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SYNODUS EPISCOPORUM
BOLETÍN

II ASAMBLEA ESPECIAL PARA ÁFRICA
 DEL SÍNODO DE LOS OBISPOS
4-25 de OCTUBRE 2009

La Iglesia en África al servicio de la reconciliación, de la justicia y de la paz.
"Vosotros sois la sal de la tierra ... Vosotros sois la luz del mundo" (Mt 5, 13,14)


Este Boletín es solo un instrumento de trabajo para uso periodístico.
Las traducciones no tienen carácter oficial.


Edición española

05 - 05.10.2009

RESUMEN

- PRIMERA CONGREGACIÓN GENERAL (LUNES 5 DE OCTUBRE DE 2009, POR LA MAÑANA) - CONTINUACIÓN
- SEGUNDA CONGREGACIÓN GENERAL (LUNES 5 DE OCTUBRE DE 2009, POR LA TARDE)
- AVISOS

PRIMERA CONGREGACIÓN GENERAL (LUNES 5 DE OCTUBRE DE 2009, POR LA MAÑANA)

- REFLEXIÓN DEL SANTO PADRE

En la apertura de la Primera Congregación General de esta mañana, lunes 6 de octubre de 2008, después de la lectura breve de la Hora Tercia, el Santo Padre Benedicto XVI ha hecho la siguiente reflexión:

