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SYNODUS EPISCOPORUM
BOLETÍN

ASAMBLEA ESPECIAL
PARA ORIENTE MEDIO

 DEL SÍNODO DE LOS OBISPOS
10-24 de OCTUBRE 2010

La Iglesia católica en Oriente Medio:
comunión y testimonio.
"La multitud de los creyentes
no tenía sino un solo corazón y una sola alma" (Hch 4, 32)


Este Boletín es solo un instrumento de trabajo para uso periodístico.
Las traducciones no tienen carácter oficial.


Edición española

08 - 13.10.2010

RESUMEN

- UNA DELEGACIÓN DE PADRES SINODALES DE VISITA AL QUIRINAL
- CÍRCULOS MENORES - PRIMERA SESIÓN (MIÉRCOLES, 13 DE OCTUBRE DE 2010 - POR LA MAÑANA)
- QUINTA CONGREGACIÓN GENERAL (MIÉRCOLES, 13 DE OCTUBRE DE 2010 - POR LA TARDE)
- ERRATA CORRIGE
- AVISOS

UNA DELEGACIÓN DE PADRES SINODALES DE VISITA AL QUIRINAL

El Presidente de la República Italiana, Su Excelencia el Sr. Giorgio Napolitano, recibió en el Quirinal una delegación de la Asamblea Especial para Oriente Medio del Sínodo de los Obispos.
Estuvieron presentes el Presidente delegado ad honorem S.B.Em.Card. Nasrallah Pierre Sfeir, Patriarca de Antioquía de los Maronitas, Obispo de Joubbé, Sarba y Jounieh de los Maronitas, y los Presidentes delegados S.Em.R Card. Leonardo Sandri, Prefecto de la Congregación para las Iglesias Orientales y S.B. Ignace Youssif II Younan, Patriarca de Antioquía de los Sirios. También formaban parte de la delegación el Relator General, S.B Antonios Naguib, Patriarca de Alejandría de los Coptos; S.B. Gregorios III Laham B.S., Patriarca de Antioquía de los Greco-Melquitas, Arzobispo de Damasco de los Greco-Melquitas; S.B. Nerses Bedros XIX Tarmouni, Patriarca de Cilicia de los Armenios, Arzobispo de Beirut de los Armenios y S.B. Fouad Twal, Patriarca de Jerusalén de los Latinos.
En el Quirinal también estuvieron presentes el Secretario General, S.E.R Mons. Nikola Eterović, Arzobispo titular de Sisak; el Subsecretario, Rev. Mons. Fortunato Frezza y el Rev. Ambrogio Ivan Samus.
Después de las intervenciones del Arzobispo Nikola Eterović, de los Patriarcas Antonios Naguib e Ignace Youssif III Younan y del Cardenal Leonardo Sandri, el Jefe del Estado Italiano pronunció un discurso.
Estaban presentes la Sra. Stefania Craxi, Subsecretaria del Estado para las Relaciones Exteriores y el Excmo. Sr. Antonio Zanardi Landi, Embajador de Italia ante la Santa Sede.

[00106-04.05] [NNNNN] [Texto original: italiano]


CÍRCULOS MENORES - PRIMERA SESIÓN (MIÉRCOLES, 13 DE OCTUBRE DE 2010 - POR LA MAÑANA)

Hoy, miércoles 13 de octubre 2010, por la mañana, han comenzado los trabajos de los Círculos Menores de la Asamblea Especial para Oriente Medio del Sínodo de los Obispos, para la elección de los Moderadores y de los Relatores de los Círculos Menores y para abrir la discusión sobre el tema sinodal.

Los nombres de los Moderadores y de los Relatores de los Círculos Menores elegidos, que ha dado a conocer el Secretario General del Sínodo de los Obispos durante la Quinta Congregación General de esta tarde, aparecen publicados en este Boletín.

QUINTA CONGREGACIÓN GENERAL (MIÉRCOLES, 13 DE OCTUBRE DE 2010 - POR LA TARDE)

-LISTA DE LOS MODERADORES Y RELATORES DE LOS CÍRCULOS MENORES
-INTERVENCIONES EN EL AULA (CONTINUACIÓN)
-INTERVENCIÓN DEL INVITADO ESPECIAL, RABINO DAVID ROSEN, CONSEJERO DEL GRAN RABINADO DE ISRAEL, DIRECTOR DEL "DEPARTMENT FOR INTERRELIGIOUS AFFAIRS OF THE AMERICAN JEWISH COMMITTEE AND HEILBRUNN INSTITUTE FOR INTERNATIONAL INTERRELIGIOUS UNDERSTANDING" (ISRAEL)

A las 16:30 de hoy, miércoles 13 de octubre 2010, con la oración Adsumus, ha comenzado la Quinta Congregación General, para la continuación de las intervenciones de los Padres Sinodales en el aula sobre el tema sinodal: La Iglesia católica en Oriente Medio:comunión y testimonio. "La multitud de los creyentes no tenía sino un solo corazón y una sola alma" (Hch 4, 32).

Presidente Delegado de turno S. Em. R. Card. Leonardo SANDRI, Prefecto de la Congregación para las Iglesias Orientales (CIUDAD DEL VATICANO).

Siguió luego un tiempo para las intervenciones libres ante la presencia del Santo Padre.

A las 18:30 el Presidente Delegado ha dado la palabra al Invitado Especial, Rabino David ROSEN, Consejero del Gran Rabinado de Israel, Director del "Department for Interreligious Affairs of the American Jewish Committee and Heilbrunn Institute for International Interreligious Understanding" (ISRAEL), quien habló sobre “La relación Judío-Cristiana y Oriente Medio”.

En esta Congregación General, que concluyó a las 18:55 con la oración del Angelus Domini, estaban presentes 160 Padres.

LISTA DE LOS MODERADORES Y RELATORES DE LOS CÍRCULOS MENORES

Tras la apertura de la Quinta Congregación General el Secretario General del Sínodo de los Obispos S. E. R. Mons. Nikola ETEROVIĆ ha leído la Lista de los Moderadores y Relatores de los Círculos Menores, elegidos en la Primera Sesión de esta mañana:

Moderadores

Anglicus A- S. E. R. Mons. Paul HINDER, O.F.M. Cap., Obispo titular de Macon, Vicario Apostólico de Árabia (EMIRATOS ARABES UNIDOS)

Anglicus B
- S. E. R. Mons. Sarhad Yawsip JAMMO, Obispo de Saint Peter the Apostle of San Diego de los Caldeos (ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA)

Arabicus A
- S. E. R. Mons. Mounged EL-HACHEM, Arzobispo titular de Darnis, Nuncio Apostólico (LÍBANO)

Arabicus B
- S. E. R. Mons. Ramzi GARMOU, Arzobispo de Teherán de los Caldeos, Administrador Patriarcal de Ahwaz de los Caldeos, Presidente de la Conferencia Episcopal (IRÁN)

Gallicus A
- S. E. R. Mons. Camillo BALLIN, M.C.C.J., Obispo titular de Arna, Vicario Apostólico de Kuwait (KUWAIT)

Gallicus B
- S. E. R. Mons. Paul Nabil EL-SAYAH, Arzobispo de Haifa y Tierra Santa de los Maronitas, Exarca Patriarcal de Antioquía de los Maronitas (ISRAEL)

Gallicus C
- S. E. R. Mons. Pierre BÜRCHER, Obispo de Reykjavïk (ISLANDIA)

Gallicus D
- S. Em. R. Card. André VINGT-TROIS, Arzobispo de París, Ordinario para los fieles de rito oriental residentes en Francia y desprovistos de Obispo Ordinario de su rito, Presidente de la Conferencia Episcopal (FRANCIA)

Gallicus E
- S. E. R. Mons. Dimitrios SALACHAS, Obispo titular de Carcabia, Exarca Apostólico para los católicos de rito bizantino residentes en Grecia (GRECIA)

Gallicus F
- S. E. R. Mons. Antoine Nabil ANDARI, Obispo titular de Tarso de los Maronitas, Obispo auxiliar y Sincelo para Jounieh (LÍBANO)

