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SYNODUS EPISCOPORUM
BOLETÍN

II ASAMBLEA ESPECIAL PARA ÁFRICA
 DEL SÍNODO DE LOS OBISPOS
4-25 de OCTUBRE 2009

La Iglesia en África al servicio de la reconciliación, de la justicia y de la paz.
"Vosotros sois la sal de la tierra ... Vosotros sois la luz del mundo" (Mt 5, 13,14)


Este Boletín es solo un instrumento de trabajo para uso periodístico.
Las traducciones no tienen carácter oficial.


Edición española

02 - 02.10.2009

RESUMEN

- PRESENTACIÓN DEL SECRETARIO GENERAL
- CALENDARIO DE LOS TRABAJOS SINODALES
- INFORMACIÓN GENERAL SINODAL
- ORACIÓN PARA EL BUEN ÉXITO DEL SÍNODO
- LA CAPILLA DEL SÍNODO
- AVISOS

PRESENTACIÓN DEL SECRETARIO GENERAL

Viernes, 2 de octubre de 2009 a las 11.30 horas en el Aula Juan Pablo II de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, el Secretario General del Sínodo de los Obispos S.E.R. Mons. Nikola Eterović ha llevado a cabo un “briefing” para dar informaciones sobre el sentido y el desarrollo de la Asamblea sinodal.

Reproducimos a continuación el texto de la presentación del Secretario General:

En el Discurso de la montaña sobre las Bienaventuranzas Jesús reveló la dignidad de sus discípulos afirmando: “Vosotros sois la sal de la tierra...Vosotros sois la luz del mundo” (Mt 5, 13. 14). Tales palabras, que son válidas para los cristianos de todos los tiempos, se dirigen de manera particular a los fieles de África en este momento de su historia eclesial y social. La actualidad de esta llamada fue subrayada también por el Santo Padre Benedicto XVI que la utilizó como lema de su primera Visita Apostólica al corazón de África, en Camerún y en Angola, donde estuvo del 17 al 23 de marzo de 2009.
Es simultáneamente una constatación y una exhortación. Los cristianos, regenerados en el bautismo por la gracia del Espíritu Santo, se han revestido de Jesucristo, “luz del mundo” (cfr. Jn 8, 12) que “ilumina a todo hombre” (Jn 1,9). Ellos, por lo tanto, deben vivir el espíritu de las bienaventuranzas y de esta forma reflejar la Luz Jesucristo, según sus propias palabras: “Brille así vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos” (Mt 5, 16). Los discípulos del Señor, al comprometerse en una vida cristiana auténtica, tratan de seguirlo, van detrás de Él negándose a sí mismos y tomando su propia cruz (cfr. Mc 8, 34). Dejándose guiar por la luz de Cristo, se convierten cada vez más en la sal de la tierra que, renovada por la gracia del Espíritu Santo, no sólo no perderá su sabor, sino que podrá dar un verdadero gusto de Evangelio a toda la realidad humana en África y en el mundo entero.
Ser sal de la tierra y luz del mundo es la vocación de todo cristiano. Aplicada a la realidad africana, esta verdad nos permite comprender el espíritu con el cual se quiere celebrar la Segunda Asamblea Especial para África del Sínodo de los Obispos sobre el tema: La Iglesia en África al servicio de la reconciliación, de la justicia y de la paz. “Vosotros sois la sal de la tierra...Vosotros sois la luz del mundo” (Mt 5, 13.14). La prioridad, por lo tanto, se relaciona con la urgente obra de evangelización que posee como inseparable reflejo la promoción humana en el contexto del continente africano.
El tema de la Asamblea sinodal es muy significativo ya que retoma el título de la Exhortación Apostólica Post-sinodal Ecclesia in Africa, que recoge los resultados de la Primera Asamblea Especial para África del Sínodo de los Obispos celebrada del 10 de abril al 8 de mayo de 1994 sobre el tema La Iglesia en África y su misión evangelizadora de cara al año 2000. “Seréis mis testigos”(Hch 1,8). Con esa elección se quiso subrayar la continuidad entre las dos Asambleas. La primera ofreció un cuadro general y de conjunto de la situación de la Iglesia Católica en el continente. Además afrontó los distintos desafíos, eclesiales, sociales y políticos que, desgraciadamente, hoy son todavía actuales en su gran mayoría. Teniendo presente este cuadro que aún posee validez, con la Segunda Asamblea Especial los Padres sinodales, guiados por el Santo Padre Benedicto XVI, desean analizar en profundidad la misión de la Iglesia al servicio de la reconciliación, la justicia y la paz. Son temas fundamentales para el presente y el futuro de la Iglesia Católica en África. En esta urgente obra la Iglesia está dispuesta a colaborar con las demás Iglesias y comunidades cristianas, con quienes pertenecen a otras religiones no cristianas, y también con todos los hombres de buena voluntad. A este propósito, el primer día de comienzo de los trabajos está previsto un informe de unos 30 minutos sobre cómo fue recibida la Ecclesia in Africa, y luego seguirá un debate libre sobre el tema.
La preparación de la Segunda Asamblea Especial para África comenzó cinco años atrás, cuando el 14 de junio del 2004 el Siervo de Dios Juan Pablo II expresó el deseo de convocar la Segunda Asamblea sinodal para África. Esta dio comienzo específicamente con la publicación de los Lineamenta, el 27 de junio del año 2006. Durante su visita a Yaundé, Camerún, el 19 de marzo de 2009, el Santo Padre Benedicto XVI entregó el Instrumentum laboris de la Asamblea sinodal a los Presidentes de las 36 Conferencias Episcopales y a los Jefes de dos Iglesias Orientales Católicas sui iuris así como de la Asamblea de la Jerarquía Católica de Egipto.
La Iglesia en África ha tenido un gran actividad. Desde el año1978 al 2007, el número de los católicos africanos paso de 55.000.000 a 146.000.000. También las vocaciones al sacerdocio y a la vida consagrada han crecido notablemente (cfr. Anexo).
Debemos completar este prometedor cuadro recordando a los 521 agentes pastorales que desde el año 1994 al 2008 fueron asesinados en África a causa del nombre de Jesucristo (cfr. Mt 10, 22). Se trata de africanos, de origen y de adopción, es decir, misioneros en tierras africanas. En 2008, por ejemplo, de 20 agentes pastorales católicos asesinados en el mundo, 5 eran africanos: 3 sacerdotes, 1 religioso y 1 voluntario laico, provenientes respectivamente de Kenia, Guinea Conakry, Nigeria y de la República Democrática del Congo. El Evangelio que ellos anunciaron es la verdadera sal de la tierra, garantía de una evangelización con raíces profundas, capaz de poder resistir ante cualquier adversidad. La Buena Noticia, acompañada por el límpido testimonio de su servicio eclesial, se convierte en luz que brilla en las tinieblas del mundo, a veces demasiado densamente concentradas en algunas zonas del continente africano.

***

Ser cada vez más la sal de la tierra y la luz del mundo es una gracia que se obtiene con la oración. La celebración de la Asamblea sinodal estará acompañada por intensos momentos de oración.
El Santo Padre Benedicto XVI, Presidente del Sínodo de los Obispos, presidirá tres celebraciones Eucarísticas en la Basílica Papal de San Pedro. Además de la de inauguración del domingo 4, y la de conclusión de los trabajos sinodales, el domingo 25 de octubre, Su Santidad canonizará, el domingo 11 de octubre, a 5 beatos: Zygmunt Szczesny Felinski, Francisco Coll y Guitart, Josef Damiaan de Veuster, Rafael Arnáiz Barón y Marie de la Croix (Jeanne) Jugan. Estos santos enseñan de una forma concreta cómo nos convertimos en la sal de la tierra y la luz del mundo.
La oración acompañará las reflexiones de los Padres sinodales cada día por la mañana y por la tarde. La oración de la Hora Tercia estará acompañada por una breve homilía, preparada por los Padres sinodales. Un momento especial está previsto para el sábado 10 por la tarde. El Santo Padre guiará el rezo del Santo Rosario con África y por África, en conexión vía satélite, desde el Aula Pablo VI, con las universidades de 9 capitales africanas: El Cairo (Egipto), Antananarivo (Madagascar), Kinshasa (Rep. Dem. del Congo), Nairobi (Kenia), Johanesburgo (Sudáfrica), Maputo (Mozambique), Jartún (Sudán), Onitsha (Nigeria) o Ouagadougou (Burkina Faso).
En la Segunda Asamblea Especial para África participarán 244 Padres sinodales, de los cuales 228 son obispos. Los mismos participarán con carácter de: 79 ex officio, 129 elegidos y 36 de nombramiento pontificio. Entre ellos encontramos 33 cardenales, 75 arzobispos, 120 obispos y 8 religiosos, elegidos por la Unión de los Superiores Generales. Con respecto a los cargos encontramos 37 Presidentes de Conferencias Episcopales, 189 obispos ordinarios, 4 coadyutores, 2 auxiliares y 8 arzobispos eméritos.
En referencia al art. VII del Ordo Synodi Episcoporum, el Santo Padre Benedicto XVI había establecido que ex officio participaran en la Asamblea sinodal, 25 Presidentes de discasterios de la Curia romana, todos los cardenales africanos, actualmente son 14, los Presidentes de las Conferencias Episcopales, nacionales, regionales y los de las reuniones Internacionales. En la elección de los Padres sinodales se siguió también el criterio de elegir un obispo de cada 5 participantes. De todas maneras se trató de tener por lo menos un obispo por cada uno de los 53 Países de África.
La mayoría de los Padres sinodales, en concreto 197, provienen de África. Otros 27 vienen de otros continentes: 34 de Europa, 10 de América, 2 de Asia y uno de Oceanía. Entre ellos hay Presidentes de Conferencias Episcopales de otros 4 continentes, que al inicio de la Asamblea dirigirán su palabra a la Asamblea. Este hecho evidencia que la Segunda Asamblea Especial para África afecta a toda la Iglesia Católica.
Por lo que se refiere a los trabajos sinodales, se han previsto 20 Congregaciones Generales y 9 Sesiones de los Círculos menores, divididos en las tres lenguas oficiales de la Asamblea: francés, inglés y portugués. Los Padres sinodales podrán usar también el italiano.
En estas lenguas 4 los encargados de prensa informarán regularmente a los periodistas sobre los trabajos sinodales. La primera Conferencia de Prensa se celebrará el lunes, 5 de octubre. En ella participarán Su Eminencia, Card. Peter Kodwo Appiah TURKSON, Arzobispo de Cape Coast, Ghana, Relator General.
Como se sabe, el Santo Padre Benedicto XVI ha nombrado tres Presidentes Delegados: los Eminentísimos Cardenales: Francis ARINZE, Prefecto emérito de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos; Théodore-Adrien SARR, Arzobispo de Dakar, Senegal, y Wilfrid Fox NAPIER, O.F.M., Arzobispo de Durban, África del Sur. Al mismo tiempo, Su Santidad ha nombrado dos Secretarios Especiales: Su Excelencia Mons. António Damião FRANKLIN, Arzobispo de Luanda, Angola y Su Excelencia Mons. Edmond DJITANGAR, Obispo de Sarh, Chad.
En la Asamblea sinodal participarán también los Delegados fraternos, representantes de 6 Iglesias y comunidades eclesiales, presentes de modo significativo en África, con quienes la Iglesia Católica mantiene relaciones de diálogo y colaboración.
Estarán presentes, también, 29 Expertos, 19 hombres y 10 mujeres, y 49 Oyentes, 29 hombres y 20 mujeres, dispuestos a ofrecer su contribución para el buen desarrollo de los trabajos sinodales, enriqueciendo la reflexión con sus significativos testimonios.
Junto con los Asistentes, Traductores y personal técnico y, en particular, con los Oficiales de la Secretaría General, participarán en la Asamblea unas 400 personas.
Acogiendo la invitación del Santo Padre Benedicto XVI, participarán en la Asamblea sinodal tres Invitados especiales.
En primer lugar, el martes del próximo 6 de octubre, participará en la Tercera Congregación General el Patriarca de la Iglesia Ortodoxa Tewahedo Etíope Su Santidad Abuna Paulos. Se trata de una participación en el Sínodo del representante de la mencionada Iglesia cristiana, presente en África de forma ininterrumpida desde los tiempos apostólicos.
El viernes 9 de octubre se espera al Señor Rudolf Adada, que fue Jefe de la Joint United Nations/African Union Peacekeeping Mission para el Dafur, que afecta no sólo a los Países africanos sino también a todo el mundo.
El lunes 12 de octubre dirigirá la palabra a los Padres sinodales el Sr. Jacques Diouf, Director General de la FAO, para informar sobre los esfuerzos de la FAO dirigidos a garantizar la seguridad alimenticia en África.

***

“Vosotros sois la sal de la tierra... Vosotros sois la luz del mundo” (Mt 5, 13.14). La Iglesia que peregrina en África desde hace 2000 años, trata de poner en práctica esta invitación del Señor. Lo está haciendo en las regiones del Nordeste de África desde los tiempos apostólicos (Cfr. Hch 8, 26-39). En algunas zonas, como por ejemplo en la actual Angola, la Buena Noticia ha sido anunciada hace más de 500 años. En otras regiones, la luz del Evangelio ha penetrado con los misioneros hace unos 100 años. Gracias a Dios, los resultados han sido abundantes. Uno de los signos de fecundidad apostólica son las vocaciones misioneras africanas. Cada vez hay más sacerdotes, religiosos, religiosas y laicos que realizan el servicio pastoral en otras Iglesias particulares en África o en otros continentes. Junto con la Buena Noticia, se esfuerzan en promover las actividades educativas y asistenciales de la Iglesia, ofreciendo una formación integral, humana y cristiana, a las nuevas generaciones. Al mismo tiempo, tratan de aliviar las heridas abiertas en el espíritu y en el cuerpo de sus hermanos, afrontando los grandes desafíos del subdesarrollo y, por tanto, del hambre, de las enfermedades, de las violencias, incluidas las guerras. Con sus acciones continúan la obra de Jesús Buen Samaritano en favor de todo hombre africano, sin distinción de etnia, lengua, religión, ofreciendo una preciosa contribución al proceso de la justicia y de la paz que brota de un corazón reconciliado con Dios y con el prójimo.
Invocando la intercesión de tantos santos africanos y, en particular, de la Virgen María, Nuestra Señora de África, rezamos para que la celebración de la Segunda Asamblea Especial se convierta en una ocasión propicia para que todo el Pueblo de Dios se dedique a la oración y a la profunda reflexión sobre el presente de la actividad pastoral en África, en unión con los Pastores y bajo la guía del Obispo de Roma y Pastor universal de la Iglesia. Bendecida por el Espíritu Santo, la Iglesia en África desea emprender, con nuevo celo, la obra de evangelización y de promoción humana en el gran continente. Una Iglesia reconciliada en su interior se convertirá en anunciadora creíble de la reconciliación, también a nivel de la sociedad, aportando una insustituible contribución a la promoción de la justicia y al logro de la paz.