Queridos hermanos y hermanas:
Hemos dado comienzo a nuestro encuentro sinodal invocando al Espíritu Santo y sabiendo muy bien que en este momento no podemos llevar a cabo lo que habría que hacer para la Iglesia y para el mundo: sólo con la fuerza del Espíritu Santo podemos percibir lo que es recto y después ponerlo en práctica. Todos los días comenzaremos nuestro trabajo invocando al Espíritu Santo con la oración de la Hora Tercia "Nunc sancte nobis Spiritus". Por eso, ahora querría, junto con vosotros, meditar un poco sobre este himno que abre el trabajo de cada día, aquí en el Sínodo, pero también después en nuestra vida cotidiana.
"Nunc sancte nobis Spiritus". Pedimos que Pentecostés no sea sólo un acontecimiento del pasado, el primer inicio de la Iglesia, sino que acontezca hoy, es más, ahora: "nunc sancte nobis Spiritus". Pedimos al Señor que realice ahora la efusión de su Espíritu y recree de nuevo a su Iglesia y al mundo. Recordemos que los apóstoles después de la Ascensión no empezaron - como quizás hubiera sido normal - a organizar, a crear la Iglesia futura. Esperaron la acción de Dios, esperaron al Espíritu Santo. Comprendieron que la Iglesia no se puede hacer, no es el producto de nuestra organización: la Iglesia debe nacer del Espíritu Santo. Al igual que el mismo Señor fue concebido por obra del Espíritu Santo y nació de Él, también la Iglesia debe ser siempre concebida por obra del Espíritu Santo y nacer de Él. Sólo con este acto creativo de Dios podemos entrar en la actividad de Dios, en la acción divina y colaborar con Él. En este sentido, también todo nuestro trabajo en el Sínodo es un colaborar con el Espíritu Santo, con la fuerza de Dios que nos precede. Tenemos que seguir implorando que se cumpla esta iniciativa divina, en la que nosotros podemos ser colaboradores de Dios y contribuir a que su Iglesia nazca y crezca de nuevo.
La segunda estrofa de este himno - "Os, lingua, mens, sensus, vigor, / Confessionem personent: / Flammescat igne caritas, / accendat ardor proximos" - es el corazón de esta oración. Imploremos a Dios tres dones, los dones esenciales de Pentecostés, del Espíritu Santo: confessio, caritas, proximos. Confessio: existe la lengua de fuego que es "razonable", da la palabra correcta y hace pensar en el fin de Babilonia en la fiesta de Pentecostés. La confusión que nace del egoísmo y la soberbia del hombre, cuyo efecto es que ya no logren comprenderse unos a otros, se supera con la fuerza del Espíritu, que une sin uniformar, que da unidad en la pluralidad: cada uno puede entender al otro, incluso en las distintas lenguas. Confessio: la palabra, la lengua de fuego que el Señor nos da, la palabra común en la que estamos todos unidos, la ciudad de Dios, la santa Iglesia, en la que está presente toda la riqueza de las diversas culturas. Flammescat igne caritas. Esta confesión no es una teoría sino que es vida, es amor. El corazón de la santa Iglesia es el amor, Dios es amor y se comunica comunicándonos el amor. Por último, el prójimo. La Iglesia nunca es un grupo cerrado en sí mismo, que vive para sí mismo como uno de los muchos grupos que existen en el mundo, sino que se caracteriza por la universalidad de la caridad, de la responsabilidad hacia el prójimo.
Consideremos uno por uno estos tres dones. Confessio: en el lenguaje de la Biblia y de la Iglesia antigua esta palabra tiene dos significados esenciales, que parecen opuestos pero en realidad constituyen una única realidad. Confessio ante todo es confesión de los pecados: reconocer nuestra culpa y conocer que ante Dios somos insuficientes, somos culpa, no estamos en la justa relación con Él. Este es el primer punto: conocernos a nosotros mismos en la luz de Dios. Sólo en esta luz podemos conocernos a nosotros mismos, podemos entender también cuánto mal hay en nosotros y, de este modo, ver todo lo que debe ser renovado, transformado. Sólo en la luz de Dios nos conocemos los unos a los otros y vemos toda la realidad.
Me parece que debemos tener presente todo esto en nuestros análisis sobre la reconciliación, la justicia y la paz. Los análisis empíricos son importantes, es importante que se conozca exactamente la realidad de este mundo. No obstante, estos análisis horizontales, preparados con tanta exactitud y competencia, son insuficientes. No indican los verdaderos problemas porque no los colocan a la luz de Dios. Si no vemos que en su raíz está el Misterio de Dios, las cosas del mundo van mal porque la relación con Dios no es ordenada. Y si la primera relación, la relación básica, no es correcta, todas las demás relaciones con todo lo que puede haber de bueno, fundamentalmente no funcionan. Por eso, nuestros análisis del mundo son insuficientes si no llegamos hasta este punto, si no consideramos el mundo en la luz de Dios, si no descubrimos que en la raíz de las injusticias, de la corrupción, está un corazón que no es recto, está una cerrazón respecto a Dios y, por lo tanto, una falsificación de la relación esencial que es la base de todas las demás.
Confessio: comprender en la luz de Dios las realidades del mundo, el primado de Dios y, por último, de todo el ser humano y las realidades humanas, que tienden a nuestra relación con Dios. Y si ésta no es correcta, no llega al punto querido por Dios, no entra en su verdad, entonces tampoco se puede corregir todo lo demás porque vuelven a nacer todos los vicios que destruyen la red social y la paz en el mundo.
Confessio: ver la realidad en la luz de Dios, entender que en el fondo nuestras realidades dependen de nuestra relación con nuestro Creador y Redentor y, de este modo, llegar a la verdad, a la verdad que salva. San Agustín, refiriéndose al capítulo 3 del Evangelio de san Juan, define el acto de la confesión cristiana con "hacer la verdad, ir a la luz". Sólo viendo en la luz de Dios nuestras culpas, la insuficiencia de nuestra relación con Él, caminamos a la luz de la verdad. Y sólo la verdad salva. Actuemos por fin en la verdad: confesar realmente en esta profundidad de la luz de Dios es hacer la verdad.
