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DICASTERIO PARA EL SERVICIO DEL DESARROLLO HUMANO INTEGRAL

COVID-19 VATICAN COMMISSION

INFANCIA Y COVID-19

Las víctimas más vulnerables de la pandemia

La pandemia del COVID-19 ha sumido a innumerables niños en una gran pobreza y ha dejado a muchos sin padres o seres queridos que los cuidaran. La incidencia de explotación y violencia contra niños ha aumentado alrededor del mundo a la vez que se ha reducido o suspendido el acceso a centros educativos. Gobiernos nacionales, organizaciones de sociedad civil y la Iglesia deben unir sus esfuerzos para aliviar el creciente sufrimiento de los niños más vulnerables.

1. Contexto general

Una generación entera de niños está sufriendo las consecuencias económicas, sanitarias y sociales de la pandemia del COVID-19. El repentino aumento de la pobreza extrema, la creciente inseguridad alimentaria y las medidas de contención sanitarias han supuesto una enorme presión para familias alrededor del mundo. El COVID-19 ataca rápidamente, encontrado familias y comunidades desprevenidas y con poco tiempo para prepararse a enfrentar la muerte o la enfermedad prolongada de padres y cuidadores. Las denuncias de violencia, abusos y explotación de niños han aumentado considerablemente desde que comenzó la pandemia. Las comunidades más pobres soportan estas adversidades de forma desproporcionada.

Sin embargo, hay cada vez más evidencia que demuestra que garantizar y proteger los derechos de niños puede traer beneficios a la promoción del desarrollo económico y social de comunidades en el largo plazo. Los niños que viven en un entorno sano, seguro y enriquecedor tienen más probabilidades de alcanzar todo su potencial y menor riesgo de caer en la pobreza, entrar en conflicto con la ley, tener problemas de abuso de sustancias o de salud mental. El COVID-19 es comparable a otras crisis humanitarias en cuanto a la profunda conmoción que ha causado en familias y futuras generaciones, aunque en este caso la conmoción tiene un alcance mundial: de hecho, se ven afectados tanto los países de alto ingreso económico como de medio y bajo ingreso, pero afecta a estos últimos de manera particular.

Se calcula que hasta el 30 de septiembre de 2021, más de 5 millones de niños perdieron al menos uno de sus padres, abuelos o cuidadores debido a COVID-19[1]. Esto significa que un niño pierde a un padre o cuidador cada 12 segundos. Las estimaciones más conservadoras sugieren que en los próximos años, millones de niños más sufrirán estas pérdidas y correrán un mayor riesgo de caer en la pobreza, quedar sin atención familiar, ser internados en orfanatos y tener un acceso reducido a la educación[2].

Los niños son los primeros en sufrir crecientes tasas de pobreza familiar. Tras décadas de reducción de la pobreza, el COVID-19 ha sumido a 150 millones de niños nuevamente en ella[3]. Por primera vez en años, el número de niños sometidos al trabajo infantil ha aumentado, alcanzando 160 millones[4].

La creciente inseguridad alimentaria está perjudicando a un gran número de niños. En el 2020, los 6-7 millones de nuevos casos de desnutrición aguda en niños menores de cinco años provocaron la muerte de unos 10 000 niños al mes, el 80% de ellos en el África subsahariana y el sur de Asia[5].

Los niños y niñas en edad escolar son quienes están sufriendo los más importantes retrasos en educación y desarrollo. Más de 168 millones de niños perdieron un año escolar entero en el 2020, y muchos más experimentaron una escolarización reducida o a distancia[6]. Esto supondrá una pérdida estimada de 10 billones de dólares en ingresos futuros para esta generación, agravada por las pérdidas económicas adicionales derivadas del cierre de centros de educación infantil[7].

Los niños corren un riesgo mucho mayor de sufrir violencia y explotación. Los servicios de prevención y respuesta a la violencia se han interrumpido para 1.800 millones de niños[8]. El secretario general de la ONU expresó su preocupación por el "espantoso aumento global de la violencia doméstica" que se produjo a causa del COVID-19, con un aumento significativo de las llamadas a las líneas telefónicas de ayuda doméstica en algunos países[9].

Las niñas corren un gran riesgo mayor. Unas diez millones de niñas corren el riesgo de contraer matrimonio infantil debido a la pandemia, y numerosos informes hablan de un aumento de los embarazos infantiles[10].

Los niños inmunodeprimidos o con discapacidades también son especialmente vulnerables al COVID-19. Este riesgo es mayor para los niños que viven en centros de acogida[11].

