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SYNODUS EPISCOPORUM
BOLETÍN

XIII ASAMBLEA GENERAL ORDINARIA
 DEL SÍNODO DE LOS OBISPOS
7-28 de OCTUBRE 2012

La nueva evangelizació para la transmisión de la fe cristiana


Este Boletín es solo un instrumento de trabajo para uso periodístico.
Las traducciones no tienen carácter oficial.


Edición española

23 - 19.10.2012

RESUMEN


- CÍRCULOS MENORES: SEGUNDA Y TERCERA SESIÓN
- DÉCIMOSÉPTIMA CONGREGACIÓN GENERAL (VIERNES, 19 DE OCTUBRE DE 2012 - POR LA MAÑANA)

CÍRCULOS MENORES: SEGUNDA Y TERCERA SESIÓN

Ayer, jueves 18 de octubre de 2012, continuaron los trabajos de los Círculos Menores.
Presentes 250 Padres en la Segunda Sesión, 243 en la Tercera.

La primera fase de los trabajos de los Círculos Menores (con la discusión de los puntos principales que requieren una profundización, ofrecida por la Relación posterior a la discusión) se ha concluido con la aprobación de las Relaciones de los Círculos Menores que los Relatores de los Círculos Menores han presentado en la Décimoséptima Congregación General de esta mañana, viernes 19 de octubre de 2012.

DÉCIMOSÉPTIMA CONGREGACIÓN GENERAL (VIERNES, 19 DE OCTUBRE DE 2012 - POR LA MAÑANA)

- RELACIONES DE LOS CÍRCULOS MENORES
- AUDICIÓN DE LOS DELEGADOS FRATERNOS (V)
- AUDICIÓN DE LOS OYENTES (IV)

Hoy, viernes 19 de octubre de 2012, a las 9:00, ante la presencia del Santo Padre, con el canto de la Hora Tercia, ha comenzado la Décimoséptima Congregación General per la lectura en el Aula de las Relaciones de los Círculos Menores.

Presidente Delegado de turno S. Em. R. Card. John TONG HON, Obispo de Hong Kong (CHINA).

Antes de la pausa, el Secretario General del Sínodo de los Obispos ha recordado las palabras del Cardenal Secretario de Estado sobre el anuncio de la Delegación en Siria preparada por el Santo Padre y que había publicado en el Boletín n. 19 del 16 de octubre de 2012.
A este propósito ha anunciado la apertura de una cuenta corriente en el Instituto para las Obras de Religión (IOR), “Sínodo por Siria” n. 39206003, a la cual los Padres Sinodales podrán transferir su contribución económica personal, que se sumará a la de la Santa Sede.

Han intervenido un Delegado Fraterno y algunos Oyentes.

En esta Congregación General, que concluyó a las 12.40 con la oración del Angelus Domini, estaban presentes 257 Padres.

RELACIONES DE LOS CÍRCULOS MENORES

El fruto de la discusión de los Círculos Menores han sido las Relaciones redactadas como recopilación de las opiniones de la mayoría y de la minoría, que expresan con transparencia las opiniones convergentes y las eventualmente contrarias. Estas Relaciones, que son sometidas a la aprobación de los Círculos Menores, recogiendo todas las sugerencias y reflexiones de los Miembros de cada Círculo, constituyen de este modo una proyección fiel de las opiniones, tanto de la mayoría como de la minoría, si la hubiere. Estas relaciones revisten la máxima importancia, puesto que son la expresión más evidente y elaborada del pensamiento de los Padres sinodales involucrados en la discusión de los Círculos y contienen de manera embrionaria los elementos para el consenso general del propio Sínodo. Todas las relaciones consideradas en su conjunto representan, de alguna manera, la primera síntesis del trabajo sinodal.

Fueron presentadas en la Decimoséptima Congregación General de esta mañana, siguiendo el orden de presentación de la petición de la palabra, las Relaciones de los Círculos Menores, preparadas por los Relatores de los Círculos Menores:

- RELACIÓN DE LOS CÍRCULOS MENORES GERMANICUS: S. E. R. Mons. Ladislav NEMET, S.V.D., Obispo de Zrenjanin (SERBIA Y MONTENEGRO)

- RELACIÓN DE LOS CÍRCULOS MENORES ITALICUS C: Rev.do P. Renato SALVATORE, M.I., Superior General de los Clérigos Regulares Ministros de los Enfermos (Camilos) (ITALIA)

- RELACIÓN DE LOS CÍRCULOS MENORES ITALICUS B: S. E. R. Mons. Bruno FORTE, Arzobispo de Chieti-Vasto (ITALIA)

- RELACIÓN DE LOS CÍRCULOS MENORES GALLICUS B: S. E. R. Mons. Claude DAGENS, Arzobispo de Angoulême (FRANCIA)

- RELACIÓN DE LOS CÍRCULOS MENORES ITALICUS A: S. E. R. Mons. Salvatore FISICHELLA, Arzobispo titular de Voghenza, Presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización (CIUDAD DEL VATICANO)

- RELACIÓN DE LOS CÍRCULOS MENORES ANGLICUS A: S. E. R. Mons. Joseph Edward KURTZ, Arzobispo de Louisville, Vicepresidente de la Conferencia Episcopal (ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA)

- RELACIÓN DE LOS CÍRCULOS MENORES ANGLICUS D: S. E. R. Mons. Kieran O'REILLY, S.M.A., Obispo de Killaloe (IRLANDA)

- RELACIÓN DE LOS CÍRCULOS MENORES ANGLICUS C: S. E. R. Mons. Philip TARTAGLIA, Arzobispo de Glasgow (ESCOCIA)

- RELACIÓN DE LOS CÍRCULOS MENORES HISPANICUS B: S. E. R. Mons. Santiago Jaime SILVA RETAMALES, Obispo titular de Bela, Obispo auxiliar de Valparaíso, Secretario General del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) (COLOMBIA)

- RELACIÓN DE LOS CÍRCULOS MENORES GALLICUS A: S. E. R. Mons. Dominique REY, Obispo de Fréjus-Toulon (FRANCIA)

- RELACIÓN DE LOS CÍRCULOS MENORES ANGLICUS B: S. E. R. Mons. Bernard LONGLEY, Arzobispo de Birmingham (GRAN BRETAÑA)

- RELACIÓN DE LOS CÍRCULOS MENORES HISPANICUS A: S. E. R. Mons. Ricardo BLÁZQUEZ PÉREZ, Arzobispo de Valladolid (ESPAÑA)

Publicamos a continuación los resúmenes de las Relaciones de los Círculos Menores:

- RELACIÓN DE LOS CÍRCULOS MENORES GERMANICUS: S. E. R. Mons. Ladislav NEMET, S.V.D., Obispo de Zrenjanin (SERBIA Y MONTENEGRO)

1. El Evangelio que se proclama
El Evangelio que se debería transmitir enciende la esperanza, pues lleva en sí mismo la llamada a la vida eterna. Tiene un contenido claro: el conocimiento de Dios, que se ha manifestado en Jesucristo; y es un Evangelio de santificación.
2. El mundo en el que el Evangelio es proclamado
El mundo es creación de Dios; nuestra historia y nuestra cultura están inscritas en la historia salvífica de Dios. Necesitamos entrar en diálogo con el mundo, con los hombres de hoy. La evangelización en la Iglesia de los orígenes ha buscado siempre las semillas de la Palabra de Dios en la cultura del presente.
3. Los lugares en los cuales el Evangelio es proclamado
La parroquia, o la comunidad eclesial, son el primer lugar de evangelización. Observamos también, a pesar de todo, los grandes cambios que tienen lugar en las parroquias, que cada vez son más grandes. Por lo tanto, la nueva evangelización debería inaugurar caminos y plazas de diálogo en los lugares en los cuales no existe un contacto con la parroquia o con la comunidad cristiana.
4. Los hombres que proclaman el Evangelio
La familia es un lugar privilegiado para la transmisión de la fe. Sin embargo, no podemos dejar de notar que muchas uniones fracasan, por lo que las familias se rompen.
Por último, es importante para los Länder, aquí representados por los Obispos en nuestro círculo, que se cultive el contacto ecuménico.