Este es el primer significado de la palabra confessio, confesión de los pecados, reconocimiento de la culpabilidad que resulta de nuestra falta de relación con Dios. Pero un segundo significado de confesión es el de dar gracias a Dios, glorificar a Dios, dar testimonio de Dios. Podemos reconocer la verdad de nuestro ser porque existe la respuesta divina. Dios no nos ha dejado solos con nuestros pecados; ni siquiera cuando nuestra relación con Su majestad está obstaculizada, Él no se retira sino que viene y nos toma de la mano. Por eso, confessio es testimonio de la bondad de Dios, es evangelización. Podríamos decir que la segunda dimensión de la palabra confessio es idéntica a la evangelización. Lo vemos en el día de Pentecostés, cuando san Pedro, en su discurso, por una parte acusa la culpa de las personas - habéis matado al santo y al justo -, pero al mismo tiempo dice: este Santo ha resucitado y os ama, os abraza, os llama a ser suyos en el arrepentimiento y en el bautismo, y en la comunión de su Cuerpo. En la luz de Dios, confesar se convierte necesariamente en anunciar a Dios, evangelizar y, de este modo, renovar el mundo.
La palabra confessio, sin embargo, nos recuerda otro elemento más. En el capítulo 10 de la Carta a los Romanos san Pablo interpreta la confesión del capítulo 30 del Deuteronomio. En este último texto parece que los judíos, entrando en la forma definitiva de la alianza, en Tierra Santa, tenían miedo y no podían realmente responder a Dios como debían. El Señor les dice: no tengáis miedo, Dios no está lejos. Para llegar a Dios no es necesario atravesar un océano desconocido, no son necesarios viajes espaciales por el cielo, cosas complicadas o imposibles. Dios no está lejos, no está al otro lado del océano o en estos espacios inmensos del universo. Dios está cerca. Está en tu corazón y en tus labios, con la palabra de la Toráh, que entra en tu corazón y se anuncia en tus labios. Dios está en ti y contigo, está cerca.
San Pablo sustituye, en su interpretación, la palabra Toráh por la palabra confesión y fe. Dice: realmente Dios está cerca, no son necesarias expediciones complicadas para llegar a Él, ni aventuras espirituales o materiales. Dios está cerca con la fe, está en tu corazón, y con la confesión está en tus labios. Está en ti y contigo. Realmente Jesucristo con su presencia nos da la palabra de la vida. Así entra, por la fe, en nuestro corazón. Habita en nuestro corazón y en la confesión llevamos la realidad del Señor al mundo, a nuestro tiempo. Me parece que este es un elemento muy importante: el Dios cercano. La ciencia y la técnica comportan grandes inversiones: las aventuras espirituales y materiales son costosas y difíciles; pero Dios se da gratuitamente. Las cosas más grandes de la vida - Dios, amor, verdad - son gratuitas. Dios se da en nuestro corazón. Diría que deberíamos meditar a menudo sobre esta gratuidad de Dios: no hacen falta grandes dones materiales ni intelectuales para estar cerca de Dios. Dios se da gratuitamente en su amor, está en mí, en mi corazón y mis labios. Esta es la valentía, la alegría de nuestra vida. Es también la valentía presente en este Sínodo, porque Dios no está lejos: está con nosotros con la palabra de la fe. Pienso que también esta dualidad es importante: la palabra en el corazón y en los labios. Esta profundidad de la fe personal, que realmente me une íntimamente con Dios, debe ser confesada: fe y confesión, interioridad en la comunión con Dios y testimonio de la fe que se expresa en mis labios y se convierte de ese modo en sensible y presente en el mundo. Son dos cosas importantes que siempre van juntas.
Más adelante, el himno que estamos comentando indica también los lugares en los que se encuentra la confesión: "oas, lingua, mens, sensus, vigor". Todas nuestras capacidades de pensar, hablar, sentir, actuar, deben hacer resonar - el latín usa el verbo "personar" - la palabra de Dios. Nuestro ser, en todas sus dimensiones, debería llenarse de esta palabra, que de ese modo llega a ser realmente sensible en el mundo, que, a través de nuestra existencia, resuena en el mundo: la palabra del Espíritu Santo.
Brevemente, otros dos dones. La caridad: es importante que el cristianismo no sea una suma de ideas, una filosofía, una teología, sino un modo de vivir, el cristianismo es caridad, es amor. Sólo así nos convertimos en cristianos: si la fe se transforma en caridad, si es caridad. Podemos decir que también logos y caritas van juntos. Nuestro Dios es, por una parte, logos, razón eterna; pero esta razón es a la vez amor, no es fría matemática que construye el universo, no es un demiurgo; esta razón eterna es fuego, es caridad. En nosotros mismos debería realizarse esta unidad de razón y caridad, de fe y caridad. Y así transformados en la caridad, ser divinizados, como dicen los Padres griegos. Diría que en la evolución del mundo tenemos este recorrido ascendente, desde las primeras realidades creadas hasta la criatura hombre. Sin embargo, esta escala todavía no está completa. El hombre debería ser divinizado y, de ese modo, realizarse. La unidad de la criatura con el Creador: este es el verdadero crecimiento, llegar con la gracia de Dios a esta apertura. Nuestra esencia se transforma en la caridad. Si hablamos de este crecimiento también pensamos en esta última meta, a la que Dios quiere llegar con nosotros.
Por último, el prójimo. La caridad no es algo individual, sino universal y concreto. Hoy, en la Misa, hemos proclamado la página evangélica del buen samaritano, en la que vemos la doble realidad de la caridad cristiana, que es universal y concreta. Este samaritano se encuentra con un hebreo, por lo tanto, alguien que está fuera de las fronteras de su tribu y su religión; pero la caridad es universal y, por lo tanto, este extranjero es para él prójimo en todos los sentidos. La universalidad abre los límites que cierran el mundo y crean las diversidades y los conflictos. Al mismo tiempo, el hecho de que se deba hacer algo por la universalidad no es filosofía sino acción concreta. Debemos tender a esta unificación de universalidad y concreción, debemos abrir realmente estas fronteras entre tribus, etnias y religiones a la universalidad del amor de Dios. Y no en teoría, sino en los lugares en los que vivimos, con toda la concreción necesaria. Roguemos al Señor que nos conceda todo esto, con la fuerza del Espíritu Santo. Al final el himno es glorificación del Dios uno y trino, y petición de conocer y creer. El final, pues, vuelve al comienzo. Oremos para que podamos conocer, para que conocer sea creer, y que creer llegue a ser amar, acción. Roguemos al Señor que nos conceda el Espíritu Santo, suscite un nuevo Pentecostés, nos ayude a ser sus servidores en esta hora del mundo. Amén.

