DISCURSO DE SU SANTIDAD PABLO VI
A LA SOBERANA ORDEN MILITAR DE MALTA

Jueves 6 de julio de 1978

También este año se renueva la ya tradicional costumbre de Nuestro encuentro especial con vosotros, dignísimos representantes de la Soberana Orden Militar de Malta, con ocasión de la festividad de vuestro celestial Patrono, San Juan Bautista. Esta circunstancia y la gloriosa historia de vuestra institución Nos proporcionan el modo de ofreceros dos palabras de reflexión.

Nos queremos, en primer lugar, reconocer una vez más públicamente la Soberana Orden Militar de Malta su desinteresado empeño cristiano en el sector caritativo, sobre todo en la asistencia hospitalaria. Sabed que vuestros esfuerzos en este campo son altamente apreciados por Nos y contribuyen no poco a mantener viva y encomiable la típica fisonomía de la Orden, por encima del inevitable cambio de los tiempos.

En segundo lugar, y como consecuencia, Nuestra palabra se hace paterno estímulo para animaros a que prosigáis incansablemente el camino que estáis recorriendo. La práctica del Evangelio es siempre muy superior a los cambios de la civilización y de las modas culturales; por tanto, sólo ella será garantía de vuestro futuro, como ya lo fue en vuestro noble pasado. Dad siempre testimonio de fe y caridad limpia y generosa, para que seáis constantemente dignos tanto del vivo ejemplo dado por vuestros predecesores, que iluminaron la historia de la Orden, como de las esperanzas que la Iglesia y los hombres ponen en vosotros.

Que el Señor siga asistiéndoos y recompensándoos, como sólo El sabe hacerlo con quienes le sirven con sincero corazón. De tal auspicio, y de Nuestra perenne simpatía, quiere ser prenda la especial bendición apostólica, que de corazón impartimos a vosotros y a cuantos tan dignamente aquí representáis.

*L'Osservatore Romano, edición en lengua española, n.30, p.4.