HORA TERTIA EN EL TRIGÉSIMO
DEL ATENTADO TERRORISTA DEL 11 DE SEPTIEMBRE DE 2001
MONICIÓN DEL SANTO PADRE JUAN PABLO II
Hermanos y hermanas; queridos padres sinodales:
un mes después de los inhumanos ataques terroristas
perpetrados en varias partes de los Estados Unidos de América,
encomendamos una vez más
a la misericordia eterna del Dios de nuestros padres a
las innumerables víctimas inocentes.
Pidamos consuelo y fortaleza para sus familiares y parientes,
postrados por el dolor;
invoquemos fuerza y valor
para cuantos siguen prestando su ayuda
en los lugares afectados por la terrible desgracia;
imploremos tenacidad y perseverancia
para todos los hombres de buena voluntad
en la búsqueda de caminos de justicia y paz.
Que el Señor erradique del corazón de hombre
toda huella de rencor, enemistad y odio,
y lo disponga a la reconciliación, la solidaridad y la paz.
Oremos, hermanos, para que en todo el mundo
se instaure la "civilización del amor".
Tras el Himno, la Salmodia y la Lectura breve de la Hora Tertia del día, un Padre sinodal, S.E.R. Monseñor John Olorunfemi ONAIYEKAN, Arzobispo de Abuja, Presidente de la Conferencia Episcopal (Nigeria) y un Delegado fraterno, Monseñor Peter FORSTER, Obispo de Chester (Gran Bretaña), Delegado fraterno de la Comunión Anglicana, pronunciaron una breve homilía.
Luego, el Santo Padre introdujo las Intercesiones (la Oración de los Fieles) con las palabras siguientes:
En comunión con la Virgen María
dirigimos a Dios Padre
nuestra humana plegaria
a fin de que por medio de Cristo su Hijo
infunda en el corazón de los hombres
y sobre toda la tierra
el Espíritu consolador, Señor que da la vida.
Las Intercesiones fueron leídas por:
en inglés: S.E.R. Mons. Sean B. BRADY, Arzobispo de Armagh (Irlanda);
en francés: S.E.R. Mons. Michel-Marie-Bernard CALVET, S.M., Arzobispo de Noumea (Nueva Caledonia);
en español: S.E.R. Mons. Roberto Octavio GONZÁLEZ NIEVES, O.F.M., Arzobispo de San Juan de Puerto Rico y Presidente de la Conferencia Episcopal (Puerto Rico);
en árabe: S.E.R. Mons. Thomas MERAM, Arzobispo de Urmia de los Caldeos, Obispo de Salmas de los Caldeos y Presidente de la Conferencia Episcopal (Irán);
en portugués: S.E.R. Mons. Francisco VITI, Arzobispo de Huambo (Angola);
en ruso: S.E.R. Mons. Tadeusz KONDRUSIEWICZ, Arzobispo titular de Ippona Zárito y Administrador Apostólico de Rusia Europea Septentrional de los Latinos (Federación Rusa);
en alemán: S.E.R. Mons. Alois KOTHGASSER, S.D.B., Obispo de Innsbruck (Austria).
Después del Pater Noster y antes de la Bendición Apostólica, el Santo Padre pronunció la siguiente oración:
Oh Dios omnipotente y misericordioso,
no te puede comprender quien siembra discordia,
ni te puede acoger quien ama la violencia:
mira nuestra dolorosa condición humana,
probada por los crueles actos de terror y de muerte,
consuela a tus hijos y abre nuestro corazón a la esperanza,
para que nuestro tiempo conozca días de serenidad y de paz.
Por Cristo nuestro Señor.
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