[00022-04.07] [RE000] [Texto original: italiano]

SEGUNDA CONGREGACIÓN GENERAL (LUNES 5 DE OCTUBRE DE 2009, POR LA TARDE)

- INFORMES SOBRE LAS RELACIONES DE LOS CONTINENTES CON ÁFRICA
- RELACIÓN SOBRE ECCLESIA IN AFRICA

A las 16:30 horas del día de hoy, en presencia del Santo Padre, con la oración por el feliz resultado del Sínodo ha tenido lugar la Segunda Congregación General para la lectura en el Aula de los Informes sobre las relaciones de los continentes con África y de la Relación sobre Ecclesia in Africa.
Presidente delegado de turno S. Em. Card. Francis ARINZE, Prefecto emérito de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos (Ciudad del Vaticano).
En la apertura de la Congregación General el Secretario General ha comunicado que algunos Padres sinodales están ausentes por enfermedad. Además, está ausente S.E.R. Mons. Michel Christian CARTATÉGUY, S.M.A., Arzobispo de Niamey (Níger), ocupado en una obra de mediación para la reconciliación en colaboración con el Imán de la Mezquita de Niamey y el sultán de Agadez, a causa de la grave situación política entre el Gobierno y la oposición del país, como ha comunicado en una carta enviada a la Secretaría General del Sínodo de los Obispos. El Secretario General ha comentado que para la Iglesia es un gran consuelo que el obispo de una diócesis de 18 mil católicos tenga tan gran prestigio moral como para participar, con el Imán y las demás autoridades religiosas, en la mediación para la paz del país.
A continuación se han presentado los Informes sobre las relaciones de los continentes con África. Después de la presentación de la Relación sobre Ecclesia in Africa, ha seguido un tiempo de intervenciones libres de los Padres sinodales.
En esta Congregación General, que ha concluido a las 19:00 con la oración del Angelus Domini, estaban presentes 227 Padres.

INFORMES SOBRE LAS RELACIONES DE LOS CONTINENTES CON ÁFRICA

- S. E. R. Mons. Raymundo DAMASCENO ASSIS, Arzobispo de Aparecida, Presidente del "Consejo Episcopal Latinoamericano" (C.E.L.AM.) (BRASIL)
- S. E. R. Mons. Wilton Daniel GREGORY, Arzobispo de Atlanta (ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA)
- S. E. R. Mons. Orlando B. QUEVEDO, O.M.I., Arzobispo de Cotabato, Secretario General de la "Federation of Asian Bishops' Conferences" (F.A.B.C.) (FILIPINAS)
- S. E. R. Mons. Peter William INGHAM, Obispo de Wollongong, Presidente de la "Federation of Catholic Bishops' Conferences of Oceania" (F.C.B.C.O.) (AUSTRALIA)
- S. Em. R. Card. Péter ERDŐ, Arzobispo de Esztergom-Budapest, Presidente del Consilium Conferentiarum Episcoporum Europae (C.C.E.E.) (HUNGRÍA)

Publicamos a continuación las intervenciones sobre las relaciones de los continentes con África:

- S. E. R. Mons. Raymundo DAMASCENO ASSIS, Arzobispo de Aparecida, Presidente del "Consejo Episcopal Latinoamericano" (C.E.L.AM.) (BRASIL)