[00345-04.04] [IS001] [Texto original: alemán]

- RELACIÓN DE LOS CÍRCULOS MENORES ITALICUS C: Rev.do P. Renato SALVATORE, M.I., Superior General de los Clérigos Regulares Ministros de los Enfermos (Camilos) (ITALIA)

1 - Ha habido algunas intervenciones referidas a lo que se entiende precisamente cuando se habla de “Nueva evangelización”: los sujetos, la missio ad intra y ad gentes, en los países occidentales y en los demás países, en las relaciones con los Ortodoxos y con el Islam. Se ha recordado que el objetivo primario de la nueva evangelización es el de hacer que una fe tibia renazca con un empeño renovado que se caracterice por su ardor, por sus métodos y por su expresión.2 - Se ha manifestado el deseo de que se subraye en el texto sinodal la importancia fundamental de la Biblia, que en su mayoría los católicos no conocen. Esto no sólo daña gravemente su fe, sino que además hace que no estén preparados para un diálogo interreligioso. Hay quienes consideran que, en el texto sinodal, se tiene que poner de relieve el Catecismo de la Iglesia Católica como proyecto teológico-espiritual que se debe adecuar a las diferentes situaciones históricas, culturales y geográficas.
3- Otros han destacado el papel de la parroquia en la transmisión de la fe, como punto de unión de todas las realidades eclesiales presentes en su territorio. Habría que resaltar en el texto la tarea del pastor como primer catequista de la parroquia (así como el obispo lo es para su diócesis). Se ha hecho referencia al posible “ministerio instituido del catequista” y además se ha expresado el deseo de que se encomiende también a las mujeres el ministerio de lectorado, actualmente prohibido por el derecho canónico (can. 230). También hay quienes verían con agrado que el texto sinodal expresara su apoyo y su agradecimiento a todas las demás realidades eclesiales (laicos, familias, grupos, movimientos, consagrados) por su importante contribución a la evangelización.
4 - Cada tanto, en las intervenciones se han destacado algunas dificultades presentes dentro de la Iglesia, en especial a nivel parroquial, entre las diferentes realidades que obran en ella. Este es un tema muy amplio al cual podríamos referirnos en general como tensión (no siempre negativa) entre jerarquía y profecía, entre instituciones y carismas. Una mayor claridad ayudaría a todos los sujetos involucrados a relacionarse entre ellos de modo más fructífero, también por lo que se refiere a la obra evangelizadora.
5- Los políticos cristianos deberían ser coherentes con su fe, no deberían hacer concesiones sino más bien dejarse guiar, en especial en las cuestiones morales, por la recta conciencia y por los valores no negociables.

[00348-04.07] [CM002] [Texto original: italiano]

- RELACIÓN DE LOS CÍRCULOS MENORES ITALICUS B: S. E. R. Mons. Bruno FORTE, Arzobispo de Chieti-Vasto (ITALIA)

El Círculo ha respondido a cuatro preguntas, que corresponden a las cuatro partes de la Relatio post disceptationem: ¿Qué es la nueva evangelización? ¿A quién se dirige? ¿Cómo se realiza? ¿Cuáles son los agentes y los protagonistas de la nueva evangelización? En respuesta a la primera pregunta, la convicción unánime de los participantes es que el Sínodo ha sido una verdadera gracia para la Iglesia y para el mundo. Ha demostrado que desde distintos lugares se advierte la espera - explícita o celada - de un nuevo resonar de la Buena Nueva, que a la luz del Dios vivo dé esperanza, alegría y motivación de compromiso a los creyentes, incluso no practicantes, y se ofrezca a quien no cree en Cristo como propuesta de salvación y vida nueva. Como expresión competente de la Iglesia reunida alrededor del Sucesor de Pedro, que la confirma en la fe, el Sínodo ha sido una extraordinaria ocasión para compartir experiencias de pastores de todo el mundo, para concretar el análisis de la situación actual y proponer unas vías fiables para una evangelización que sea nueva a partir de la renovación de los corazones en el Espíritu Santo.
Como elementos constitutivos de la nueva evangelización se han resaltado: a) la referencia a la Palabra de Dios escuchada, meditada, vivida y, por tanto, proclamada, testimoniada y celebrada en obediencia al mandato del Señor “Id, y proclamad el Evangelio a toda la creación...”. La Iglesia no evangeliza si no se deja evangelizar continuamente por la fuerza del Paráclito; b) la dimensión contemplativa de la nueva evangelización, que se nutre de forma continua de la oración, especialmente litúrgica, culmen y fuente de la vida de la Iglesia y de su obrar al servicio del Evangelio. Desde esta perspectiva, se comprende bien cómo la nueva evangelización supone la llamada incesante a la conversión, mediante la cual entregarse completamente a Dios y dejarse transformar por Su gracia. Esto sucede de manera especialmente fecunda en la celebración del sacramento de la reconciliación, al que debe prestar mucha atención la nueva evangelización; c) la comunión eclesial vivida en obediencia a los Pastores con conciencia, responsabilidad y fidelidad, condición necesaria de toda acción evangelizadora eficaz: la evangelización no es obra de navegadores solitarios, sino de la comunidad cristiana en su conjunto y de cada uno según el carisma recibido por Dios y el ministerio al que está llamado. ¡Toda la Iglesia anuncia todo el Evangelio a todos los hombre, a cada hombre!
El anuncio del Evangelio en los distintos contextos - marcados todos ellos por los procesos de globalización - encuentra no pocas dificultades: a veces éstas se manifiestan como una verdadera y propia persecución religiosa; otras veces con una extendida indiferencia, que hace que los hombres sean incapaces de confiarse a un proyecto común. En cuanto a esto, los Padres confirman que el Evangelio es, sí, una visión total de la vida y del mundo, pero no tiene nada de violento; es, al contrario, la buena nueva del amor y de la paz, que lleva a cumplimiento las expectativas más verdaderas del corazón humano. Para que el Evangelio sea anunciado de manera incisiva es necesario, de todas formas, dirigirse al interlocutor con simpatía y amistad. Quien evangeliza debe mostrar de manera convincente que Dios ha amado tanto al mundo que ha dado a Su Hijo por nosotros. A la luz de esta primacía del amor, se comprende lo importante que es el anuncio del Evangelio a los pobres, primeros destinatarios de la misión del Hijo de Dios entre nosotros (cf. Lc 4, 16-19 y Deus caritas est 15). Hay que prestar atención, además, a los contexto culturales en la obra de la nueva evangelización, en especial a la relación entre la familia, el vínculo social y la tradición católica. La fe se transmite en lo vivo de la pertenencia a este vinculo, a menudo erosionado por los procesos migratorios. La nueva evangelización necesita también una especial atención a la inculturación de la fe, que quiere transmitir el Evangelio con su capacidad de valorizar cuanto de positivo hay en todas las culturas, purificándolas al mismo tiempo de los elementos que en ellas son contrarios a la plena realización de la persona.
En cuanto a las formas según las cuales llevar a cabo la evangelización, los Padres resaltan la santidad como modelo y meta de todo esfuerzo de evangelización, para quien evangeliza y como propuesta de vida plena y buena según Dios, dirigida a todos. Hay que prestar especial atención a la educación de las jóvenes generaciones, al cuidado de la iniciación cristiana, al uso de los medios de comunicación social, al diálogo entre ciencia y fe, a la llamada vía de la belleza, a la dimensión ecuménica. En referencia a los protagonistas de la nueva evangelización, los Padres subrayan que todos los bautizados son, por vocación y misión, protagonistas de la nueva evangelización. Esto se produce, en especial, en la realidad de la parroquia, a través de la importante acción educativa de Acción Católica y los carismas suscitados por el Espíritu Santo en las nuevas agregaciones eclesiales. Protagonistas peculiares de la nueva evangelización son los Obispos, en comunión con el Sucesor de Pedro y por debajo de él, los presbíteros y los diáconos. Los cristianos laicos tiene una tarea decisiva en el testimonio de su fe en la compleja relación con las realidades seculares en las que operan. En particular, la familia, en su conjunto, es la protagonista decisiva de la transmisión de la fe: en este ámbito hay que reconocer el importante papel que han tenido y tienen las mujeres en la transmisión de la fe cristiana. Son muchos también los catequistas que, sostenidos por el mandato del Obispo, trabajan al servicio de la iniciación cristiana de los niños y de los jóvenes en la preparación de los sacramentos del matrimonio y del bautismo a los niños. La vida consagrada, tanto masculina como femenina, ha ofrecido una contribución muy importante a la obra evangelizadora de la Iglesia a lo largo de la historia: a los consagrados se les pide vivir con fidelidad su vocación, con plena disposición para trasladarse a las fronteras geográficas, culturales y sociales de la nueva evangelización. Por último, el compromiso por la justicia, la paz y la salvaguardia de la creación está indisolublemente vinculado al anuncio de la buena nueva y la doctrina social de la Iglesia, hasta su más reciente expresión en la Encíclia Caritas in veritate, instrumento valioso para conjugar justicia y desarrollo, respeto de la dignidad de los trabajadores y relaciones entre los pueblos fundadas en la recíproca acogida en la búsqueda del bien común.

