VIAJE APOSTÓLICO A PARÍS Y LISIEUX
SALUDO RADIOFÓNICO DEL PAPA JUAN PABLO II
A LOS FRANCESES DESPUÉS DE LA MISA EN NOTRE DAME
Viernes 30 de mayo de 1980
Esta noche, después de haber celebrado la Misa en el corazón de la capital francesa ante Notre Dame de París, pienso en todos los que hubieran querido participar en esta reunión en torno al Papa o en los actos que seguirán a ésta, pero están impedidos de hacerlo: los enfermos y cuantos se encuentran en un lecho de hospital, a los que deseo consuelo y paz; a los minusválidos y a sus familias; a los presos, a quienes visito en espíritu y les deseo fe en la misericordia de Dios, esperanza y el apoyo fiel de sus familias; a los obreros cuyo horario de trabajo o turno de servicio no les da la facilidad de unirse a tales manifestaciones; y en fin, a todos los que por otras razones no podrán satisfacer su deseo de ver al Papa. Queridos amigos: A todos expreso mi estima, prometo mi oración y aseguro mis cordiales deseos para vuestras familias.
Y como soy Obispo de Roma, me complace también dirigir un saludo particular y un recuerdo afectivo a todos los italianos que viven, y trabajan en este país.
¡Buenas noches a todos!
Copyright © Dicastero per la Comunicazione - Libreria Editrice Vaticana