Algunos datos estadísticos sobre la actividad caritativa de la Iglesia Católica en África
I) En África existen 53 Cáritas nacionales, de las que 20 tienen una finalidad añadida, relativa, en general, a la promoción de la solidaridad y al desarrollo integral del hombre y de la sociedad. Existe también Cáritas de Oriente Medio y de África del Norte. Todas las organizaciones nacionales están coordinadas por Cáritas África que tiene su sede en Kampala, Uganda.
II) La red de las Comisiones Justicia y Paz está bastante desarrollada. Existe a nivel continental el Secretariado Justicia y Paz del SECAM. Hay, además, 8 Comisiones regionales y 34 nacionales, en las respectivas Conferencias Episcopales. Hay también 12 Institutos y Centros de promoción de la Doctrina social de la Iglesia.
III) Entre las obras significativas de promoción humana, conviene recordar la Fundación para el Sahel, instituida el 22 de febrero de 1984 por el Papa Juan Pablo II, a raíz de su visita apostólica a Burkina Faso. Durante 25 años, la Fundación ha distribuido aproximadamente 40.000.000 de dólares americanos en 9 países: Burkina Faso, Cabo Verde, Chad, Gambia, Guinea Bissau, Níger, Mali, Mauritania y Senegal, financiando proyectos de acceso al agua y de nuevo saneamiento de terrenos cultivables , así como de formación y de educación. El 12 de febrero de 2001, el Papa Juan Pablo II constituyó la Fundación el Buen Samaritano, fundada con la finalidad de sostener a los enfermos más necesitados, sobre todo a los enfermos de SIDA. La Fundación depende del Consejo Pontificio para la Pastoral de la Salud.
IV) La Iglesia Católica está bastante presente en el campo de la pastoral sanitaria. Según los últimos datos, tomados del año 2007, existen en todo el Continente africano 16.178 centros de salud, de los cuales: 1.074 hospitales, 5.373 ambulatorios, 186 leproserías, 753 residencias para ancianos e inválidos 979 orfelinatos, 1.997 guarderías infantiles, 1.590 consultorios matrimoniales, 2.947 centros de reeducación social, 1.279 centros de salud diversos.
V) Junto con el anuncio del Evangelio, la Iglesia Católica promueve desde siempre la educación integral de las personas a través de las escuelas católicas. Actualmente, en el continente africano existen 12.496 escuelas maternas con 1.266.444 inscritos; 33.263 escuelas primarias con 14.061.806 alumnos; 9.838 escuelas superiores con 3.738.238 alumnos. En los institutos superiores estudian 54.362 estudiantes; en las Universidades 11.011 estudiantes frecuentan los estudios eclesiásticos y 76.432 otras disciplinas.
 

África

  Habitantes Católicos Circ. Ecl Centros Pastorales Obispos Sacerdotes Diáconos Relig. no sac Religiosas
prof.
Misioneros
2007 943.743.000 164.925.000 516 89.006 657 34.658 403 7.921 61.886 3.590
2006 926.878.000 158.313.000 514 85.311 638 33.478 379 7.846 60.708 4.301
2005 898.630.000  153.470.000 509 84.472  630 32.370 374 7.948 58.781 4.092
2004 876.720.000 148.817.000  507  81.629  630 31.259  368 7.791 57.475  3.926
2003 850.558.000 143.659.000  505  79.994  632 30.419  336 7.370 56.409  2.633
2002 830.516.000 137.428.000  503  79.514  617 29.274  336 7.139 53.980  2.575
2001 809.105.000 135.660.000  497  79.003  616 27.988  372 7.249 52.695  1.488
2000 789.455.000 130.018.000  495  82.668  601 27.165  361 7.256 52.583  1.222
1999 768.999.000 124.270.000  489  87.661  592 26.547  324 7.299 51.617  1.071
1998 748.612.000  16.664.000  479  84.131  575 26.026  1.313 7.025 51.304  1.256



[00002-04.10] [RE000] [Texto original: italiano]

CALENDARIO DE LOS TRABAJOS SINODALES

4 de octubre - Domingo

09.30
Solemne inauguración y Concelebración de la Santa Misa en la Basílica de San Pedro

5 de octubre - Lunes

09.00 - 12.30
1ª Congregación General
Saludo del Presidente Delegado
Relación del Secretario General
RELACIÓN ANTERIOR A LA DISCUSIÓN
Intervenciones libres
16.30 - 19.00
2ª Congregación General
Informes sobre las relaciones de los diferentes continentes con África
Informe sobre Ecclesia in Africa
18.00 - 19.00
Intervenciones libres

6 de octubre - Martes

09.00 - 12.30
3ª Congregación General
Elección de la Comisión para el Mensaje (I)
Inicio de la discusión general
16.30 - 19.00
4ª Congregación General
Continuación de la discusión general
18.00 - 19.00
Intervenciones libres

7 de octubre - Miércoles

09.00 - 12.30
Círculos menores (I Sesión)
Elección de los Moderadores y de los Relatores
Debate sobre la Relación anterior a la discusión
16.00
Reunión de los Moderadores y de los Relatores
16.30 - 19.00
5ª Congregación General
Continuación de la discusión general
18.00 - 19.00
Intervenciones libres

8 de octubre - Jueves

09.00 - 12.30
6ª Congregación General
Elección de la Comisión para el Mensaje - II
Continuación de la discusión general
16.30 - 19.00
7ª Congregación General
Continuación de la discusión general
18.00 - 19.00
Intervenciones libres

9 de octubre - Viernes

09.00 - 12.30
8ª Congregación General
Continuación de la discusión general
16.30 - 19.00
9ª Congregación General
Continuación de la discusión general
18.00 - 19.00
Intervenciones libres

10 de octubre - Sábado

09.00 - 12.30
10ª Congregación General
Continuación de la discusión general
18.00
Rezo del Rosario con los universitarios de los ateneos romanos en el Aula Pablo VI

11 de octubre - Domingo

10.00
Santa Misa con Canonización de los Beatos Zygmunt Szsezęsny Feliński, Francisco Coll y Guitart, Jozef Damiaan de Veuster, Rafael Arnáiz Barón y Marie de la Croix (Jeanne) Jugan en Plaza San Pedro

12 de octubre - Lunes

09.00 -12.30
11ª Congregación General
Continuación de la discusión general
Audición de los Oyentes (I)
16.30 - 19.00
12ª Congregación General
Continuación de la discusión general
Audición de los Oyentes (II)
18.00 - 19.00
Intervenciones libres

13 de octubre - Martes

09.00 - 12.30
13ª Congregación General
Continuación de la discusión general
Audición de los Delegados fraternos
16.30 - 19.00
14ª Congregación General
RELACIÓN POSTERIOR A LA DISCUSIÓN
18.00 - 19.00
Intervenciones libres

14 de octubre - Miércoles

09.00 - 12.30
Círculos menores (II Sesión)
Debate sobre la Relación posterior a la discusión
l6.30 -19.00
Círculos menores (III Sesión)
Debate sobre la Relación posterior a la discusión

15 de octubre - Jueves

9.00 - 12.30
15ª Congregación General
Presentación en el Aula del Sínodo de las relaciones de los Círculos menores
Intervenciones libres
16.30 - 19.00
Círculos menores (IV Sesión)
Preparación de las Propuestas

16 de octubre - Viernes

09.00 - 12.30
Círculos menores (V Sesión)
Preparación de las Propuestas
16.30 - 19.00
Círculos menores (VI Sesión)
Preparación de las Propuestas
19.00
Entrega de las Propuestas a la Secretaría General

17 de octubre - Sábado

09.00 - 12.30
16ª Congregación General
Elección del Consejo (I)
Presentación del Borrador del Mensaje
Discusión del Mensaje

18 de octubre - Domingo

No hay Congregación
Unificación de las Propuestas por el Relator General, los Secretarios Specialis y los Relatores de los Círculos menores

19 de octubre - Lunes

09.00 - 12.30
No hay Congregación
Unificación de las Propuestas por el Relator General, los Secretarios Specialis y los Relatores de los Círculos menores
16.30 - 19.00
No hay Congregación
Unificación de las Propuestas por el Relator General, los Secretarios Specialis y los Relatores de los Círculos menores

20 de octubre - Martes

09.00 - 11.30
17ª Congregación General
Presentación de la LISTA UNIFICADA DE LAS PROPUESTAS
Elección del Consejo (II)
11.30 - 12.30
Círculos menores (VII Sesión)
Preparación de las Enmiendas colectivas a las Propuestas
16.30 - 19.00
Círculos menores (VIII Sesión)
Preparación de las Enmiendas colectivas a las Propuestas

21 de octubre - Miércoles

09.00 - 12.30
Círculos menores (IX Sesión)
Preparación de las Enmiendas colectivas a las Propuestas
13.00
Entrega de las Propuestas colectivas enmendadas a la Secretaría general
16.30 - 19.00
No hay Congregación
Estudio de las Enmiendas colectivas a las Propuestas a cargo del Relator General, los Secretarios Specialis y los Relatores de los Círculos menores

22 de octubre - Jueves

09.00 - 12.30
No hay Congregación
Estudio de las Enmiendas colectivas a las Propuestas a cargo del Relator General, los Secretarios Specialis y los Relatores de los Círculos menores
16.30 - 19.00
No hay Congregación
Estudio de las Enmiendas colectivas a las Propuestas a cargo del Relator General, los Secretarios Specialis y los Relatores de los Círculos menores

23 de octubre - Viernes

09.00 - 12.30
18ª Congregación General
Presentación y votación del Mensaje
17.30 - 19.00
19ª Congregación General
Presentación de la LISTA FINAL DE LAS PROPUESTAS


24 de octubre - Sábado

09.00 - 12.30
20ª Congregación General
Votación final de las Propuestas: Placet - Non Placet
13.00
Almuerzo fraterno con el Santo Padre
Saludos

25 de octubre - Domingo

09.30
Solemne Concelebración de la Santa Misa y Conclusión del Sínodo en la Basílica de San Pedro

Ciudad del Vaticano, 8 de Septiembre 2009

+ Nikola Eterović
Arzobispo tit. Sisak
Secretario General

INFORMACIÓN GENERAL SINODAL

Durante el desarrollo de las labores del Concilio Ecuménico Vaticano II, maduró la voluntad de los Padres del Concilio (manifestado en los Decretos Christus Dominus [N. 5] y Ad gentes [N. 29]) para mantener vivo un auténtico espíritu de colaboración, basándose en la convicción de que el Papa en su tarea de Pastor Universal de la Iglesia, pudiera ejercitar de modo más evidente y con mayor eficacia su unión con los Obispos, Miembros del mismo orden episcopal del Obispo de Roma.
A este propósito el Papa Pablo VI, con la Carta Apostólica Apostolica sollicitudo, promulgada "Motu proprio" el 15 septiembre de 1965 (AAS 57 [1965] 775-780), instituyó el Sínodo de los Obispos para toda la Iglesia, fruto de la experiencia conciliar, determinándole su organización y su tarea institucional: "La Apostolica sollicitudo con la que, después de haber observado atentamente los signos de los tiempos, nos esforzamos por adaptar los métodos de apostolado a las múltiples necesidades de nuestro tiempo y a las nuevas condiciones de la sociedad, nos induce a consolidar con vínculos más íntimos Nuestra unión con los Obispos, "a quienes puso el Espíritu Santo (...) para gobernar la Iglesia de Dios" (Hech 20, 28)" (Introducción Apostolica sollicitudo). "El Sínodo de los Obispos, por medio del cual los Obispos elegidos de las diversas partes del mundo prestan una ayuda más eficaz al Pastor Supremo de la Iglesia, se constituye de tal forma que sea: a) un instituto eclesiástico central; b) que represente a todo el episcopado católico; c) perpetuo por su naturaleza, y d) en cuanto a la estructura, desempeñe su función en tiempo determinado y según la ocasión" (Capítulo I de Apostolica sollicitudo). "Corresponde al Sínodo de los Obispos, por su misma naturaleza, la tarea de informar y aconsejar. Podrá gozar también del poder deliberativo cuando se lo conceda el Romano Pontífice, a quien corresponderá en este caso ratificar la decisión del Sínodo. Los fines generales del Sínodo de los Obispos son: a) fomentar la íntima unión y colaboración entre el Sumo Pontífice y los Obispos de todo el mundo; b) procurar que se tenga conocimiento directo y verdadero de las cuestiones y de las circunstancias que atañen a la vida interna de la Iglesia y a su acción propia en el mundo actual; c) facilitar la concordia de opiniones, por lo menos en cuanto a los puntos fundamentales de la doctrina y en cuanto a al modo de proceder en la vida de la Iglesia. Los fines especiales y próximos son los siguientes: a) intercambiarse noticias oportunas; b) dar consejo acerca de aquellas cuestiones para las que sea convocado el Sínodo en cada ocasión" (Capítulo II de Apostolica sollicitudo). "El Sínodo de los Obispos está sujeto directa e inmediatamente a la autoridad del Romano Pontífice" (Capítulo III de Apostolica sollicitudo). "El Sínodo de los Obispos puede reunirse en Asamblea General, en Asamblea Extraordinaria y en Asamblea Especial" (Capítulo IV de Apostolica sollicitudo).
Con la oración del Angelus Domini del domingo 22 de septiembre de 1974 el mismo Pablo VI dio la definición del Sínodo de los Obispos: "Es una institución eclesiástica, que nosotros, interrogando los signos de los tiempos y, sobre todo, tratando de interpretar los profundos designios divinos y la constitución de la Iglesia católica, hemos establecido después del Concilio Vaticano II, para fomentar la unión y la colaboración de los Obispos de todo el mundo con esta Sede Apostólica, a través de un estudio común de las condiciones de la Iglesia y de la solución concordada de las cuestiones relativas a su misión. No es un Concilio, no es un Parlamento, sino un Sínodo de naturaleza especial".
El fundamento teológico del Sínodo de los Obispos ha sido ofrecido por el Siervo de Dios Papa Juan Pablo II quien, en su Discurso al Consejo de la Secretaría General del Sínodo de los Obispos del 30 de abril de 1983 ha indicado el Sínodo de los Obispos como "una forma de expresar y un instrumento particularmente fecundo de la colegialidad de los Obispos". Se trata di una asamblea de los Miembros del episcopado católico, cuyo quehacer es ayudar por medio de consejos al Papa en el gobierno de la Iglesia universal, en lo que se relacione con la defensa y el incremento de la fe y de las costumbres, la obediencia y la confirmación de la disciplina eclesiástica y para estudiar los problemas relacionados con la actividad de la Iglesia en el mundo. Esto sucede, come ha confirmado Su Santidad Benedicto XVI en la Meditatio horae tertiae ad ineundos labores XI Coetus Generalis Ordinarii Synodi Episcoporum (AAS 97 [2005] 951), en un ambiente de amor mutuo, de colaboración reciproca, entendido también como un modo de compartir, la "corrección fraterna", la consolación, que, en cuanto "función de la colegialidad", es "un gran acto del verdadero amor colegial".
Durante el ágape fraterno al final de la VII Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, el 30 de octubre de 1987 en el Domus Sanctae Marthae en el Vaticano, Juan Pablo II manifestó: "La experiencia del Sínodo posee en sí misma algo de sagrado; algo del misterio de la Iglesia. Se vive la realidad de la Iglesia, también su realidad 'étnica', su realidad difundida, la palabra de Dios diseminada y acogida en los diferentes Países, en las culturas y en los continentes. Se vive todo esto. Se vive escuchando los diferentes anunciadores y sus intervenciones. Se viven las experiencias de las Iglesia locales, experiencias bastante diferentes y, algunas veces, experiencias muy dolorosas, mientras que otras, experiencias difíciles. Y así, de todas las intervenciones de los Padres, y, a veces, junto a la de los Padres, también algunas de nuestros hermanos y hermanas laicos, surge un cuadro, una visión: una visión de la Iglesia. Pero no es solamente una visión, en el sentido descriptivo, de cómo vive la Iglesia, la Iglesia de la realidad humana, realidad étnica sino, al mismo tiempo, de la Iglesia come misterio. Y aquí comienza un asunto en el que la experiencia del Sínodo, siendo profundamente experiencia religiosa, es difícil de ser transmitida a los demás, de hacerla exterior; de una cierta manera, queda dentro del Sínodo, queda en nosotros, entre quienes han participado. Todos, todos conjuntamente confirman esa experiencia, y hoy hablan de esa experiencia del Sínodo, de esa experiencia de la Iglesia. Hablan de ésta con gran satisfacción. Es una nueva riqueza que nos ha sido donada, a cada uno de nosotros y a todos nosotros para vivir así durante cuatro semanas la experiencia de la Iglesia que es el pueblo de Dios. Si, pueblo de Dios en camino, pero, siendo pueblo de Dios es, al mismo tiempo, el cuerpo de Cristo. Es un misterio".
El Sínodo de los Obispos, representando en un cierto sentido todo el Episcopado católico, muestra de manera especial el espíritu de comunión que une los Obispos con el Papa y los Obispos entre ellos mismos. Es un lugar privilegiado en el que la Asamblea de Obispos, subordinada directa e inmediatamente a la potestad del Papa, manifestando el afecto colegial y la solicitud del Episcopado por el bien de toda la Iglesia, expresa, bajo la acción del Espíritu, su seguro consejo sobre los diferentes problemas eclesiales. Institucionalmente es responsabilidad del Sínodo de los Obispos ofrecer informaciones, discutir sobre las cuestiones propuestas y someterlas a votación. En forma de Propositiones, estas son entregadas al Sumo Pontífice con la finalidad de que con la ayuda del Consejo ordinario de la Secretaría General del Sínodo de los Obispos, elabore, posiblemente, un documento postsinodal destinado a toda la Iglesia. No obstante que "el Sínodo tenga normalmente solo una función consultiva, no le diminuye su importancia. En la Iglesia, en efecto, la finalidad de cualquier órgano colegial, sea este consultivo o deliberativo, es siempre la búsqueda de la verdad o del bien de la Iglesia. Cuando, después, se trata de verificar la misma fe, el consensus Ecclesiae no se deduce del cálculo de los votos, sino que es el fruto de la acción del Espíritu, aliento de la única Iglesia de Cristo".

