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Pontificio Consejo para la Pastoral de los Emigrantes e Itinerantes

 Directivas de la Pastoral Católica de la
 Aviación Civil

Sommario

Prefacio
I: Introducción
II: La Pastoral de la Aviación Civil
III. La capilla del aeropuerto
IV. Estructuras
V. La Capellanía Católica de Aeropuerto
VI. Formación permanente de los miembros de la capellanía de la Aviación Civil
VII. Asociaciones de los miembros de las Capellanías de la Aviaciín Civil


Prefacio

Como madre, la Iglesia siente una gran preocupación por el bienestar de sus hijos y pone todo su empeño en que ninguno se vea excluido de su atención maternal. La Pastoral de la Aviación Civil es una mano tendida hacia cuantos no pueden beneficiarse de la usual atención de las parroquias a causa de sus obligaciones en las líneas aéreas o en los aeropuertos.

El presente Directorio se propone describir el ministerio que la Iglesia Católica desea desempeñar en el campo de la Aviación Civil. Va dirigido, por tanto, a los capellanes de la Aviación Civil, a los agentes pastorales y a sus colaboradores.

La presencia y el ministerio pastoral en los aeropuertos puede sintetizarse en los dos mandamientos mayores de “amar a Dios” y “amar al prójimo” tanto en su expresión individual como colectiva. No precisa, desde luego, de una descripción muy detallada.

Son necesarias, en cambio, indicaciones precisas, de acuerdo con las normas vigentes de la Iglesia Católica, por lo que respecta a las capillas de los aeropuertos y a la liturgia. Para mayor claridad y para facilitar el cumplimiento de estas normas, se ha procurado indicar el modo de proceder en situaciones previsibles que pueden generar dudas.

En muchos aeropuertos el capellán católico trabaja codo con codo con otros capellanes cristianos. Para que esta colaboración sea realmente efectiva y no esté sujeta a interpretaciones ambiguas, es necesario definir la identidad del capellán católico de la Aviación Civil y de los miembros de la capellanía católica. Es preciso, además, asegurar que todos ellos reciban la formación y preparación esenciales para su apostolado.

Queridos capellanes de la Aviación Civil, agentes pastorales y miembros de la capellanía: que vuestro celo apostólico y vuestro amor hallen su expresión auténtica en la aplicación sincera de estas normas en vuestra actividad pastoral. Sólo el Espíritu Santo es conocedor de los dones que os son reservados a vosotros y a cuantos son confiados a vuestro ministerio.

Que Dios os bendiga

 Arzobispo Giovanni Cheli
Presidente

Vaticano, 14 marzo 1995 (top)


I. Introducción

1. En la sociedad actual el trabajo lleva la impronta de la tecnología moderna. El avión permite a la gente cubrir mayores distancias en menor tiempo.

2. Junto a los muchos beneficios que se derivan del trabajo en las líneas aéreas, son inevitables dificultades y problemas. La tripulación se encuentra a menudo lejos del hogar y el personal del aeropuerto y de servicio debe cumplir jornadas prolongadas e irregulares. Resulta evidente que estas condiciones afectan gravemente a sus familias y a su vida social. Es una situación que dificulta que el personal de las compañías aéreas y de los aeropuertos pueda servirse de las estructuras pastorales ordinarias de la Iglesia para su vida cristiana.

3. A los pasajeros, que con frecuencia deben permanecer largas horas de espera en el aeropuerto, debe ofrecérseles la oportunidad de una experimentar un encuentro profundo con Cristo.(top)

II. La Pastoral de la Aviación Civil

Naturaleza y objetivos

4. La Pastoral de la Aviación Civil representa un aspecto de la responsabilidad de la Iglesia hacia sus fieles y forma parte de su misión universal de proclamar la Buena Nueva a todos los hombres en el contexto específico de la Aviación Civil.

Para no privar a nadie del Mensaje de la Salvación, la Iglesia se acerca a todos los que “por sus condiciones de vida, no gocen suficientemente de la cura pastoral común y ordinaria, o carezcan totalmente de ella”[1] Entre ellos se encuentran “todos aquellos que se hallan empleados o prestan sus servicios en los aeropuertos o en los aviones”[2]. Cuando sea necesario u oportuno esta pastoral alcanzará a los “pasajeros”[3].

