Index   Back Top Print

[ ES  - IT ]

JUAN PABLO II

REGINA CAELI

Domingo 31 de mayo de 1992

 

1. Continuamos nuestra peregrinación espiritual por los caminos de América, evocando el gozoso momento de la llegada del mensaje de Jesús a ese continente de la esperanza pascual.

Hoy, último día del mes de mayo, en el que se recuerda la Visitación de la Virgen María a santa Isabel, vamos a Venezuela para visitar el santuario de Nuestra Señora de Coromoto en las cercanías de la ciudad de Guanare donde se está clausurando el VI Congrego mariano nacional, organizado por el Episcopado venezolano, con ocasión del 50° aniversario de la declaración de la Virgen de Coromoto como patrona de ese querido y noble país.

Guanare, ciudad fundada en 1591, es «el centro espiritual de esa nación cristiana y mariana que es Venezuela» (cf. Carta pontificia al VI Congreso mariano nacional de Venezuela, 13 de mayo de 1992). En Guanare, María Santísima se apareció a algunos indios coromotos el 8 de septiembre de 1652 y, desde entonces tanto los indígenas como los españoles que habían llegado a aquellas tierras cristianizadas a finales del siglo XVI, empezaron a venerar a la Virgen bajo la advocación de Nuestra Señora de Coromoto. Esta devoción se ha mantenido viva a través de los siglos y ahora ha surgido allí un gran santuario, en torno al cual está hoy reunido espiritualmente todo el pueblo venezolano.

2. El congreso mariano de Guanare se ubica en el marco del V Centenario de la evangelización del nuevo mundo y, por eso tiene como lema «María, 500 años llevándonos a Jesús».

En esta frase está claramente resumido lo que ha sido la evangelización del nuevo mundo durante esos cinco siglos y lo que ha de seguir siendo en el futuro.

Se trata de hacer que los pueblos de América caminen hacia Cristo. Hay que proclamar su mensaje de salvación, con audacia y esperanza en todas las naciones, a todas las etnias, a todas las ciudades, a las familias, a los niños, a los jóvenes, a los ancianos, en todos los ambientes culturales o sociales, de forma especial a los pobres y a los que sufren.

3. Para esto hace falta una estrategia evangelizadora, que ha de ser preparada, el próximo mes de octubre, por la IV Conferencia general del Episcopado latinoamericano, la cual centrará su atención pastoral en los problemas más apremiantes de la hora presente, dentro del tema establecido para la misma: «Nueva evangelización, promoción humana, cultura cristiana», y siguiendo como hilo conductor la cristología: «Jesucristo ayer, hoy y siempre» (cf. Hb 13, 8).

Los especialistas, en varios congresos, han estudiado la trayectoria histórica de estos quinientos años poniendo de relieve las raíces cristianas y la identidad católica del continente. Ahora hay que afrontar, en Santo Domingo, los problemas más vitales que desafían hoy a la Iglesia en América Latina. Y esto sin pretender tratar todas las cuestiones y sin perderse en discusiones marginales o relativas a temas ya resueltos para la Iglesia universal por los Sínodos de los obispos, por las normas de la Santa Sede o por el magisterio del Romano Pontífice.

Encomendemos esta delicada y difícil tarea eclesial a la Santísima Virgen, que guía nuestro camino en este venturoso año del V Centenario del comienzo de la cristianización de América.

* * *

Después del Ángelus

Saludo ahora muy cordialmente a los integrantes de las Comunidades Neocatecumenales de las parroquias de San Juan Bosco, San Pedro Apóstol, San Roque y Nuestra Señora del Tránsito, de Madrid (España), presentes en Roma para hacer su profesión de fe ante la tumba del Apóstol San Pedro y reafirmar su compromiso hacia la etapa final del camino neocatecumenal.

Aliento a todos a un renovado empeño en ser siempre testigos de los genuinos valores evangélicos y promotores de viva comunión eclesial.

Mientras os encomiendo a la maternal protección de la Santísima Virgen, a cuyo Santuario de Loreto os dirigís, imparto a vosotros y a vuestras familias la Bendición Apostólica.



Copyright © Dicastero per la Comunicazione - Libreria Editrice Vaticana