Relatores

Anglicus A
- Arquimandrita Gabriel GHANOUM, B.S., Administrador Patriarcal de Nuestra Señora del Paraíso en México de los Greco-Melquitas (MÉXICO)

Anglicus B
- S. E. R. Mons. Gregory John MANSOUR, Obispo de Saint Maron of Brooklyn de los Maronitas (ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA)

Arabicus A
- S. E. R. Mons. Bashar WARDA, C.SS.R., Arzobispo de Arbil de los Caldeos (IRAQ)

Arabicus B
- S. E. R. Mons. Ghaleb Moussa Abdalla BADER, Arzobispo de Argel (ARGELIA)

Gallicus A
- S. E. R. Mons. Joseph ABSI, S.M.S.P., Arzobispo titular de Tarso de los Greco-Melquitas, Obispo auxiliar y Protosincelo de Damasco de los Greco- Melquitas (SIRIA)

Gallicus B
- S. E. R. Mons. Paul Youssef MATAR, Arzobispo de Beirut de los Maronitas (LÍBANO)

Gallicus C
- S. E. R. Mons. Jean Benjamin SLEIMAN, O.C.D., Arzobispo de Babilonia de los Latinos (IRAQ)

Gallicus D
- S. E. R. Mons. Vincent LANDEL, S.C.I. di Béth., Arzobispo de Rabat (MARRUECO)

Gallicus E
- S. E. R. Mons. Paul DAHDAH, O.C.D., Arzobispo titular de Are de Numidia, Vicario Apostólico de Beirut de los Latinos (LÍBANO)

Gallicus F
- S. E. R. Mons. Michel ABRASS, B.A., Arzobispo titular de Myra de los Greco-Melquitas, Obispo de Curia del Patriarcado de Antioquía de los Greco-Melquitas (SIRIA)

INTERVENCIONES EN EL AULA (CONTINUACIÓN)

Han intervenido los siguientes Padres:

- Rev.do P. Umberto BARATO, O.F.M., Vicario Patriarcal emérito de Jerusalén de los Latinos para Chipre (CHIPRE)
- S. E. R. Mons. Béchara RAÏ, O.M.M., Obispo de Jbeil de los Maronitas (LÍBANO)
- S. E. R. Mons. Gregory John MANSOUR, Obispo de Saint Maron of Brooklyn de los Maronitas (ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA)
- S. B. Nerses Bedros XIX TARMOUNI, Patriarca de Cilicia de los Armenios, Arzobispo de Beirut de los Armenios (LÍBANO)
- S. E. R. Mons. Paul HINDER, O.F.M. Cap., Obispo titular de Macon, Vicario Apostólico de Árabia (EMIRATOS ARABES UNIDOS)
- S. E. R. Mons. Nicolas SAWAF, Arzobispo de Latakia de los Greco-Melquitas (SIRIA)
- S. E. R. Mons. Guy-Paul NOUJAIM, Obispo titular de Cesarea de Filipo, Obispo auxiliar y Sincelo para Sarba (LÍBANO)
- S. E. R. Mons. Elie Béchara HADDAD, B.S., Arzobispo de Sidón de los Greco-Melquitas (LÍBANO)
- Rev.do P. Khalil ALWAN, M.L.M., Secretario General del "Conseil des Patriarches Catholiques d'Orient" (C.P.C.O.) (LÍBANO)
- S. E. R. Mons. Antoine AUDO, S.I., Obispo de Alepo de los Caldeos (SIRIA)
- S. E. R. Mons. Berhaneyesus Demerew SOURAPHIEL, C.M., Arzobispo de Addis Abeba, Presidente del Consejo de la Iglesia Etíope, Presidente de la Conferencia Episcopal (Etiopía y Eritrea) (ETIOPÍA)
- S. E. R. Mons. Youssef Anis ABI-AAD, Arzobispo de Alepo de los Maronitas (SIRIA)
- S. E. R. Mons. Bohdan DZYURAKH, C.SS.R., Obispo titular de Vagada, Obispo de Curia de Kyiv-Halyč (UCRANIA)
- S. E. R. Mons. Virgil BERCEA, Obispo de Oradea Mare, Gran Varadino de los Rumanos (RUMANIA)
- S. E. R. Mons. Youhanna GOLTA, Obispo titular de Andrópolis, Obispo de Curia de Alejandría de los Coptos (REPÚBLICA ÁRABE DE EGIPTO)

Damos a continuación el resumen de las intervenciones:

- Rev.do P. Umberto BARATO, O.F.M., Vicario Patriarcal emérito de Jerusalén de los Latinos para Chipre (CHIPRE)

El pasado mes de junio, Chipre vivió jornadas intensas, memorables, cuando S. Santidad Benedicto XVI visitó la isla. Recemos para que el efecto espiritualmente benéfico de la visita pueda continuar.
Chipre forma parte del Patriarcado de Jerusalén. Existen cuatro parroquias: tres administradas por los Franciscanos de Tierra Santa y una por un sacerdote del Patriarcado.
El número de los católicos latinos es exiguo. Las cuatro parroquias, juntamente con cuatro Congregaciones religiosas femeninas, trabajan sobre todo por los migrantes y también por los turistas.
Los migrantes constituyen una riqueza añadida para la Iglesia de Chipre. La pastoral que se les ofrece es particular y delicada. Ellos permanecen pocos años y tienen libre generalmente sólo el domingo. Pero la acción pastoral se ha de efectuar como si permaneciesen permanentemente en la parroquia. La catequesis es fundamental, sobre todo para la preparación a los sacramentos. Los grupos eclesiales (Legio Mariae, carismáticos, neo catecumenales, Orden Franciscana Secular, grupos nacionales de oración, etc.) pueden ser una ayuda importante para el contacto con los fieles, su conocimiento y para la colaboración en las actividades parroquiales.
La acción pastoral se debe inspirar en la caridad y en la aceptación indiscriminada, siguiendo el ejemplo de Jesús.

[00071-04.05] [IN048] [Texto original: italiano]

- S. E. R. Mons. Béchara RAÏ, O.M.M., Obispo de Jbeil de los Maronitas (LÍBANO)

En el n. 34 del Insttrumentum Laboris leemos:”En Líbano, los cristianos están divididos en el plano político y confesional y nadie tiene un proyecto aceptable para todos”. No existe una división en el plano confesional, sino una diversidad de Iglesias sui iuris católicas, ortodoxas y evangélicas, y cada una tiene su propio patrimonio litúrgico, teológico, espiritual y disciplinar. En el plano político, por el contrario, existe una división, que no se refiere a la esencia sino a las opciones estratégicas. Por lo que se refiere a la esencia, los cristianos están de acuerdo sobre las constantes nacionales, definidas en el documento llamado “Las constantes”, publicado por el Patriarca Maronita el 6 de diciembre de 2006, y aceptado y firmado por los jefes de los partidos políticos cristianos. Estas constantes se han desarrollado en otro documento publicado en 2008 con el título: Carta de la acción política a la luz de la enseñanza de la Iglesia y de la especificidad de Líbano.
En cuanto a las opciones políticas, la división de los cristianos se centra en la estrategia relativa a la protección de las llamadas constantes y de la presencia eficaz y efectiva de los cristianos. Esta división se debe a las a las condiciones políticas actuales, tanto internas cono regionales e internacionales.
En el mundo árabe existe una fuerte división entre los suníes y los chiíes, evidente, en el plano regional, en la coalición, por parte suní, entre Arabia Saudí, Egipto y Jordania, y por parte chií entre Irán y Siria. Esta división en Iraq se ha transformado en conflicto sangriento entre suníes y chiíes. En el plano internacional, el conflicto se ubica entre Estados Unidos y sus aliados, en favor de los suníes, por una parte e Irán, por la otra, a causa de sus ambiciones regionales y su programa nuclear. En Líbano, es el conflicto político entre los chiíes y los suníes que define la división de los Cristianos. Para salvar el régimen libanés y su presencia efectiva, una parte elige la alianza con los suníes, una parte con los chiíes y una tercera invita a mantener buenas relaciones con los suníes y los chiíes y a no dejarse arrastrar por la política de ejes regionales e internacionales.
El proyecto político aceptable para todos consiste en perfeccionar el Estado civil, cuyos elementos se encuentran en las “Constantes”, la “Carta de acción política” y la Constitución. Esto es lo que diferencia a Líbano de otros países de Oriente Medio, pues todos tienen regímenes religiosos.

