CARTA DE SU EMINENCIA EL CARDENAL TARDINI, SECRETARIO DE ESTADO DE SU SANTIDAD, AL PROFESOR SILVIO GOZO, PRESIDENTE DEL CONSEJO DIRECTIVO DEL COMITÉ PERMANENTE DE LOS CONGRESOS INTERNACIONALES DEL APOSTOLADO SEGLAR SECRETARIA DE ESTADO DE SU SANTIDAD N.º 50156 Ciudad del Vaticano, 19 de diciembre de 1960. Muy señor mío: Por su carta del 19 de octubre me hacía usted saber que el Comité Permanente de los Congresos Internacionales del Apostolado Seglar vislumbraba ya desde hacía algún tiempo la idea de un III Congreso Mundial, que tendría lugar en Roma, después de concluir el II Concilio Ecuménico Vaticano. Y a este respecto, usted me exponía que este Comité había tomado la iniciativa de efectuar una encuesta previa entre todos los Movimientos nacionales de los diferentes países para solicitar sus proposiciones y sugerencias, y que luego había elaborado un plan de trabajo que puede servir de base, al menos en sus líneas generales, para iniciar una adecuada preparación. Después de haber sometido esos informes a la augusta consideración del Padre Santo, le comunico lo siguiente : 1) La decisión de convocar el III Congreso Mundial del Apostolado Seglar, después del Concilio Ecuménico, ha parecido oportuna. Así, el Congreso tendrá una ocasión propicia para divulgar y poner en práctica las prescripciones y directrices conciliares referentes al laicado católico. 2) La organización prevista para el Congreso ha parecido apropiada en su estructura, es decir, la distribución del trabajo en tres partes, a saber: a) Una primera parte consagrada a temas doctrinales basados en las enseñanzas del Concilio Ecuménico. b) Una segunda destinada a dar una visión de conjunto sobre el mundo contemporáneo, con el fin de estudiar las posibilidades que ofrece un apostolado seglar. c) Finalmente, una tercera consagrada al estudio detenido de los problemas concretos que se plantean en los diferentes países, para llegar a aplicaciones concretas y adaptar los métodos y medios de apostolado a las necesidades particulares del tiempo. 3) No menos apropiada ha parecido la proposición de orientar las distintas conferencias, meditaciones y oraciones del futuro Congreso de modo que recuerden a los católicos la necesidad de la unidad de la fe y de la disciplina en la acción. 4) Por lo que respecta a la manera de poner marcha, en cuanto sea posible, el trabajo preparatorio del Congreso en los diferentes países, será preciso tomar toda iniciativa en inteligencia y en pleno acuerdo con los Obispos del lugar. 5) No dudo de que, naturalmente, usted cuidará de tener a la Secretaría de Estado al corriente del desarrollo de todo el trabajo, a medida que progrese, para asegurar el buen éxito del Congreso. Entretanto, me complazco en comunicar desde ahora al Comité el paternal estímulo del Sumo Pontífice, que le concede de todo corazón la Bendición Apostólica, prenda de abundantes favores divinos para el desarrollo del trabajo emprendido con tanto celo. Reiterándole la expresión de los sentimientos mi mayor estima y devoción, Domenico Cardenal TARDINI |