[00346-04.09] [CM003] [Texto original: italiano]

- RELACIÓN DE LOS CÍRCULOS MENORES GALLICUS B: S. E. R. Mons. Claude DAGENS, Arzobispo de Angoulême (FRANCIA)

Relación no recibida antes de la clausura del Boletín.

- RELACIÓN DE LOS CÍRCULOS MENORES ITALICUS A: S. E. R. Mons. Salvatore FISICHELLA, Arzobispo titular de Voghenza, Presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización (CIUDAD DEL VATICANO)

Se ha reflexionado, en primer lugar, sobre el contexto cultural que presenta las características del secularismo como último acto de un proceso de secularización mucho más amplio, que posee elementos de indiscutida complejidad. Este horizonte de pensamiento se ha considerado, ya en los graves desafíos que plantea a la fe, ya como una oportunidad ofrecida a la comunidad creyente para renovar las propias categorías de pensamiento y de lenguaje. Benedicto XVI ha reafirmado varias veces la importancia de “alargar la razón”. Este compromiso se hace tanto más necesario cuanto más nos encontramos en un contexto cultural fuertemente marcado por el progreso de la ciencia y de la razón técnica. Se hace, pues, indispensable para nosotros, elaborar nuevas categorías del saber teológico, capaz de expresar con mayor coherencia los contenidos del misterio y de la comunión. Es necesario ofrecer, además, una nueva visión de la antropología, que muestre la importancia de la persona como relación, fuente de relaciones interpersonales, de comunión y de amor. Es necesario, de todas formas, que se encuentre la fuerza para salir de los diversos esquemas culturales impuestos por el secularismo, que no consienten reconocer los límites y las contradicciones de algunos estilos de vida. En este contexto, la Nueva Evangelización es importante para evidenciar que la misión de la Iglesia en su evangelizar sabe apreciar los aspectos basilares de lo humano y de la creaturalidad como elementos fundamentales en los que injertar el anuncio de Jesucristo. De gran importancia es el reconocimiento del “diálogo” como un lenguaje que nos es propio y que consiente relacionarnos con “dulzura, respeto y recta conciencia” (1 P 3, 16) con cuantos son destinatarios de nuestro anuncio. Es un destinatario al que, con frecuencia, nuestra palabra llega como un primer anuncio que lo alcanza en aquella situación existencial que impone la atención a las preguntas de sentido que anidan en el corazón de cada hombre. Juntamente con el diálogo, se ha subrayado nuestra dedicación necesaria al anuncio que puede llegar hasta el martirio. En nuestra cultura esto asume rasgos de una forma de marginación y control del lenguaje hasta llegar a la mofa de la fe.
Se juzga importante una mayor atención para circunscribir el concepto de Nueva Evangelización. La vida de la Iglesia se expresa en su pastoral ordinaria; en ésta, mientras se debe sostener la conciencia de la missio ad gentes, es necesario que se refuerce y se concrete la Nueva Evangelización. Ésta tiene como primer destinatario al creyente que debe encontrar las razones de su fe y, por eso mismo, convertirse en evangelizador. Además, a cuantos han perdido la fe y por diversas causas se han alejado de la vida de la comunidad; finalmente, a cuantos desean creer y buscan personas capaces de comunicarles la alegría del encuentro con Cristo. No hemos olvidado considerar que la urgencia de la Nueva Evangelización impone también un serio examen de conciencia sobre los diversos aspectos de la pastoral que se han esclerosado con el tiempo y no consienten expresar la fuerza de la fe, su originalidad y lo específico del cristianismo. Por esto se vuelve importante la expresión “conversión pastoral”, como conciencia de una renovada exigencia de atención al momento presente y a las preguntas de nuestro mundo contemporáneo. Un capítulo importante ha sido el de la liturgia. El arscelebrandi puede ayudar a descubrir la belleza del misterio evocado. En ésta entra el gran papel desempeñado por la homilía. El sacramento de la reconciliación debería regresar al centro de la vida creyente; ha de ser visto mayormente como experiencia del encuentro con la misericordia de Dios que va al encuentro de todos con el perdón. Juzgamos importante que en cada diócesis se pueda individuar uno o más lugares (catedral, santuario,...), en los que los fieles puedan tener la certeza de encontrar siempre un sacerdote dispuesto a ayudarles en su camino de conversión. Un ulterior tema ha tocado los temas relativos al estilo de vida de los creyentes, a los diversos rostros con los que se expresa la caridad y al papel desempeñado por las diversas categorías de personas. Una atención particular se ha de dar al mundo juvenil y a la familia en su insustituible papel de transmisión de la fe. No hemos olvidado el tema de los “abuelos”, que son una preciosa ayuda en la transmisión de la fe. Un ulterior tema ha estado marcado por la exigencia de saber presentar el cristianismo a nuestro mundo contemporáneo. Esto se impone para superar la fragmentariedad de la cultura de nuestros días, y para encontrar de nuevo la unidad fundamental de nuestro creer. Esta apología de la fe se desarrolla en diversos pasos: debe presentar, en primer lugar, a los creyentes las razones del acto de fe y la unión intrínseca con la verdad de sus contenidos; se hace, además, presentación para muchos que con frecuencia tienen conocimientos vagos, no rectos y falsos. Se ha tratado de la importancia del Credo como una preciosa síntesis de la fe, que merece ser estudiado y aprendido de memoria y convertirse de nuevo en la oración cotidiana de los creyentes. En este horizonte, la catequesis se ha impuesto con toda su importancia en la formación de los creyentes en vista de la Nueva Evangelización. Se ha reafirmado que el Obispo pueda descubrir de nuevo su peculiar actividad desarrollando la catequesis en la propia catedral. Finalmente, los temas vinculados con la comunicación de la fe y con sus diversas formas de expresión: desde la piedad popular y las peregrinaciones, hasta las formas más modernas de comunicación.

