PALABRAS DEL PAPA BENEDICTO XVI
AL CARDENAL FRANCIS ARINZE,
EN EL 40 ANIVERSARIO DE SU ORDENACIÓN EPISCOPAL
Lunes 31 de octubre de 2005
Eminencia:
Me complace recibirlo, junto con sus amigos de la comunidad nigeriana de Roma y otros visitantes de su país, que han venido a unirse a usted en la celebración del cuadragésimo aniversario de su ordenación episcopal. Le expreso de buen grado mi sincera felicitación y mis mejores deseos con esta ocasión.
Ayer, en la iglesia de Santa María en Traspontina, usted celebró una solemne misa de acción de gracias a Dios todopoderoso por el don de sus cuarenta años de ministerio episcopal. Hoy me alegra unir mis oraciones a sus intenciones, y pido al Señor que sea su guía y su fuerza mientras sigue sirviendo a la Iglesia con amor y celo. Invocando sobre su eminencia, por intercesión de María, la Madre de Dios, los dones divinos de alegría y paz, le imparto de corazón mi bendición apostólica a usted y a todos los que participan en esta gozosa celebración.
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