Alcance

5. El ministerio en la Aviación Civil se dirige específicamente a todos los que forman la tripulación, incluidos los que se hallan en formación, el personal de tierra, el personal del aeropuerto y trabajadores auxiliares, trabajadores de servicios radicados en el aeropuerto a la atención de las compañías aéreas o de los pasajeros. Cuando lo exijan las circunstancias o lo aconseje la utilidad común, este ministerio incluirá los pasajeros, de modo especial los refugiados, que se encuentran en centros de retención del aeropuerto, los expulsados, los sin techo que se refugian en el aeropuerto, y otras personas en situaciones similares.

6. Indirectamente el ministerio se extiende a la familia de las categorías mencionadas. Igualmente se mantendrá en contacto con quienes en el pasado se vieron relacionados con la Aviación Civil, particularmente con quienes pasaron una gran parte de su vida en este sector y se hallan en pensión.

7. El servicio pastoral que en los aeropuertos presta cada Iglesia y comunidad eclesial, está dirigido a sus propios fieles. En algunas circunstancias el ministerio para la Aviación Civil podrá atender más eficazmente las necesidades de los cristianos, si los agentes pastorales de diferentes Iglesias y comunidades eclesiales, ordenados o laicos, trabajan juntos de forma ecuménica[4].

8. En general, el ministerio para la Aviación Civil se dirige a todos cuantos, de una u otra forma, pertenecen a la comunidad de la Aviación Civil de forma permanente o temporal, sin distinción en razón de su nacionalidad, de su credo o cultura, dedicando una atención preferencial a los más pobres, a los más humildes, a los que sufren o son marginados[5].

Presencia y ministerio en el aeropuerto

Testimonio

9. El ministerio en el aeropuerto se ejerce ante todo y de forma irremplazable a través del testimonio de la autenticidad de vida de cada cristiano y del conjunto de la comunidad cristiana. "El hombre contemporáneo cree más a los testigos que a los maestros"[6].

Testimonio personal del cristiano

10. “Quien me ama, guardará mis palabras, mi Padre lo amará y los dos nos vendremos con él y viviremos con él” (Jn 14,23). Cuando el cristiano es fiel a las palabras del Salvador y, a pesar de sus limitaciones humanas y de sus defectos, se esfuerza en poner a Cristo como modelo de su vida, se convierte en “un signo de Dios y de las realidades transcendentales”[7].

En el apostolado de la Aviación Civil éste es el camino más accesible para ser misionero. Un camino que consiste en ejercer las funciones propias de cada uno en este sector, promoviendo los valores humanos y evangélicos de la justicia, de la paz y del amor, y defendiendo los derechos de los pobres, de los débiles y de los que sufren.

Testimonio de la comunidad cristiana

11. “Donde dos o tres se reúnen en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos” (Mt 18,20). “Si os amáis los unos a los otros, en eso reconocerán que sois discípulos míos” (Jn 13,35). Dos o más cristianos en el aeropuerto pueden testimoniar que son discípulos de Cristo, si se aman mutuamente.

Los miembros de la comunidad cristiana en el aeropuerto pueden testimoniar que son discípulos de Cristo, mostrándose dispuestos a ayudar a los demás moral y/o materialmente, cuando las circunstancias lo requieren. Al compartir su amor y apoyo mutuo con todos los que les rodean, ofrecen un testimonio cristiano colectivo.

Expresión del testimonio cristiano

12. El testimonio cristiano personal y comunitario se expresará de formas muy diversas. Su expresión no podrá ser la misma para todos y cada uno de los aeropuertos y círculos de la Aviación Civil, puesto que varían el contexto social y cultural en que cada cual se halla situado. Si el apostolado de la Aviación Civil debe estar en condiciones de ofrecer a Cristo a todos e impregnar la sociedad aeroportuaria, es necesario que está inmerso en la vida, en los problemas y en las situaciones concretas del entorno específico en que opera[8].