[00347-04.08] [CM005] [Texto original: italiano]

- RELACIÓN DE LOS CÍRCULOS MENORES ANGLICUS A: S. E. R. Mons. Joseph Edward KURTZ, Arzobispo de Louisville, Vicepresidente de la Conferencia Episcopal (ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA)

La Iglesia empieza la nueva evangelización orando y con sencillez y humildad mientras proclama a Cristo al mundo. Esta labor no es una simple labor humana, sino el poder de Jesucristo vivo y obrando en el mundo. A través de Cristo conocemos a Su Padre y al Espíritu Santo, y al grandísimo Amor de la Trinidad, por lo que estamos llamados a una comunión que es Trinitaria.
Los evangelizadores están llamados primero a la conversión como individuos y como Iglesia, para alejarse del pecado y creer en el Evangelio. Para todos los que han sido bautizados en el Señor Jesús, empezando por los obispos, el Sacramento de la Penitencia es un sacramento especial, el abrazo del gran perdón de Dios.
Llamados a sentir la experiencia más profunda de Cristo en la Eucaristía, queremos despertar a un nuevo fervor al recordar a los primeros discípulos y los primeros misioneros de nuestra cultura.
Los desafíos que nos plantea el secularismo y la pérdida de sentido de lo sagrado en algunos ámbitos, así como las delicadas relaciones con quienes pertenecen a otras religiones, hacen que sea urgente la proclamación de Jesucristo, Salvador del mundo. Es especialmente urgente la necesidad de oponerse a las amenazas a la libertad religiosa, nuestra libertad primera, evidencia implícita en toda sociedad.
Las estrategias concretas para la evangelización en cada diócesis incluyen una atención especial a la vida parroquial, los necesitados, las personas heridas y la familia. Centro de la evangelización es la renovación del sacramento del matrimonio como la unión de “dos en una sola carne”, hombre y mujer, abiertos a la procreación.
Los evangelizadores necesitan una catequesis evangelizadora esmerada y enraizada en el Catecismo de la Iglesia Católica, YouCat y el Compendio de la Doctrina Social Católica.
Unidos a María, nuestra Madre, y a la multitud de testigos que nos han precedido, pedimos a Cristo, Luz de las Naciones, que nos dé esperanza, amor y alegría.

[00350-04.05] [CM006] [Texto original: inglés]

- RELACIÓN DE LOS CÍRCULOS MENORES ANGLICUS D: S. E. R. Mons. Kieran O'REILLY, S.M.A., Obispo de Killaloe (IRLANDA)

El grupo apreció el marco de referencia lógico del documento y el hecho de que había servido su propósito.
1. El grupo trató el tema de la Nueva Evangelización, sobre lo que la constituye, ya que hubo una amplia variedad de opciones. El mensaje esencial es el mismo, pero requiere nuevo ardor, nuevos métodos en los nuevos contextos en los cuales se debe predicar y vivir el Evangelio. La realidad es abrumadora, en el primer mundo estamos luchando contra la decadencia mientras en el segundo y tercer mundo estamos afrontando el crecimiento con todas sus consecuencias.
2. Hemos tenido una animada discusión acerca del secularismo y de la secularización - influencias positivas y negativas - con la sugerencia, por parte de uno de los miembros, de que ambos constituyan ramificaciones de nuestra propia vida de Cristianos mediocres.
3. Hemos debatido acerca de las oportunidades y los desafíos derivados de la creciente presencia de Musulmanes en el primer mundo. Sin embargo, también se debe recordar que existe preocupación por los Cristianos en tierras predominantemente musulmanas y por su derecho a practicar sus creencias religiosas.
4. Hemos hablado de la educación y hemos acordado una serie de proposiciones.
5.La discusión se centró en la necesidad de aclarar el sentido de ciertos términos que seguimos usando en nuestros debates: comunidades cristianas de base / pequeñas comunidades cristianas, Catequesis y concepto de Familia. Los mismos tienen significados muy distintos en diferentes partes del mundo.
6. Nos hemos referido a las consecuencias de la revolución sexual para la familia y a la nueva definición de matrimonio. Se señaló que esto proviene de una rebelión a Humanae Vitae.
7.Hemos tratado el tema de la experiencia de unidad de los cristianos al traer el Kerigma, fundado en la oración del Señor “para que sean uno”. El llamado a la unidad y las consecuencias para la Nueva Evangelización se deben perfeccionar dado que es sumamente importante para la Nueva Evangelización.
8. Hemos intercambiado opiniones acerca de la Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica.
9. Hemos examinado la importancia del culto de la oración y la necesidad de desarrollarlo aún más.
10. El grupo ha tratado el tema del ateísmo - al cuestionamiento - a la conversión - a la misión, un ciclo permanente. ¿Cómo podemos lograr que funcione desde el punto de vista práctico?¿Cómo ayudar a la gente a crecer en santidad?
11. Hemos puesto de relieve la importancia de recordar que los documentos del Vaticano II son muy importantes.

[00351-04.11] [CM007] [Texto original: inglés]

- RELACIÓN DE LOS CÍRCULOS MENORES ANGLICUS C: S. E. R. Mons. Philip TARTAGLIA, Arzobispo de Glasgow (ESCOCIA)