1. En primer lugar, como Presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano - CELAM, deseo dar las gracias en particular al Santo Padre Benedicto XVI por la invitación a participar en esta Segunda Asamblea Especial del Sínodo de los Obispos para África. Para mi, obispo latinoamericano, es un privilegio poder compartir el camino de nuestra Iglesia, una, santa, católica y apostólica, en el continente africano. Quiero participar en este Sínodo con mucha atención, apertura y oración.
Deseo expresar, en este momento, la solidaridad del Episcopado y de la Iglesia latinoamericana a los queridos hermanos obispos y a toda la Iglesia que peregrina en el continente africano.
Estamos aquí, no sólo para manifestar nuestra fraternidad con la Iglesia en África, sino también para aprender, ya que estamos seguros de que las conclusiones de esta Segunda Asamblea Especial ayudarán también a la Iglesia en América Latina en la misión de reconciliación y en la búsqueda de la justicia y la paz.
2. África y América Latina son continentes muy diferentes entre sí; sin embargo, es importante saber que tenemos en América Latina una población de origen africano más numerosa que la población de nuestros propios pueblos indígenas. También nos une - en la cruz - el hecho de que en ambos continentes tengamos un alto índice de población que vive en un estado de pobreza y que necesita los bienes y servicios básicos para la supervivencia: la alimentación, la casa, la educación y la salud.
En el ámbito político e institucional, en muchos de nuestros países no existe una democracia suficientemente arraigada en la cultura de la gente y, por esta razón, no está aún muy consolidada. Las necesidades básicas y urgentes, no cubiertas, de gran parte de nuestros pueblos provocan la aparición de aventuras políticas, con promesas populistas, que ilusionan, pero no resuelven los problemas estructurales de la población.
También en el campo político la situación se agrava por la corrupción de la que frecuentemente hablan las noticias y que diferentes organismos y medios de comunicación denuncian; un fenómeno que lleva a la población, y en especial a la juventud, a adoptar una actitud conformista y a perder la fe en la política como arte para promover el bien común.
3. La nueva conciencia mundial de pluralismo cultural ha despertado un nuevo interés y una nueva forma de representación en América Latina por parte de nuestros pueblos indígenas y descendientes de africanos. Ello significa un esfuerzo especial de evangelización y enculturación importante. En el Documento de la V Conferencia General celebrada en Aparecida, en 2007, podemos leer: “Los indígenas y afroamericanos emergen ahora en la sociedad y
en la Iglesia. Este es un kairós para profundizar el encuentro de la
Iglesia con estos sectores humanos que reclaman el reconocimiento
pleno de sus derechos individuales y colectivos, ser tomados
en cuenta en la catolicidad con su cosmovisión, sus valores y
sus identidades particulares, para vivir un nuevo Pentecostés
eclesial”. (DA 91)La Iglesia en América Latina no ha pasado por unas rupturas tan grandes y dramáticas como la Iglesia en África negra. Por eso, América Latina ha tenido una experiencia más continua de Iglesia, aunque no han faltado los sufrimientos y los fracasos y, por eso mismo, posee una múltiple y rica experiencia. Hoy tenemos una experiencia pastoral más estable, cuya riqueza fue expresada en los últimos 50 años en nuestras cinco Conferencias Generales - de diferente naturaleza que los Sínodos - y actualmente en la gran Misión Continental, que tiene como objetivo situar a la Iglesia en América Latina en un estado de misión permanente. Los documentos de estas cinco Conferencias Generales siempre le dedicarán, entre las distintas prioridades pastorales, una especial atención a los campesinos, indígenas y afroamericanos.
4. Deseo sugerir en esta intervención algunos puntos que podrían ser tema de diálogo en un posible intercambio fraterno entre las Iglesias de ambos continentes. En el ámbito episcopal, podemos compartir con África la gran riqueza que han significado los 54 años de vida del organismo episcopal que represento, el Consejo Episcopal Latino Americano - CELAM, como instrumento de comunión episcopal y de mutuos servicios dentro de nuestro episcopado. Se podría, con el incentivo de la Santa Sede, invitar a los obispos de la Iglesia católica presentes en ambos continentes para un intercambio de experiencia colegial, pastoral y organizativa, que enriquecería la misión de la Iglesia. También se podría ampliar la experiencia ya existente de las diócesis y congregaciones religiosas que envían misioneros a la Iglesia en África.
En el ámbito de los seminaristas y sacerdotes, también pienso que sería posible, y mutuamente enriquecedor, ofrecer unos seminarios para la primera formación sacerdotal en algunas de las iglesias particulares de América Latina con mayores recursos. Sería una ocasión para, entre otras ventajas, aprender otro idioma que serviría para fomentar el intercambio y la comunión entre dos continentes de gran presencia católica.
Por parte del CELAM, también podríamos acoger, con la aprobación de la Santa Sede, en los Institutos Pastoral y Bíblico, existentes en el CELAM, de Bogotá, a sacerdotes, consagrados, o agentes laicos de pastoral, para unos cursos de formación.
5. Renuevo mi gratitud al Santo Padre y a los queridos hermanos obispos de África por haber sido invitado a participar en este kairós, tiempo de gracia y de conversión, que es la II Asamblea Especial de los Obispos para África. Que nuestra Señora de Guadalupe, Reina y Patrona de América, nos acompañe durante esta Asamblea Especial y ayude, con su protección materna, a la Iglesia en África a encontrar, con la participación de la sociedad, el camino de la reconciliación, la justicia y la paz.

[00019-04.07] [INOOO] [Texto original: portugués]

- S. E. R. Mons. Wilton Daniel GREGORY, Arzobispo de Atlanta (ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA)

Aprovecho esta oportunidad para resumir la importancia que este Segundo Sínodo para África tiene para la Iglesia en Estados Unidos de América. Nosotros, los americanos, nos encontramos cada vez más implicados en los asuntos que suceden en el continente africano. Nosotros, como la gente en todo el mundo, sentimos de forma cada vez más aguda el impacto de la intensificación del carácter global de nuestro mundo.
Ante todo, rogamos a Dios Todopoderoso por el don de la fe que vincula la Iglesia de Estados Unidos a todas las demás Iglesias del mundo. Nuestra comunidad católica se ha beneficiado a lo largo de las generaciones pasadas de un número siempre creciente de clérigos y religiosos provenientes del gran continente africano que ahora están al servicio de los católicos de toda nuestra nación, y que lo hacen generosa y celosamente. Sabemos a través de su presencia de la profunda fe y generosidad de la Iglesia en África.
La Iglesia en Estados Unidos también está profundamente agradecida por la oportunidad de asistir a las Iglesias locales de África a través del apoyo del Servicio Católico de Auxilio, por las muchas y variadas empresas cooperativas misioneras fomentadas gracias al corazón generoso de nuestra gente y que frecuentemente unen a unas diócesis con otras y a unas parroquias con otras en la mutua oración, la asistencia financiera y los contactos personales. Me siento feliz y orgulloso de informar que las agencias de la Conferencia Episcopal de Estados Unidos y las asociaciones de la Conferencia Episcopal en el continente africano, buscan la paz y la justicia. Hay muchos signos positivos de que la Iglesia en mi país y la Iglesia en los países de África se han comprometido mutuamente en el trabajo de evangelización y desarrollo social que se ha escogido como tema para este Sínodo “al servicio de la reconciliación, de la justicia y de la paz”, un importante recordatorio de cómo la Iglesia en Estados Unidos y la Iglesia en África están unidas en la fe y la caridad.
Sin embargo, sabemos que podemos decir, simplemente, en palabras del Evangelio de Lucas, que “hemos hecho lo que debíamos hacer”(Lc 17,10b). Reconocemos que el mayor recurso que tiene la Iglesia en África es su gente. La Iglesia en Estados Unidos sigue beneficiándose de estas personas de África que han venido recientemente como visitantes y que ahora son residentes en nuestras costas. Estos recién llegados no vienen, como en un primer momento, cargados de cadenas como mercancía humana, sino como trabajadores cualificados, hombres de negocios profesionalmente entrenados, y estudiantes ansiosos por hacer una nueva vida en una tierra que ellos ven prometedora. Muchas de estas nuevas gentes traen consigo una profunda y dinámica fe católica, que supone una rica herencia espiritual. Esta gente maravillosa nos desafía a redescubrir nuestras tradiciones espirituales, que muy frecuentemente dejamos de lado a causa de la influencia de nuestras actividades seculares.
Aunque mi nación ha hecho extraordinarios y benditos progresos en su lucha por la reconciliación racial y la justicia, no hemos adquirido aún la perfección que el Evangelio pide a la humanidad. También necesitamos adquirir la reconciliación, la justicia y la paz en nuestra tierra, como el Dr. Martin Luther King Jr. escribió desde la cárcel en Birmingham, Alabama, parafraseando al Profeta Amós y en el que vemos el cumplimiento último de nuestro potencial: “¡Que fluya, sí, el juicio como agua y la justicia como arroyo perenne!” (Am. 5,24).
La gran tierra de África tiene otros muchos recursos que el mundo de hoy codicia y que a veces persigue con impresionante avaricia y frecuente violencia.
Vuestros recursos son una bendición para este planeta que pueden ser usados para llevar no sólo la prosperidad a los pueblos de África, sino que más propiamente pueden aportar un sentido de unidad de la Tierra y la interconexión que las gentes de todas partes tienen cuando usan sabiamente los recursos naturales que Dios ha puesto en nuestras manos como un patrimonio común.
Estoy profundamente agradecido a nuestro Santo Padre por invitarme a trabajar con mis hermanos Obispos del continente africano, a aprender de sus esperanzas, sus luchas, y sus sueños, y a compartir con ellos el profundo afecto y respeto de la Iglesia en los Estados Unidos de América.

