan por dar a Dios el puesto justo que le corresponde al interno de sus vidas, en cuanto origen, maestro, guía y fin último de todos los seres. Pero ellos saben que existen también otros creyentes y hombres religiosos, todos dignos de respeto. En efecto, es en el nombre de Dios, que el creyente auténtico es respetuoso de cada persona humana. La religión no nos autoriza a adoptar, en nombre de las diferencias, actitudes negativas de unos hacia los otros.
- No se trata de negar las diferencias, pues ¿no tenemos comunes preocupaciones? ¿Como trasmitir los valores religiosos a las nuevas generaciones? ¿Como educar a los jóvenes a respetar la fe de otros creyentes? ¿Como dar un testimonio común y creíble a aquellos que no creen en Dios? ¿Como empeñarnos juntos al servicio del hombre, de todo el hombre y de todos los hombres en nombre de nuestra fe en Dios? estas son algunas de las preguntas y desafíos que se nos ponen a musulmanes y cristianos, en el momento en el cual la humanidad se prepara para entrar en el nuevo milenio. Talvez será necesario multiplicar los encuentros entre cristianos y musulmanes, con el fin de buscar juntos respuestas a estas preguntas, bajo la mirada de Dios.
- Deseándoles vivir en la paz y la alegría, os renuevo mi amistad a nombre de los católicos del mundo entero.
Cardenal Francis Arinze Presidente
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