[00069-04.04] [IN046] [Texto original: francés]

- S. E. R. Mons. Gregory John MANSOUR, Obispo de Saint Maron of Brooklyn de los Maronitas (ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA)

El prefacio a los Lineamenta nos recuerda que la situación que rodea los esfuerzos misioneros de los primeros cristianos es similar a la que tenemos nosotros hoy en día. Durante los primeros tiempos de la Iglesia, las pequeñas comunidades cristianas de Oriente Medio tuvieron que enfrentarse a numerosos desafíos, y eran minoría. Hoy, tras muchos años de historia, de nuevo somos minoría y nos enfrentamos a numerosos desafíos.
Desde la perspectiva de un maronita que vive en los Estados Unidos, siempre que visito Oriente Medio aprecio la manera en que los católicos hacen que la vida de los que le viven a su alrededor sea profundamente diferente. Las escuelas y universidades, los hospitales, las clínicas, los centros de rehabilitación de la drogadicción, los hospicios, los orfanatos y demás instituciones a su cargo están abiertas a musulmanes, judíos y cristianos sin distinción. Estos católicos son “la sal de la tierra” y “la luz del mundo” (Mt 5, 13-14).
Como los primeros cristianos, nos enfrentamos a desafíos similares e infranqueables, y nuestras posibilidades parecen pocas. Pero vivimos en la fe, no en la visión (2 Cor 5, 7). Quizás no convenzamos jamás con palabras a nuestros vecinos musulmanes o judíos que nuestra presencia es realmente una bendición para ellos, pero el mismo antídoto que ayudó a los primeros cristianos a sobrevivir y superar todos los desafíos está también disponible para nosotros: compartir la generosidad de Dios y del Espíritu Santo y el amor apostólico de los unos hacia los otros que tiene el poder de hacer de nosotros, una vez más, “un solo corazón y una sola alma” (Hch 4, 32).

[00072-04.04] [IN049] [Texto original: inglés]

- S. B. Nerses Bedros XIX TARMOUNI, Patriarca de Cilicia de los Armenios, Arzobispo de Beirut de los Armenios (LÍBANO)

La Palabra de Dios que ha sido elegida como tema para esta Asamblea sinodal: “La multitud de los creyentes no tenía sino un solo corazón y una sola alma” (Hch 4,32) es una frase que ilumina el camino que debemos seguir en nuestra vida de fe, de testimonio cristiano con nuestros hermanos que no están plenamente unidos con la Iglesia de Pedro y con nuestros otros hermanos, aunque no compartan la misma fe.
La primera comunidad cristiana nos muestra que los primeros cristianos no tenían una vida fácil, exenta de dificultades y de adversidades; al contrario, padecían ultrajes y persecuciones. Eso, sin embargo, no les impedía proclamar íntegramente la enseñanza de Jesús, y perdonar.
Hallamos situaciones similares en nuestra época contemporánea. Los cristianos que no están iluminados por el Espíritu Santo creen que deberían ser eximidos de las dificultades. Es importante señalar esto y, en este sentido, reevangelizar a nuestros fieles, proponiéndoles la fe viva de los primeros siglos del cristianismo.
Esto no quiere decir que no haya que luchar para restablecer la justicia y la paz en Oriente Medio. Pero sería erróneo considerar que, sin esta justicia y esta paz, los cristianos no pueden vivir plenamente su fe y deberían emigrar. Nadie, por cierto, emigra para buscar una vida cristiana mejor.
El cristiano convencido que está llamado, en virtud de su bautismo, a dar testimonio de su fe y que lleva una vida cristiana en comunidad, no tiene como primera preocupación la búsqueda del bienestar material o la paz, o más aún, la fuga de los problemas para lograr su tranquilidad y la de los suyos. Al contrario, tomando ejemplo del testimonio de sus antepasados en Oriente Medio, trabaja junto con otros hermanos cristianos para dar testimonio con su vida y con los ejemplos, para hacer que sea más convicente el mensaje de amor de Jesús.
Partiendo de este principio, los cristianos relacionados con Oriente Medio viven, bajo la guía del obispo y en comunión con los demás cristianos, para hacer progresar el espíritu de comunión de los primeros cristianos, que tenían “un solo corazón y una sola alma” (Hch 4, 32) y que ponían sus bienes en común, como lo hacen en nuestros días los miembros de ciertas comunidades como los neocatecumenales, los focolares y la renovación carismática, que están esparcidos por muchos países de Oriente Medio.
A los discípulos que vivirán según estos principios, Jesús les promete “alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en los cielos” (Mt 5, 12).

[00073-04.03] [IN051] [Texto original: francés]

- S. E. R. Mons. Paul HINDER, O.F.M. Cap., Obispo titular de Macon, Vicario Apostólico de Árabia (EMIRATOS ARABES UNIDOS)

Los dos Vicariatos de la Península Arábica, que incluyen Kuwait, Bahrein, Qatar, Emiratos Árabes Unidos, Omán, Yemen y Arabia Saudí, no tienen cristianos nativos. Los tres millones de católicos sobre una población de sesenta y cinco millones de habitantes son todos trabajadores migrantes provenientes de un centenar de naciones, la mayoría de ellos de Filipinas y la India. Alrededor de un 80% son de rito latino, los demás pertenecen a las Iglesias católicas de Oriente. Ambos Vicariatos católicos son de rito latino, la orden de frailes menores capuchinos tiene la ius commissionis para este territorio, 2/3 partes de los ochenta sacerdotes son frailes capuchinos provenientes de India, Filipinas, Europa y América, y pertenecen a diferentes ritos.
La especial situación de los Vicariatos en el Golfo.
1. Lo católicos están presentes en los países árabes con el Islam como religión de estado.
La rigurosa ley de inmigración (con la restricción del número de sacerdotes) y el sistema de seguridad. Los derechos individuales y la asistencia social están muy limitados. No hay libertad de religión (los musulmanes no se pueden convertir al cristianismo pero los cristianos son bienvenidos en el Islam), hay una limitada libertad para practicar la religión en los países señalados, concedida por reglas benévolas (con excepción de Arabia Saudí). Existen muy pocas Iglesias y a ellas acuden muchos fieles, en cada parroquia hay más de 25.000 fieles los viernes con 10 misas o más. La distancia entre la iglesia, el lugar de empleo y las reglas de campo hacen que sea difícil la participación de los fieles. La Iglesia Católica es respetuosa de las leyes y goza de la confianza de los gobiernos.
2. La unidad de las Iglesias católicas en la diversidad de ritos y nacionalidades. La Iglesia no ha adaptado sus estructuras y su trabajo pastoral a los límites impuestos por las circunstancias externas. El Rescript ex audientia aprobado por el Papa Juan Pablo II en 2003, y confirmado luego por el Papa Benedicto XVI en 2006, otorga jurisdicción sobre los fieles de cualquier iglesia, rito o nacionalidad a dos Ordinarios, quienes tienen bajo su exclusiva jurisdicción a todos los sacerdotes que trabajan en el Vicariato. Los ordinarios tienen la obligación de que los fieles de otras Iglesias sui iuris puedan practicar y observar las normas en su rito, que ellos hacen del mejor modo posible. El Rescript ha ayudado a mantener y promover la unidad, evitar la fragmentación y proveer del mejor modo posible al ministerio pastoral para todos los fieles católicos. Todos los sacerdotes estar al servicio de todos los fieles asistidos por cientos de laicos voluntarios para la catequesis, la juventud y el ministerio de la familia, para el apostolado en los hospitales, en la prisión y el trabajo social.
Mediante las relaciones fraternas entre los dos Vicariatos Apostólicos y la cabeza de las Iglesias Orientales sui iuris la comunión será estrecha y los acuerdos de colaboración se harán en el respeto de cada situación particular a fin de hacer que el testimonio de la Iglesia en el Golfo, que es una Iglesia compuesta exclusivamente por peregrinos y migrantes, sea más vibrante.