2. Análisis

Antes de la pandemia, el Papa Francisco ya denunciaba que en el mundo "no se elaboran con suficiente celeridad instituciones económicas y cauces sociales que permitan a los más pobres acceder de manera regular a los recursos básicos" (Laudato si', 109). Con la llegada de la pandemia, "nuestro mundo se ha visto obligado a enfrentarse a una serie de graves e interrelacionadas crisis socioeconómicas, ecológicas y políticas" (Papa Francisco, 7 de abril de 2021). El impacto en los niños ha sido particularmente profundo. Jesús "se identifica especialmente con los más pequeños", y esto nos recuerda "que todos estamos llamados a cuidar a los más frágiles de la tierra" (Evangelii Gaudium, 209). El "grito silencioso" de los niños pobres debe "encontrar al pueblo de Dios en primera línea, siempre y en todas partes, para darles voz, defenderlos y solidarizarse con ellos ante tanta hipocresía y tantas promesas incumplidas, e invitarlos a participar en la vida de la comunidad" (Papa Francisco, 15 de noviembre de 2020)[12].

Los niños que pierden a sus padres o cuidadores, a causa de la pandemia, deben poder permanecer en una familia siempre que sea posible. La Iglesia reconoce que los padres "tienen el deber de amar y de respetar a sus hijos como personas y como hijos de Dios, y proveer, en cuanto sea posible, a sus necesidades materiales y espirituales" (Compendio, 460). “La vida de familia es una iniciación a la vida de la sociedad" (Compendio, 457). Los niños que pierden a uno de sus padres o a un cuidador, y que no pueden ser atendidos por sus familiares, deben poder recurrir a quienes pueden "mostrar su generosidad mediante la tutela o la adopción… Así ejercen una preciosa fecundidad espiritual" (Compendio, 501). No hay que dejar solos a los padres de los "niños con graves dificultades": "Deberíamos acompañar su fatiga, pero también ofrecerles momentos de alegría compartida..." (Papa Francisco, 8 de abril de 2015)[13].

"El que recibe a uno de estos pequeños en mi Nombre, me recibe a mí mismo". (Mt 18,5)

La violencia contra los niños es contraria al mensaje evangélico que nos confía el cuidado y la protección de los más débiles e indefensos (Carta Apostólica Motu Propio)[14]. "La carrera desenfrenada hacia un enriquecimiento rápido y fácil lleva consigo también el aumento de plagas monstruosas como el tráfico de niños, la explotación y el abuso de menores y, en general, la privación de los derechos propios de la niñez sancionados por la Convención Internacional sobre los Derechos de la Infancia." (Papa Francisco, 15 de enero de 2017)[15]. "En este momento de reflexión, en el que tratamos de modelar nuestra acción futura y de dar forma a una agenda internacional post COVID-19, deberíamos prestar especial atención al peligro real de olvidar a los que han quedado atrás. Corren el riesgo de ser atacados por un virus peor aún del COVID-19: el de la indiferencia egoísta" (Papa Francisco, 17 de junio de 2021)[16].

Los niños de hoy son la base de nuestro futuro. "Si los padres son como los fundamentos de la casa, los hijos son como las «piedras vivas» de la familia" (Amoris Laetitia, 14). Los niños que son alimentados y protegidos tienen más probabilidades de alcanzar el pleno potencial de su desarrollo físico, cognitivo, emocional, social y espiritual[17]. También es más probable que asistan a la escuela, tengan un mejor rendimiento académico y una mejor salud para toda la vida. Apoyar el bienestar de los niños hoy contribuirá a reducir la pobreza y la desigualdad durante generaciones.

Valorar el cuidado basado en la familia. "Los niños, apenas nacidos, comienzan a recibir como don, junto a la comida y los cuidados, la confirmación de las cualidades espirituales del amor. Los actos de amor pasan a través del don del nombre personal, el lenguaje compartido, las intenciones de las miradas, las iluminaciones de las sonrisas". (Amoris Laetitia, 172). Además, "la familia, comunidad natural en donde se experimenta la sociabilidad humana, contribuye en modo único e insustituible al bien de la sociedad" (Compendio, 213). Nuestros esfuerzos físicos y espirituales deben centrarse en fortalecer la capacidad de las familias para cuidar de esos niños, especialmente de los pobres.

Nuestras respuestas a la vulnerabilidad de los niños ante la pandemia deben ser holísticas. El espectro completo de las necesidades de los niños debe ser abordado durante la pandemia y después. Esta es la base del desarrollo humano integral. Cuando las escuelas de todo el mundo cerraron en 2020, se perdieron unos 39.000 millones en comidas escolares, lo que provocó un aumento de la desnutrición infantil[18]. El empeoramiento de la pobreza durante la pandemia aumentó la probabilidad de que los niños se casaran, por ejemplo, como forma de aliviar la presión financiera durante la incertidumbre económica[19]. "La inequidad no afecta sólo a individuos, sino a países enteros, y obliga a pensar en una ética de las relaciones internacionales" (Laudato si', 51). Esa ética incluye el deber de maximizar nuestros esfuerzos para asegurar conjuntamente la protección, el cuidado, la salud y la educación de todos los niños, un enfoque que, con el tiempo, reducirá fundamentalmente esa desigualdad.