13. En vistas a este testimonio cristiano es recomendable la cooperación con los agentes pastorales de otras Iglesias y comunidades eclesiales[9]. Los cristianos deben ser animados a colaborar también con otros creyentes y personas de buena voluntad.

Proclamación

14a. Como todo ministerio en la Iglesia, el apostolado de la Aviación civil tiene el deber de proclamar a Cristo y su Evangelio a todos los pueblos[10]. Forma parte integrante del ministerio de aeropuertos la lectura, el estudio, la explicación y la vivencia de la Sagrada Escritura, que es la Palabra de Dios[11].

b. En su esfuerzo por ser testigo de Cristo a través de su propia vida, los cristianos comprometidos en la pastoral de la Aviación civil deben anunciar la Buena Nueva con sus palabras, con sus escritos y con cuantas oportunidades ofrezcan los nuevos medios de comunicación.

Presencia

15. Para dar testimonio y para proclamar a Cristo es necesario estar presente en el aeropuerto. La gracia de Dios actúa en el corazón de cada persona y puede inspirarle el deseo de entrar en contacto con alguien que le comprenda. La situación singular en que una persona puede encontrarse en el aeropuerto, hace que la presencia y disponibilidad de alguien en este preciso momento sea una ocasión única para que esta persona se encuentre con Dios.(top)

III. La capilla del aeropuerto

16. El corazón espiritual del aeropuerto, donde Cristo habla a cada uno en íntimo silencio, es la capilla[12].

La capilla católica

17. La capilla católica de un aeropuerto es canónicamente una iglesia, es decir un lugar sagrado “destinado al culto divino, al que los fieles tienen derecho a entrar para la celebración, sobre todo pública, del culto divino”[13].

18. Como lugar sagrado, la capilla debe ser usada sólo para aquellas cosas que ayudan al ejercicio y a la promoción del culto divino, de la piedad y de la religión[14]. Para actividades sociales y reuniones debe usarse una sala de la capellanía u otro local.

19.a. En los aeropuertos con capilla católica puede haber reserva del Santísimo Sacramento. Con ello se ofrece a todos y en todo momento la oportunidad de estar en presencia de Jesucristo, que quiso permanecer perpetuamente en la tierra, bajo las especies del pan y del vino, en la Sagrada Eucaristía.

b. El tabernáculo, en que se deposita el Santísimo Sacramento, debe ocupar un lugar realmente destacado en la capilla, adecuadamente adornado y acogedor para la oración. Se tomarán las mayores medidas de seguridad para evitar cualquier peligro de profanación[15].

c. Donde haya reserva del Santísimo Sacramento, debe hallarse siempre alguien que se haga responsable y, en cuanto sea posible, un sacerdote debe celebrar la Misa por lo menos dos veces al mes[16].

Capillas cristianas compartidas

20. Se compartirá una capilla de aeropuerto con otras Iglesias cristianas o comunidades eclesiales después de las debidas consultas con las autoridades respectivas, en vistas a establecer las posibilidades de una leal reciprocidad, en el respeto de la doctrina y de las tradiciones de cada denominación[17].

21. En una capilla compartida los católicos manifestarán un sincero respeto hacia la disciplina litúrgica y sacramental de las otras Iglesias y comunidades eclesiales. Éstas, a su vez, son requeridas a mostrar igual respeto por la disciplina católica[18].

Capillas interreligiosas

22. Cuando se considere oportuno y se den adecuadas disponibilidades, además de la capilla cristiana, puede habilitarse un espacio como capilla interreligiosa para las comunidades de otras religiones. Canónicamente no es considerada iglesia y puede ser acondicionada como sala de meditación, en la que se pueda disponer de los textos sagrados de las diferentes religiones. Es de suma importancia el respeto de los católicos y de los otros cristianos hacia las diversas tradiciones. Igual respeto se espera hacia la religión cristiana. Es oportuno que se hagan las pertinentes consultas con los responsables de las diversas comunidades.