I. INTRODUCCIÓN AL SÍNODO DE LOS OBISPOS

El Sínodo de los Obispos es una institución permanente, creada por el Papa Pablo VI (el 15 de septiembre de 1965), en respuesta a los deseos de los Padres del Concilio Vaticano II para mantener vivo el verdadero espíritu nacido de la experiencia conciliar.
Etimológicamente hablando la palabra “sínodo”, derivada de los términos griegos syn (que significa “juntos”) y hodos (que significa “camino”), expresa la idea de “caminar juntos”. Un sínodo es un encuentro religioso o asamblea en la que unos obispos, reunidos con el Santo Padre, tienen la oportunidad de intercambiarse mutuamente información y compartir experiencias, con el objetivo común de buscar soluciones pastorales que tengan validez y aplicación universales. El Sínodo puede ser definido, en términos generales, como una asamblea de obispos que representa al episcopado católico y cuya tarea es la ayudar al Papa en el gobierno de la Iglesia universal dándole su consejo. El Papa Juan Pablo II decía que el Sínodo es “una expresión particularmente fructuosa y un instrumento de la colegialidad episcopal” (Discurso al Consejo de la Secretaría General del Sínodo de los Obispos, 30 de abril de 1983: L’Osservatore Romano, 1 de mayo de 1983).
Ya en la fase preparatoria del Concilio Vaticano II maduró la idea de una estructura,aún por determinar, que pudiera proporcionar a los obispos los medios para asistir al Papa en el gobierno de la Iglesia universal.
Su Eminencia, el Cardenal Silvio Oddi, entonces Arzobispo y Pro-Nuncio Apostólico en la República Árabe Unida (Egipto), hizo una propuesta, el 15 de noviembre de 1959, para establecer un órgano de gobierno central de la Iglesia o, usando sus palabras, “un órgano consultivo”. Decía: “Desde muchas partes del mundo llegan quejas de que la Iglesia no tiene, aparte de las Congregaciones, un órgano permanente de consulta. Por tanto debería establecerse una especie de ‘Concilio en miniatura’ formado por personas de toda la Iglesia, que pueda reunirse periódicamente, al menos una vez al año, para tratar los problemas más importantes y sugerir nuevas posibles direcciones en la marcha de la Iglesia. Este órgano abarcaría toda la Iglesia, al igual que las Conferencias episcopales reúnen toda o parte de la jerarquía de uno o varios países, y al igual que otros órganos, como el C.E.L.AM. (el Consejo Episcopal Latinoamericano), extienden su actividad en beneficio de todo un continente”.
El Cardenal Bernardus Alfrink, Arzobispo de Utrecht, escribió el 22 de diciembre de 1959: “Con términos claros proclama el Concilio que el gobierno de la Iglesia universal es, por derecho propio, ejercido por el colegio de los obispos con el Papa como cabeza. De aquí se deduce que, por una parte, el cuidado de la Iglesia universal es responsabilidad de cada obispo tomado singularmente y también, por otra parte, que todos los obispos participan en el gobierno de la Iglesia universal. Esto puede hacerse no solamente convocando un concilio ecuménico, sino también creando nuevas instituciones. Un consejo permanente de obispos especializados, elegidos de toda la Iglesia, podría encargarse de una función legislativa en unión con el Sumo Pontífice y los cardenales de la Curia Romana. Las Congregaciones romanas mantendrían entonces solamente un poder consultivo y ejecutivo”.
Fue, sin embargo, el Papa Pablo VI, siendo todavía Arzobispo de Milán, quien dio fuerza a estas ideas. En el discurso conmemorativo en ocasión de la muerte del Papa Juan XXIII, hacía referencia a una “continua colaboración del episcopado, no efectiva todavía, que permanecería personal y unitaria, pero que tendría la responsabilidad del gobierno de la Iglesia universal”.
Elegido Papa, volvió al concepto de colaboración en el cuerpo episcopal - los obispos en unión con el sucesor de San Pedro - en el discurso a la Curia Romana (21 de septiembre de 1963), en la apertura de la segunda sesión del Concilio Vaticano II (29 de septiembre de 1963) y en la clausura de la misma (4 de diciembre de 1963).
Al concluir el discurso inaugural de la última sesión del Concilio (14 de septiembre de 1965), el mismo Papa Pablo VI hizo pública su intención de instituir el Sínodo de los Obispos con estas palabras: “Tenemos la alegría de anunciaros la institución, tan deseada por este Concilio, de un Sínodo de los obispos que, compuesto de obispos, nombrados la mayor parte por las Conferencias episcopales con nuestra aprobación, será convocado, según las necesidades de la Iglesia, por el Romano Pontífice, para su consulta y colaboración, cuando, para el bien general de la Iglesia, lo considere oportuno. De más está añadir que esta colaboración del episcopado debe que ser de gran beneficio a la Santa Sede y a toda la Iglesia, de modo particular al cotidiano trabajo de la Curia Romana, a la que estamos tan agradecidos por su valiosísima ayuda, y de la que, como los obispos en sus diócesis, también Nos tenemos permanentemente necesidad para nuestras solicitudes apostólicas. Las normas y demás información serán dadas a conocer cuanto antes a esta asamblea. Nosotros no hemos querido privarnos del honor y de la satisfacción de daros esta sucinta comunicación para testimoniaros una vez más personalmente nuestra confianza, y nuestra unión fraterna. Ponemos esta novedad, singular y esperanzada, bajo la protección de la Santísima Virgen María”.
Al día siguiente (15 de septiembre de 1965), al inicio de la 128ª Congregación general, el entonces Obispo Pericles Felici, Secretario General del Concilio, promulgó el Motu Proprio Apostolica sollicitudo con el cual se instituía oficialmente el Sínodo de los Obispos.
La principal característica del Sínodo de los Obispos es servir a la comunión y colegialidad de los obispos del mundo con el Santo Padre. No es un organismo particular con competencias limitadas como por ejemplos los son las Congregaciones Romanas y los Concilios si no que es una institución con la competencia absoluta para tratar cualquier tema según el procedimiento establecido por el Santo Padre en la carta de convocación. El Sínodo de los Obispos con su Secretaría General permanente no forma parte de la Curia Romana y no depende de ella. Responde directa y únicamente al Santo Padre, a quien está unido en el gobierno universal de la Iglesia.Aunque el Sínodo de los Obispos sea una institución de carácter permanente, sus funciones y su concreta colaboración no tienen tal carácter. En otras palabras, el Sínodo de los Obispos se reúne y actúa sólo cuando el Santo Padre considera necesario y oportuno consultar al episcopado, el cual durante un encuentro sinodal expresa “su opinión sobre argumentos de gran importancia y gravedad” (Pablo VI, Discurso a los Cardenales, 24 de junio de 1967). La tarea de cada asamblea sinodal tiene un carácter de colegialidad que el episcopado pone al servicio del Santo Padre. A través de la acogida de las sugerencias o conclusiones de una determinada asamblea por parte del Santo Padre, el episcopado ejerce una actividad colegial que se aproxima pero que no coincide con aquella manifestada en un concilio ecuménico. Esto es un resultado directo de varios factores: de una presencia de Padres provenientes de todo el episcopado, de la convocación de parte del Santo Padre y de “la unidad del episcopado, el cual, para ser uno, necesita una Cabeza del Colegio” (Juan Pablo II, Pastores gregis, 56), que es primero en el orden episcopal.