[00074-04.03] [IN052] [Texto original: inglés]

- S. E. R. Mons. Nicolas SAWAF, Arzobispo de Latakia de los Greco-Melquitas (SIRIA)

“Los cristianos no se distinguen de los demás hombres, ni por el país, ni por la lengua, ni por el vestido. No viven en ciudades propias, no hablan dialectos extraordinarios, su estilo de vida no tiene nada de singular...Toda tierra extranjera es su patria y toda patria es tierra extranjera... En una palabra, lo que el alma es en el cuerpo, eso son los cristianos en el mundo” (cfr. Carta a Diognetes).
Vivimos en un mundo secularizado y globalizado, en el que el número de personas a las que no interesa la cuestión de Dios, o que actúan sin referencia cristiana, es desmesurado con relación al reducido número de los que se reconocen cristianos y creyentes.
A los que se dirige la catequesis se deben colocar en una doble relación: relación de pertenencia a una comunidad basada en la unidad de la fe y relación con una comunidad basada en la unidad de la aceptación del pluralismo y la diversidad.
La fe cristiana está siempre presente en el campo de las culturas humanas.
En Oriente Medio nos hace falta una catequesis que tenga en consideración nuestra cultura árabe, nuestras tradiciones cristianas y nuestras riquezas litúrgicas.
Nos hace falta un programa catequético para los catecúmenos.
Pedimos un esfuerzo en la formación espiritual de los seminaristas.

[00075-04.06] [IN053] [Texto original: francés]

- S. E. R. Mons. Guy-Paul NOUJAIM, Obispo titular de Cesarea de Filipo, Obispo auxiliar y Sincelo para Sarba (LÍBANO)

El Instrumentum Laboris (N. 76), citando el Vaticano II, declara que la división de los cristianos es motivo de escándalo y dificulta la más santa de las causas: la predicación del Evangelio. Más adelante (n. 78) recuerda que Su Santidad, el Papa Juan Pablo II deseaba una nueva forma de ejercer el primado que no hiriera su misión y que se inspirara en las formas eclesiales del primer milenio que, aunque diversas, no impidan a los cristianos sentirse a su agrado en todas estas formas, ya sean de espiritualidad, de vida moral o de estructura.
Hay aquí una invitación a rever el papel y el lugar de los Patriarcas de Oriente en función de los orígenes. Un principio guiaba entonces la organización de la Iglesia: para un mismo espacio, una única jurisdicción.
Y aquella Iglesia, de la que surgieron otras más o menos centrales, aseguraba la unidad estando elevada al rango de patriarcado. El Concilio de Nicea del 325 cita tres Patriarcados: Roma, Alejandría y Antioquía. En el siglo quinto, la Pentarquía se citaba según el siguiente orden: el Papa de Roma en primer lugar, después el Patriarca de Constantinopla, a continuación el de Alejandría, luego el de Antioquía y finalmente el de Jerusalén.
Una vuelta a la unidad supone, pues, una teología y una organización jurídica de la Iglesia que devuelva a los Patriarcas de Oriente sus privilegios de los primeros tiempos en la Iglesia universal, junto al Papa, cabeza de toda la Iglesia. Las principales dificultades para dicho proyecto son:
- la fundación, desde el primer milenio, de nuevos patriarcados;
- la existencia, para una misma sede, de varios Patriarcas católicos y uno ortodoxo;
- una curia romana con prerrogativas mal definidas comparadas con las de los Patriarcas.
Propuesta: Su Santidad nombre una comisión de expertos teólogos, historiadores y pastores, que propongan soluciones concretas a estas dificultades y que la Iglesia se comprometa a aplicarlas cuanto antes.

[00076-04.06] [IN054] [Texto original: francés]

- S. E. R. Mons. Elie Béchara HADDAD, B.S., Arzobispo de Sidón de los Greco-Melquitas (LÍBANO)

La venta de los terrenos de los cristianos se está convirtiendo en un fenómeno peligroso. Se corre el riesgo de amenazar la presencia cristiana, hasta reducirla al mínimo durante los próximos años.
Para poner remedio a este fenómeno, proponemos:- Crear una estrategia de solidaridad entre las Iglesias, patrocinada por la Santa Sede.
- Modificar el discurso sobre el Islam, para distinguir claramente entre Islam y fundamentalismo. Esto facilita nuestro diálogo con los musulmanes, con vistas a que nos ayuden a continuar en nuestra tierra.
- Pasar del concepto de ayuda a los cristianos, al concepto de desarrollo, para arraigarlos a su tierra y encontrarles trabajo.
Nuestra experiencia en la diócesis de Saïda es preferentemente en esta línea.

[00077-04.06] [IN055] [Texto original: francés]

- Rev.do P. Khalil ALWAN, M.L.M., Secretario General del "Conseil des Patriarches Catholiques d'Orient" (C.P.C.O.) (LÍBANO)

El párrafo 55 del Instrumentum Laboris no tiene en cuenta el gran papel que el Consejo de Patriarcas Católicos de Oriente (CPCO) ha desempeñado en el fortalecimiento de la comunión entre las Iglesias Católicas y en el aliento al diálogo ecuménico e interreligioso.
Después de haber enumerado las actividades del CPCO, tras 20 años de existencia, a nivel de teología pastoral, ecumenismo, pastoral común y coordinación entre Iglesias católicas, he observado que el CPCO sufre una desventaja a nivel de comunicación.
He propuesto a la Asamblea sinodal:
-La modificación de los estatutos del CPCO para que las asambleas de obispos de cada país puedan estar representadas en el congreso anual del CPCO y que su representante tenga el poder de transmitir y ejecutar las decisiones en el seno de su asamblea.
-La organización de congresos de patriarcas y obispos católicos en Oriente Medio.
Por último, observo que las autoridades eclesiásticas, es decir, los dicasterios romanos y las conferencias episcopales occidentales, y sus asociaciones, parecen ignorar esta solicitud por falta de información. Por este motivo también propongo que el CPCO sea incluido en el Annuarium Pontificium, al igual que las instancias pontificales y demás.

[00078-04.05] [IN056] [Texto original: francés]

- S. E. R. Mons. Antoine AUDO, S.I., Obispo de Alepo de los Caldeos (SIRIA)

Cuidar la formación espiritual e intelectual de los futuros sacerdotes.
I- Formación
A pesar de la disminución del número de vocaciones, probar a los candidatos antes de admitirlos en el seminario.
Formar a los seminaristas en el sentido profundo de cada liturgia para que sean capaces de abrirse a la universalidad de la Iglesia. En teología, basarse sobre el Vaticano II, responder a las cuestiones de la modernidad en el contexto árabe-musulmán, prestando una particular atención al uso correcto de la lengua árabe. Finalmente, y siguiendo los consejos de Benedicto XVI, darle la importancia a una formación doctrinal sólida y viva que se pueda reflejar en la vida cotidiana. La dimensión pastoral: aprender a predicar, enseñar el catequismo, acompañar a las familias, escuchar las confesiones, todos ellos elementos vivos de la formación.
II- Acompañamiento pastoral y espiritual durante el ejercicio del ministerio sacerdotal.
a. Vigilar para que el sacerdote se sienta estimulado por la pasión de anunciar la Buena Nueva.
b. Asegurar una formación permanente de calidad.c. Prodigar los medios para releer el servicio pastoral , el progreso espiritual y humano (retiros anuales, sesiones, etc..). Recordar que el sacerdote es, antes que nada, un hombre de Dios.
III- Seguridad, contabilidad transparente.
a. Analizar objetivamente las necesidades de los sacerdotes y llegar a una contabilidad transparente de la diócesis, que ayude a fomentar la confianza entre los miembros y los fieles.
b. Que la Congregación para las Iglesias Orientales ayude a cada Patriarcado y diócesis a poner en práctica un seguro médico y otro para la vejez. Los recursos están ahí, pero faltan la competencia y la disciplina.