23.a. En el caso de que únicamente haya una capilla interreligiosa en el aeropuerto, se tendrá disponible un altar portátil para la celebración de la Eucaristía. Puede guardarse en una lado de la sala y colocarlo en el centro durante la celebración. El material necesario para la celebración puede guardarse en un local adyacente, con funciones de sacristía.

b. El Santísimo Sacramento puede ser reservado sólo en un lugar sagrado, siendo del todo inapropiada para ello una capilla interreligiosa[19].

Ubicación

24. La capilla del aeropuerto será fácilmente accesible para la gente del aeropuerto y adecuadamente indicada mediante signos convencionales. La ubicación ideal sería en el espacio entre la zona de acceso al público en general y la zona restringida después de las formalidades de embarque, con entrada por ambos lados. Como es lógico, deberán tomarse todas las medidas de seguridad necesarias, por ejemplo con la instalación de una separación de cristal entre las dos zonas.

Celebraciones litúrgicas y otros servicios

25. Se recomiendan celebraciones litúrgicas frecuentes en el aeropuerto, reguladas conforme a las normas de la iglesia Católica vigentes.

26. La celebración de la Eucaristía en el Día del Señor es el fundamento y el centro de todo el año litúrgico y los fieles están obligados a asistir a Misa los domingos y fiestas de precepto[20]. En estos días el sacramento de la Eucaristía debería ser celebrado en el aeropuerto por lo menos una vez, para permitir que los fieles que se encuentran en él puedan reunirse y escuchar la Palabra de Dios, participar en el Misterio Pascual y cumplir con su obligación. En los domingos y fiestas de precepto nada puede reemplazar el Santo Sacrificio de la Misa. La celebración Eucarística, por tanto, no puede ser sustituida por un servicio ecuménico[21].

27. Si por motivos razonables no hay ningún sacerdote disponible en domingo o fiestas de precepto, es aconsejable tomar las medidas oportunas para la Celebración Eucarística en la tarde del día anterior en que recae la obligación de asistir a Misa[22].

28. Se recomienda encarecidamente la celebración diaria de la Eucaristía.

29. Además de colocar los anuncios de los servicios de culto, que se tienen en la capilla, en las áreas adecuadas del aeropuerto, el uso del sistema de megafonía público resulta una forma muy útil de comunicarse con los pasajeros y de quienes se encuentran de paso por el aeropuerto, desconocedores de sus prácticas habituales.

30. Es aconsejable la celebración de la Liturgia de la Palabra, de acuerdo con las disposiciones tomadas por el Obispo diocesano, seguida de la administración de la Sagrada Comunión, especialmente cuando no se halle un sacerdote disponible para los domingos y fiestas de precepto[23]. La celebración será presidida por un diácono o por un ministro de la Eucaristía.

31. En algunas fechas, que no sean domingos o fiestas de precepto, la oración oficial de la Iglesia puede celebrarse con un servicio ecuménico especialmente preparado para la ocasión. La participación en estas celebraciones, como oración de la mañana o de la tarde, vigilias especiales, etc., hará posible que fieles de tradiciones litúrgicas diferentes – católicos, orientales, anglicanos o protestantes – puedan comprender mejor las plegarias comunitarias respectivas y compartir más profundamente tradiciones que en muchas ocasiones se han desarrollado a partir de raíces comunes[24].

32. Se recomiendan los servicios bíblicos.

33. Por el carácter internacional de los aeropuertos, se recomienda que a los participantes a los actos litúrgicos se les proporciones los textos litúrgicos plurilingües.

34. La ordenación de la sagrada liturgia depende exclusivamente de la autoridad de la Sede Apostólica y, según disponga la ley, del obispo diocesano. En consecuencia, ninguna otra persona, ni siquiera el sacerdote, puede añadir, suprimir o cambiar algo por iniciativa personal[25].

35. Aunque no sea estrictamente necesario el cumplimiento de los deberes religiosos en un lugar consagrado, se hará todo lo posible para celebrar la liturgia en la capilla[26].