[00020-04.05] [IN000] [Texto original: inglés]

- S. E. R. Mons. Orlando B. QUEVEDO, O.M.I., Arzobispo de Cotabato, Secretario General de la "Federation of Asian Bishops' Conferences" (F.A.B.C.) (FILIPINAS)

El tema de la Segunda Asamblea Especial para África “al servicio de la reconciliación, de la justicia y de la paz”, se encuentra en profunda sintonía con las aspiraciones de la Iglesia en Asia.
A pesar de las grandes diferencias, la Iglesia en Asia y la Iglesia en África tienen semejanzas extraordinarias. Si el cristianismo ha hecho camino durante la época de los apóstoles en Egipto y en África Septentrional por medio de la obra de San Marcos evangelista, muchos cristianos en India remontan sus propios orígenes al apóstol San Mateo. Pero, en su conjunto la Iglesia en África es tan joven como la Iglesia en Asia. En muchos países de ambos continentes, el cristianismo ha sido llevado por misioneros extranjeros durante el período de la colonización. Así mismo, un impulso misionero se evidenció durante el siglo XIX y también en el XX.
La riqueza de culturas, los tantos valores familiares tradicionales que son verdaderamente humanos, las miles de lenguas habladas, el encuentro entre el cristianismo, el islamismo y las religiones tradicionales locales son fenómenos importantes y muy similares tanto en África como en Asia. Y ambos continentes son continentes de los pobres y de los jóvenes.
Las dos Exhortaciones postsinodales de nuestro querido Papa Juan Pablo II, Ecclesia en África (1995) y Ecclesia en Asia (1998) poseen similitudes sorprendentes. Por ejemplo, en relación a los desafíos pastorales actuales, es decir, los imperativos de la inculturación y del diálogo interreligioso, la promoción de una emergente cultura materialista y relativista globalizante a través de la comunicación social, el impacto negativo de la globalización económica entre los pobres, el menoscabo de los valores morales en la vida social, económica y política, además de las amenazas continuas a la verdadera naturaleza del matrimonio y de la familia, las varias facetas de la injusticia y del violento conflicto que destruye la armonía de las sociedades africanas y asiáticas.
La Iglesia en África y la Iglesia en Asia están suscitando interrogantes similares y de gran importancia: ¿qué somos nosotros como comunidad de discípulos, como Iglesia?, ¿cómo podemos ser testimonios creíbles de nuestro Señor Jesús y de su Evangelio?, ¿cómo deberíamos responder a los complejos desafíos pastorales que enfrentamos en la misión de proclamar a Jesús como nuestro Señor y Salvador?
Entiendo que la Iglesia en África está explorando las implicaciones teológicas y pastorales de la Iglesia como Familia de Dios. Nosotros en Asia, guiados por las Sagradas Escrituras y por el Magisterio vivo de la Iglesia, consideramos haber sido conducidos por el Espíritu Santo para explorar, en el contexto asiático, la teología de la Iglesia como Comunión, siendo Siervos humildes del Evangelio entre los pueblos asiáticos. Esta óptica teológica ha abierto la opción pastoral de la actual renovación radical en curso de la Iglesia en Asia, una opción, más del ser que del hacer. Para nosotros los actos deben proceder del mismo corazón de una Iglesia que es renovada en el Misterio Pascual de Jesús, nuestro Señor.
De ahí, en sus 35 años de existencia fecunda, la Federación de las Conferencias de los Obispos de Asia ha promovido una renovación de la Iglesia en el continente hacia una interioridad espiritual más profunda; hacia el diálogo con las culturas asiáticas, con las tradiciones religiosas y las antiguas filosofías de Asia, así como con los pueblos asiáticos, especialmente con los pobres; hacia un discipulado auténtico, hacia la renovación del laicado en función de un liderazgo en la transformación social; hacia un significado de la misión ad gentes; hacia la renovación de la familia asiática come objetivo central de la evangelización y hacia un vivir creíble de la Eucaristía en las realidades de vida de Asia.
Tal renovación es fundamentalmente un llamado de Dios que es Amor (Deus Caritas est), que ofrece esperanza y salvación (Spe salvi),conduciéndonos a amarle en la verdad (Caritas in Veritate).
En relación con el amar en la verdad, las Iglesias en África y Asia conocen experiencias similares en el dolor y en la alegría. El dolor - en el origen de muchas fuerzas de una cultura de la muerte -, tanto Ecclesia en África como Ecclesia en Asia tratan con profunda preocupación el incremento de la pobreza y de la marginación de nuestros pueblos, los ataques continuos contra el matrimonio y la familia tradicional; las injusticia contra las mujeres y la infancia; nuestra propensión a favorecer las armas de destrucción antes que el desarrollo integral; nuestra incapacidad para competir con los potentes en un orden económico global que no respeta las normas jurídicas y morales; la intolerancia religiosa antes que un diálogo de la razón y de la fe; el dominio de la avidez antes que el del derecho en la vida pública; las divisiones y el conflicto antes que la paz, así como la degradación de la ecología humana y natural. Además, la frecuencia de tifones devastadores, inundaciones, sequías, terremotos y tsunamis en el continente asiático exigen ahora nuestro interés pastoral colectivo en relación con el calentamiento global y a los cambios climáticos.
Por otra parte, tenemos mucha alegría y esperanza en los movimientos de justicia y paz, como lo demuestran la conciencia creciente y la participación de jóvenes y mujeres en su adquisición de poder a favor de la transformación social, en el compromiso de diferentes grupos de la sociedad civil para favorecer la integridad en la vida pública y para tutelar la integridad de todo lo creado, en la solidaridad de las personas de buena voluntad provenientes de clases sociales y tradiciones religiosas diferentes con la finalidad de actuar en función de un orden social más justo, más pacífico y más fraternal.
La razón de nuestra alegría y de nuestra esperanza es que observamos muchos fermentos positivos en el seno de la Iglesia: en las pequeñas comunidades cristianas, entre los numerosos religiosos y religiosas, y en el interior del mismo clero. Todos ellos llevan los valores del Reino de Dios a los nuevos areópagos de la evangelización.
Con estos sentimientos de alegría y de esperanza en el Señor, expreso la solidaridad de los miembros de la Federación de las Conferencias de los Obispos de Asia a todos los participantes de la Segunda Asamblea Especial para África . Os agradezco por haber acogido a muchos misioneros asiáticos, así como también a muchos trabajadores emigrantes en vuestro amado continente.
En relación a la IX Asamblea plenaria de la FABC de Manila, me sea permitido expresar nuestro agradecimiento a Su Eminencia, Cardenal Francis Arinze, Enviado Especial del Santo Padre, y a su Su Eminencia, Cardenal Ivan Dias, quien ha invitado a Su Excelencia, Arzobispo Robert Sarah como su representante personal.
De modo especial, en nombre de la FABC deseo expresar nuestra más profunda y afectuosa fidelidad a nuestro amado Santo Padre, Papa Benedicto XVI. Le invitamos, Santidad, a visitar nuestra región en un futuro próximo. Gracias.

