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DISCURSO DEL SANTO PADRE PABLO VI
A LAS DELEGADAS DIOCESANAS
DE LA JUVENTUD FEMENINA DE ACCIÓN CATÓLICA ITALIANA


Jueves 25 de julio de 1963

 

Debemos un especial saludo a las participantes en el Curso Nacional de Delegadas Diocesanas de la Juventud Femenina de Acción Católica italiana; curso que sabemos tiene por tema la educación de las adolescentes para la vida sobrenatural.

Nada diremos sobre tema de tanta amplitud y de tanta importancia; los estudios, tanto generales como particulares, que durante el curso han sido expuestos por voces autorizadas y competentes, y las discusiones que a ellos han seguido, ciertamente han ilustrado este tema extraordinariamente interesante para la educación religiosa en general y para la juvenil en especial.

Nos vemos con complacencia y con admiración cómo la Acción Católica atiende con empeño, cada vez más metódico y eficaz, a uno de sus objetivos fundamentales, o sea el de formar las almas de aquellos que tienen la fortuna de pertenecer a sus filas; y Nos estamos seguros de que mientras esta formación se aprovecha de la que la familia, la escuela, la parroquia dan —y a menudo con tanto cuidado y tanto mérito— a la adolescencia, la Acción Católica viene a añadir algo propio por la mayor profundidad que da a la instrucción religiosa común, por el interés y la correspondencia que suscita en las almas jóvenes y por la plenitud de coherencia y de profesión que ella sabe obtener de aquellas almas, dando a los valores cristianos, de la fe y de la gracia, una  verdadera y constante eficacia en la vida vivida. Pues bien, la juventud femenina de Acción Católica sabe bien que debe ser escuela y palestra de profunda y auténtica vida espiritual; y Nos no tenemos ahora más que alentar y bendecir un esfuerzo tan oportuno y tan meritorio.

Diremos, sin embargo, unas palabras, muy breves y sencillas, a vosotras, delegadas diocesanas, que os entregáis a tal esfuerzo. Queremos decir, ante todo, que apreciamos muchísimo vuestra obra. Esta se encuentra expresamente coordinada a los programas prefijados para el gran movimiento de la Acción Católica y a la actividad meditada y disciplinada de vuestra rama particular. Depende en gran parte el resultado de tales programas precisamente de vuestra obra, de vuestras fatigas, de vuestra asiduidad, de vuestra capacidad de traducir los hermosos planes teóricos en efectivas aplicaciones. Vosotras sois mediadoras entre los propuestos y su ejecución, entre las palabras y los hechos, entre las directrices superiores y cada una de las asociaciones.

Y Nos pensamos que esta función ejecutora da la medida efectiva de la vitalidad de la organización, ya porque se articula en una ordenada pluralidad de colaboradoras y de iniciativas, ya porque no se limita a una transmisión pasiva de los programas, a una ejecución de éstos puramente material y mecánica, sino que procura un don completo y espontáneo de la capacidad operativa y didáctica de las valientes delegadas, de modo que su trabajo ayuda a su

propia madurez espiritual y adquiere expresiones vivas y personales de evidente belleza y de mérito singular.

Deseamos, por ello, congratularnos de estas voluntariosas prestaciones; os testimoniamos gustosos la admirable eficacia de la Juventud Femenina de la Acción Católica, y observamos con interés cómo esa forma y esa fase de laboriosidad son el secreto de una siempre renaciente actualidad, porque obligan a un contacto siempre nuevo con la vida juvenil y a una búsqueda siempre vigilante de la eficacia en el lenguaje del apostolado y en el estudio del perfil típico de la juventud cristiana, al cual deben ser enderezadas las nuevas generaciones.

Tened, pues, en estima y confianza el método de trabajo organizado que os ha sido presentado; hacedlo práctico, concreto y eficaz con vuestra comprensión y con vuestra entrega, y acompañad esa adhesión con aquel entusiasmo y con aquella íntima persuasión de servir la causa del reino de Dios en las almas y en la sociedad, que son propios de la bellísima falange que milita por Cristo y por la Iglesia y que se honra en llamarse Juventud Femenina de Acción Católica.

 



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