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Saludo al Santo Padre Benedicto XVI
de Su Excelencia Mons. Nikola Eterovi
ć,
Secretario General del Sínodo de los Obispos

Ouidah, Sábado 19 de noviembre de 2011

 

Beatísimo Padre,

Vosotros sois la sal de la tierra ... Vosotros sois la luz del mundo” (Mt 5, 13.14). Esta palabra del Señor Jesús, proclamada en el Discurso sobre el Monte, ha guiado la Segunda Asamblea Especial para África, que ha tenido lugar en Roma desde el 4 al 25 de octubre de 2009, sobre el tema La Iglesia en África al servicio de la reconciliación, de la justicia y de la paz. Ella ilumina también nuestra solemne reunión en esta Basílica menor de Ouidah, dedicada a la Inmaculada Concepción de María, la primera catedral de África Occidental, en ocasión de la conclusión del camino sinodal que bajo la sabia guía de Vuestra Santidad ha visto implicados no solo los 244 Padres sinodales, sino también toda la Iglesia peregrina en este gran continente africano.

Agradeciendo a Dios Padre, al Hijo y al Espíritu Santo por este gran don a la querida Iglesia en África, es necesario agradecer también a todos los Obispos que han  participado en el Sínodo y en particular a los 15 miembros del Consejo Especial para África de la Secretaría General del Sínodo de los Obispos, aquí reunidos en torno a Vuestra Santidad. A través de ellos deseo agradecer también a los miembros del Consejo Especial que han preparado los trabajos sinodales, algunos de los cuales, que el Señor ya ha llamado a sí, y que encomendamos a su paterna misericordia. Con su dedicación han contribuido en modo significativo al buen éxito de la Asamblea sinodal, participando activamente en la elaboración de los documentos de preparación: Lineamenta, publicados el 26 de junio de 2006, e Instrumentum laboris, orden del día de la Asamblea sinodal que Vuestra Santidad ha querido personalmente entregar a los Presidentes de las Conferencias Episcopales de África a Yaundé, Camerún, el 19 de marzo de 2009, fiesta de San José, su celestial patrono. Cada uno de ellos ha sido además muy activo en el curso de los exigentes trabajos sinodales. Más tarde, los miembros del actual Consejo Especial han dato una válida contribución a recoger y sistematizar los documentos sinodales, así como también a la reflexión de su contenido, facilitando la ardua tarea de Vuestra Santidad de aprestar la redacción de la Exhortación Apostólica Postsinodal Africae munus. En continuidad con la Ecclesia in Africa, publicada el 14 de septiembre de 1995 a Yaoundé por el beato Juan Pablo II, Africae munus profundiza el tema de la reconciliación, don de Dios a la Iglesia y al mundo, para que la comunidad de los discípulos de Jesucristo sea siempre promotora de justicia y de paz en el querido continente africano. La Exhortación, por lo tanto, contienen un apremiante llamado a todos los cristianos, en modo particular a los miembros de la Iglesia Católica, para que sean todavía más sal (cf. Mt 5, 13) de la multiétnica, multicultural y multirreligiosa sociedad africana. Como reflejo de la luz de Cristo, “luz del mundo” (Jn 9, 5), que ellos puedan brillar e iluminar, con la palabra del Evangelio y el testimonio de la vida cristiana, el continente africano, que Vuestra Santidad ha denominado “pulmón espiritual” de la humanidad.

Encomendando los resultados de Africae munus a la intercesión de todos los santos y santas de esta bendita tierra, especialmente de la Beata Virgen María, Madre de África, tengo el gran honor de invitar a Vuestra Santidad a dirigir a los presentes su palabra iluminante y a dar cumplimiento al largo proceso sinodal (2004-2011), firmando la Exhortación Apostólica Postsinodal Africae munus.

 

 
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