[00092-04.03] [IN057] [Texto original: francés]

- S. E. R. Mons. Berhaneyesus Demerew SOURAPHIEL, C.M., Arzobispo de Addis Abeba, Presidente del Consejo de la Iglesia Etíope, Presidente de la Conferencia Episcopal (Etiopía y Eritrea) (ETIOPÍA)

Etiopía tiene casi 80 millones de habitantes, la mitad de los cuales tiene menos de 25 años de edad. El gran desafío al que se enfrenta el país es la pobreza y sus consecuencias, como por ejemplo el desempleo.
Muchos de nuestros jóvenes, en su afán por escapar de la pobreza, intentan emigrar por todos los medios posibles. Las mujeres jóvenes emigran sobre todo a Oriente Medio donde, legal o ilegalmente, buscan trabajo como empleadas domésticas al no tener una formación profesional. Para facilitar sus desplazamientos, los cristianos cambian sus nombres cristianos en nombres musulmanes y se visten como tales para que el proceso de obtención del visado sea más rápido. De este modo, se fuerza indirectamente a los cristianos a negar sus raíces y su herencia cristiana.
Según los datos del Ministerio del Trabajo y de Asuntos Sociales y la Organización Internacional para las Migraciones, 13.498 trabajadores etíopes emigraron a Oriente Medio entre septiembre de 2005 y agosto de 2006 (www.American Chronicle/Ethiopia Human Trafficking Hub in the Horn of Africa.html). Sus destinos suelen ser: Líbano, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait, Yemen y Arabia Saudí. Una media de 12.500 etíopes emigran anualmente a Oriente Medio.
Aunque hay sitios donde estos trabajadores están bien tratados, con amabilidad, la mayoría son explotados y sufren abusos. Muchos se avergüenzan de volver a Etiopía, donde sus familias esperan que vuelvan con mucho dinero; sin embargo, muchos vuelven a la fuerza, desesperados, enfermos y con trastornos mentales. Parece ser que no se permite enterrar a los cristianos que mueren en Arabia Saudí: sus cuerpos son embarcados hacia Etiopía para su entierro. ¿Se podría pedir a las autoridades saudíes la creación de un cementerio para los cristianos en Arabia Saudí?
Muchos etíopes se dirigen a las Iglesias Católicas de Oriente Medio en busca de asistencia y consejo. Desearía agradecer a las Jerarquías Católicas de Oriente Medio todo lo que están haciendo por ayudar a estas víctimas del abuso y la explotación. Agradecemos, por ejemplo, el gran trabajo que realiza Caritas del Líbano. La emigración moderna se está viendo como una “esclavitud moderna”. Pero recordemos que los emigrantes de hoy serán los ciudadanos y líderes de mañana, tanto en sus países de acogida como en sus países natales.

[00093-04.05] [IN058] [Texto original: inglés]

- S. E. R. Mons. Youssef Anis ABI-AAD, Arzobispo de Alepo de los Maronitas (SIRIA)

“Nosotros no podemos acoger a aquellos que Dios pone en nuestro camino sino acogemos a Dios en persona”. “Más descubrimos a Dios, más descubrimos la santidad en el hombre”.
El lugar privilegiado para acoger a nuestros hermanos, en este caso a nuestros hermanos musulmanes, es sin duda alguna la oración.Una oración que llamamos oración contemplativa.
Contemplar es, antes que nada, contemplar a Dios - Trinidad. Contemplar es también contemplar en el Espíritu la vida de los hombres, para después ofrecerla a Dios con sus alegrías y penas, sus progresos y retrocesos...recordando siempre que no vemos todo de la vida del otro, que sigue siendo para nosotros un misterio.
En la contemplación, a veces, cruzamos en un instante fugaz el reflejo de la mirada de Dios en los demás. Es un instante de gracia, un instante de gozo, ya que esta mirada es creadora, salvadora y llena de amor.
Es de primera necesidad tratar de establecer una presencia con nuestros hermanos musulmanes y también con los demás, con los que vivimos; una presencia sencilla, humilde, fraterna, que pueda favorecer el diálogo en todas sus formas y con comprensión reciproca.

[00094-04.02] [IN059] [Texto original: francés]

- S. E. R. Mons. Bohdan DZYURAKH, C.SS.R., Obispo titular de Vagada, Obispo de Curia de Kyiv-Halyč (UCRANIA)

Deseo llamar la atención sobre un aspecto particular de la pastoral vocacional, es decir, el de la formación de los Padres Espirituales, llamados a realizar su misión en los Seminarios y en los Institutos de formación de los religiosos. El Padre espiritual desempeña un papel determinante en el discernimiento de toda vocación, tiene una precisa y fundamental responsabilidad en el camino de maduración de toda vocación que, a mi juicio, no termina en el momento de la ordenación sacerdotal o de la emisión de los votos perpetuos. Planteo, por tanto, una pregunta: ¿cuánto nos preocupamos en formar a los futuros Padres Espirituales para los Seminarios y para los Institutos Religiosos? Tengo la impresión de que con mucha frecuencia la elección se efectúa sobre la base de urgencias inmediatas y con la idea de que tal sacerdote es bastante apto, porque parece que tiene una buena vida espiritual personal. Pero ¿dónde colocamos el resto de las competencias exigidas y no menos importantes? Permítanme, por tanto, recomendar a todos nosotros prestar la máxima atención a la formación de esta valiosa e insustituible figura de la pastoral vocacional, ofreciendo a personas, tendencialmente aptas, todos los instrumentos de la teología, de la psicología y de cualquier otra cosa se exija, a través de caminos formativos especializados.
Deseo expresar, en primer lugar, el más profundo agradecimiento a los Obispos latinos por la fraterna acogida reservada a nuestros fieles, por la atención que les prestan, aunque, obviamente, no se trata sencillamente de garantizar un “ámbito litúrgico” y de “reforzar - cito textualmente - el vínculo con los fieles de las Iglesias orientales católicas en los países de emigración”, sino de algo más importante y profundo. Los Eparcas en el ejercicio de su ministerio no pueden limitarse sencillamente a estas garantías y ni siquiera a una mera “visita” Pregunto: ¿puede un Padre agotar su natural función con relación a los hijos lejanos a través de una “visita”? La respuesta es demasiado obvia, para explicitarla. Es necesario, pues, profundizar responsablemente este tema de la paternidad de los Patriarcas y de los Obispos eparquiales e individuar los instrumentos jurídicos y organizativos que, en una colaboración descontada con los Ordinarios locales lleven a un efectivo ejercicio de su responsabilidad ministerial, allí donde viven los propios fieles.
Dirijo mi atención a las Órdenes contemplativas, recordando su extrema importancia, hasta el punto de sentir el deber de citar el ejemplo de nuestro gran Metropolita, el Siervo de Dios Kyr Andrea Szeptycky, que quiso, era Basiliano, la institución de Monjes Estuditas en Ucrania, definiendo la misión característica de vida de oración y contemplación como “pulmón de la vida de la Iglesia”. Permítanme recordar a todos los venerables Padres Sinodales este don singularmente precioso, de tal forma que sintamos siempre la exigencia y cultivemos con premura la presencia y el crecimiento por el bien de todos los componentes de nuestras Iglesias.