3. Acción

A los responsables políticos y a la sociedad civil:

Promover la distribución equitativa de la vacuna COVID-19.Los efectos nocivos del virus en los niños sólo pueden mitigarse plenamente limitando la propagación del COVID-19. Vacunarse es "un acto de amor", "Amor a uno mismo, amor a los familiares y amigos, amor a todos los pueblos". (Papa Francisco, 18 de agosto de 2021)[20].

Fortalecer los sistemas que promueven el cuidado de los niños en el seno de la familia: el COVID 19 se mueve rápidamente y deja a las familias poco tiempo para prepararse. Hay que hacer todo lo posible para evitar la separación de los niños y para que los parientes responsables o las familias de acogida u adoptivas puedan encargarse de su cuidado. Catholic Relief Services y sus socios han lanzado una iniciativa Changing the Way We Care, que incluye propuestas sobre posibles acciones que puedan ser tomadas por gobiernos y sus socios para garantizar que los niños permanezcan con sus familias[21]. Por otra parte, los niños en duelo deben recibir apoyo psicosocial.

Dedicar un mayor gasto presupuestario a la protección de los niños. Los gobiernos deben reconocer que proteger a los niños de la violencia, la explotación y el abandono puede contribuir, a largo plazo, a alcanzar sus objetivos de educación, salud y reducción de la pobreza. La protección de la infancia suele tener poca prioridad y recibe una financiación mínima de los gobiernos[22]. Estos deberían desarrollar, reforzar y financiar sus sistemas de protección infantil.

Combinar las transferencias monetarias para los pobres con programas complementarios. Los estudios demuestran que las transferencias monetarias como medidas de protección social dirigidas a contrastar la pobreza de ingresos son mucho más eficaces cuando se combinan con programas de asistencia social como el apoyo psicosocial y la crianza positiva que abordan las importantes barreras no financieras a las que se enfrentan los niños y las familias pobres[23].

Proteger a los niños afectados por el trauma cuando se reabran las escuelas. Muchos niños que se reincorporan a las escuelas habrán sufrido traumas durante el confinamiento, incluida la violencia física y sexual. Es posible que muchas niñas no vuelvan nunca a las aulas debido a los problemas específicos a los que se enfrentan. Las escuelas deben trabajar para atender las necesidades de los niños afectados por traumas y apoyar a los que se enfrentan a obstáculos para acceder y participar en las actividades educativas.

A las organizaciones de la Iglesia:

Las diócesis y las parroquias deben estar preparadas para intervenir rápidamente cuando las familias se vean afectadas por el COVID-19. Como el COVID-19 avanza rápidamente, las parroquias pueden reunir equipos de respuesta rápida para identificar preventivamente a las familias en riesgo, proporcionarles oración y asistencia, guiarlas en el proceso de duelo y apoyarlas después de una pérdida. La aparición repentina de la pobreza puede aumentar el riesgo de que un niño sea separado de su familia.

Garantizar un cuidado seguro y enriquecedor en el seno de la familia debe ser una prioridad para la Iglesia. Los miembros de la parroquia pueden movilizarse para garantizar que los niños afectados por el COVID-19 permanezcan bajo el cuidado de su familia. En caso de fallecimiento de los padres o de los cuidadores, las iglesias también pueden ayudar a identificar y apoyar a los familiares para que cuiden del niño, o apoyar su acogida o adopción.

Redoblar los esfuerzos para encontrar una familia para cada niño. La Unión Internacional de Superiores Generales ha puesto en marcha la iniciativa Catholics Care for Children International, que se ocupa de las necesidades de unos 5,6 millones de niños acogidos en residencias católicas. El objetivo es encontrar una familia cariñosa para el mayor número posible de esos niños y poder hacer la transición de los orfanatos a otros recursos de la comunidad, como guarderías u otros proveedores de servicios sociales.

Abordar directamente la creciente ola de violencia contra los niños durante la pandemia de Covid 19. Los niños son el futuro de la Iglesia. Las parroquias pueden trabajar para reducir la trivialización de la violencia contra los niños dentro y fuera de la familia. Pueden crear espacios seguros donde los niños en riesgo puedan recibir asesoramiento y apoyo como miembros de derecho y valiosos de la comunidad parroquial. También pueden crear grupos de apoyo entre iguales para reducir el aislamiento social de los niños y jóvenes durante la emergencia sanitaria. También pueden promover relaciones positivas entre padres e hijos a través de programas de formación específicos impartidos en grupos y en hogares individuales. Las iglesias también pueden identificar a los niños en riesgo de violencia y proporcionarles apoyo directo o ponerlos en contacto con los programas y servicios disponibles.