II. NOTAS SOBRE EL PROCESO SINODAL

Para cumplir su misión, el Sínodo de los Obispos trabaja según una metodología basada en la colegialidad, concepto que caracteriza cada fase del proceso sinodal desde los primeros pasos de la preparación hasta las conclusiones alcanzadas en cada asamblea sinodal. En pocas palabras, el método de trabajo alterna análisis y síntesis, las consultas de las partes involucradas y las decisiones de las autoridades competentes, según una dinámica de retroalimentación que permite la continua verificación de los resultados y la realización de nuevas propuestas. Cada fase de este proceso se desarrolla en un clima de comunión colegial.
Aún en la fase de preparación, la tarea de la Asamblea sinodal es fruto de la colegialidad. El primer paso oficial en dicho proceso es la consulta a las Iglesias Orientales sui iuris, Conferencias Episcopales, Jefes de Dicasterios de la Curia romana y la Unión de Superiores Generales para obtener indicaciones sobre posibles temas para el Sínodo. Recientemente, en asambleas ordinarias generales, esta consulta fue precedida por una petición informal entre los Padres Sinodales hacia el fin de la Asamblea general acerca sus preferencias en la materia. En cada caso se les pide que para la elección del tema tengan en cuenta los siguientes criterios: Como regla, en las asambleas ordinarias generales, esta consulta es anticipada a través de una solicitud informal por parte de los Padres sinodales los días de la clausura de la asamblea sinodal por su preferencia en la materia. En todo caso, en cada se les ha solicitado a los obispos de recordar los siguientes criterios:
a. universalidad, es decir que tengan referencia y aplicación a toda la Iglesia;
b. actualidad y urgencia, en sentido positivo, es decir eficacia en la promoción de nuevas energías y en el impulso de la Iglesia hacia el crecimiento;
c. relevancia pastoral y sólida base doctrinaria;
d. ejecutividad, es decir posibilidad de aplicación práctica.
Las sugerencias sobre un tema - que deben incluir los motivos de la elección - son clasificadas, analizadas y estudiadas durante un encuentro del Consejo de la Secretaría General del Sínodo de los Obispos. El Consejo, por lo tanto, somete los resultados del encuentro, junto con las recomendaciones pertinentes, al Santo Padre quien toma la decisión final sobre el tema a tratar en la asamblea sinodal.
En el encuentro sucesivo, el Consejo prepara las líneas principales para presentar y desarrollar el tema sinodal en un documento llamado Lineamenta. La redacción de este documento representa el trabajo conjunto de los miembros del Consejo, teólogos que tienen una cierta competencia en la materia que será tratada en la asamblea sinodal y el staff de la Secretaría General que coordina todos los esfuerzos. Después de haber examinado el texto y haber aportado las modificaciones necesarias, el Consejo redacta una versión final que es sometida al Santo Padre para su aprobación. Seguidamente, el documento es traducido a las principales lenguas del mundo y enviado al Episcopado con el fin de promover a nivel local el estudio, el debate y la oración por el tema del Sínodo.
Los Lineamenta (palabra latina que significa “líneas de orientación”) tienen, por naturaleza, un amplio alcance y pretenden provocar observaciones y reacciones a gran escala. Aunque los primeros y autorizados destinatarios de los Lineamenta sean, obviamente, los Obispos y sus Conferencias Episcopales, ellos, sin embargo tienen plena libertad de ampliar su base de consulta. Después de haber reunido y sumariado sugerencias, reacciones y respuestas a los varios aspectos del tema de los Lineamenta, los Obispos preparan una comunicación que envían luego a la Secretaría General dentro de una fecha determinada.
Después de haber recibido dicho material, el Consejo de la Secretaría General, siempre con la ayuda de expertos sobre el tema, redacta otro documento llamado Instrumentum laboris, que servirá como base y punto de referencia durante la discusión sinodal. Este “documento de trabajo”, aunque esté publicado, es sólo un texto provisional que será objeto de discusión durante el sínodo. El documento no es un borrador de las conclusiones finales, sino sólo un texto destinado a focalizar la discusión sobre el tema sinodal. Después de haber sido sometido al control del Santo Padre y de haber sido aprobado por él, el documento es traducido a las principales lenguas y enviado a los Obispos y a aquellos miembros que participarán en la Asamblea General. A veces el Santo Padre ha permitido que el texto fuese publicado y tuviese, por lo tanto, una mayor difusión, por ejemplo, a partir de 1983, esto ha ocurrido en el caso del Instrumentum laboris de determinadas asambleas sinodales. Desde 1983 el Instrumentum laboris de cada asamblea sinodal dada ha sido dada a conocer para recibir la más amplia circulación. Los delegados episcopales y los otros miembros leen el documento para conocer los contenidos que luego serán discutidos durante la asamblea sinodal.
Gracias al trabajo preparatorio de las Iglesias locales, basados en los ya mencionados documentos, es decir, los Lineamenta y el Instrumentum laboris, los obispos pueden presentar a la asamblea sinodal las experiencias y las aspiraciones de cada comunidad, así como también los frutos de las discusiones de las Conferencias Episcopales.
Tres fases caracterizan las sesiones de trabajo del Sínodo:
a. Durante la primera fase cada miembro presenta la situación en su Iglesia particular. Esto promueve un intercambio de fe y de experiencias culturales sobre el tema sinodal y contribuye a ofrecer una visión inicial de la situación de la Iglesia que, sin embargo, debe ser desarrollada y profundizada ulteriormente.
b. A la luz de estas presentaciones, el Relator del Sínodo formula una serie de puntos para ser discutidos en la segunda fase, durante la cual todos los Padres sinodales se dividen en pequeños grupos llamados círculos menores, en base a la lengua hablada. Los informes de cada uno de estos grupos son leídos en la sesión plenaria. En este momento, los Padres sinodales tienen la posibilidad de hacer preguntas para aclarar los argumentos y de hacer comentarios.
c. En la tercera fase, el trabajo prosigue en círculos menores con la formulación de sugerencias y observaciones de una manera más precisa y definida, de modo que en los días conclusivos de la asamblea se puedan someter a votación propuestas concretas. El trabajo inicial de los Padres sinodales en los círculos menores consiste en formular varias propuestas sobre la base del debate en la sala sinodal y de los informes de los círculos menores. En dichos círculos, los Padres sinodales pueden votar una propuesta con un “placet” (sí) o un “non placet” (no). Luego las propuestas de los círculos menores son recogidas por el Relator General y el Secretario Especial y reunidas en un Lista unificada de las propuestas que es presentada por el Relator General en la sesión plenaria. Los círculos menores luego se reúnen nuevamente para discutir las propuestas. En este punto los Padres sinodales pueden someter a la atención del grupo las enmiendas individuales que serán utilizadas en la composición colectiva de las enmiendas a votar con las propuestas que se esperan de cada grupo. El Relator General y el Secretario Especial examinan estas enmiendas colectivas que pueden o no incorporar a la Lista final de las propuestas sobre la base de sus decisiones que, en caso de rechazo, debe ser justificada en un documento llamado Expensio modorum. La Lista final de las propuestas es presentada entonces en la sesión plenaria, en forma de folleto, se convierte a su vez en la papeleta con la que cada Padre sinodal puede votar a favor o en contra de la propuesta.
Al término de la Asamblea del Sínodo, el Secretario General supervisa el archivo del material y la redacción del informe sobre el trabajo sinodal para someterlos al Santo Padre. No existe una norma establecida acerca del documento final resultante de la Asamblea sinodal. Al final de las tres primeras asambleas sinodales (Asambleas Generales Ordinarias de 1967 y 1971, y Asamblea General Extraordinaria de 1969) las conclusiones fueron presentadas al Papa junto a unas recomendaciones en respuesta a los problemas planteados. Después de la Asamblea General Ordinaria de 1974, el mismo Santo Padre, considerando las propuestas sinodales y los informes finales, escribió la Exhortación Apostólica “Evangelii nuntiandi”. El mismo proceso fue utilizado en las otras Asambleas Sinodales Generales Ordinarias (1977, 1980, 1983, 1987, 1990, 1994, 2001, 2005), a las cuales siguieron las respectivas Exhortaciones Apostólicas: Catechesi tradendae, Familiaris consortio, Reconciliatio et paenitentia, Christifideles laici, Pastores dabo vobis, Vita consecrata, Pastores gregis y Sacramentum caritatis.
Después de la Asamblea Especial para África (1994), el Santo Padre promulgó la Exhortación Apostolica post-sinodal Ecclesia in Africa, que produjo buenos resultados ya que promovió la reflexión y las iniciativas pastorales en el continente. Después de la publicación del documento el impacto y de la implementación de la Exhortación Post-Sinodal a nivel de la iglesia local, fue dada atención a la viabilidad de la II Asamblea especial. El 13 de noviembre 2004, el Papa Juan Pablo II anunció la convocación de la II Asamblea especial para África, que fue confirmada nuevamente por el Santo Padre, Papa Benedicto XVI durante la Audiencia semanal del 22 de junio 2005.
En mayo de 1997, fue publicada la Exhortación Apostólica post-sinodal de la Asamblea Especial para el Líbano (1995) en ocasión de la visita papal a ese país en el contexto de fase celebrativa de la Asamblea Especial. El 23 de enero de 1999, el Santo Padre promulgó la Exhortación Apostólica post-sinodal de la Asamblea Especial para América en el Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe, en México. El 6 de noviembre de 1999 fue firmada en Nueva Delhi, India, la Exhortación Apostólica post-sinodal para Asia.
A partir del Sínodo de 1987 varios Consejos de la Secretaría General y el Secretario General fueron involucrados colegialmente en el proceso que ha llevado a la publicación de la Exhortación Apostólica post-sinodal, el documento pontificio resultante del Sínodo. Es interesante conocer la historia y el desarrollo de estos Consejos.
Entre la segunda y la tercera asambleas sinodales, fue instituido un Consejo consultivo para la Secretaría General, compuesto por doce Obispos designados y por tres de nómina pontificia. Este Consejo se reunió por primera vez del 12 al 15 de mayo de 1970; tenía por finalidad facilitar la comunicación con las conferencias episcopales y formular el orden del día para la asamblea sucesiva. Después de este encuentro, tuvo inicio una consulta de los Obispos de todo el mundo destinada a sugerir temas para las asambleas futuras (esta consulta actualmente comienza en los días conclusivos de la asamblea general ordinaria).
Desde entonces los consejos ordinarios de la Secretaría General, constituidos en cada sínodo con vistas a la preparación del siguiente, se convirtieron en un elemento permanente del Secretariado General:
- II Consejo Ordinario (6 de noviembre de 1971 - 27 de septiembre de 1974);
- III Consejo Ordinario (26 de octubre de 1974 - 30 de septiembre de 1977);
- IV Consejo Ordinario (29 de octubre de 1977 - 26 de septiembre de 1980);
- V Consejo Ordinario (25 de octubre de 1980 - 29 de septiembre de 1983);
- VI Consejo Ordinario (29 de octubre de 1983 - 1 de octubre de 1987);
- VII Consejo Ordinario (30 de octubre de 1987 - 30 de septiembre de 1990);
- VIII Consejo Ordinario (28 de octubre de 1990 - 2 de octubre de 1994);
- IX Consejo Ordinario (29 de octubre de 1994 - 24 de septiembre 2001)
- X Consejo Ordinario (26 de octubre 2001 - 2 de octubre 2005).
- XI Consejo Ordinario (15.10.2005 - 5.10.2008).
Con la llegada de las asambleas continentales o regionales, el Santo Padre decidió constituir, durante las asambleas especiales, consejos post-sinodales mediante elección según nombramiento pontificio. El Secretario General, en consecuencia, además del consejo ordinario, dispone también de los siguientes consejos post-sinodales desde su fecha de institución. Con la revisión del Ordo Synodi Episcoporum (2006), estos consejos se denominan ahora “Consejos Especiales”:
- Consejo post-sinodal para los Países Bajos (31 de enero de 1980);
- Consejo post-sinodal para África (8 de mayo de 1994);
- Consejo post-sinodal para el Líbano (14 de diciembre de 1995);
- Consejo post-sinodal para América (12 de diciembre de 1997);
- Consejo post-sinodal para Asia (14 de mayo de 1998);
- Consejo post-sinodal para Oceanía (11 de diciembre de 1998);
- Consejo post-sinodal para Europa (22 de octubre de 1999).
Del mismo modo, en la preparación de la Asamblea Especial, el Santo Padre ha nombrado a un grupo de Obispos, principalmente del continente y de la región en cuestión, para formar consejos pre-sinodales. Estos consejos duran desde el nombramiento hasta el primer día de la asamblea sinodal. La lista de los consejos pre-sinodales pasados, en esta categoría y con sus fechas de existencia, por lo tanto, es la siguiente:
- Consejo pre-sinodal para África (6 de enero de 1989 - 10 de abril de 1994);
- Consejo pre-sinodal para Líbano (24 de enero de 1992 - 26 de noviembre de 1995);
- Consejo pre-sinodal para América (12 de junio de 1995 - 16 de noviembre de 1997);
- Consejo pre-sinodal para Asia (10 de septiembre de 1995 - 19 de abril de 1998);
- Consejo pre-sinodal para Oceanía (7 de junio de 1996 - 22 de noviembre de 1998);
- Consejo pre-sinodal para Europa (9 de febrero de 1997 - 1 de octubre de 1999).
Como puede verse, la metodología colegial es operativa desde la fase inicial (a través de la elección del tema), durante la preparación (mediante la elaboración del tema en los Lineamenta) y desde la celebración de la Asamblea Sinodal hasta la publicación del documento que es el fruto y la coronación del sínodo mismo. Es posible por lo tanto decir que el Sínodo actúa como órgano colegial a través del cual en la primera fase son consideradas las experiencias de fe y de vida de las comunidades cristianas, seguidamente, en las sesiones plenarias estos elementos son recapitulados e iluminados por la fe y, finalmente, en espíritu de comunión, son formuladas algunas proposiciones que el Santo Padre, principio de unidad de la Iglesia, restituye a las Iglesias particulares, así como la sangre oxigenada corre nuevamente por las arterias para vivificar el cuerpo humano.A fin de que esta colegialidad pueda expresar plenamente su potencial, debe existir un espíritu altruista de colaboración entre todos aquellos que son llamados a participar en la preparación de una asamblea sinodal, especialmente las de las Iglesias católicas orientales sui iuris y las Conferencias Episcopales que reúnen a los Pastores de las Iglesias locales en las cuales la fe del Pueblo de Dios es vivida y sentida en toda su fuerza y riqueza. La participación colegial de los cuerpos episcopales se expresa concretamente sobre todo a través de las respuestas a los Lineamenta. Cuantos más cuerpos episcopales respondan, más ricos y variados serán los elementos que, reflejando fielmente la vida de las Iglesias locales, constituyen los auténticos puntos de referencia para la redacción del Instrumentum laboris y para el debate en el aula sinodal.

III. SUMARIO DE LAS ASAMBLEAS SINODALES

1. I Asamblea General Ordinaria

Sesiones: 29 de septiembre - 29 de octubre de 1967
Padres sinodales: 197
Tema: “Preservación y fortalecimiento de la fe católica, su integridad, su fuerza, su desarrollo, su coherencia doctrinal e histórica”

El Papa Pablo VI estableció los objetivos de esta primera Asamblea General: “...la preservación y el fortalecimiento de la fe católica, su integridad, su fuerza, su desarrollo, su coherencia doctrinal e histórica”. Uno de los resultados del encuentro fue la recomendación hecha por los obispos, en vistas de la difusión del ateísmo, la crisis de la fe y las opiniones teológicas erróneas, de crear una Comisión Teológica Internacional, que ayudase a la Congregación para la Doctrina de la Fe, así como para ampliar un debate sobre los enfoques de la investigación teológica. Más tarde, en 1969, el Papa Pablo VI estableció la Comisión Teológica Internacional.
El Sínodo pidió también una revisión del Código de Derecho Canónico de 1917, con la intención de hacerlo más pastoral y actual en su tono y énfasis. La labor fue iniciada posteriormente por Pablo VI y terminada bajo el pontificado de Juan Pablo II, con la promulgación en 1983 del Código de Derecho Canónico revisado.
Se ha discutido sobre la importante función de las Conferencias Episcopales en la renovación de los seminarios y en la formación sacerdotal. Determinados procedimientos relacionados a los matrimonios mixtos, recomendados por la Asamblea, fueron aprobados por el Papa en 1970, así mismo, se trataron diferentes aspectos de la reforma litúrgica, muchos de las cuales fueron implementados cuando se aprobaron las nuevas disposiciones sobre la Misa, que entraron en vigor en 1969.


2. I Asamblea General Extraordinaria

Sesiones: 11 de octubre - 28 de octubre de 1969
Padres sinodales: 146
Tema: “La cooperación entre la Santa Sede y las Conferencias Episcopales”

Esta Asamblea General convocada de manera extraordinaria tuvo como objetivo buscar y examinar las modalidades y procedimientos para poner en práctica la colegialidad de los Obispos con el Papa, tema que gozaba de gran atención en la declaraciones sobre la Iglesia formuladas en el Concilio Vaticano II. Este encuentro abrió la puerta a una mayor participación de los Obispos con el Papa y de cada uno de ellos en el cuidado pastoral de la Iglesia universal.
El énfasis principal de estas sesiones recayó sobre dos puntos básicos: 1. la colegialidad de los Obispos con el Papa; 2. la relación de las Conferencias Episcopales con el Papa y con cada uno de los Obispos. Posteriormente se remitieron diversas recomendaciones al Papa, tres de las cuales recibieron una atención inmediata: 1. que el Sínodo se celebrase a intervalos regulares, cada dos años (para luego cambiar a “cada tres años”); 2, que la Secretaría General ejerciera una labor organizativa y funcional entre las Asambleas Sinodales; 3. que los Obispos pudiesen sugerir temas para las futuras Asambleas.

Entre la segunda y la tercera Asamblea Sinodal se creó un Consejo consultivo de la Secretaría General, compuesto por 12 Obispos elegidos y 3 designados por el Papa. Este Consejo se reunió por primera vez del 12 al 15 de mayo de 1970, con la intención de facilitar la comunicación con las Conferencias Episcopales y formular la agenda de la siguiente Asamblea. Después de este encuentro, se inició una consulta general y mundial de los Obispos, con objeto de que sugirieran temas para la asamblea siguiente. Esta consulta comienza ahora en los últimos días de una Asamblea Sinodal. Desde entonces el Consejo de la Secretaría General, elegido en cada Sínodo para la preparación de la asamblea siguiente, ha llegado a ser una característica permanente de la Secretaría General.