[00018-04.06] [IN000] [Texto original: inglés]

- S. E. R. Mons. Peter William INGHAM, Obispo de Wollongong, Presidente de la "Federation of Catholic Bishops' Conferences of Oceania" (F.C.B.C.O.) (AUSTRALIA)

Santidad,
Presidentes delegados, Relator General, Secretario General Arzobispo Eterovic, hermanos y hermanas presentes en este Sínodo:
Como Presidente en funciones de la Federación de las Conferencias Episcopales de Oceanía (FCBCO), os traigo los saludos y los mejores deseos de las Iglesias locales de nuestras 4 Conferencias Episcopales, a saber, la Conferencia Episcopal de Australia, la Conferencia Episcopal de Nueva Zelanda, la Conferencia Episcopal de Papúa Nueva Guinea y las Islas Salomón y de la gran Conferencia Episcopal del Pacífico, que se extiende desde Guam, las Islas Mariana, Vanuatu, Fidji, Tonga, Samoa, Kiribati, y las Islas Cook hasta Tahití y otros muchos archipiélagos.
Quiero expresar nuestra comunión como Federación de las Conferencias Episcopales con el Obispo de Roma y la Iglesia universal, al igual que nuestra solidaridad con la Iglesia de las numerosas naciones de África.
Todas nuestras naciones en Oceanía, como muchas de África, fueron colonizadas, en nuestro caso principalmente por los ingleses, los franceses y los portugueses.
Al igual que en África, la Iglesia existe en Oceanía gracias a misioneros heroicos que procedían sobre todo de Irlanda, Francia, Alemania e Italia.
La fe en Oceanía cuenta con algunos preciosos ejemplos de comportamiento en mártires y santos, además de los que ya han sido canonizados y beatificados, pero no en el número extraordinario de la gloriosa tradición de santos y mártires que han dado testimonio de su fe en África.
Los objetivos del Milenio para el desarrollo humano quedan muy lejos en esa zona del Pacífico llamada Oceanía. Porque, en cuanto autoridades de la Iglesia de todo el mundo, intentamos estar cerca de nuestros pueblos, podemos llegar a tener una comprensión muy práctica de cómo la pobreza puede deshumanizar completamente al hombre, y de lo destructiva que es la violencia para la vida y la dignidad humanas. Como autoridades de la Iglesia, somos sumamente conscientes de la injusticia que sitúa a los ricos en una posición privilegiada que discrimina a los desfavorecidos, como queda gráficamente descrito en la Parábola de Lázaro y del rico Epulón (Lc 16, 19-31).
Comprendo que para las naciones de África estas realidades son aun más amenazadoras que las que afrontan las comunidades en Oceanía. Rindo homenaje a la generosidad de los católicos en cada una de las Conferencias Episcopales de Oceanía, que mediante la Cáritas Oceanía y la Cáritas en cada uno de nuestros países, sostiene los programas humanitarios de paz y desarrollo de la Iglesia en África. Del mismo modo, las poblaciones de Oceanía son generosas con la Misión Católica Propaganda Fide.
Sin embargo, tenemos mucho que admirar y aprender de vosotros, Iglesia en África, de los testimonios que nos dais a pesar de las aplastantes dificultades. Vuestro gran sentido de la misión de evangelizar vuestra cultura significa que los obstáculos que ponen los gobiernos u otras religiones no hacen más que intensificar vuestra fe, vuestra esperanza y vuestro amor.
En Oceanía, el terrible flagelo del SIDA (IL 142) (especialmente en Papúa Nueva Guinea) y la explotación que deriva del trabajo en las minas, ponen de relieve la misión de la Iglesia de aplicar el Evangelio de Jesús para reducir el estigma de la vergüenza social, para sustituir la violencia con puentes de reconciliación, de justicia y de paz (IL 90), para pedir cuentas a los gobiernos civiles, para hablar en nombre de los perseguidos o los que han sido reducidos al silencio, y para proporcionar educación y asistencia sanitaria.
Como autoridades en la fe y pastores de la comunidad cristiana, gracias a Jesús el Buen Pastor y a la larga y rica tradición de la fe y la cultura católica, tenemos una visión mucho más amplia de la persona humana, y gracias a Jesús y a nuestra tradición de Iglesia, una visión más amplia de la justicia, del amor y de la importancia de que existan buenas relaciones entre las personas, las tribus y las naciones; tenemos una visión más amplia de la reconciliación, la paz y el cuidado compasivo. Donde hay crisis, injusticia y miedo, las personas acuden en tropel a sus iglesias. Esto, a su vez, pone en evidencia la necesidad de que nosotros, como autoridades de la Iglesia, nos concentremos en nuestro papel de pastores y de guías de esperanza. ¡Como cristianos nos ocupamos de esperanza!
Puesto que las temperaturas y las aguas de los océanos se alzan, los más pobres e indefensos siempre sufrirán de modo desproporcionado, al igual que sufren por la sequía, las inundaciones y las escasas cosechas, que pueden ser motivo de conflictos y originar migraciones en masa de refugiados y personas que solicitan asilo. Tanto en Oceanía como en África la Iglesia y sus agencias han hecho mucho para ayudar a la gente a recuperar el equilibrio en sus comunidades y a controlar los riesgos que conllevan las calamidades naturales. Podemos y debemos aprender los unos de los otros. Os pido vuestras oraciones por Samoa y Tonga, por su gran dolor después del reciente terremoto y el tsunami.
Australia ha comenzado a colaborar de nuevo con África, sobre todo en las industrias mineras (IL 51).
Como muy bien sabéis, África es un continente rico en recursos naturales. Con todo querríamos que los mineros australianos fueran responsables con las comunidades en las que trabajan. Las minas no deben contribuir a la inestabilidad y al conflicto - ¡deberían considerarse tanto desde el punto de vista del dividendo económico como del dividendo de paz! Un católico practicante que conozco bien es un ejecutivo de una gigante empresa minera australiana y viaja mucho. Me asegura que la intención de su empresa es éticamente sostenible. Afirma que su objetivo es crear una situación de doble ventaja: beneficios tangibles para las comunidades africanas que trabajan para ellos y beneficios para su empresa. Muchos de vosotros os ocupáis de este diálogo y nosotros debemos estar a vuestro lado.
La inestabilidad política y los conflictos en el Pacífico (ej. Fidji, Islas Salomón, Papúa Nueva Guinea) no se pueden comparar con los de los países africanos, pero identificando el papel de la Iglesia como Cuerpo de Cristo para construir puentes de paz y reconciliación, podemos aprender de vuestras autoridades en la Iglesia africana. Vuestros éxitos como Iglesia que se esfuerza para conseguir la paz y la reconciliación en África son muy útiles para la Iglesia en todo el mundo (IL 108).
Actualmente en Australia y Nueva Zelanda estamos acogiendo a muchos africanos que han empezado una nueva vida después de los conflictos tribales, la violencia y los regímenes autoritarios. Estos refugiados llegan de Sudán, el Cuerno de África, y, en menor medida, de los Grandes Lagos. Otros africanos han venido a esta parte del mundo para estudiar, y algunos han venido para trabajar como sacerdotes y religiosos. Actualmente mi diócesis y otras se están planteando aceptar candidatos al sacerdocio provenientes de países africanos.
En Australia contamos con una comunidad muy multi-cultural, en la que más del 60% de la población son inmigrantes y refugiados o hijos suyos. Esto ha enriquecido y cambiado a Australia desde la Segunda Guerra Mundial. Celebramos la Jornada Mundial del Inmigrante y del Refugiado a finales de agosto, para subrayar la rica variedad cultural que los inmigrantes y los refugiados han traído a nuestro país, y para ayudar a nuestra gente a "acoger al extranjero" (cfr Hb 11, 13), para que los inmigrantes y refugiados de África o de cualquier otra parte del mundo se puedan integrar por completo en nuestra comunidad australiana.
Doy gracias por nuestras conversaciones durante este Sínodo y espero aprender con vosotros y de vosotros.