Este grupo ha identificado los siguientes temas y materias como categorías de la nueva evangelización:
Descripción: Se ha descrito de manera sugestiva la nueva evangelización como un tiempo de despertar, un tiempo de nuevo estímulo y nuevo testimonio para quienes profesan la fe cristiana. Es el reconocimiento de Jesucristo como centro de nuestra fe y nuestra vida diaria.
Novedad: para empezar, sin embargo, lo que realmente ha interesado a este grupo ha sido la cuestión de qué era nuevo en la Nueva Evangelización. Se decidió que la frase transcendental de Juan Pablo II “nueva en su ardor, en sus métodos, en su expresión” (IL 45) podría ser usada como punto de referencia.
Llamada a la Santidad, Conversión y Purificación: La nueva evangelización tiene está estrechamente ligada a la llamada a la santidad, y requiere la conversión y la purificación en la Iglesia por parte de los obispos, sacerdotes, religiosos y líderes laicos, y de todos los que participan en el trabajo de evangelización.
Participación en la vida de la Trinidad: la evangelización es una actividad de la palabra y el sacramento que, sobre todo a través de la Eucaristía, nos admite a participar en la vida de la Trinidad, lo que suscita, a través de la gracia del Espíritu Santo, el poder de evangelizar y de dar testimonio de la Palabra de Dios con entusiasmo y coraje.
Primer anuncio: uno de los nuevos planteamientos asociados con este Sínodo es la especial naturaleza del primer anuncio como aspecto único y especialmente eficaz de la evangelización, y por ello debemos estarle agradecidos. Aquí es dónde el kerigma, el mensaje de salvación del misterio pascual de Jesucristo, es proclamado con mayor fuerza hasta el punto de requerir el arrepentimiento, la conversión y una decisión de fe.
La Liturgia del Domingo: este grupo estuvo de acuerdo en que necesita recuperarse el domingo para la nueva evangelización, según las enseñanzas del Beato Juan Pablo II en la Dies Domini. El domingo, con su carácter sagrado y especial debe ser, junto a la Misa Dominical, el centro de la vida de los católicos. El objetivo es una participación plena, activa y consciente en la liturgia por parte de toda la comunidad.
La Palabra de Dios es la base de toda evangelización, tanto en el primer anuncio como en la catequesis continua. El centro de la Palabra de Dios es la persona de Jesús, crucificado y resucitado, el Hijo de Dios encarnado, que se encuentra en la auténtica evangelización.
Catequesis: la catequesis está al servicio de la nueva evangelización en cuanto conocimiento de la fe y la doctrina, pero también como experiencia del Señor. Todos los evangelizadores necesitan estar bien catequizados. Un número de personas ha sugerido que el catequista sea reconocido como un ministerio estable en la Iglesia.
La Comunión de la Iglesia local: la comunión de la iglesia local alrededor del obispo, principio de unidad de la iglesia local, es la fuente de todos los proyectos pastorales para la nueva evangelización en la diócesis. Los sacerdotes, religiosos y religiosas, los fieles laicos, hombres y mujeres, todos deben colaborar con el obispo en el proyecto diocesano de evangelización. Todos los agentes y funcionarios de la iglesia local deben trabajar en solidaridad y comunión con el obispo por el bien de la evangelización.
La Parroquia: como núcleo básico de la Iglesia local, es llamada para aceptar el desafío de la nueva evangelización mediante la renovación de su vida y de su actividad pastoral. Muchas iglesias representadas en este grupo, aunque no todas, recomendaron el establecimiento en la parroquia de comunidades eclesiales de base y pequeñas comunidades de fe.
Movimientos: vinculada al tema de la comunión de la Iglesia local está la cuestión de los nuevos movimientos. Ha sido plenamente reconocido que los nuevos movimientos facilitan la nueva evangelización y el contacto con Jesucristo. Se ha sugerido que los movimientos trabajarían mejor si estuvieran integrados en el proyecto de evangelización de la diócesis, y si el obispo les diera unas tareas específicas.
Matrimonio: existen algunos problemas pastorales significativos acerca del matrimonio. Tenemos mucho que hacer por el matrimonio y las personas casadas, y éste será uno de los grandes retos de la nueva evangelización.
Familia: se debe reconocer totalmente el papel esencial de la familia en la transmisión de la fe.
Mujeres: se debe reconocer y sostener el papel esencial de la madre y de las mujeres en la transmisión de la fe en la familia. Al mismo tiempo se debe reconocer totalmente el papel desempeñado por muchas mujeres en nuestras parroquias y comunidades como educadoras, catequistas, evangelizadoras y en otros muchos servicios similares.
Jóvenes: la evangelización de los jóvenes ha sido motivo de especial preocupación para este grupo, pues ellos son el futuro de la Iglesia.
Formación en los seminarios: los seminarios deben centrarse en la nueva evangelización para que así se convierta en el tema recurrente y unificador de los programas de formación humana, espiritual, intelectual y pastoral.
Obras de justicia y caridad: las obras de justicia y caridad son esenciales en la nueva evangelización, y son un testimonio muy eficaz de nuestra fe en Jesucristo. Por el bien de la nueva evangelización, se necesitaría renovar el énfasis en la enseñanza y la vivencia de la Doctrina Social de la Iglesia como medio para llevar la gente a Cristo.
La administración de la creación: ésta también está al servicio de la evangelización de muchas maneras. Es un testimonio de nuestra fe en la bondad de la creación de Dios. Demuestra un sentido de solidaridad con todos lo que dependen para vivir y sustentarse de los bienes de la creación. Muestra una solidaridad intergeneracional con quienes vienen después de nosotros, y es un claro testimonio del uso responsable y ecuo de los bienes de la tierra.
Un desafío a la secularización: una nueva evangelización es necesaria en nuestro tiempo para retar a las consecuencias negativas de la secularización.
Ecumenismo: el ecumenismo, apuntalado por un solida eclesiología, está al servicio de la evangelización porque quiere restaurar la unidad de la Iglesia de Cristo, aumentando así su credibilidad en el mundo. La Beata Virgen María fue la primera discípula y la primera evangelizadora, y debería proponerse a todos los cristianos como la Estrella de la Nueva Evangelización.Diálogo interreligioso: debe nutrir el respeto por todas las religiones, favorecer la paz en la comunidad, proteger y promover la libertad religiosa y, sobre todo, ser un auténtico lugar de evangelización.
Tecnología: las nuevas herramientas y los nuevos métodos digitales de comunicación social, que representan un nuevo método de comunicación, se deben aplicar de forma eficaz y prudente en nuestras estrategias de nueva evangelización, sobre todo en lo que se refiere a la evangelización de los jóvenes.
Belleza: la nueva evangelización necesita resaltar la belleza, sobre todo la belleza de la persona de Jesucristo.

[00352-04.11] [CM008] [Texto original: inglés]

- RELACIÓN DE LOS CÍRCULOS MENORES HISPANICUS B: S. E. R. Mons. Santiago Jaime SILVA RETAMALES, Obispo titular de Bela, Obispo auxiliar de Valparaíso, Secretario General del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) (COLOMBIA)

Relación no recibida antes de la clausura del Boletín.

- RELACIÓN DE LOS CÍRCULOS MENORES GALLICUS A: S. E. R. Mons. Dominique REY, Obispo de Fréjus-Toulon (FRANCIA)

Durante la jornada del 18 de octubre, el grupo Círculo Menor “Francés A” ha reflexionado en primer lugar sobre el concepto de nueva evangelización. ¿Qué es la nueva evangelización? Las intervenciones de los miembros del grupo han dado lugar a una propuesta de definición: La nueva evangelización consiste en el anuncio que Dios, que es amor trinitario, hace de Él mismo en su Hijo Jesucristo a los hombres y a las mujeres de nuestro tiempo.
En esta reflexión sobre la nueva evangelización, la dimensión del anuncio del kerigma aparece central: debe valorar el anuncio explícito de la salvación en el punto de partida de toda iniciación cristiana, y resonar en primer lugar en la Iglesia, sacramento de salvación, que tiene la vocación de llevarla a todo el mundo. La Iglesia se considera la sirvienta del Reino de Dios, que ya se encuentra en todos aquellos que participan de la caridad. El Espíritu Santo concede a la Iglesia maravillarse del trabajo de la gracia.
Además, la belleza puede ser un camino de revelación del misterio de Dios, a semejanza de lo que ha sucedido en la historia de la Iglesia. En una época desengañada ante la profusión de discursos y en la que se induce a sospechar de cualquier forma de dogmatismo, la busca de belleza puede ser un camino hacia Dios. Por la belleza, la fe se enuncia y se anuncia
Para la puesta en práctica de la nueva evangelización, bastantes miembros de los Círculos Menores han insistido en la realización de una iniciación cristiana de tipo catecumenal, que se dirija a personas principiantes o que vuelven a empezar. Muchos de ellos han perdido las referencias culturales del cristianismo. Esta iniciación cristiana debe valorar el Bautismo como expresión sacramental de salvación. A partir de este sacramento se desarrolla el itinerario de la iniciación cristiana. En este sentido, el grupo ha elaborado una propuesta para pedir a los Dicasterios competentes una revisión completa de las prácticas catequéticas y sacramentales de la iniciación cristiana.
Esta nueva evangelización no sólo va dirgjida a los países de tradición cristiana, sino también a las tierras que todavía no han oído proclamar el Evangelio. El grupo piensa proponer la idea de una evangelización mundial, que fuera lanzada por iniciativa del Santo Padre y que podría incluirse en las actividades del Año de la fe.
Correlativamente a este enfoque mundial de la evangelización, el grupo ha valorado la necesidad de una inculturación de la evangelización, en la doble forma de encarnación del Evangelio en las culturas y su transformación por las culturas.
Otro punto decisivo de la reflexión ha conducido a la noción de comunión. La nueva evangelización tiene su origen en la comunión trinitaria que se cumple en el misterio de la Iglesia-comunión: las familias, las comunidades eclesiales de base, las parroquias, las familias religiosas,... “Conocerán que sois mis discípulos si os amáis unos a otros”. Esta comunión, don de Dios, implica una responsabilidad.
En este planteamiento de comunión que testimonia la caridad de Cristo, se le ha dado un puesto especial al sacramento de la confesión. Cuando nuestra sociedad está en busca de reconciliación y de paz, la Iglesia aporta el testimonio profético de la misericordia divina. Cristo, que nos ha reconciliado con el Padre en el Espíritu Santo, nos convierte, mediante el Bautismo, en embajadores de reconciliación en el corazón del mundo.
La nueva evangelización se ha de apoyar en nuevos evangelizadores. Entre ellos están los catequistas. En muchos lugares, en el área francófona de África especialmente, desempeñan con una generosidad ejemplar los papeles de animación de la comunidad, de enseñanza, de preparación a los sacramentos,...¿No se le podría dar a este cuerpo de laicos misioneros un estatuto ministerial estable, bien articulado con el ministerio ordenado, así como una formación específica sólida?
Entre los factores de la nueva evangelización, la formación de una élite política resulta igual de primordial. Puesto que ejercen distintas responsabilidades, estas personas deben poseer un buen conocimiento de la Doctrina social de la Iglesia y dar testimonio de una vida coherente. Esta inversión en la formación se presenta como una urgencia, con el fin de promover una justicia social y una economía que respete la ecología del hombre.
Bastantes Padres sinodales han preguntado al grupo sobre la cuestión del diálogo con los musulmanes, que forma parte de la nueva evangelización. Se llevará a la práctica en la línea de la Declaración Nostra Aetate, en la escucha y el respeto, y siguiendo diversas modalidades: diálogo de vida, diálogo de las obras, diálogo espiritual y diálogo teológico.
Para concluir, el trabajo del Círculo Menos “Francés A” se ha llevado a cabo en un clima fraterno de escucha mutua. La palabra ha circulado libremente con el común deseo de participar activamente en la promoción de la nueva evangelización.