3. II Asamblea General Ordinaria

Sesiones: 30 de septiembre - 6 de noviembre de 1971
Padres sinodales: 210
Tema: “El sacerdocio ministerial y la justicia en el mundo”

Los Padres sinodales, en esta ocasión, elogiaron a los sacerdotes en todo el mundo por su dedicación en el ministerio de la Palabra y del Sacramento, como así también en la obra pastoral en el apostolado. Al mismo tiempo, se prestó atención a las numerosas dificultades que los sacerdotes encontraban en su ministerio.
Los Padres sinodales, además, trataron el tema de la justicia subrayando la necesidad de relacionar el Evangelio con las circunstancias mundiales y locales. En respuesta a ello, los Padres sinodales trazaron un programa de ocho puntos para la acción a nivel internacional y recomendaron que la Iglesia, a nivel local, impulsase la educación y la colaboración ecuménica en el campo de la justicia.


4. III Asamblea General Ordinaria

Sesiones: 27 de septiembre - 26 de octubre de 1974
Padres sinodales: 209
Tema: “La Evangelización en el mundo moderno”

En esta asamblea los Padres sinodales enfatizaron nuevamente el carácter esencialmente misionero de la Iglesia y el deber de cada uno de sus miembros de ser testigos de Cristo en el mundo. En este contexto, el tema de la “liberación”, entonces de gran actualidad, fue relacionado con la obra de la evangelización, cuyo objetivo es liberar a los pueblos y a las personas del pecado. Las recomendaciones y propuestas de los Padres sinodales presentadas al Papa fueron utilizadas en la formulación de la Exhortación Apostólica Evangelii nuntiandi del 8 de diciembre 1975.

5. IV Asamblea General Ordinaria

Sesiones: 30 de septiembre - 29 de octubre de 1977
Padres sinodales: 204
Tema: “El catecismo de nuestro tiempo”

El debate de los Padres sinodales, que prestó una especial atención a la catequesis de los niños y de los jóvenes, dio como resultado una serie de treinta y cuatro propuestas o “proposiciones” y más de novecientas sugerencias relativas al tema en cuestión. En dichas recomendaciones fueron tratadas seis áreas generales: la importancia de la renovación catequística, la naturaleza de la verdadera catequesis, las personas involucradas en la catequesis, la necesidad continua de una catequesis para todos los cristianos, los medios o canales de la catequesis y los aspectos particulares relativos a la catequesis.
En dicha ocasión los Padres sinodales, por primera vez, publicaron una declaración sinodal titulada Mensaje al Pueblo de Dios. Los Padres sinodales puntualizaron en dicho mensaje que Cristo es el centro de la salvación y, por lo tanto, de la catequesis. A la vez, pusieron en evidencia que todos los cristianos tienen la responsabilidad de llevar a Cristo al mundo.
Poco después de la conclusión del Sínodo, el Papa Juan Pablo II publicó la Exhortación Apostólica Catechesi tradendae del 17 de octubre 1979 que hizo uso de un gran número de reflexiones y de propuestas de los Padres sinodales.

6. Asamblea Especial para los Países Bajos

Sesiones: 14-31 de enero de 1980
Padres sinodales: 19
Tema: “La situación pastoral en los Países Bajos”

El “Sínodo particular para los Países Bajos”, como era llamado, o “Sínodo Holandés”, como era popularmente conocido, es - según el nuevo Código de Derecho Canónico (cf. Can. 345), promulgado en 1983 - la primera Asamblea Especial del Sínodo de los Obispos. Este encuentro sinodal, celebrado en Roma, trató el tema del concepto acuñado en el Concilio Vaticano II del misterio de la comunión de la Iglesia y sus implicaciones prácticas, tanto en ámbito local como universal, concentrándose en la figura del Obispo como Maestro de Fe y Pastor de las almas, en su diócesis y en la Conferencia Episcopal. En su conclusión la asamblea adoptó resoluciones relativas al sacerdocio ministerial, la vida religiosa, la participación de los laicos en la misión de la Iglesia y las enseñanzas del Concilio Vaticano II. Un Consejo sinodal, especialmente constituido al final de este Sínodo extraordinario, se reúne periódicamente con la Secretaría General para continuar la evaluación de la situación pastoral y para promover la aplicación de las resoluciones sinodales. Aunque si bien técnicamente, este Sínodo sigue vigente, no se ha vuelto a reunir desde el 10-11 de noviembre de 1995.

7. V Asamblea General Ordinaria

Sesiones: 26 de septiembre - 25 de octubre de 1980
Padres sinodales: 216
Tema: “La familia cristiana”

La reafirmación de la enseñanza de la Iglesia sobre la indisolubilidad del matrimonio y los contenidos de la Encíclica Humanae vitae fueron la tarea central de este Sínodo. En esta Asamblea, los Padres sinodales redactaron el Mensaje a las familias cristianas en el mundo moderno y propusieron una Carta de los derechos de la familia que Juan Pablo II concretó el 22 de octubre de 1983. El Papa publicó además la Exhortación Apostólica Familiaris consortio del 22 de noviembre de 1981, como fruto de la discusión y de las propuestas de la Asamblea.

8. VI Asamblea General Ordinaria

Sesiones: 29 de septiembre - 29 de octubre de 1983
Padres sinodales: 221
Tema: “La penitencia y el perdón en la misión de la Iglesia”

La Asamblea sinodal y el tema coincidieron con el Año Santo “extraordinario” proclamado por el Santo Padre para conmemorar el 1950º aniversario de la Redención del mundo mediante la muerte de Cristo. Durante la Asamblea los Padres sinodales trataron los argumentos inherentes al tema poniendo de relieve la necesidad de aplicar los frutos de la Redención de Cristo a la vida de cada persona y, por lo tanto, a la sociedad. En un documento publicado por la Asamblea, los Padres sinodales invitaron al mundo a la “reconciliación” y proclamaron “la Iglesia como sacramento de reconciliación y signo de la misericordia de Dios hacia el pecador”. El trabajo desarrollado por los Padres sinodales durante este Sínodo sirvió como base para la Exhortación Apostólica post-sinodal Reconciliatio et paenitentia del 2 de diciembre 1984, que por primera vez fue llamado documento “post-sinodal”.

9. II Asamblea General Extraordinaria

Sesiones: 24 de noviembre - 8 de diciembre de 1985
Padres sinodales: 165
Tema: “Vigésimo aniversario de las conclusiones del Concilio Vaticano II”

Convocado en forma extraordinaria por el Papa Juan Pablo II, la Asamblea sinodal conmemoró el aniversario de la conclusión del Concilio Vaticano II y evaluó el estado de renovación de la Iglesia. Según su estatuto, este Sínodo reunió a todos los Presidentes de más de cien de las Conferencias Episcopales del mundo entero y a otras diversas personas.
Las discusiones se centraron en los documentos del Concilio Vaticano II y en su aplicación por parte de la Iglesia en todo el mundo. En esta Asamblea los Padres sinodales redactaron un Informe final (Relatio finalis), difundido en la sesión de clausura junto al Nuntius o Mensaje al Pueblo de Dios. En respuesta a la propuesta de los Padres sinodales en esta Asamblea, el Santo Padre autorizó la compilación y publicación del Catecismo de la Iglesia Católica, difundido en 1992. Al mismo tiempo, en relación a las Conferencias Episcopales, la asamblea expresó la conveniencia de realizar “un estudio de su estatuto teológico y sobre todo de explicar más clara y profundamente su autoridad doctrinal, teniendo en cuenta lo que hay en el Concilio en el decreto Christus Dominus y en el Código de Derecho Canónico, can. 447 y 753 (Relación Final, II, C, 8, b)”. Esta sugerencia se concretó con la Carta Apostólica Motu proprio del Papa Juan Pablo II sobre la naturaleza teológica y jurídica de las Conferencias Episcopales (21 de mayo de 1998), 7.

10. VII Asamblea General Ordinaria

Sesiones: 1 - 30 de octubre de 1987
Padres sinodales: 232
Tema: “La vocación y la misión de los laicos en la Iglesia y en el mundo”

A través de la consideración de los conceptos de vocación (“ser”) y de misión (“actuar”) en el contexto de la comunión eclesial del Concilio Vaticano II, los obispos quisieron subrayar el carácter distintivo del laico en la vida de la Iglesia, a partir de su participación o comunión en la santidad, y en la obra de la Iglesia de evangelizar el mundo, en virtud del carácter secular. Por tratarse de este argumento, el Sínodo registró una significativa presencia de laicos en calidad de oyentes; algunos laicos fueron invitados a hablar ante la asamblea general y a expresar sus opiniones en los círculos menores y por primera vez una mujer y un hombre laicos fueron designados como Secretarios Especiales Adjuntos. Las informaciones resultantes del Sínodo, en particular las cincuenta y cuatro propuestas de la Asamblea General, fueron utilizadas para la formulación de la Exhortación Apostólica post-sinodal Christifideles laici del 30 de diciembre de 1988.
El 25 de octubre de 1990, durante la Vigésimo octava Congregación, Su Excelencia, Mons. Emilio Eid, Obispo aux. de Sarepta de los Maronitas y Vicepresidente de la Comisión para la Revisión del Código de los Cánones de las Iglesias Orientales, hizo la presentación del nuevo Código y, asimismo, distribuyó una copia tanto a los Padres sinodales como a los otros participantes.

11. VIII Asamblea General Ordinaria

Sesiones: 30 de septiembre - 28 de octubre de 1990
Padres sinodales: 238
Tema: “La formación de los sacerdotes en las circunstancias actuales”

Teniendo en cuenta el trabajo de la Segunda Asamblea General Ordinaria del Sínodo dos Obispos (1971) que trató desde el punto de vista teológico el sacerdocio y sus implicaciones en el ministerio sacerdotal, este Sínodo adquirió un tono más pastoral, centrado en la formación sacerdotal y en la “persona” del sacerdote mismo, diocesano y religioso, antes y después de la ordenación. En las sesiones fue notable el acuerdo general entre los Padres sinodales, tanto en la discusión como en el tratamiento del tema. Al término del Sínodo, los Padres sinodales presentaron al Santo Padre cuarenta y un propuestas que, junto a otras informaciones resultantes del proceso sinodal, sirvieron para la preparación de la Exhortación Apostólica post-sinodal Pastores dabo vobis del 25 de marzo de 1992.

12. I Asamblea Especial para Europa

Sesiones: 28 de noviembre - 14 de diciembre de 1991
Padres sinodales: 137
Tema: “Somos testigos de Cristo que nos liberó”

El 22 de abril de 1990 durante su visita apostólica a Checoslovaquia, en la ciudad de Velehrad, sede de la tumba de San Metodio, co-patrono de Europa junto con los Santos Cirilo y Benedicto, el Santo Padre anunció su deseo de convocar una Asamblea Especial para Europa del Sínodo de los Obispos a fin de discernir el kairos de la situación creada por los grandes cambios ocurridos en Europa y para evaluar la función de la Iglesia en los esfuerzos de renovación y reconstrucción en el continente. La naturaleza especial del Sínodo y su breve período de preparación han requerido varias modificaciones del procedimiento sinodal, por ejemplo, en lugar de los documentos Lineamenta e Instrumentum laboris fueron preparadas una breve guía para la reflexión (Itinerarium) y una síntesis (Summarium); fueron introducidos criterios especiales para los delegados episcopales con el fin de permitir una más amplia representación de los obispos de Europa central y del Este, etc. Uno de los eventos más importantes de la preparación fue un simposio pre-sinodal promovido por el Pontificio Consejo para la Cultura. En él se reunieron los intelectuales de Europa occidental y del Este para una reflexión común sobre el tema del Sínodo. Al mismo tiempo, representantes de la Iglesia ortodoxa y de las principales comunidades cristianas en Europa fueron invitados, en un espíritu de ecumenismo, a participar por primera vez en una asamblea sinodal como “Delegados fraternos”.
El trabajo de la Asamblea Especial culminó con la publicación de una Declaración (Declaratio), en la cual los Padres sinodales delinearon un programa para la nueva evangelización de Europa, lanzando un llamamiento a todos los ciudadanos europeos a favor de la solidariedad universal. A continuación, un grupo de miembros de la asamblea especial fue encargado de individualizar el mejor modo de llevar a la práctica las conclusiones de la Declaración mediante el refuerzo del Concilium Conferentiarum Episcopalium Europae (CCEE) ante las circunstancias del momento.

13. I Asamblea Especial para África

Sesiones: 10 de abril - 8 de mayo de 1994
Padres sinodales: 242
Tema: “La Iglesia en África y su función evangelizadora de cara al año 2000: ‘Seréis mis testigos’ (He 1, 8)”

El 6 de enero de 1989 el Santo Padre anunció su intención de convocar la Asamblea especial e instituyó una comisión pre-preparatoria formada principalmente por miembros del Episcopado africano. En el mes de junio siguiente este grupo fue ampliado para constituir el Consejo de la Secretaría General y además contribuyó en la preparación de la asamblea sinodal. En ocasión del encuentro de los representantes del Episcopado africano en Lomé (Togo), en julio de 1990, fueron publicados los Lineamenta que “delineaban” el tema del Sínodo, iniciando un período de oración y de reflexión a nivel local. Las respuestas de las Iglesias locales fueron utilizadas para formular el “documento de trabajo” de la Asamblea especial o Instrumentum laboris, difundido durante la novena visita pastoral del Santo Padre a África, en Kampala (Uganda), en febrero de 1993.
Utilizando este documento como punto de referencia, los Padres sinodales trataron en la sesión, que duró un mes, el tema general de la Evangelización desde las siguientes perspectivas: 1. Proclamación del Mensaje; 2. Inculturación; 3. Diálogo; 4. Justicia y paz; 5. Medios de Comunicación Social. Además del animado y profundo debate sobre el tema durante las varias fases de la actividad sinodal, un evento significativo de la Asamblea Especial fue las ceremonias de apertura y de clausura que incorporaron muchos elementos de la tradición litúrgica africana.
La documentación resultante incluye un extenso “Mensaje al Pueblo de Dios”, distribuido al término de la Asamblea Especial y la Exhortación Apostólica post-sinodal Ecclesia in África del 14 de septiembre de 1995, firmada y presentada en la Iglesia durante la visita sinodal en África del Santo Padre, desde el 14 hasta el 20 de septiembre de 1995, para la fase celebrativa de la Asamblea Especial.