Capilla funeraria

36. Los restos mortales de las personas que fallecen lejos de su hogar y son transportadas a sus países de origen, llegan al área de cargo del aeropuerto. El funeral por los miembros de la comunidad de creyentes que han fallecido, por su parte, se celebra de ordinario en una iglesia o en una capilla[27]. Si las circunstancias requieren que los ritos funerales sean celebrados en el aeropuerto, deberá hacerse en la capilla. Ahora bien, dado que muchas veces la capilla no resulta accesible para estos propósitos, se recomienda que se instale una capilla funeraria en otra parte, incluso en la misma área de cargo.(top)

IV. Estructuras

37. El Obispo diocesano tiene competencia para escoger la estructura pastoral apropiada para el apostolado de la Aviación Civil en su diócesis, de acuerdo con las características y las necesidades del aeropuerto en cuestión y de la comunidad de la Aviación Civil.

38.a. Esta estructura eclesial participará y quedará plenamente incorporada a la vida de la Iglesia local. Deberá ser un instrumento adaptable a la unidad de acción, cuya dirección corresponde personalmente al obispo diocesano, en quien recae la responsabilidad pastoral primaria en su diócesis[28].

b. Es responsabilidad el obispo diocesano incluir la pastoral de la Aviación Civil en el plan pastoral de la diócesis, dar su apoyo a los capellanes de aeropuerto y a los otros agentes pastorales que trabajan en este sector, y procurar que todos los agentes pastorales cuenten con la preparación adecuada para ejercer su ministerio.

39. La atención pastoral en aeropuertos ubicados en un lugar que pertenece a diferentes diócesis, debe ser decidida de común acuerdo entre los obispos interesados.

40. El Apostolado de la Aviación Civil quedará incluido entre los sectores de la Comisión Episcopal que se encarga de la Pastoral de la Movilidad Humana en las Conferencias Episcopales, del mismo modo que corresponde al Pontificio Consejo de la Pastoral para los Emigrantes e Itinerantes la pastoral de la Aviación Civil en el ámbito mundial.

Opciones

41. Una opción para la pastoral de la Aviación Civil es la constitución de una “missio cum cura animarum” que puede ser aneja a una parroquia territorial[29].

42. La forma más usual adoptada en los aeropuertos es la de una capellanía de aeropuerto, encomendada al cuidado de un capellán de aeropuerto, que es designado por el Obispo “aquellos que por su género de vida, no gozan de la atención parroquial ordinaria”[30].

43. Donde ningún sacerdote pueda hacerse cargo de la capellanía, el Obispo diocesano puede encargar la pastoral de la Aviación Civil a un diácono, a un religioso no ordenado o a un laico, que en ningún caso podrán ejercer las funciones propias de un clérigo ordenado.(top)

V. La Capellanía Católica de Aeropuerto

44. La capellanía de la Aviación Civil cuenta con los siguientes miembros: el capellán, capellán(es) asociados y/o asistentes, si los hubiere, asistido por trabajador(es) pastorales, asistentes o colaboradores sociales y administrativos.

El Capellán de la Aviación Civil

45.a. El capellán de la Aviación Civil es un sacerdote a quien se le ha confiado de forma permanente la atención pastoral de los fieles católicos en el sector de la Aviación Civil. Es nombrado por el Ordinario del lugar[31] y goza del mismo rango que los demás sacerdotes de la diócesis.

b. Se le concederán todas las facultadas necesarias para la pastoral de la Aviación Civil. Le corresponde de oficio la facultad de escuchar en confesión los fieles encomendados a su cargo, predicarles la palabra de Dios, administrar la Unción de los enfermos y el Santo Viático, y conferir el sacramento de la confirmación en peligro de muerte[32].

c. En el ejercicio de su ministerio el capellán mantendrá las debidas relaciones con el clero parroquial[33].

d. Un capellán de la Aviación Civil puede ejercer su ministerio en el aeropuerto a tiempo parcial y asumir otros encargos.

e. Cuando el capellán de la Aviación Civil no ejerza a tiempo completo su ministerio en el aeropuerto, podrá nombrarse un agente pastoral como administrador de la capellanía.

El capellán de la Aviación Civil asociado o asistente

46. El capellán de la Aviación Civil podrá contar con capellán(es) asociado(s) o asistente(s), si el trabajo pastoral en el aeropuerto así lo requiere. El capellán asociado o asistente es también nombrado por el Ordinario del lugar.