[00354-04.09] [CM010] [Texto original: francés]

- RELACIÓN DE LOS CÍRCULOS MENORES ANGLICUS B: S. E. R. Mons. Bernard LONGLEY, Arzobispo de Birmingham (GRAN BRETAÑA)

Relación no recibida antes de la clausura del Boletín.

- RELACIÓN DE LOS CÍRCULOS MENORES HISPANICUS A: S. E. R. Mons. Ricardo BLÁZQUEZ PÉREZ, Arzobispo de Valladolid (ESPAÑA)

Varios participantes han situado la presente Asamblea del Sínodo de los Obispos sobre la “Nueva Evangelización para la transmisión de la fe cristiana” en la continuación del camino abierto por el Concilio Vaticano II. Lo que a la Iglesia se pide ahora es que infunda la savia viviente y divina del Evangelio en las venas de la humanidad.
Evangelizar significa anunciar buenas noticias, comunicar alegres nuevas de parte de Dios.
Por eso, también podemos en los acontecimientos de la historia percibir los signos de Dios y sus llamadas, La Evangelización comporta también cercanía y dialogo con los hombres para escucharlos y conversar con ellos sobre sus búsquedas e indigencias. El Señor cuenta con nosotros en la evangelización para transmitir la fe y la salvación, Jesucristo resucitado ha constituido con su Espíritu a la Iglesia sacramento universal de salvación. La mediación instrumental en la evangelización exige a la Iglesia como tal y a sus hijos conversión permanente a Dios. Por ello, los santos y mártires han sido evangelizadores preciosos en todas las coyunturas de la historia (ej. monjes, órdenes mendicantes, congregaciones religiosas, nuevos movimientos). La santidad, la fe vibrante, el encuentro vivo con Jesucristo, la oración, el ardor apostólico, el celo pastoral, la pedagogía en la transmisión de la fe, la caridad solícita, el amor a los pobres y a los heridos por la vida son actitudes recordadas muchas veces en el grupo.
La Nueva Evangelización tiene que ver con los tiempos nuevos, con los cambios acelerados, profundos y universales (globalización). ¿Por qué desde hace ya algunos decenios, Juan Pablo II habló de la necesidad y urgencia de acometer una Nueva Evangelización? Puede ser porque las efemérides entonces celebradas remitían a acontecimientos decisivos de la historia; pero, además, señalan cambios que a todos nos afectan, tanto a la Iglesia como a la humanidad a la que el Señor nos ha enviado. ¿Vivimos un cambio de época? ¿Una época con muchos cambios? Ciertamente, padecemos crisis, que son al mismo tiempo desafíos y oportunidades, que dificultan de modo particular la vida cristiana y la transmisión de la fe, dañan la imagen de la Iglesia y obstaculizan la inserción confiada de muchos en la comunidad cristiana. Nos inquieta el que de la Iglesia estén saliendo personas unas veces de forma clamorosa y otras de modo silencioso. Lo que hasta hace muchos años era suficiente en la acción pastoral ahora no basta. Padecemos desajustes, insatisfacciones e inquietudes. La Iglesia necesita de nuevo obedecer al mandato misionero del Señor: “Id al mundo entero, a todas las latitudes, a todos sectores de la humanidad, en sus “desiertos espirituales”, en sus riquezas y pobrezas, a anunciar el Evangelio, que se concentra en la persona de Jesucristo, que murió por nosotros, que vive para siempre y nos acompaña en todos los caminos de mundo.
La Nueva Evangelización tiene como destinatarios a los bautizados y a los que se han distanciado de Dios y de la Iglesia. Toda la Iglesia (obispos, presbíteros, religiosos/as, laicos; diócesis, parroquias, congregaciones religiosas, movimientos) debe ser evangelizada, haciendo examen de conciencia y reconociendo sus fallos y pecados; y al mismo tiempo debe participar en la evangelización. La Iglesia entera debe experimentar un nuevo impulso misionero.

[00356-04.04] [CM012] [Texto original: español]

AUDICIÓN DE LOS DELEGADOS FRATERNOS (V)

Intervino el siguiente Delegado fraterno:

- Prof. Michel WEINRICH, Profesor de al Facultad evangélica teologíca de la Universidad de la Ruhr en Bochum (ALEMANIA)

Publicamos a continuación el resumen de la intervención del Delegado fraterno:

- Prof. Michel WEINRICH, Profesor de al Facultad evangélica teologíca de la Universidad de la Ruhr en Bochum (ALEMANIA)

Deseo transmitir los saludos y las bendiciones de la Alianza Mundial de las Iglesias Reformadas, especialmente de su Presidente Jerry Pillay y su Secretario General Setri Nyomi, a la XIII Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos.
La Alianza Mundial de las Iglesias Reformadas es conciente de la gran importancia del tema de la Nueva Evangelización. Con este tema se examinan más profundamente y se concreta las deliberaciones del XII Sínodo de los Obispos de 2008, que trataba sobre el tema: “La Palabra de Dios en la vida y en la misión de la Iglesia”. Ambos temas son muy familiares también para las Iglesias Reformadas y, por tanto, estamos seguros de que hay muchos más puntos que nos unen de los que nos separan. Lo que podría unirnos aún más es la confianza en la vitalidad de la Palabra de Dios y en el Evangelio, que tiene su origen en Él.
Después de la nueva constitución de 2010 en Grand Rapids, la Alianza Mundial de las Iglesias Reformadas se ha ocupado, de forma especial, del problema del fundamento de la comunidad (communio), y del compromiso y la responsabilidad que de ella resultan. Sabemos que no es suficiente reconocernos recíprocamente como Iglesias, si este reconocimiento no se refleja en nuestras vidas. Por decirlo más drásticamente: el contexto y la catolicidad son interdependientes. Cuando el contexto de la Iglesia es distinto a la concretización de su catolicidad, surge un serio problema al que debemos enfrentarnos. Hemos tenido que aprenderlo de nuevo, y ahora es importante actuar según las consecuencias.
La paz en la comunidad puede describirse muy bien con la palabra hebrea “Shalom”. Allí donde el Evangelio se oiga de nuevo, parte de este “Shalom”estará a su alcance. Que Dios permita a este Sínodo seguir las huellas del Espíritu Santo en esta dirección. Que Dios bendiga a este Sínodo y su importante labor.