14. IX Asamblea General Ordinaria

Sesiones: 2 - 29 de octubre de 1994
Padres sinodales: 245
Tema: “La vida consagrada y su misión en la Iglesia y en el mundo”

El 30 de diciembre de 1991 el Santo Padre anunció la convocación de una asamblea sinodal sobre el tema de la vida consagrada. Algunos han interpretado este gesto como una conclusión lógica del tratamiento de los estados de vida en la Iglesia, iniciada en las dos asambleas ordinarias precedentes sobre el laicado y sobre el sacerdocio respectivamente. El período de oración y de reflexión que precedió a la Asamblea sinodal fue particularmente fecundo, dando lugar a intensos intercambios no sólo en los institutos de vida consagrada y en las sociedades de vida apostólica, sino también en organismos nacionales e internacionales, por no hablar de las diversas iniciativas individuales y de grupo con la jerarquía de la Iglesia y los diversos Dicasterios de la Curia Romana. Los Padres sinodales trataron un gran número de argumentos inherentes al tema y escucharon atentamente las numerosas intervenciones de los oyentes.Dignos de mención fueron la participación de un elevado número de Padres sinodales pertenecientes a congregaciones religiosas, el nombramiento de una religiosa y de un religioso como Secretarios Especiales Adjuntos y de un elevado número de mujeres y hombres dedicados a la vida consagrada como teólogos y oyentes. El 25 de marzo de 1996 fue publicada la Exhortación Apostólica post-sinodal Vita consecrata.

15. Asamblea Especial para el Líbano

Sesiones: 26 de noviembre - 14 de diciembre de 1995
Padres sinodales: 69
Tema: “Cristo es nuestra esperanza: renovados en su espíritu, solidarios somos testigos de su amor”

Considerando las particulares necesidades de la Iglesia en el Líbano debidas al prolongado período de guerra, el Santo Padre anunció el 6 de junio de 1991 su intención de convocar una Asamblea Especial del Sínodo de los Obispos para el Líbano. Después de algunas reuniones preliminares con los patriarcas de las Iglesias Orientales del Líbano, en enero de 1992 fue constituido un Consejo de diez miembros, representantes de las seis Iglesias católicas sui iuris en el Líbano, para participar en la necesaria tarea de preparación. Al mismo tiempo, fue nombrado un obispo libanés como coordinador “in loco”.
Los Lineamenta de la Asamblea Especial fueron publicados el 13 de marzo de 1993, dando comienzo a la fase de oración y de reflexión sobre el tema sinodal por parte de las diócesis locales y de los diversos organismos eclesiales en el Líbano, período que se prolongó hasta el 1 de Noviembre de 1994. Las respuestas a los Lineamenta fueron incorporadas al Instrumentum laboris, documento de trabajo de la Asamblea Especial, que sirvió como punto de referencia durante la Asamblea sinodal. El 12 de diciembre fue distribuida a los padres sinodales una versión con notas del Código de los Cánones de las Iglesias Orientales, publicado con el auspicio del Pontificio Consejo para la Interpretación de los Textos Legislativos.
La Exhortación Apostólica post-sinodal Una esperanza nueva para el Líbano (“Una esperanza nueva para Líbano”) fue publicada el 10 de mayo de 1997, con ocasión de la visita del Santo Padre al Líbano para la fase de celebración de la Asamblea Especial. Una traducción árabe del documento, preparada por la Asamblea de los Patriarcas y de los Obispos del Líbano (A.P.E.C.L.), fue publicada sucesivamente en 1998. El Consejo post-sinodal, fruto de esta asamblea especial, continúa a reunirse para evaluar el impacto y la aplicación de la Exhortación Apostólica post-sinodal en el Líbano. En el año 2003 fue preparado un informe sobre este argumento, el cual fue enviado a toda la jerarquía eclesiástica del Líbano, a los Superiores de los Dicasterios de la Curia Romana, a los Patriarcas, a los Arzobispos y Metropolitanos de las Iglesias Orientales sui iuris, a los Presidentes de las Conferencias Episcopales en todo el mundo y a otros organismos interesados. Desde ese momento, el Consejo Especial se ha reunido periódicamente para evaluar la situación del Líbano.

16. Asamblea Especial para América

Sesiones: 16 de noviembre - 12 de diciembre de 1997
Padres sinodales: 233
Tema: “Encuentro con Jesucristo vivo, camino para la conversión, la comunión y la solidaridad en América”

En la Carta Apostólica Tertio millennio adveniente, el Santo Padre ha expresado su deseo de continuar el movimiento sinodal a nivel continental, empezando con las Asambleas Especiales para Europa (1991) y para África (1994) y de convocar asambleas sinodales especiales, incluyendo la Asamblea Especial para América, como parte del programa que conducirá a la celebración del Gran Jubileo del Año 2000. El 12 de junio de 1995 fue nombrado un Consejo pre-sinodal para colaborar en la preparación de la Asamblea Especial. Con su asistencia, los Lineamenta fueron publicados el 3 de septiembre de 1996 y el Instrumentum laboris el 10 de septiembre de 1997.
Durante la asamblea, los Padres sinodales examinaron los diversos aspectos de la vida eclesial y de la sociedad en el continente americano y buscaron los mejores caminos y medios para dar la posibilidad al pueblo de América de encontrarse con Jesucristo. Con este fin, debatieron acerca de la relación entre el Evangelio y la cultura y sobre los importantes conceptos de conversión, comunión y solidaridad para responder a los grandes desafíos de la sociedad contemporánea en el continente. Al término de la Asamblea Especial los Padres sinodales publicaron el habitual Nuntius o “Mensaje al Pueblo de Dios”.
Un Consejo post-sinodal, elegido durante la asamblea se reunió en varias ocasiones para evaluar los resultados del Sínodo y asistir al Santo Padre en la redacción de la Exhortación Apostólica post-sinodal Ecclesia in América del 22 de enero de 1999, promulgada por el Santo Padre el 23 de enero de 1999, durante la fase de celebración de la Asamblea Especial en Ciudad de México. Al día siguiente, muchos participantes sinodales provenientes de todo el continente han participado en la liturgia eucarística celebrada en el Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe.
Luego, el Consejo post-sinodal, elegido durante la asamblea, tuvo varios encuentros para la supervisión de la aplicación del documento y para estimular a los Obispos con sus iniciativas en el continente en respuesta al documento post-sinodal. En el año 2002, fue preparado un Informe sobre este argumento, que fue enviado a los miembros de la jerarquía eclesiástica en América, a los Superiores de los Dicasterios de la Curia Romana, a los Patriarcas, a los Arzobispos Mayores y Metropolitanos de las Iglesias Orientales sui iuris, a los Presidentes de las Conferencias Episcopales de todo el mundo y a otros organismos interesados. El Consejo Especial se reúne periódicamente para continuar las discusiones sobre cuestiones prioritarias del continente ilustradas en el Informe.

17. Asamblea Especial para Asia

Sesiones: 19 de abril - 14 de mayo de 1998
Padres sinodales: 191
Tema: “Jesucristo el Salvador y su misión de amor y de servicio en Asia: ‘Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia’ (Jn. 10, 10)”

En la Carta Apostólica Tertio millenio adveniente, el Santo Padre anunció su intención de convocar asambleas sinodales especiales a nivel continental como parte del programa de preparación del Gran Jubileo del año 2000. El 10 de septiembre de 1995, el Santo Padre ha constituido un Consejo pre-sinodal para la Asamblea Especial para Asia, formado principalmente por cardenales, arzobispos y obispos de Asia. Una de sus tareas fue la de asistir a la Secretaría General en la redacción de los Lineamenta, difundidos el 3 de septiembre de 1996, y del Instrumentum laboris, publicado el 13 de febrero de 1998.
Durante la Asamblea Especial los Padres sinodales, teniendo en consideración el hecho de que la Iglesia es una pequeña pero vivaz grey en el continente asiático, donde están presentes las Grandes Religiones del Mundo, concentraron su atención en la unicidad de la persona de Jesús el Salvador y sobre su don de vida abundante en el contexto del plan de la Iglesia de una nueva evangelización. Se dedicó una atención especial al modo con el que la Iglesia, en un plan pastoral concreto, puede continuar la misión del Señor de amor y servicio en Asia. Al final, los Padres sinodales publicaron un Nuntius o Mensaje al Pueblo de Dios en el que se tratan diversos puntos del tema sinodal.
Como resultado de la asamblea sinodal fue constituido un Consejo post-sinodal. Habiéndose reunido en diversas ocasiones, este consejo ofreció su asistencia en el estudio de las recomendaciones propuestas por la asamblea especial y colaboró en la redacción de la Exhortation Apostólica post-sinodal Ecclesia in Asia, firmada por el Santo Padre el 6 de noviembre de 1999 en al Catedral del Sagrado Corazón, durante la fase celebrativa del 5 al 8 de noviembre 1999 en Nueva Delhi, en la India. Después, el Consejo post-sinodal se ha reunido periódicamente para valorar la distribución y aplicación del documento en la Iglesia en Asia. En el año 2002, fue preparado un Informe sobre el argumento, que fue enviado a la jerarquía eclesiástica en el Continente asiático, a los Superiores de los Dicasterios de la Curia Romana, a los Patriarcas, a los Arzobispos Mayores y Metropolitanos de las Iglesias Orientales sui iuris, a los Presidentes de las Conferencias Episcopales y a otros organismos interesados.
El Consejo Especial se sigue reuniendo periódicamente para proseguir con la discusión sobre las cuestiones prioritarias del Continente propuestas en el Informe.

18. Asamblea Especial para Oceanía

Sesiones: 22 de noviembre - 12 de diciembre de 1998
Padres sinodales: 117
Tema: “Jesucristo y los pueblos de Oceanía: siguiendo su camino, proclamando su verdad y viviendo su vida”

La Asamblea Especial para Oceanía ha sido la tercera asamblea sinodal continental o regional de la relación anunciada por el Santo Padre con la carta apostólica Tertio millennio adveniente, como parte de la preparación al Gran Jubileo del Año 2000. El 7 de junio de 1996, el Santo Padre nombró el Consejo pre-sinodal constituido principalmente por los Obispos de Oceanía. En una serie de encuentros que tuvieron lugar en Roma y Wellington, (Nueva Zelandia), el Consejo ofreció su asistencia en la redacción de los Lineamenta, estableció criterios para la participación y colaboró en la redacción del Instrumentum laboris.
Una característica peculiar de esta Asamblea Sinodal fue que todos los Obispos de la región participaban como miembros ex officio. Para reducir las dificultades del viaje y limitar la ausencia de los Obispos de sus Iglesias locales, se tomaron las medidas necesarias para que las visitas ad limina se hicieran en concomitancia con la Asamblea Especial. A pesar de las grandes diferencias entre las varias situaciones pastorales de la región, durante los trabajos sinodales se observaron muchas preocupaciones comunes como la inculturación del Evangelio, la nueva atención hacia la catequesis y la formación, la revitalización de la fe de los creyentes, la atención pastoral de la juventud, emigrantes y nativos, etc., todo ello convergente hacia la persona de Cristo, el camino, la verdad y la vida.
El 11 de diciembre de 1998 se estableció un Consejo post-sinodal, con tres miembros de nómina pontificia. El Consejo tuvo varios encuentros donde se discutieron los resultados de la Asamblea Especial y se ofreció asistencia en la redacción, por parte del Santo Padre, de la Exhortación Apostólica post-sinodal Ecclesia in Oceanía. Dicho documento fue promulgado el 22 de noviembre de 2001, en una importante e histórica ceremonia en el Vaticano, durante la cual el documento fue simultáneamente transmitido a través de internet a todas las diócesis de la región. Ecclesia in Oceanía es el primer documento papal promulgado a través de internet en la era del computer.
En el año 2003 el Consejo Post-sinodal se reunió para iniciar el proceso de examen del impacto y aplicación de la Ecclesia in Oceanía en la región que ha elaborado un informe ya enviado a los Obispos de Oceanía y compartido con la Iglesia universal en el 2006. En la reunión de febrero 2000, los miembros del Consejo tomaron la decisión de realizar su próximo encuentro en Australia, en concomitancia con la Asamblea Plenaria de la Federación de las Conferencias Episcopales de Oceanía que se realizará en mayo del 2010.


19. II Asamblea Especial para Europa

Sesiones: 1-23 de octubre de 1999
Padres sinodales: 117
Tema: “Jesucristo viviente en su Iglesia, fuente de esperanza para Europa”

La Segunda Asamblea Especial para Europa es la última de la serie de Asambleas Sinodales continentales convocadas por el Santo Padre en su Carta Apostólica Tertio millenio adveniente como parte de la preparación al Gran Jubileo del Año 2000. Aunque la Primera Asamblea Especial para Europa tuvo lugar hace menos de una década, en 1991, nuevas situaciones sociales y culturales, presentes en el continente tras los cambios políticos ocurridos en el Este, han creado desafíos pastorales que han hecho que fuera especialmente oportuno convocar una Segunda Asamblea Especial para Europa.
El 9 de febrero de 1997 el Santo Padre nombró el Consejo pre-sinodal para colaborar en la preparación de esta Asamblea Sinodal. Este Consejo, con la asistencia de teólogos europeos y del personal de la Secretaría General, publicó los Lineamenta (primavera de 1998) y el Instrumentum laboris (21 de junio de 1999) de la Asamblea Especial.
Durante la Segunda Asamblea Especial, los padres sinodales prestaron atención a las diversas realidades de la Iglesia en Europa y al particular momento histórico en relación proyecto de unificación del continente. El tema de Jesucristo, viviente en su Iglesia, dominó la discusión sinodal sobre las raíces culturales del continente y, al mismo tiempo, constituyó una fuente de esperanza en la construcción de una nueva Europa sobre el fundamento de la fe.
El Consejo post-sinodal, elegido durante la asamblea, se ha reunido en varias ocasiones para analizar los resultados del Sínodo y para ofrecer su colaboración en la redacción del Santo Padre de la Exhortación post-sinodal Ecclesia in Europa, promulgada en el Vaticano el 28 de junio de 2003, durante las primeras Vísperas de la solemnidad de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo. Posteriormente, el Consejo post-sinodal se reunió para evaluar el impacto y la aplicación de Ecclesia in Europa en el continente, habiendo elaborado un cuestionario que se envió a las Conferencias Episcopales y a las organizaciones continentales en Europa. Las respuestas a dicho cuestionario han sido utilizadas para evaluar algunos aspectos de la misión de la Iglesia en Europa.

20. X Asamblea General Ordinaria

Sesiones: 30 de septiembre - 27 de octubre de 2001
Padres sinodales: 247
Tema: “El Obispo: servidor del Evangelio de Jesucristo para la esperanza del mundo”

Para preparar la X Asamblea General Ordinaria, el IX Consejo Ordinario de la Secretaría General se ha reunido periódicamente para participar en el proceso de consulta que definió el tema sinodal y colaborar en la redacción de los Lineamenta, enviados el 16 de junio 1998 a los obispos del mundo y a quienes normalmente se contactan para respuestas oficiales. Estas respuestas han sido analizadas e sucesivamente tomadas en consideración durante el trabajo del Consejo para redactar el Instrumentum laboris, que se hizo público el 1 de junio del 2001.
Durante la asamblea sinodal, los padres sinodales ha concentrado su reflexión en la persona y el papel del obispo en su diócesis en el inicio del Tercer Milenio.
El 26 de octubre de 2001, la asamblea sinodal eligió los miembros del X Consejo Ordinario de la Secretaría General, a quienes el Santo Padre agregó otros tres miembros nombrados por él designados. En las siguientes reuniones, este Consejo analizó el material que resultó del proceso sinodal, especialmente las Propuestas, para ofrecer una adecuada colaboración al Santo Padre en su redacción de la Exhortación Apostólica post-sinodal Pastores gregis. Dicho documento fue promulgado el 16 de octubre de 2003, en coincidencia con el vigésimo quinto aniversario de la elección del Sumo Pontífice.