[00080-04.04] [IN060] [Texto original: italiano]

- S. E. R. Mons. Virgil BERCEA, Obispo de Oradea Mare, Gran Varadino de los Rumanos (RUMANIA)

Muchos aspectos unen nuestra Iglesia con las Iglesias hermanas de Oriente Medio: antes que nada, su ser “un pequeño grey”. También la Iglesia Greco-Católica en Rumanía vive su misión siendo una minoría; una presencia que es, de todas maneras, muy fuerte en la historia de nuestro país en cuanto expresa la feliz y providencial síntesis de estar en plena comunión con la sede de Pedro y con la riqueza de los tesoros de la tradición espiritual, litúrgica y disciplinar bizantina.
Queridos hermanos de Oriente, junto a ustedes estamos llamados a enfrentarnos a los desafíos de nuestro tiempo: la fuerte inmigración y la globalización con todas sus provocaciones y sus ídolos, de los cuales no ha hablado el Papa Benedicto XVI y que todos nosotros estamos llamados a desenmascarar. Además, esta situación de emigración, jamás experimentada en la historia de nuestro pueblo, debido a la cual de una población de 22 millones de ciudadanos, 5 millones se encuentran ahora en Europa y en el mundo, nos abre también la posibilidad de una confrontación fecunda y de un enriquecimiento mutuo.
La emigración en la repartición da valor a todos; por lo tanto, tengamos siempre la mirada fija en Jesús, el primero que tuvo que trasladarse a la tierra de Egipto, para pedir y recibir de Él un impulso siempre renovado, y que posteriormente debemos comunicar a nuestros fieles y a nuestras comunidades.

[00082-04.06] [IN061] [Texto original: italiano]

- S. E. R. Mons. Youhanna GOLTA, Obispo titular de Andrópolis, Obispo de Curia de Alejandría de los Coptos (REPÚBLICA ÁRABE DE EGIPTO)

Relaciones con las Iglesias Ortodoxas en nuestros países:
Ellas son nuestras raíces, nuestros ancestros, son ellas las que han luchado por defender la fe cristiana y la han guardado para nosotros hasta el día de hoy. Son ellas las que ofrecieron sus mártires, santos, grandes teólogos. Por consiguiente, la unidad de la Iglesia, que es la oración, sigue siendo la esperanza de la historia cristiana.
Relación con los ciudadanos musulmanes:
El medioevo nos dejó frutos amargos hechos de odio y desprecio, una verdadera tragedia.
Podemos juntos, cristianos y musulmanes, escribir una nueva página de la historia, de amor, de respeto y de perdón para construir juntos y para las nuevas generaciones, un futuro sin tragedias.

[00083-04.02] [IN062] [Texto original: francés]



INTERVENCIÓN DEL INVITADO ESPECIAL, RABINO DAVID ROSEN, CONSEJERO DEL GRAN RABINADO DE ISRAEL, DIRECTOR DEL "DEPARTMENT FOR INTERRELIGIOUS AFFAIRS OF THE AMERICAN JEWISH COMMITTEE AND HEILBRUNN INSTITUTE FOR INTERNATIONAL INTERRELIGIOUS UNDERSTANDING" (ISRAEL)

Publicamos la traducción en español del texto completo de la intervención.