Vaticano, 15 diciembre 2021



[1] "COVID-19 Orphanhood Calculator". Imperialcollegelondon.Github.Io, 2021, https://imperialcollegelondon.github.io/orphanhood_calculator/#/country/Global.

[2] "Children: The Hidden Pandemic 2021". Cdc.Gov, 2021, https://www.cdc.gov/coronavirus/2019-ncov/downloads/community/orphanhood-report.pdf.

[3] "150 Million Additional Children Plunged Into Poverty Due To COVID-19, UNICEF, Save The Children Say". Unicef.Org, 2021, https://www.unicef.org/press-releases/150-million-additional-children-plunged-poverty-due-COVID-19-unicef-save-children.

[4] "Child Labour Figure Rises To 160 Million, As COVID Puts Many More At Risk". UN News, 2021, https://news.un.org/en/story/2021/06/1093682.

[5] "Child Malnutrition And COVID-19: The Time To Act Is Now.". Vol 396, no. 10250, 1869, https://doi.org/https://doi.org/10.1016/S0140-6736(20)31648-2.

[6] "Over 168 Million Children Miss Nearly A Year Of Schooling, UNICEF Says". UN News, 2021, https://news.un.org/en/story/2021/03/1086232.

[7] World Bank. COVID-19 Could Lead To Permanent Loss In Learning And Trillions Of Dollars In Lost Earnings. 2021, https://www.worldbank.org/en/news/press-release/2020/06/18/COVID-19-could-lead-to-permanent-loss-in-learning-and-trillions-of-dollars-in-lost-earnings. Accessed 14 Dec 2021.

[8] "Protecting Children From Violence In The Time Of COVID-19 - UNICEF DATA". UNICEF DATA, 2021, https://data.unicef.org/resources/protecting-children-from-violence-in-the-time-of-COVID-19-brochure/.

[9]"UN Chief Calls For Domestic Violence ‘Ceasefire’ Amid ‘Horrifying Global Surge’". UN News, 2021, https://news.un.org/en/story/2020/04/1061052; Petrowski, Nicole et al. “Violence against children during COVID-19: Assessing and understanding change in use of helplines.” Child abuse & neglect vol. 116,Pt 2 (2021): 104757. doi:10.1016/j.chiabu.2020.104757

[10] Fuente UNICEF.

[11] Goldman, Philip S et al. “The implications of COVID-19 for the care of children living in residential institutions.” The Lancet. Child & adolescent health vol. 4,6 (2020): e12. doi:10.1016/S2352-4642(20)30130-9

[12] Francisco, Mensajes para la Jornada Mundial de los Pobres.

[13] Francisco, Audiencia general del 8 de abril de 2015 - Catequesis sobre la familia.

[14] Carta apostólica en forma de Motu Proprio sobre la protección de los menores y de las personas vulnerables (26 de marzo de 2019).

[15] Mensaje para la 103 Jornada Mundial del emigrante y del refugiado 2017 (8 de septiembre de 2016).

[16] Videomensaje del Santo Padre con motivo de la 109 reunión de la Conferencia Internacional del Trabajo (17 de junio de 2021)

[17] "Institutionalisation And Deinstitutionalisation Of Children". Thelancet.Com, 2021, https://www.thelancet.com/commissions/deinstitutionalisation.

[18] "COVID-19: Missing More Than A Classroom - 2021 | World Food Programme". Wfp.Org, 2021, https://www.wfp.org/publications/COVID-19-missing-more-classroom-2021.

[19] "COVID-19: A Threat To Progress Against Child Marriage - UNICEF DATA". UNICEF DATA, 2021, https://data.unicef.org/resources/COVID-19-a-threat-to-progress-against-child-marriage/.

[20] Videomensaje del Santo Padre a las poblaciones del continente americano sobre la campaña de vacunación contra el Covid-19 (18 de agosto de 2021).

[21] "Changing The Way We Care". Changing The Way We Care – Help Orphans, 2021, https://www.changingthewaywecare.org/.

[22] Goldman, Philip et al. Discussion Paper On Scaling Up Child Protection: A Framework For The Future. UNICEF, 2021, https://www.unicef.org/media/104781/file/Scaling-up-Child%20Protection-A-Framework-Vol-1-2021.pdf, Accessed 14 Dec 2021.

[23] (2017). How to Make ‘Cash Plus’ Work: Linking Cash Transfers to Services and Sectors, Innocenti Working Papers no. 2017-10, https://www.unicef-irc.org/publications/915-how-to-make-cash-plus-work-linking-cash-transfers-to-services-and-sectors.html.