21. XI Asamblea General Ordinaria

Sesiones: 2 - 23 de octubre de 2005
Padres sinodales: 258
Tema: “La Eucaristía: fuente y cumbre de la vida y de la misión de la Iglesia”

El 29 de noviembre, tomando en consideración la opinión de los miembros del X Consejo Ordinario de la Secretaría General del Sínodo de los Obispos, basada a su vez en la consulta a las Conferencias Episcopales de todo el mundo y a otros organismo interesados, el Papa Juan Pablo II decidió convocar la Undécima Asamblea General Ordinaria para tratar el tema de la Eucaristía. Merece una especial atención el hecho de que la decisión del Papa tuvo lugar poco tiempo después de la publicación de su encíclica sobre el mismo argumento. Esta asamblea sinodal fue convocada para presentar al Santo Padre la reflexión pastoral de los obispos de todo el mundo sobre un tema de vital importancia en la vida y la misión de la Iglesia.
Los Lineamenta, elaborados por el X Consejo Ordinario de la Secretaría General con la asistencia de teólogos, fueron enviados el 31 de marzo de 2004 a las Conferencias Episcopales, a las Iglesias Orientales sui iuris, a los Superiores de los Dicasterios de la Curia Romana, a la Unión de los Superiores Generales y a otros organismos competentes. Durante una asamblea sucesiva, el Consejo ha analizado las respuestas a las preguntas de los Lineamenta y, nuevamente con la ayuda de los expertos, ha redactado la Instrumentum Laboris, que fue publicado el 7de julio de 2005.
Luego de esta elección, el Papa Benedicto XVI confirmó las fechas de la asamblea sinodal y, al mismo tiempo, aprobó las siguientes innovaciones de las actividades sinodales: la reducción de la duración de la asamblea sinodal a tres semanas, una hora para la discusión libre, la duración de las intervenciones luego de la conclusión de las sesiones plenarias de la tarde, el voto electrónico de los miembros - además de la acostumbrada votación por escrito - en las Propuestas o recomendaciones sinodales, y la publicación pro hoc vice de la traducción italiana de las Propuestas.
Una sesión especial se llevó a cabo para conmemorar el 40 aniversario de la institución del Sínodo de los Obispos, durante la cual varios Padres sinodales hablaron sobre los aspectos teológicos, jurídicos e históricos del Sínodo. Posteriormente, estas presentaciones, junto al material de referencia de las asambleas sinodales, fue publicado en el libro que lleva por título: Il Sínodo de los Obispos: 40 Años de Historia editado por la Universidad Lateranense.
La documentación oficial producido por la asamblea sinodal incluyó el Mensaje al Pueblo de Dios (Nuntius), elaborado durante la asamblea y aprobado por los Padres sinodales, así como la Exhortación Apostólica post-sinodal Sacramentum Caritatis del Santo Padre del 22 de febrero 2007.


22. XII Asamblea General Ordinaria

Sesiones: 5 al 26 de octubre de 2008
Padres sinodales: 253
Tema: “La palabra de Dios en la vida y en la misión de la Iglesia”

El 6 de octubre 2006, el Papa Benedicto XVI anunció su decisión de convocar la Décimo segunda Asamblea General Ordinaria para abordar el tema La palabra de Dios en la vida y en la misión de la Iglesia. El Sínodo de la Palabra de Dios quiso dar continuidad al precedente Sínodo sobre la Eucaristía del año 2005 y, de esta manera, resaltar la relación intrínseca entre la Eucaristía y la Palabra de Dios para la vida y la misión de la Iglesia.
En su fase preparatoria, los miembros del Consejo, con la asistencia de los expertos, redactaron los Lineamenta, publicados el 27 de abril 2007, con las líneas directivas preliminares sobre el tema, que contienen además un conjunto de argumentos para la discusión y oración a nivel local. En los encuentros posteriores del Consejo se analizaron las respuestas a los argumentos tratados en los Lineamenta, presentados a la Secretaría General, junto a las observaciones de grupos e individuos y, se redactó el Instrumentum laboris, que fue dado a conocer el 12 de junio de 2008.
Esta Asamblea sinodal fue la primera a realizarse luego de haber sido sometido a revisión el Ordo Synodi Episcoporum, aprobado por el Santo Padre el 29 de septiembre de 2006, acogiendo el consejo de la Secretaria General del Sínodo de los Obispos sobre la oportunidad de actualizar los estatutos, para adecuarlos al Código de derecho canónico y al Código de cánones de las Iglesias Orientales.
Un rasgo distintivo de esta Asamblea sinodal fue su desarrollo coincidente con la celebración del Año Paulino, cuyo inicio fue el 29 de junio de 2008. Para conmemorar tal ocasión, la liturgia de apertura del Sínodo será celebrada en la Basílica Papal de San Pablo Extramuros. Al mismo tiempo, dado el argumento que se discutía, un Rabino fue invitado por primera vez para dialogar con los Padres sinodales y con los participantes. Igualmente, a la Asamblea sinodal asistió por primera vez Su Eminencia, Bartolomé I, Patriarca ecuménico de Constantinopla, quien se dirigió a los participantes sinodales durante la celebración de la Vísperas en la Capilla Sixtina.
Del mismo modo, durante la Décimo primera Asamblea General Ordinaria, las 55 Proposiciones elaboradas colegialmente por los Padres sinodales, fueron anunciadas al público pro hoc vice en una traducción italiana. Durante la sesión conclusiva del Sínodo, los miembros anunciaron también el Mensaje al Pueblo de Dios (Nuntius). Actualmente la Iglesia espera ardorosamente la publicación de la Exhortación Apostólica Post Sinodal del Santo Padre que presentará la riqueza de la reflexión y discusión, no sólo en la Asamblea sinodal sino también durante la realización misma de la actividad del Sínodo.

23. II Asamblea Especial para África

Sesiones: 4 al 25 de octubre de 2009
Tema: “La Iglesia en África al servicio de la reconciliación, la justicia y la Paz. ‘Vosotros sois la sal de la tierra ... Vosotros sois la luz del mundo’ (Mt. 5, 13 - 14)”

El Consejo Especial para África, desde su constitución durante la I Asamblea Especial (1994), sigue ofreciendo asistencia a la Secretaría General de varias maneras. Luego, su tarea de redacción de un informe que reportaba el impacto y la implementación de la Exhortación apostólica post-sinodal Ecclesia in Africa a nivel de los Iglesias locales en África, el Consejo estudió la posibilidad de realizar la II Asamblea especial. El 13 de noviembre 2004, durante el Simposio de los Obispos de África y Europa, realizado en Roma, el Papa Juan Pablo II, “acogió la voluntad del Consejo especial para África”y, respondiendo a “la esperanza de los pastores africanos”, anunció la convocación de una II Asamblea especial para África. En la Audiencia semanal del 22 de junio de 2005, el Santo Padre, Papa Benedicto XVI reconfirmó esta decisión.
Posteriormente al anuncio inicial de una II Asamblea Especial y en colaboración con el Consejo Especial para África, el Santo Padre formuló el secundo tema sinodal: “La Iglesia en África al servicio de la reconciliación, la justicia y la Paz. ‘Vosotros sois la sal de la tierra ... Vosotros sois la luz del mundo’ (Mt. 5, 13 - 14)”. Con la ayuda de los especialistas, el Consejo elaboró los Lineamenta, presentando el tema que contiene un conjunto de argumentos para la discusión y oraciones a nivel local. Después de haberlo dado a conocer el 27 de junio 2006, el documento fue enviado a la Iglesia de África, donde fue ampliamente distribuido y recibido con entusiasmo.
Las respuestas al cuestionario han sido enviadas a la Secretaría General para ser utilizadas en la elaboración del Instrumentum laboris, que es el documento que contiene la agenda de la Asamblea sinodal, publicado el 13 de junio de 2009.

ORACIÓN PARA EL BUEN ÉXITO DEL SÍNODO

En la preparación de esta Cumbre Sinodal, el Santo Padre Benedicto XVI ha invitado a los fieles africanos a pronunciar la Oración de la Beata Virgen María, Nuestra Señora de África, que concluye los Lineamenta y el Instumentum laboris, teniendo como mira el buen principio y un final exitoso de las labores sinodales.
Es la primera vez que el Santo Padre proponer una oración con tal finalidad. Ésta ya ha sido rezada en todas las Iglesias particulares, en las parroquias, en los institutos de vida consagrada y en todas las comunidades del continente africano.
La oración coral de los fieles no dejará de aportar valiosos frutos de comunión, además del sostén espiritual a la tarea apostólica de los Padres sinodales, volviéndose fuente de abundantes bendiciones de Dios, Uno y Trino, en las actividades de la II Asamblea Especial para África del Sínodo de los Obispos.

Santa María, Madre de Dios, Protectora de África,
tú has dado al mundo la luz verdadera, Jesucristo.
Por tu obediencia al Padre y por la gracia del Espíritu Santo,
nos has dado la fuente de nuestra reconciliación y de nuestra justicia,
Jesucristo, nuestra paz y nuestro gozo.

Madre de ternura y de sabiduría,
muéstranos a Jesús, tu Hijo e Hijo de Dios,
ayúdanos en nuestro camino de conversión
para que Jesús haga brillar su Gloria sobre nosotros
en todos los aspectos de nuestra vida personal, familiar y social.

Madre, llena de misericordia y de justicia,
por tu docilidad al Espíritu Consolador
alcánzanos la gracia de ser testigos del Señor Resucitado,
para que seamos cada vez más
la sal de la tierra y la luz del mundo.

Madre del Perpetuo Socorro,
confiamos a tu maternal intercesión
la preparación y los frutos del Segundo Sínodo para África.
¡Reina de la Paz, ruega por nosotros!
¡Nuestra Señora de África, ruega por nosotros!