Agentes Pastorales de la Aviación Civil

47. a. El agente pastoral de la Aviación Civil es un católico diácono, religioso o laico, nombrado por el Ordinario del lugar para el ministerio en el mundo de la Aviación Civil.

b. El agente de pastoral ejercerá funciones como: asumir alguna función litúrgica, difundir la Palabra de Dios, en particular a través de catequesis, explicar y defender los principios cristianos y su correcta aplicación a los problemas de nuestro tiempo, cumplir las obras de misericordia corporales y espirituales.

c. En los casos en que no hubiere ningún sacerdote disponible para ser nombrado capellán, el Obispo del lugar puede encargar la pastoral de la Aviación Civil a un agente pastoral, sin que en ningún caso pueda ejercer las funciones reservadas a los sacerdotes.

Asociados o asistentes sociales de la Aviación Civil

48. Asociados o asistentes sociales de la Aviación Civil son religiosos o laicos, no necesariamente católicos, expertos en profesiones civiles, que asisten al capellán o a los agentes pastorales en cometidos sociales y similares como: asistencia a los pobres y a los enfermos, ayuda para socorrer cualquier necesidad, defensa de los derechos de los trabajadores de la Aviación Civil.

Asociados o asistentes administrativos de la Aviación Civil

49. Los asociados o asistentes administrativos de la capellanía ayudan al capellán y/o los agentes pastorales asumiendo funciones de oficina, como publicación de boletines, contabilidad, trabajo de recepción y secretaría, archivo, etc.

50. Se recomienda encarecidamente que se procure la participación del personal retirado de la Aviación Civil en las actividades de la capellanía, ya que ellos conocen el ambiente y disponen de tiempo.

51. Todos los miembros de la capellanía de la Aviación Civil deben distinguirse por su integridad y por su dedicación a todos cuantos se encuentran a su cargo, aunque sea temporalmente.(top)

VI. Formación permanente de los miembros de la capellanía de la Aviación Civil

Formación espiritual

52. Los miembros de la capellanía, ordenados y laicos, deben esforzarse en vivir la vocación a la santidad y la perfección del amor, para que sean creíbles y dignos de proclamar el Evangelio[34]. Para ello es necesaria una adecuada formación espiritual.

53. Los miembros de la capellanía deben mantenerse al día en el conocimiento del desarrollo de la vida de la Iglesia y de sus enseñanzas.

54. Para conseguir estos objetivos pueden ofrecerse diversas posibilidades:

a. Días de meditación y de retiro bien preparados para los que trabajan en la capellanía de la Aviación Civil e uno o más aeropuertos.

b. Publicaciones donde se ofrezca el sustento para el crecimiento espiritual y donde se expongan las recientes aportaciones del magisterio de la Iglesia.

c. Peregrinaciones y otras iniciativas que ayudan al progreso espiritual.

d. Cursos en los diversos apartados de la doctrina de la Iglesia.

Formación para el ministerio

55. Quienes trabajan en la capellanía de la Aviación Civil, clérigos y laicos, deben recibir una preparación a este ministerio, empezando por el conocimiento de estas directivas pastorales. Ofrézcase un curso de preparación sobre este tema.

56. La formación de los candidatos al sacerdocio en los seminarios debería incluir una información básica sobre el apostolado de la Aviación Civil en el contexto de la pastoral de la Movilidad Humana.

57. Será oportuno que quienes son nombrados nuevos capellanes de la Aviación Civil para reemplazar a otros, estén un tiempo trabajando con éstos, tres meses a ser posible, antes de hacerse cargo de la capellanía.

58. Para quienes van a hacerse cargo de una capellanía recién establecida, se recomienda que transcurran un período de prácticas en otra capellanía estable y en buen funcionamiento, en la que colaborarán al menos durante tres meses o el tiempo necesario.

59. Los agentes pastorales deben recibir una formación adecuada y específica para el ejercicio de las funciones que van a desempeñar. Por ejemplo, los ministros de la Eucaristía serán instruidos en los cursos que haya establecido la diócesis; los catequistas lo serán en las instituciones de preparación catequética.

