Oh, EspÃrituSantoParáclito, (...) haz fuerte y continua laoraciónque
elevamos ennombredelmundo entero; apresurapara cadaunode
nosotros el tiempodeunaprofundavida interior; impulsanuestro
apostolado, que quiere llegar a todos los hombres ya todos los
pueblos. (...)Mortificanuestrapresunciónnatural, y llévanos a las
regiones de la santahumildad, del verdadero temor deDios yde la
generosavalentÃa.QueningúnvÃnculo terrenonos impida cumplir
nuestravocación; queningún interés, pornuestra indolencia,
disminuya las exigenciasde la justicia; yqueningún cálculo reduzca
los espacios inmensos de la caridad en las estrecheces de los pequeños
egoÃsmos.Que ennosotros todo sea grande: labúsqueda y el cultode
laverdad; ladisposiciónal sacrificiohasta la cruz y lamuerte; y, por
último, que todo correspondaa la extrema oracióndelHijoal Padre
celestial; ya la efusiónquede ti, ohEspÃrituSantode amor, el Padre y
elHijoquisieronhacer sobre la Iglesiay sobre sus instituciones, sobre
cadaalma y sobre los pueblos. Amén.