LA CAPILLA DEL SÍNODO

El proyecto y decoración de la capilla del Sínodo se propone comunicar y celebrar los conceptos teológicos de comunión y colegialidad que son la base del Sínodo de los Obispos reunidos en asamblea, cum Pedro y sub Pedro. Por lo tanto, el colegio episcopal está representado ampliamente en el proyecto y decoración artística de la capilla, inspirándose, de manera especial, en dos pasajes bíblicos fundamentales, los Hechos de los Apóstoles, 2,1-4 y San Juan 20,19-29, que tratan ambos del descenso del Espíritu Santo sobre los Apóstoles reunidos.
Aunque la Iglesia fue engendrada místicamente con la crucifixión de Cristo, naciendo, según San Agustín, como la nueva Eva del costado del Nuevo Adán, nos ha enseñado coherentemente que la primera venida de la propia Iglesia en el mundo se realizó en el día de Pentecostés, cuando el Espíritu Santo descendió bajo forma de lenguas de fuego sobre los apóstoles, reunidos con María, Madre de Jesús, en la Habitación Superior o Cenáculo. Puesto que éste es un acontecimiento especialmente importante en la vida del colegio episcopal como grupo, y por ende, de la Iglesia, el proyecto de la capilla desea recrear visualmente la experiencia de Pentecostés (cf. Hch 2:1-4).
La vidriera historiada oval del techo representa el Espíritu Santo bajo forma de paloma sobre un fondo dorado triangular che evoca la Santísima Trinidad, fuente de comunión en el episcopado y en la Iglesia en su conjunto. El efecto creado por el cristal de varias tonalidades, rojo, amarillo y anaranjado, subraya el descenso del Espíritu bajo forma de lenguas de fuego que convierte a los apóstoles en elocuentes testigos de Cristo. La luz y el calor, como propiedades del fuego, representan también la iluminación (sabiduría) y la fuerza (celo), elementos que caracterizan la misión de Pedro y los apóstoles. El Espíritu Santo sigue siendo la fuerza dinámica de la misión pastoral del Papa y del Colegio Episcopal, especialmente durante la celebración del Sínodo.
Según el testimonio bíblico, el Cenáculo o Habitación Superior, es decir, el lugar de la llegada del Espíritu Santo, como hemos visto más arriba, fue también la habitación en la cual Jesús celebró la cena de Pascua durante la cual instituyó los Sacramentos del Sacerdocio y la Eucaristía. El escenario del Cenáculo se convierte de esta forma en un símbolo no sólo de la dignidad episcopal compartida sino también del principio de su unidad. Estos conceptos de comunión y colegialidad están expresados en los objetos dispuestos justo debajo de la vidriera que representa el Espíritu Santo: un reclinatorio central evoca al Santo Padre, Sucesor de San Pedro, rodeado por bancos y reclinatorios che simbolizan a losrestantes once apóstoles. La disposición ovalada de las sillas, en lugar de la habitual alineación consecutiva de bancos y sillas, comenzando desde la entrada y continuando hacia el frente de la capilla, ayuda a subrayar la acción unitaria del colegio reunido “en y alrededor de Pedro”. Al mismo tiempo, todos -incluido el observador- son atraídos hacia el tabernáculo y el altar para encontrar al Cristo místico presente en la Eucaristía, el cual, cuando se apareció durante la Pascua al Colegio Episcopal, como nos recuerda San Juan, estaba en medio del colegio mientras “insuflaba” o transmitía su Espíritu Santo (cfr. Juan, 20, 19:29), otorgándoles la autoridad y el poder de Obispos. Las dos estatuas de bronce de San Pedro y San Pablo, colocadas en los dos nichos al fondo de la Capilla, simbolizan la universalidad de la Iglesia y la vocación del episcopado.
Este mismo tema está subrayado por la decoración de la puerta vidriera ubicada en la entrada de la Capilla: una mitra central con las llaves apostólicas aludiendo a Pedro, rodeada por once mitras que anuncian el tema de la Capilla. Las mitras se encuentran reunidas en un círculo que subraya su unidad colegial por medio del don de la Comunión Trinitaria.
Siguiendo con el tema de la colegialidad y de la comunión del Colegio Apostólico, el altar recuerda la proa de una barca levantando olas. El Nuevo Testamento contiene muchos pasajes donde la barca constituye el marco de experiencias significativas para los apóstoles como grupo o colegio.
- Cuando Jesús aplaca el mar y los vientos, los Apóstoles, reunidos a bordo de una embarcación, reciben por primera vez la revelación de que Jesús es algo más que un simple hombre. Ellos se asombran: “¿Quién es éste, que hasta los vientos y el mar le obedecen?” (cfr. Mt, 8, 23:27; Lc 8, 22:25, Mc 4, 37:41).
- Jesús hace subir a los Apóstoles a una barca, para encontrarse a solas con ellos, a fin de adiestrarlos (Mc, 6, 32).
- Después de la multiplicación de los panes, Jesús hizo que los Apóstoles atravesaran el mar de Galilea en una barca. Aunque pasa la noche rezando en la colina, el Señor nunca pierde de vista a los Apóstoles. Al levantarse una tempestad, Jesús se dirige hacia ellos caminando sobre las aguas y diciendo: “Soy yo, no temáis”. Una vez en el barco, éste alcanza la orilla en seguida, mientras los Apóstoles se quedan perplejos porque - como cuenta Marco - no han entendido el significado de la multiplicación de los panes (cfr, Jn 6, 16:21; Mt 14, 22:27; Mc 6, 45).
La barca tiene un significado especial no sólo para el Colegio Apostólico, sino también para la persona de Pedro.
- En la serie de apariciones pascuales, desde la barca de San Pedro los Apóstoles (Pedro, Santiago, Juan, Tomás, Bartolomé y otros dos), después de pescar una cantidad enorme de peces, reconocen al Cristo Resucitado en la orilla. (cfr. Jn, 21, 1:8).
- Jesús predica desde una barca, supuestamente la de Pedro, delante de la multitud reunida en la orilla (cfr. Mt. 13, 2; Mc 3, 9; 4:1).
- La fe de Pedro es confirmada por Cristo, ante los Apóstoles, después de que Cristo le manda ir hacia él caminando sobre las aguas. Tras este acontecimiento, los Apóstoles adoran al Señor y exclaman: “¡Verdaderamente, eres Hijo de Dios!” (Mt 14, 28:33).
- En otro episodio sucesivo a la Resurrección, desde la barca de Pedro los Apóstoles, solicitados por Jesús, calan sus redes y hacen una pesca milagrosa. Y entonces Pedro es el que lleva hacia la orilla las redes llenas de peces (cfr. Jn, 21, 4:11), símbolo de la Iglesia.
Además de las asociaciones arriba mencionadas, la barca también tiene un significado eucarístico en lo que atañe el Colegio Apostólico, y, por ende, valora el uso de este símbolo como base del altar que custodia el Santísimo Sacramento.
- Después de la multiplicación de los panes, Jesús se encamina con sus Apóstoles a bordo de una barca, y pronuncia su sermón “sobre la levadura de los Fariseos” (Mt 16, 5:12; Mc 8; 14).
- Una referencia bíblica a la Eucaristía, especialmente significativa, se encuentra en el Evangelio de San Marcos. Después de la multiplicación de los panes y de los peces, que prefigura la Eucaristía, las Escrituras dicen que los Apóstoles no se llevaron consigo más que “un pan” (cfr. Mc 8, 14). Esto significa que Jesús es ese “único pan”, hecho de Pan celestial. En esta ocasión, Jesús intenta hacerles decir cuál es el significado del milagro de los panes, así como el de Sus palabras y Sus enseñanzas sobre la Eucaristía en ese acontecimiento milagroso.
La barca también se utiliza como símbolo de toda la Iglesia, frecuentemente definida como la “Barca de Pedro”. En este sentido, la crucifixión completa adecuadamente el mástil del humilde barco de pesca de Pedro. El movimiento de la escultura, incluido el de los tejidos, similares a un sudario, que se encuentran en la parte posterior -una alusión al sudario y a la Resurrección- representa una nueva asociación con la obra del Espíritu Santo, que proporciona el “viento” para las velas de la Barca de Pedro, viento que empuja siempre a la Iglesia hacia el Señor, en cumplimiento de la promesa.
El sencillo tabernáculo de bronce lleva incluidos las espigas de trigo y los racimos de uva para la Eucaristía. Los peces, que aluden a Pedro como pescador y a la misión de los apóstoles como “pescadores de hombres”, (Mt. 4:19, Mc. 1: 17) se hallan también en el tabernáculo, junto a unos candelabros y una lámpara votiva. El pez es también el símbolo antiguo de Cristo, tomado de la palabra griega ΙΧΘΥΣ, que significa pez, como acrónimo de la frase: “Jesucristo, Hijo de Dios Salvador”.Las Estaciones de la Cruz, realizadas en nácar en Palestina, recuerdan el seguimiento de Cristo, la vocación que los Obispos comparten con todos los Cristianos en la Iglesia.
La estatua de María, dedicada a Nuestra Señora de la Esperanza, evoca la presencia de la Virgen entre los apóstoles reunidos en oración en el Cenáculo. Ella extiende su mano maravillada ante el prodigio de la gracia de Dios, para recibir la llama del amor del Espíritu Santo y permitir así que dé frutos. Como verdadera doncella y sierva del Señor y Su Evangelio e imagen de la Iglesia que engendra místicamente a sus hijos, María es la Madre de los Apóstoles y sus sucesores. De hecho, los Apóstoles, reunidos alrededor de María en la Habitación Superior, la miran como si miraran dentro de un espejo, un espejo en el cual ellos mismos se ven como Iglesia, la “Esposa de Cristo”.

AVISOS

- RUEDA DE PRENSA
- “BRIEFING”
- “POOLS”
- BOLETÍN SYNODUS EPISCOPORUM
- COBERTURA TELEVISIVA EN DIRECTO
- BOLETÍN TELEFÓNICO
- HORARIO DE APERTURA DE LA OFICINA DE PRENSA DE LA SANTA SEDE

RUEDA DE PRENSA

La primera Rueda de Prensa sobre los trabajos sinodales (con traducción simultánea en italiano, inglés, francés, español y portugués) tendrá lugar en el Aula Juan Pablo II de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, el lunes 5 de octubre de 2009 (tras la Relatio ante disceptationem) a las 12:45, aproximadamente. Intervendràn:
- S. Em. R. Card. Peter Kodwo Appiah TURKSON, Arzobispo de Cape Cost (GHANA), Relator General
- S. E. R. Mons. Odon Marie Arsène RAZANAKOLONA, Arzobispo de Antananarivo (MADAGASCAR)
- Rev. P. Federico LOMBARDI, Director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Secretario Ex-officio de la Comisión para la Información (CIUDAD DEL VATICANO)

Se ruega a los operadores audiovisuales (cámaras y técnicos) y a los fotógrafos se dirijan al Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales para el permiso de acceso.

Los nombres de los participantes se comunicarán lo antes posible.

Las próximas ruedas de prensa tendrán lugar:
- Miércoles 14 de octubre de 2009 (tras la Relatio post disceptationem)
- Viernes 23 de octubre de 2009 (tras el Nuntius)
- Sábado 24 de octubre de 2009 (tras el Elenchus finalis propositionum)

“BRIEFING”

Para una información más eficaz sobre los trabajos sinodales se han organizado 4 grupos lingüísticos para los periodistas acreditados.
A continuación se detalla el lugar del “briefing” y el nombre del Responsable de Prensa para cada grupo lingüístico:

Grupo lingüístico italiano
Responsable: Rev. Mons. Giorgio Costantino
Lugar: Sala de periodistas, Oficina de Prensa de la Santa Sede

Grupo lingüístico inglés
Encargado: Sr. Festus Abdul TARAWALIE
Lugar: Aula Juan Pablo II, Oficina de Prensa de la Santa Sede

Grupo lingüístico francés
Encargado: Rev. Mons. Joseph Bato’ora BALLONG WEN MEWUDA
Lugar: Sala de telecomunicaciones, Oficina de Prensa de la Santa Sede

Grupo lingüístico portuguesa
Encargado: Sr.a Maria Dulce ARAÚJO ÉVORA
Lugar: Sala “Blu” 1° Piso, Oficina de Prensa de la Santa Sede

Los siguientes días está previsto un “briefing” de los Responsables de Prensa a las 13:10, aproximadamente:
- Martes 6 de octubre de 2009
- Miércoles 7 de octubre de 2009
- Jueves 8 de octubre de 2009
- Viernes 9 de octubre de 2009
- Sábado 10 de octubre de 2009
- Lunes 12 de octubre de 2009
- Martes 13 de octubre de 2009
- Jueves 15 de octubre de 2009
- Sábado 17 de octubre de 2009
- Martes 20 de octubre de 2009

A veces a los encargados de prensa les acompañará un padre sinodal o un experto.

Los nombres de los participantes y las eventuales actualizaciones se comunicarán cuanto antes.

“POOLS”

Los siguientes días habrá “pools” de periodistas acreditados para acceder al Aula del Sínodo únicamente durante la oración de apertura de las Congregaciones Generales de la mañana:
- Martes 6 de octubre de 2009
- Jueves 8 de octubre de 2009
- Viernes 9 de octubre de 2009
- Sábado 10 de octubre de 2009
- Lunes 12 de octubre de 2009
- Martes 13 de octubre de 2009
- Jueves 15 de octubre de 2009- Sábado 17 de octubre de 2009
- Martes 20 de octubre de 2009
- Viernes 23 de octubre de 2009
- Sábado 24 de octubre de 2009

Están previstos “pools” de periodistas acreditados para acceder al Aula del Sínodo, generalmente para la oración de apertura de las Congregaciones Generales de la mañana.

En la Oficina de información y acreditación de la Oficina de Prensa de la Santa Sede (en la entrada a la derecha) estarán a disposición de los redactores las listas de inscripción a los “pools”.

Para los “pools” los fotógrafos y los cámaras deben dirigirse al Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales.

Los participantes en los “pools” deben estar a las 8.30 en el Sector de Prensa, que se encuentra en el exterior frente a la entrada del Aula Pablo VI, y desde allí les acompañará siempre un oficial de la Oficina de Prensa de la Santa Sede (a los redactores) y del Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales (a los fotógrafos y equipos de TV). Es necesario llevar indumentaria apropiada para la circunstancia.

BOLETÍN SYNODUS EPISCOPORUM

El Boletín informativo de la Comisión para la información de la II Asamblea Especial para África del Sínodo de los Obispos, titulado Synodus Episcoporum, publicado por la Oficina de Prensa de la Santa Sede, saldrá en 6 ediciones lingüísticas (plurilingüe, italiana, inglesa, francesa, española y portuguesa), con 2 números al día (edición de la mañana y edición de la tarde) o según las necesidades.

La edición de la mañana saldrá una vez finalizada la Congregación General de la mañana y la edición de la tarde durante la mañana siguiente.

La distribución a los periodistas acreditados se efectuará en la Sala de periodistas de la Oficina de Prensa de la Santa Sede.

La edición plurilingüe recogerá los resúmenes de las intervenciones de los Padres sinodales preparados por ellos mismos, en los idiomas en los que serán entregados para su publicación. Las otras 5 ediciones recogerán las versiones en italiano, inglés, francés, español y portuguesa.

El tercer número del Boletín incluirá la Homilía del Santo Padre durante la Solemne Concelebración de Apertura de la mañana del Domingo 4 de octubre de 2009 (estará a disposición de los periodistas acreditados cuando se abra la Oficina de Prensa de la Santa Sede, bajo embargo).

El cuarto número del Boletín contendrá las relaciones que serán presentadas en la Primera Congregación General de la mañana del lunes 5 de octubre de 2009 (que se retransmitirá en directo por TV en la Oficina de Prensa de la Santa Sede).

COBERTURA TELEVISIVA EN DIRECTO

Serán transmitidas en directo en las pantallas de la Sala de telecomunicaciones, la Sala de periodistas y el Aula Juan Pablo II de la Oficina de Prensa de la Santa Sede:
- Domingo 4 de octubre de 2009 (a las 09.30): Concelebración Eucarística con motivo de la apertura solemne del Sínodo (Plaza San Pedro)
- Lunes 5 de octubre de 2009 (a las 09.00): Primera parte de la I Congregación General en la que presenta la Relación del Secretario General del Sínodo de los Obispos y la Relatio post disceptationem
- Sábado 10 de octubre de 2009 (a las 18.00): Rezo del Rosario con los universitarios de los ateneos romanos (Aula Pablo VI)
- Domingo 11 de octubre de 2009 (a las 10.00): Solemne Concelebración Eucarística con motivo de Canonizaciones (Plaza San Pedro)
- Martes 13 de octubre de 2009 (a las 09.00): Parte de la Congregación General en la que presenta la Relatio post disceptationem
- Domingo 25 de octubre de 2009 (a las 09.30): Solemne Concelebración de la Santa Misa con motivo de la clausura del Sínodo (Basílica de San Pedro)

Eventuales cambios se publicarán lo antes posible.

BOLETÍN TELEFÓNICO

Durante el Sínodo funcionará un boletín telefónico:
- +39-06-698.19 con el Boletín ordinario de la Oficina de Prensa de la Santa Sede;
- +39-06-698.84051 con el Boletín del Sínodo de los Obispos (edición de la mañana);
- +39-06-698.84877 con el Boletín del Sínodo de los Obispos (edición de la tarde).


HORARIO DE APERTURA DE LA OFICINA DE PRENSA DE LA SANTA SEDE

Con motivo de la II Asamblea Especial para África del Sínodo de los Obispos la Oficina de Prensa de la Santa Sede observará el siguiente horario desde el 2 al 25 de octubre de 2009:
- Viernes 2 de octubre: desde las 9.00 hasta las 15.00
- Sábado 3 de octubre: desde las 9.00 hasta las 14.00
- Domingo 4 de octubre: desde las 9.00 hasta las 13.00
- Desde lunes 5 de octubre hasta viernes 9 de octubre: desde las 9.00 hasta las 16.00
- Sábado 10 de octubre: desde las 9.00 hasta las 19.00
- Domingo 11 de octubre: desde las 9.00 hasta las 13.00
- Lunes 12 de octubre: desde las 9.00 hasta las 16.00
- Martes 13 de octubre: desde las 9.00 hasta las 20.00
- Desde miércoles 14 de octubre hasta sábado 17 de octubre: desde las 9.00 hasta las 16.00
- Domingo 18 de octubre: desde las 11.00 hasta las 13.00
- Desde lunes 19 de octubre hasta sábado 24 de octubre: desde las 9.00 hasta las 16.00
- Domingo 25 de octubre: desde las 9.00 hasta las 13.00

El personal de la Oficina de información y acreditación estará disponible (en la entrada a la derecha):
- De lunes a viernes de 9:00 a 15:00 - El sábado de 9:00 a 14:00

Si hay cambios se comunicarán lo antes posible en el tablón de anuncios de la Sala de periodistas, en la Oficina de Prensa de la Santa Sede, en el Boletín de la Comisión para la Información de la II Asamblea Especial para África del Sínodo de los Obispos y en el apartado “Comunicaciones de servicio” de la página web de la Santa Sede.

 
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- Índice Boletín Synodus Episcoporum - II Asamblea Especial para África - 2009
  [Plurilingüe, Español, Francés, Inglés, Italiano, Portugués]

- Índice Oficina de Prensa de la Santa Sede
  [Alemán, Español, Francés, Inglés, Italiano, Portugués]

 

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