60. Los agentes pastorales, y los asociados y asistentes sociales serán instruidos en el verdadero sentido y valor de los bienes temporales, tanto en si mismos como en su relación con los objetivos de la persona humana[35].

61. Para asegurar un ecumenismo verdadero y un diálogo interreligioso correcto, quienes participan en el apostolado de la Aviación Civil deberán recibir una información suficiente sobre las otras Iglesias y comunidades eclesiales, así como sobre las otras religiones, y sobre los deberes específicos de sus seguidores.

62. El sector del Apostolado de la Aviación Civil, del Pontificio Consejo de la Pastoral para los Emigrantes e Itinerantes, organiza regularmente Seminarios Internacionales que tienen por objetivo promover la formación continua y la información de los miembros de las Capellanías Católicas de la Aviación Civil.

63. El Congreso Mundial de la Pastoral de la Aviación Civil detecta las necesidades pastorales, ofrece sugerencias y anima a cuantos se ocupan o están interesados por la Aviación a dar un testimonio cristiano en su medio y a entregarse a un apostolado activo en este sector.(top)

VII. Asociaciones de los miembros de las Capellanías de la Aviación Civil.

64. Los capellanes de la Aviación Civil y los miembros de las capellanías pueden formar asociaciones nacionales para el intercambio fraternal, el apoyo mutuo y la ayuda recíproca. Una unión semejante será también beneficiosa para quienes viajan de una aeropuerto a otro en el interior de un mismo país.

65. Similares asociaciones pueden establecerse en el ámbito regional, tanto para la confraternización como para la mutua ayuda espiritual y material, redundando en beneficio de quienes viajan más allá de las fronteras nacionales.(top)

Ciudad del Vaticano 1995


Notas:
[1] Código de Derecho Canónico(CDC), Can. 771 § 1; cf. Can. 383 § 1, 568,
[2]Constitución Apostólica Pastor Bonus (PB), 150 § 3.
[3]Pontificia Comisión para Migración y Turismo, Carta a las Conferencias Episcopales Iglesia y Mundo de la Movilidad (IMM), 2
[4]Cf. Pontificio Consejo para la Promoción de las Unidad de los Cristianos, Directorio para la aplicación de los principios y normas sobre le Ecumenismo (DE), 204.
[5]Cf. Juan Pablo II, Carta enc.Redemptoris Missio(RM), 42.
[6]Ibid.
[7]RM, 42
[8]Cf. Concilio Vaticano II, Const. past. Gaudium et spes (GS), 40
[9]Cf. DE, 204
[10]Cf. RM, 3, 16, 20.
[11]Concilio Vaticano II, Const. dogm. Dei Verbum (DV), 23-25.
[12]Juan Pablo II, Día Mundial del Transporte Aereo, Aeropuerto de Fiumicino (10-12-1991).
[13]CDC, Can. 1214.
[14]CDC, Can. 1210.
[15]Cf. CDC, Can. 938 §§ 2, 3.
[16]Cf. CCL, Can. 934 § 2.
[17]Cf. DE, 106.
[18]Cf. DE, 107.
[19]Cf. CDC, Can. 934 § 1.
[20]CDC, Can. 1246.
[21]Cf. DE, 115.
[22]CDC, Can. 1248 § 1.
[23]Cf. CDC, Can. 1248 § 2.
[24]Cf. DE, 117
[25]Cf. CDC, Can. 838, 846.
[26]Cf. CDC, Can. 932.
[27]Cf. CDC, Can. 1177, 1179.
[28]Cf. CDC, Can. 381.
[29]Cf. Congregación de los Obispos, Instr.De pastorali migratorum cura (DPMC), 33 §§ 2-3.
[30]CDC, Can. 568.
[31]CDC, Can. 564-565.
[32]Cf. CDC, Can. 566 § 1.
[33]CDC, Can. 571.
[34]Cf. Concilio Vaticano II, Const. dogm. Lumen gentium (LG), 40; RM, 42
[35]Cf. Concilio Vaticano II, Decr. Apostolicam actuositatem (AA), 31
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