Hoy la relación entre la Iglesia Católica y el pueblo Judío vive una bendita transformación de nuestros tiempos- que posiblemente no tiene comparación histórica.
En sus palabras en la gran sinagoga de Roma el pasado mes de enero, el Papa Benedicto XVI, se refirió a las enseñanzas del Concilio Ecuménico Vaticano II como “un punto firme al que referirse constantemente en la actitud y las relaciones con el pueblo judío, marcando una etapa nueva y significativa”.
Naturalmente, esta transformación significativa del modo en que el pueblo judío es visto y presentado aún tiene que enfrentarse con la influencia no sólo de siglos, sino de milenios, de la “práctica del desprecio” hacia los Judíos y el Judaísmo que, obviamente, no se elimina de la noche a la mañana, ni siquiera en cuarenta años. Inevitablemente, el impacto de esta transformación en las relaciones Católico-Judías varía, de manera considerable, de un contexto a otro, dependiendo de factores sociológicos, educativos e incluso políticos. Posiblemente la interiorización más significativa ha tenido lugar en los Estados Unidos de América, donde Judíos y Cristianos viven en una sociedad abierta, uno al lado del otro, como vibrantes minorías seguras de sí mismas y comprometidas cívicamente. Como resultado, las relaciones han avanzado hasta llegar a un único punto de cooperación e intercambio entre las comunidades y sus instituciones educativas. Hoy los Estados Unidos se vanaglorian, literalmente, de contar con docenas de instituciones académicas de estudios y relaciones Católico-Judías, mientras en el resto del mundo si hay tres ya es mucho.
De hecho, hay una percepción difundida entre las comunidades Judías en los Estados Unidos de la Iglesia Católica como una verdadera amiga, con profundos valores e intereses en común. Es mi privilegio liderar la delegación internacional e interreligiosa del Comité Judío Americano, que ha sido y sigue siendo la organización Judía que ha liderado esta notable e histórica transformación.
Sin embargo, hay muchos países donde dichos factores sociales y demográficos no están presentes. En la mayoría de países donde el catolicismo es la fuerza social predominante, las comunidades Judías son pequeñas, si es que están presentes, y las relaciones entre la Iglesia y el Judaísmo a menudo pasan desapercibidas. Confieso que me ha sorprendido encontrarme con clero Católico, y a veces incluso la jerarquía de algunos países, ignorante no sólo sobre el Judaísmo contemporáneo sino también sobre Nostra Aetate, los documentos del Vaticano que surgieron de aquí y, por lo tanto, las relevantes enseñanzas del Magisterium sobre los Judíos y el Judaísmo.
Como he mencionado, la experiencia Judía en Estados Unidos ha hecho mucho para paliar las impresiones negativas del trágico pasado trágico; pero todavía hay una ignorancia generalizada sobre los Cristianos en el mundo Judío, especialmente donde hay poco o ningún contacto con los cristianos modernos.
En el único estado del mundo donde los Judíos son mayoría, el Estado de Israel, este problema se acentúa gracias al contexto político y sociológico. En Oriente Medio, como en otros lugares del mundo, las comunidades tienden a vivir en sus propios entornos lingüísticos, culturales y confesionales, e Israel no es la excepción. Más aún, los Árabes Cristianos en Israel son una minoría dentro de una minoría - aproximadamente 120.000 dentro de una población árabe de casi un millón y medio que son, prevalentemente, musulmanes y que constituyen casi el veinte por ciento de la población israelí en su totalidad (siete millones y medio aproximadamente).
Es cierto que los Cristianos árabe-israelíes son una minoría religiosa exitosa en muchos aspectos. Sus estándares económicos y educativos son más altos que los de la media, sus escuelas reciben las calificaciones más altas en los exámenes de fin de año - muchos estudiantes se han destacado en la política y han podido gozar de los beneficios de un sistema democrático del que son parte integrante. Sin embargo, la vida cotidiana de la vasta mayoría de Árabes y Judíos tiene lugar en sus respectivos contextos. Como resultado, la mayoría de Judíos israelíes no se encuentran con los Cristianos contemporáneos; incluso cuando viajan al extranjero, ellos tienden a encontrarse con no Judíos como tales, ni como cristianos modernos. Por consiguiente, hasta hace poco la sociedad israelí, en su gran mayoría, no era consciente de los profundos cambios en las relaciones Católico-Judías. Sin embargo, esta situación empezó a cambiar de manera significativa en la última década y por razones diferentes, de las cuales dos son dignas de ser mencionadas.
La primera de ellas es el impacto que tuvo la visita del anterior Papa, Juan Pablo II, en el año 2000, tras el inicio de las plenas relaciones bilaterales entre Israel y la Santa Sede seis años antes.
Mientras esto último había ya tenido algún efecto en las percepciones en Israel, fue el poder de las imágenes, el significado del cual el Papa Juan Pablo II entendió tan bien, el que reveló claramente a la mayoría de la sociedad israelí la transformación que había tenido lugar en las actitudes y enseñanzas cristianas hacia el pueblo Judío, con el que el Papa en persona mantuvo y buscó amistad mutua y respeto. Para los israelíes ver al Papa en el Muro de las Lamentaciones, resto del Segundo Templo, de pie en signo de respeto hacia la tradición Judía, introduciendo en él el texto que había escrito para la liturgia del perdón que se había celebrado dos semanas antes aquí, en San Pedro, pidiendo el perdón Divino por los pecados cometidos contra los Judíos a lo largo de los tiempos, fue sorprendente y conmovedor al mismo tiempo. Los Judíos de Israel aún tienen un largo camino por recorrer para sobreponerse al pasado negativo, pero no hay duda que desde dicha visita histórica las actitudes han cambiado. Además, ella condujo a una nueva y extraordinaria posibilidad de diálogo, entendimiento y colaboración, bajo la forma de comisión bilateral del Gran Rabinato de Israel y la Comisión de la Santa Sede para las Relaciones Religiosas con el Judaísmo, creada por iniciativa de Juan Pablo II y elogiada repetidamente por el Papa Benedicto XVI durante su peregrinaje a Tierra Santa al año pasado, y en sus palabras en la Gran Sinagoga de aquí de Roma a principios de este año.
Otro factor mayor es la influencia de otros cristianos que han duplicado la composición demográfica de la Cristiandad en Israel.
Me refiero, antes que nada, a los casi cincuenta mil cristianos practicantes que han emigrado a Israel en las dos últimas décadas, provenientes de la Unión Soviética. Al estar íntimamente en contacto con la sociedad Judía a través de lazos familiares y culturales, ellos posiblemente representen la primera minoría Cristiana que se considera a sí misma como parte intgrante de la mayoría Judía, desde la primera comunidad cristiana.
Estos cristianos, así como las comunidades árabe-cristianas, son ciudadanos israelíes que gozan del pleno derecho al sufragio e de igualdad ante la ley. Sin embargo, hay una tercera población cristiana significativa en Israel, cuyas condiciones legales a veces son problemáticas.
Se trata de miles de cristianos practicantes, casi un cuarto de millón de trabajadores emigrantes - de Filipinas, Este de Europa, América Latina y África subsahariana. Muchos de ellos están ilegal y temporalmente en el país y su situación es precaria, legalmente hablando.
Sin embargo, la importante presencia cristiana en esta población, mantiene una vida religiosa llena de vitalidad y constituye una tercera dimensión significativa respecto a la realidad cristiana en Israel hoy. Estos factores han contribuido, entre otros, a que en Israel haya una mayor familiaridad con la Cristiandad contemporánea. Además, mientras se calculan casi doscientas organizaciones israelíes que promueven el entendimiento y cooperación árabe-judía a nivel general, hay también, literalmente, docenas de cuerpos promoviendo encuentros, el diálogo y estudios interreligiosos, y la presencia cristiana en estos es exorbitante y realmente significativa. Esto es obviamente debido a la presencia de instituciones cristianas y su clero, expertos, representantes internacionales de las Iglesias, etc, que contribuyen de manera desproporcionada respecto a su numero, especialmente en el campo de la erudición. Más aún, el hecho que en el Estado de Israel Cristianos, como Musulmanes, son minorías que necesitan ser aceptadas y entendidas por la mayoría Judía, lo que sirve también como empuje para lograr un compromiso interreligioso (contrariamente a lo que pasa en otros lugares, donde se da el caso opuesto).
Los Cristianos en Israel están obviamente en una situación muy diferente a la de sus comunidades hermanas en Tierra Santa, que son parte integrante de la sociedad palestina, luchando por su independencia y que se encuentran diaria e inevitablemente en medio del conflicto árabe israelí. De hecho, la ubicación de algunas de estas comunidades en la frontera entre las jurisdicciones israelí y palestina hace que ellos deban soportar lo peor de las medidas de seguridad, con las que el Estado Judío se ve obligado a proteger a sus propios ciudadanos contra la violencia continua dentro de los territorios palestinos. Es justo y adecuado que los cristianos palestinos puedan expresar sus dolores y esperanzas con respecto a la situación. Sin embargo, es notable y lamentable que dichas expresiones no siempre estén en consonancia con la letra y el espíritu del Magisterium concerniente a las relaciones con los Judíos y con el Judaísmo. Esto podría reflejarse en un contexto geográfico más amplio, donde el impacto del conflicto árabe-israelí representa con frecuencia un malestar para muchos cristianos, con el redescubrimiento por parte de la Iglesia de sus raíces judías y, a veces, una preferencia por el prejuicio histórico.
Sin embargo, la grave situación de los Palestinos en general y de los Palestinos Cristianos en especial debería ser de gran preocupación para los Judíos, tanto de Israel como de la Diáspora.
En primer lugar, porque el Judaísmo en especial hizo reconocer al mundo entero que cada persona es creada a Imagen Divina; según esto, como enseñan los sabios del Talmud, cualquier acción irrespetuosa hacia una persona es una acción irrespetuosa hacia el Creador. En particular, tenemos una especial responsabilidad hacia los vecinos que sufren. Esta responsabilidad es aún mayor cuando el sufrimiento nace de un conflicto del cual nosotros formamos parte y, ésta es la paradoja, precisamente dónde nosotros tenemos el deber moral y religioso de protegernos y defendernos.
Para mí personalmente, como Israelí de Jerusalén, la angustiosa situación de Tierra Santa y el sufrimiento de tantas personas en los diferentes lados de la división política, es una fuente de mucho dolor. Me doy perfecta cuenta que se utiliza y se abusa de esta situación para elevar la tensión, llevándola muy por encima del contexto geográfico del conflicto mismo.
Sin embargo, doy gracias a Dios por la gran cantidad de organizaciones en nuestra sociedad que trabajan para aliviar todo el sufrimiento posible en este contexto tan difícil.
Estoy orgulloso de ser el fundador de una de estas organizaciones, Rabinos por los Derechos Humanos, cuyo director y demás miembros, precisamente como leales ciudadanos de Israel, continúan su lucha para preservar el avance de la dignidad humana de todos, en especial de los más vulnerables. Soy plenamente consciente de las matanzas de nuestro pasado reciente en las calles de nuestras ciudades, y de las actuales amenazas de aquellos que están abiertamente comprometidos con la destrucción y exterminación de Israel. No obstante, debemos luchar con el fin de hacer todo lo que podamos para aliviar la miseria de la situación, en particular la relacionada con las comunidades cristianas en Jerusalén y alrededores.
De hecho, en los últimos meses ha habido una notable mejoría, por ejemplo, en las condiciones que afectan el libre movimiento del clero; también hay indicaciones que apuntan a una mayor comprensión hacia las necesidades de la comunidades Cristianas locales por parte de las autoridades, a pesar de los desafíos que impone la seguridad. Continuamos abogando por ello, pues creemos que en última instancia esto nos interesa a todos.
Desde luego, la responsabilidad de los Judíos de asegurar que las comunidades Cristianas crezcan en nuestro medio, respetando el hecho de que Tierra Santa es cuna del nacimiento de la Cristiandad y de los Santos Lugares, está fortalecida cada vez más gracias a nuestro redescubrimiento fraterno.Sin embargo, más allá de nuestra relación particular, los Cristianos como minoría en ambos contextos, Judío e Islámico, tienen un papel fundamental para el conjunto de nuestras sociedades. La situación de las minorías es siempre un profundo reflejo de la condición social y moral de una sociedad en su totalidad. El bienestar de las comunidades Cristianas de Oriente Medio es nada menos que una especie de barómetro de la condición moral de nuestros países. El grado de derechos civiles y religiosos y de libertad del que gozan los Cristianos es testigo de la salud o enfermedad de las respectivas sociedades en Oriente Medio.
Es más, como acabo de indicar, los Cristianos juegan un papel desmesurado en la promoción de la comprensión y colaboración interreligiosa en el país. Desde luego, me atrevería a sugerir que ésta es precisamente la labor Cristiana, contribuir a la superación del prejuicio y los malentendidos que aquejan a Tierra Santa y que, desde luego, están reforzados en la región en general. Aunque no es justo esperar que estas pequeñas comunidades Cristianas locales sean capaces de cargar solas con esta responsabilidad, quizás tengamos la esperanza que, apoyadas en esto por la Iglesia universal y su autoridad central, ellas sean constructoras de paz bendecidas en la ciudad cuyo nombre significa paz y que es de gran significado para nuestras comunidades. Se han podido observar algunos signos en el papel de los líderes Católicos locales con el establecimiento, en años recientes, del Conejo de Instituciones Religiosas de Tierra Santa, que reúne al Jefe del Rabinato de Israel, las Cortes de la Shaaria, el Ministerio de Asuntos Religiosos de la Autoridad Palestina y los líderes oficiales Cristianos en Tierra Santa. Este Consejo no sólo facilita la comunicación entre las distintas autoridades religiosas, sino que está también comprometido en la lucha contra los desacuerdos, la intolerancia y la instigación, al tiempo que intenta ser una fuerza para la reconciliación y la paz en modo tal que dos naciones y tres religiones puedan vivir en esta tierra en plena dignidad, libertad y tranquilidad.
El Instrumentum laboris de esta Asamblea Especial para Oriente Medio cita al Papa Benedicto XVI en su entrevista para el Osservatore Romano en su viaje a Tierra Santa como sigue: “Por eso es importante, por una parte, mantener un diálogo bilateral - con los judíos y con el islam - y luego también un diálogo trilateral”(secc. 96). Este año, por primera vez, el Consejo Pontificio para las Relaciones Interreligiosas y la Comisión Pontificia para las Relaciones Religiosas con los Judíos fueron los anfitriones, junto al Comité Judío Internacional para las Consultas Interreligiosas (CJICI) y la Fundación para las Tres Culturas de Sevilla (España), del primer diálogo trilateral. Esto fue una alegría especial para mí, pues esta propuesta se hizo durante mi presidencia del CJICI y deseo fervorosamente que éste sea sólo el inicio de un diálogo trilateral más extenso que venza la sospecha, el prejuicio y los desacuerdos, en modo tal que seamos capaces de poner de relieve las experiencias comunes en la familia de Abraham, por el bien de toda la humanidad.
Creo que la antes mencionada comisión bilateral, con el Jefe del Rabinato de Israel y el Consejo de las Instituciones Religiosas de Tierra Santa, puede incluso ofrecer una mayor oportunidad y desafío en lo que concierne a esto.
El Instrumentum laboris proporciona también nuevas oportunidades para comprender mejor la naturaleza de las relaciones de los Cristianos con los Musulmanes y con los Judíos. Cito las palabras del Papa Benedicto XVI en Colonia en Agosto de 2005, cuando describe las relaciones con el Islam como “una necesidad vital, de la cual depende en gran parte nuestro futuro” (secc. 95). Obviamente esto en Oriente Medio es un tópico. Sea que uno entienda el concepto de dar El Islam sólo en un contexto geográfico/cultural o en uno teológico, la cuestión crítica del futuro de nuestras respectivas comunidades es si nuestros hermanos Musulmanes pueden ver o no la presencia Cristiana o Judía como una parte plenamente legítima e integral de la región en su totalidad. Verdaderamente, la necesidad de plantear esta cuestión es nada menos que “una necesidad vital, de la cual depende en gran parte nuestro futuro”.Y esto nos lleva a la cuestión fundamental que está a la “raíz” del conflicto Arabo-Israelí. Los que claman que la “ocupación” es la “causa fundamental” del conflicto son, en el mejor de los casos, poco sinceros.
Este conflicto tiene lugar desde hace décadas, desde mucho antes de la Guerra de los Seis Días de 1967 como resultado de la cual la Orilla Occidental y Gaza pasaron bajo control israelí. De hecho, la “Ocupación”es una consecuencia del conflicto; la verdadera “causa primordial” del mismo es, precisamente, saber si el mundo árabe puede tolerar una soberanía no-árabe en su medio.
Sin embargo, el Intrumentum laboris comentando el Dei Verbum, describe el diálogo de la Iglesia “con sus hermanos mayores” no sólo necesario, sino “esencial” (secc. 87). De hecho, en su visita este año a la gran sinagoga de esta ciudad, el Papa Benedicto XVI citó el Catecismo de la Iglesia Católica (n. 839): “Escrutando su misterio, la Iglesia, pueblo de Dios de la Nueva Alianza, descubre su propio vínculo profundo con los judíos, elegidos por el Señor los primeros entre todos para acoger su palabra”, y añade: “A diferencia de las otras religiones no cristianas, la fe judía ya es una respuesta a la revelación de Dios en la Antigua Alianza”.
Estas palabras son eco de las palabras del Papa Juan Pablo II quien, en su histórica visita a la misma sede Judía de adoración de esta ciudad, en 1986, declaró: “la religión Judía no es extrínseca a nosotros, en cierto sentido es intrínseca a nuestra propia religión. Por lo tanto, con el Judaísmo tenemos una relación que no tenemos con ninguna otra religión”. Además, en su Exhortación Apostólica del 28 de junio de 2003, él describió “el diálogo y la colaboración con los creyentes de religión hebrea” como de “importancia fundamental para la conciencia cristiana en sí misma”, manteniendo la llamada del Sínodo para “reconocer las raíces comunes existentes entre el cristianismo y el pueblo judío, llamado por Dios a una alianza que sigue siendo irrevocable” (n.56).
Como he observado, la realidad política en Oriente Medio no facilita a los Cristianos de la región
que reconozcan, y aún menos abracen, estas exhortaciones. De todas formas, rezo para que el milagro al que Juan Pablo II se refería como “el florecimiento de una nueva primavera de relaciones mutuas” sea cada vez más evidente, tanto en Oriente Medio como en todo el mundo.
A este fin, dediquémonos de manera más devota, a través de la oración y del trabajo, para la paz y la dignidad de todos. Recemos con las palabras del Papa Juan Pablo II en el Muro de las Lamentaciones en Jerusalén, con las cuales el Papa Benedicto XVI concluyó su presentación en la Gran Sinagoga de Roma: “Derrama tu paz sobre Tierra Santa, sobre Oriente Medio, sobre toda la familia humana; despierta el corazón de todos los que invocan tu nombre, para caminar humildemente por la senda de la justicia y la compasión.”
Y permitanme, como alguien que viene a Ustedes desde la ciudad que es Santa y Querida por todos nosotros, concluir con las palabras del Salmista: “¡Bendígate Yahvé desde Sión, que veas la prosperidad de Jerusalén todos los días de tu vida!” (Sal 128, 5).