[00341-04.04] [DF013] [Texto original: alemán]

AUDICIÓN DE LOS OYENTES (IV)

Ha intervenido los siguiente Oyentes:

- Rev.da Hna. Immacolata FUKASAWA, A.C.I., Superiora General de las Hermanas del Sagrado Corazón de Jesús (JAPÓN)
- Sr. Tommaso SPINELLI, Catequista de jóvenes catecúmenos en la Oficina de Catequesis de la Diócesis de Roma (ITALIA)
- Rev.do Jesús HIGUERAS ESTEBAN, Párroco de S. María de Caná, Madrid (ESPAÑA)
- Dra. Ewa KUSZ, ex Presidente de la Conferencia Mundial de los Institutos Seculares C.M.I.S. (POLONIA)
- Rev.do Mons. Enrique GLENNIE GRAUE, Vicario General de la Arquidiócesis de México (MÉXICO)
- Hno. Alvaro Antonio RODRÍGUEZ ECHEVERRÍA, F.S.C., Superior General de los Hermanos de las Escuelas Cristianas (COSTA RICA)
- Dr. Salvatore MARTINEZ, Presidente para Italia de la Renovación en el Espíritu Santo (ITALIA)

Publicamos a continuación el resumen de las intervenciones:

- Rev.da Hna. Immacolata FUKASAWA, A.C.I., Superiora General de las Hermanas del Sagrado Corazón de Jesús (JAPÓN)

Yo nací en Japón, un país no cristiano y recibí ahí la gracia del bautismo y la vocación religiosa. De mi corazón brota la alegría de creer y anunciar mi fe en Jesucristo.
Y ahora, como religiosa de vida apostólica femenina, ¿de qué modo haría vida la Nueva Evangelización? (Instrumentum Laboris número 96) Al pensar en esta pregunta, me vienen las cuatro Apuestas que confirmamos en el último Capítulo General.
Primera Apuesta: Dejar que el CARISMA sea en nosotras pasión que se transforme en abrazo compasivo a todos los dolores y aliente la vida
Segunda Apuesta: Vivir con mayor radicalidad nuestra CONSAGRACIÓN Tercera Apuesta: Ser mujeres generadoras de COMUNIÓN
Cuarta Apuesta: Acercarnos a los JÓVENES
Estas Apuestas hoy son llamadas a vivir la Nueva Evangelización desde nuestra consagración. La novedad y la fuerza están en cómo vivirlas. Esto nos invita a dejarnos transformar por Dios, de modo que vivamos con humildad, pasión y dinamismo, nuestra vocación en la Iglesia.

[00324-04.04] [UD040] [Texto original: español]

- Sr. Tommaso SPINELLI, Catequista de jóvenes catecúmenos en la Oficina de Catequesis de la Diócesis de Roma (ITALIA)

La nueva evangelización necesita substancia: unas catequesis de espesor que sepan decir algo serio a nuestra vida, pero también, y sobre todo, vidas de espesor, que muestren con los hechos la solidez que tiene quien es cristiano. Con mayor razón hoy que las familias están desunidas y con frecuencia abdican de su tarea educativa, los sacerdotes son un testimonio para los jóvenes de la fidelidad a una vocación y la posibilidad de elegir una manera de vivir alternativa y más bella respecto a la que propone la sociedad. Sin embargo, lo que me preocupa es que estas figuras de espesor se estén convirtiendo en una minoría. El sacerdote ha perdido confianza en la importancia de su ministerio, ha perdido carisma y cultura. Veo sacerdotes que se adaptan al pensamiento dominante. Y lo mismo sucede en las celebraciones litúrgicas: cuando intentan ser originales acaban siendo insignificantes. Sacerdotes, os pido que encontréis la valentía de ser vosotros mismos. No temáis, porque si sois auténticamente sacerdotes, si proponéis sin miedo la verdad de la fe, los jóvenes os seguiremos. De hecho, hacemos nuestras las palabras de Pedro: “ Señor, ¿a quién iremos? ¡Sólo tú tienes palabras de vida eterna!” Y nosotros tenemos un hambre infinita de algo eterno y verdadero.
Por tanto, propongo: 1) Aumentar la formación, no sólo espiritual, sino también cultural, de los sacerdotes. Con demasiada frecuencia vemos a sacerdotes que han perdido el papel de maestros de cultura que les hacía importantes para toda la sociedad. Hoy, si queremos ser creíbles y útiles, debemos volver a tener buenas herramientas culturales. 2) Redescubrir el Catecismo de la Iglesia Católica en su carácter conciliar: en concreto la primera parte de cada sección, donde los documentos del Concilio iluminan los temas tradicionales. De hecho, el Catecismo pone con sabiduría como premisa a la explicación del Credo una parte inspirada en la Dei Verbum, en la que se explica la visión personalista de la revelación; a los sacramentos, la Sacrosantum Concilium, y a los mandamientos, la Lumen Gentium, que muestra al hombre creado a imagen de Dios. La primera parte de cada sección del Catecismo es fundamental para que el hombre de hoy sienta la fe como algo que le afecta de cerca y sea capaz de dar respuestas a sus preguntas
más profundas. 3) Por último, la liturgia se olvida y se desacraliza con demasiada frecuencia: hay que volver a ponerla con dignidad en el centro de la comunidad tanto parroquial como territorial.

[00323-04.04] [UD039] [Texto original: italiano]

- Rev.do Jesús HIGUERAS ESTEBAN, Párroco de S. María de Caná, Madrid (ESPAÑA)

Desde hace siglos la parroquia ha sido el espacio natural donde anunciar el Evangelio, pero en estos momentos, ante la realidad de los nuevos movimientos, queridos por el Espiritu Santo, da la impresión, especialmente en Europa, que la parroquia ha quedado para lo que algunos llaman el "cristianismo del cumplimiento".
Debemos seguir afirmando la bondad de la parroquia en nuestro tiempo para llevar a término la Nueva Evangelización y para ello, desde una pastoral de la santidad podemos enunciar algunos aspectos esenciales de la misma.
En primer lugar urge recuperar la "seriedad eucarística", pues con demasiada frecuencia se descuida la celebración de la Santa Misa y la Adoración eucarística, dejando al arbitrio de una supuesta creatividad litúrgica que llena de hastio a nuestros feligreses. Urge recuperar el Ars celebrandi propuesto por el Magisterio de la Iglesia.
En segundo lugar la parroquia debe ser el espacio natural donde los fieles puedan vivir el Sacramento de la penitencia de un modo habitual. Urge que los sacerdotes diariamente ofrezcamos a los fieles la posibilidad de encontrarse con la Misericordia Divina, insistiendo en la bondad de la dirección espiritual. Junto a esto, la parroquia es el primer lugar donde aquellos que son visitados por la enfermedad, la muerte y cualquier tipo de dolor deben ser atendidos con cariño y esperanza.
En tercer lugar debemos perder el miedo a construir en nuestras parroquias la comunión eclesial que se da en la Iglesia universal. La parroquia es la casa de todos y para todos. Diócesis, movimientos, vida consagrada y todas las realidades eclesiales pueden unir esfuerzos en la parroquia.
Hemos de cuidar de un modo especial a los sacerdotes, que tantas veces se encuentran solos y desconcertados ante un mundo e incluso unos fieles que cuestionan su identidad. Hemos de crear espacios donde los sacerdotes se sepan queridos y acompañados en la busqueda de la santidad personal. Somos evangelizadores que debe ser evangelizados y que proponemos con ilusion nuestra propia vocacion y cualquier camino de santidad en la Iglesia.
Por último, parroquias marianas, pues el trato con la Madre de Dios es un atractivo para el hombre que busca la belleza de la humanidad redimida.