[00066-04.03] [NNNNN] [Texto original: inglés]


ERRATA CORRIGE

Las correcciones publicadas en la Errata Corrige del Boletín N° 8 han sido efectuadas directamente en los respectivos Boletines publicados en estas páginas Internet.


AVISOS

- “BRIEFING”

 “BRIEFING”

Para una información más eficaz sobre los trabajos sinodales se han organizado 4 grupos lingüísticos para los periodistas acreditados.

A continuación se detallan el lugar del “briefing” y el nombre del Responsable de Prensa para cada grupo lingüístico:

Grupo lingüístico italiano
Responsable: Rev. Mons. Giorgio COSTANTINO
Lugar: Sala de periodistas, Oficina de Prensa de la Santa Sede

Grupo lingüístico inglés
Responsable: Dr. Tracey Alicia McCLURE
Lugar: Aula Juan Pablo II, Oficina de Prensa de la Santa Sede

Grupo lingüístico francés
Responsable: Sra. Romilda FERRAUTO
Lugar: Sala “Blu” 1er Piso, Oficina de Prensa de la Santa Sede

Grupo lingüístico árabe
Responsable: Rev. P. Jean MOUHANNA, O.M.M.
Lugar: Sala de telecomunicaciones, Oficina de Prensa de la Santa Sede

Los siguientes días está previsto un “briefing” de los Responsables de Prensa a las 13:30, aproximadamente:
- Jueves 14 de octubre de 2010
- Viernes 15 de octubre de 2010 (con la presencia de un Padre sinodal)
- Sábado 16 de octubre de 2010
- Martes 19 de octubre de 2010 (con la presencia de un Padre sinodal)
- Jueves 21 de octubre de 2010 (con la presencia de un Padre sinodal)
- Viernes 22 de octubre de 2010

Los nombres de los participantes y los eventuales cambios de fechas y horarios se comunicarán lo antes posible.


Aviso a los lectores

Errata corrige

En caso de observarse errores en el contenido del Boletín, rogamos lo indiquen a la Redacción mediante correo electrónico a:
fungogenerale@pressva-fungo.va

 
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