[00183-04.04] [UD004] [Texto original: español]

- Dra. Ewa KUSZ, ex Presidente de la Conferencia Mundial de los Institutos Seculares C.M.I.S. (POLONIA)

Mi vocación, como la de los demás miembros de los institutos seculares, nos enseña que el mundo es el lugar en el que vivimos nuestra vocación con toda su riqueza, sus dificultades, su dramatismo o también sus heridas. Nuestra tarea como laicos, también la de los laicos consagrados a Dios, no consiste en una especial actividad pastoral o de evangelización. La naturaleza de nuestra vocación se encuentra en la búsqueda de Dios en todos los hechos del día, en cada encuentro con los demás. Se trata sencillamente de vivir el Evangelio desde la cotidianidad. Lo que no sería especialmente impresionante ni eficaz para el público. Ni siquiera es adecuado para ser divulgado por los medios de comunicación. En mi vida veo que no es fácil, ya que muchas veces sería más cómodo anunciar el Evangelio en voz alta más que vivirlo. En mi trabajo, en el ambiente que me rodea, encuentro a personas heridas que tienen hambre de amor y que no pocas veces sienten resentimiento o indiferencia hacia Dios. Encuentro a personas que anhelan la plenitud, el amor, la belleza y la armonía, buscándolos en distintos lugares. Por desgracia pocas veces en la Iglesia. En ocasiones su experiencia en la Iglesia, el encuentro con las “personas de Iglesia”, las ha herido por distintas razones. Lo que podemos hacer, yo y otros miembros de los institutos seculares, por estas personas es ofrecer nuestra sencilla presencia, una apertura al encuentro, ayuda cuando se necesita. Para ello se necesitan competencia personal, oración silenciosa y, no por último, nuestra cercanía a la persona de Jesucristo. Se trata, como ha resumido el Papa en su reciente mensaje a los miembros de los institutos seculares, “de abrazar con caridad las heridas del mundo y de la Iglesia”. Con el tiempo, esta actitud lleva la esperanza a la vida de una persona que antes, encerrada en su dolor, se encontraba frente al abismo de la soledad y la desesperación, muchas veces sin llegar a vislumbrar una solución concreta o también encontraba una dificultad enorme para perdonar a quienes le habían hecho daño.

[00182-04.04] [UD003] [Texto original: alemán]

- Rev.do Mons. Enrique GLENNIE GRAUE, Vicario General de la Arquidiócesis de México (MÉXICO)

El Acontecimiento de las apariciones de María de Guadalupe al indio San Juan Diego en 1531 tuvo una repercusión decisiva para la evangelización, con un influjo que va más allá de los confines de la nación mexicana, alcanzando a todo el Continente.
Inmediatamente después de las apariciones, se verificó una impresionante conversión en masa, tanto de los indígenas como de los españoles. Un signo concreto de la importancia del Acontecimiento Guadalupano fue esta conversión y devoción a la Virgen y - a través de Ella - a Jesucristo; que constatamos hasta nuestros días, con la presencia en el Santuario de más de 20 millones de personas cada año.
Como todo Acontecimiento Salvífico, el acontecimiento Guadalupano trasciende fronteras, culturas, pueblos, costumbres, etc. y llega hasta lo más profundo del ser humano. Se trata de un Acontecimiento Salvífico porque provoca la conversión del corazón y mueve al ser humano a un verdadero arrepentimiento, para encontrarse con Dios, haciendo realidad un cambio de vida pleno y total.
En este Acontecimiento salvífico se manifiesta, de manera patente, la intervención de Dios en una evangelización conducida por María, la primera discípula y misionera del Amor.
En palabras sencillas, el culto a la Virgen de Guadalupe se manifiesta - desde entonces hasta nuestros días - como una verdadera evangelización; se puede observar que el Acontecimiento Guadalupano permite entender la esencia del Evangelio y mueve de tal forma las almas, que la conversión hacia Jesucristo es una manifestación patente de ello. Esto permitió que se llevara a cabo la evangelización de todo un pueblo que estaba naciendo. De hecho, se inicia entonces una devoción que nadie podrá detener y que se fue profundizando y extendiendo hasta el día de hoy, no sólo en México, sino en las más variadas naciones, quienes son guiadas de la mano por la Estrella de la Evangelización hasta su Redentor en una evangelización perfectamente inculturada.
En resumen, podemos afirmar que - como sucede en el Acontecimiento Guadalupano - la Nueva Evangelización requiere también de una auténtica 'inculturación'.
La evangelización, si se produce correctamente, ha de dar lugar al fenómeno de la inculturación, entendida como presencia y fruto de la fe en el seno de una cultura determinada. Considero que éste es un importante reto de la Nueva Evangelización.

[00185-04.04] [UD006] [Texto original: español]

- Hno. Alvaro Antonio RODRÍGUEZ ECHEVERRÍA, F.S.C., Superior General de los Hermanos de las Escuelas Cristianas (COSTA RICA)

Personalmente pienso que las nuevas generaciones, sin distinción de continentes o diferencias culturales, deben ser el campo privilegiado de la Nueva Evangelización, no simplemente como receptores pasivos de la misma, sino como agentes activos, recordando las palabras de Juan Pablo II cuando afirmaba que los jóvenes son los mejores apóstoles de los jóvenes. Su presencia y una palabra suya en el Sínodo nos habrían permitido posiblemente tener una visión más clarividente del futuro.
De nuestra parte es importante conocer su mundo y hacer un esfuerzo de inculturación en el mismo. Conocer sus necesidades, sus angustias, interrogantes, anhelos y esperanzas y ofrecerles el Evangelio que siempre es Buena Nueva. Es importante partir de la vida porque los jóvenes se desinteresan del mensaje cristiano en la medida que se presenta a su mente como una ideología, impuesta desde el exterior por vía de autoridad, o deductivamente partiendo de principios sin relación con la vida concreta. Por eso nuestra principal función es ayudar a cada joven a sentirse amado, valorado, bendecido, importante y necesario para los demás.
La Nueva Evangelización para los jóvenes y para los que los acompañamos debe ser una llamada a volver al Evangelio y descubrir que el núcleo central de nuestra fe es un encuentro personal con Jesucristo que conduce a una comunidad de discípulos. Nuestra misión para con los jóvenes es ser compañeros de búsqueda, guías humildes que ayudan a descubrir un camino y a encontrar un sentido a la vida. Más que maestros que enseñan desde arriba o jueces que juzgan y condenan desde afuera, estamos llamados a ser hermanos y hermanas que acompañan desde dentro. Los jóvenes son una nueva noticia para el mundo, pero debemos preguntamos cómo hacer para que la Buena Noticia de Jesús sea buena noticia para ellos. En una época, como la nuestra, en que los jóvenes buscan algo más y están abiertos a la espiritualidad, debemos educarlos al encuentro con Dios en su propio interior que llenará su vacío existencial y les permitirá, como hizo Jesús: ver la realidad, conmoverse ante ella y comprometerse en una acción transformadora.

[00190-04.04] [UD011] [Texto original: español]

- Dr. Salvatore MARTINEZ, Presidente para Italia de la Renovación en el Espíritu Santo (ITALIA)

En el n. 39 del Instrumentum laboris se lee: “Más de una Iglesia particular pide al Sínodo que se verifique si las infecundidades de la evangelización hoy... es un problema sobre todo eclesiológico y espiritual”. El Siervo de Dios Pablo VI, hace cuarenta años más o menos, se expresaba así: “¿Qué necesidad sentimos, primera y última, para esta nuestra bendecida Iglesia? La Iglesia necesita su perenne Pentecostés: necesita fuego en el corazón, la Palabra en los labios, la profecía en la mirada” (Audiencia general, 29 de noviembre de 1972).
Para una nueva evangelización sirven hombres nuevos.
¡Dónde está el Espíritu de Dios, allí hay futuro! Donde su presencia es invocada y sus carismas escuchados y ejercidos, la Iglesia vuelve a florecer, la oración se hace anuncio, la alegría no conoce la fatiga y el servicio al hombre revela la caridad de Dios. El Beato Juan Pablo II y el Papa Benedicto XVI han dado nuevas energías evangelizadoras que muchos fieles laicos están poniendo a disposición de la Iglesia, gracias a las nuevas pedagogías de la fe experimentadas mediante los distintos carismas en los movimientos eclesiales yen las nuevas comunidades. La madre de todas las crisis que sufrimos es espiritual. Urge volver al Espíritu Santo, rezando más que teorizando y haciendo que la fe dogmática esté siempre acompañada por la fe carismática. La nueva evangelización se prepara más con la vida comunitaria y con la confianza en la fraternidad que con programaciones o revisiones.

[00314-04.07] [UD034] [Texto original: italiano]

 
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