[00017-04.06] [IN000] [Texto original: inglés]

- S. Em. R. Card. Péter ERDŐ, Arzobispo de Esztergom-Budapest, Presidente del Consilium Conferentiarum Episcoporum Europae (C.C.E.E.) (HUNGRÍA)

1. “Vosotros sois la sal de la tierra... Vosotros sois la luz del mundo” (Mt 5,13.14) - estas palabras del Señor se refieren a todos los cristianos, pero, en esta hora de la historia de la humanidad, se refieren de forma especial a Vosotros, queridos Hermanos y Hermanas en África. Durante la preparación de esta Asamblea Especial se ha cristalizado el acento singular de este encuentro sinodal: “La Iglesia en África al servicio de la reconciliación, de la justicia y de la paz”.
2. A todos Vosotros os traigo un saludo muy cordial y el mensaje de la gran cercanía de los obispos europeos, quienes - como representantes de todas las Conferencias Episcopales - se han reunido estos días en París. Hemos podido dar cuenta de un trabajo común ya consolidado con los Obispos africanos, en el marco de los programas comunes del Consejo de las Conferencias Episcopales de Europa y del SECAM. En diversas ciudades africanas y europeas se han desarrollado estos trabajos comunes, que han tratado argumentos como la emigración, la esclavitud y otros problemas humanos y cristianos. Como sabéis muy bien, también la tierra de Europa es una tierra bañada de sangre. Después de la caída del muro del Berlín, cuando los habitantes, y especialmente los católicos de la parte occidental y oriental de nuestro continente, se encontraron libremente, debían tomar conciencia de toda la complejidad de nuestra historia común. Sobre todo los pueblos del Este de Europa se sentían, con frecuencia, en su historia colonizados y explotados. Incluso en los primeros siglos de la época moderna han habido enteras aldeas del Sudeste europeo, de población cristiana, que han terminado en los mercados de la esclavitud de Oriente.
3. La historia reciente de Europa ha dejado también muchas heridas, que están muy lejos de su plena curación. Si después de la II Guerra mundial, guerra que ha exterminado el mayor número de vidas humanas de toda la humanidad, los pueblos de Occidente, por ejemplo el alemán y el francés, con la ayuda esencial de grandes hombres católicos, como Schumann, Adenahuer y De Gasperi, han encontrado el camino no sólo de la pacífica convivencia, sino también de una reconciliación más profunda, hoy corresponde a las partes central y oriental de Europa buscar la reconciliación de los corazones, la purificación de la memoria y la fraternidad constructiva. Y así, con frecuencia, los Obispos católicos son los primeros que levantan el signo de la reconciliación, como lo han hecho antes los Obispos alemanes y polacos, un gran acto de reconciliación, que en un principio no fue comprendido por muchos grupos de sus respectivas sociedades. Algunos famosos eclesiásticos y teólogos de aquel tiempo, como de forma especial Joseph Ratzinger, han encontrado palabras apasionadas para defender aquel acto profético. En los últimos años se han realizado actos semejantes de reconciliación y de hermandad entre los Obispos de Polonia y de Ucrania, de Eslovaquia y de Hungría, y otros. Los medios de comunicación social no dan con frecuencia mucha relevancia a dichos acontecimientos. Y quizás no dejen de existir grupos que piensan encuentrar su ventaja económica y política suscitando tensiones y hostilidades entre los pueblos, grupos étnicos o también entre religiones. “La luz brilla en las tinieblas, y las tinieblas no la vencieron”, como escribe San Juan (1,5). Cristo es la luz del mundo. Él ilumina también las tinieblas de la historia humana, y ninguna obscuridad, ningún odio, ningún mal pueden vencerlo. En Él está nuestra esperanza. Aunque la voz de la Iglesia y el testimonio de cada uno de los cristianos parezcan débiles, aunque esa voz no aparezca con frecuencia en las primeras páginas de los grandes medios de comunicación, esta sutil voz es más fuerte que cualquier otro ruido, mentira, propaganda o manipulación. Somos testigos de la fuerza de los mártires. Ahora se comienza a beatificar y a canonizar a los testigos del Cordero, que han sido matados a causa de su fe en el siglo XX. Ellos son aquellos que “vienen de la gran tribulación y que han lavado sus vestiduras y las han blanqueado con la sangre del Cordero” (Ap 7, 14). Durante las largas persecuciones, su memoria estaba cubierta por el silencio. Y, sin embargo, ha permanecido viva en el corazón de la comunidad de los creyentes. Y ahora abrimos sus tumbas. Y es conmovedor ver, por una parte, todo lo que ha permanecido de los cuerpos de los mártires. Cualquier traslado de los restos de uno de ellos sacude las almas de todos los participantes de estas ceremonias. La gran tensión entre la extrema debilidad de un ser humano que fue muerto y la fuerza sublime de la misma persona, ahora iluminada por la gloria de los mártires, da un fortísimo impulso espiritual a nuestras comunidades.
¡Queridos Hermanos! Nosotros, católicos de Europa, hemos aprendido de nuestra historia a seguir con atención también el destino de los cristianos africanos, y hemos aprendido también a apreciar vuestra fidelidad, vuestro testimonio y a los mártires africanos que entregan su vida - año tras año en número preocupante - por Cristo y por su Iglesia, y también por nosotros. La Iglesia en África ha merecido nuestro agradecimiento y nuestra profunda estima.
4. El Siervo de Dios, Juan Pablo II, nos enseñó con fuerza y lucidez sobre la divina misericordia. Los círculos del mal, que incluso a veces hasta parecen ser diabólicos, y que pueden entristecer y empujar hacia la desesperación enteras sociedades humanas, construyendo las estructuras del odio, la violencia, la venganza y la injusticia entre grupos étnicos, pueblos o clases sociales, no se podrían superar con la sola fuerza humana, si no existiera la divina misericordia que nos hace capaces de seguir el mandamiento de Cristo: “Sed compasivos como vuestro Padre es compasivo” (Lc. 6,36). Si nuestro Señor nos ha mandado esto, dicho mandamiento también es garantía de la posibilidad de realizarlo. Y Él nos dará la fuerza para ser compasivos y romper cualquier estructura del mal.5. Estamos convencidos de que el intercambio de dones no es un programa que vale sólo para las partes occidental y oriental de Europa. Esto es un deber también entre los fieles, entre las Iglesias particulares, incluso a nivel continental y universal. La posibilidad de la solidaridad y de la decisión de no olvidar a los hermanos necesitados, y tampoco en tiempos de crisis, es firme entre los católicos de Europa. Al mismo tiempo, deseamos estudiar mejor vuestras experiencias litúrgicas, catequéticas, la dinámica de las vocaciones sacerdotales, las posibilidades de construir juntos la Iglesia de Cristo en Europa, en África y en cualquier parte del mundo.
Ciertamente, no nos hacemos ilusiones: las grandes fuerzas económicas y políticas del mundo, no actúan, con mucha frecuencia, según la lógica de la caridad y de la justicia y a veces parece que olvidan incluso la verdadera realidad, la naturaleza de las cosas y del ser humano. La dignidad humana, además, no depende de nuestra eficacia, no es proporcional al éxito de este mundo. Todo ser humano, en cuanto tal, posee la misma dignidad enajenable. Porque ha sido creado a imagen y semejanza de Dios. La dignidad humana no es incompatible con el sufrimiento. Sería falsa la ideología que afirmara que para salvar nuestra dignidad, sería mejor morir que sufrir. Ésta es la actitud de la antigüedad greco-romana, que no había sido aun iluminada por la luz del Evangelio. El ejemplo de Cristo nos enseña que el máximo sufrimiento puede ser el momento de la máxima dignidad y gloria. Después que el traidor abandonó el cenáculo, Jesús dijo: “Ahora ha sido glorificado el Hijo del hombre y Dios ha sido glorificado en Él. Si Dios ha sido glorificado en Él, Dios también lo glorificará en sí mismo y lo glorificará pronto” (Jn 13,31-32).
Si en el momento actual, muchos en nuestro mundo no escuchan la voz del Creador, y no están dispuestos a aceptar la verdad y a practicar la caridad, la naturaleza de la realidad creada permanece lo que es. La justicia y la misericordia divina se hacen valer, de todas formas, en el funcionamiento del mundo y en el desarrollo de la historia. Así, queridos Hermanos, os aseguramos nuestras oraciones y nuestra solidaridad para que podáis encontrar los caminos para promover la reconciliación, la justicia y la paz, y para que seáis también para nosotros un consuelo a través de vuestra experiencia, vuestra fe y vuestro testimonio.

[00021-04.04] [RC000] [Texto original: italiano]

RELACIÓN SOBRE ECCLESIA IN AFRICA

- S. E. R. Mons. Laurent MONSENGWO PASINYA, Arzobispo de Kinshasa (REPÚBLICA DEMOCRÁTICA DEL CONGO)

Publicamos a continuación la intervención sobre Ecclesia in Africa


- S. E. R. Mons. Laurent MONSENGWO PASINYA, Arzobispo de Kinshasa (REPÚBLICA DEMOCRÁTICA DEL CONGO)

Introducción

El 10 de abril de 1994, durante una importante liturgia pontificia, Su Santidad Juan Pablo II, de gloriosa memoria, rodeado por 35 Cardenales, 1 Patriarca, 39 Arzobispos, 146 Obispos y 90 sacerdotes, abrió solemnemente la Asamblea Especial para África del Sínodo de los Obispos, para que “se promueva una orgánica solidaridad pastoral en todo el territorio africano e islas adyacentes ”[1]. “África con la variedad de sus ritos, junto con todo el pueblo de Dios: danzaba manifestando su alegría, expresando su fe en la vida, al sonido de los tam-tam y de otros instrumentos musicales africanos.” [2].
En dicha ocasión, el Continente africano ha percibido que es, por un lado, parte integrante de la historia de salvación, desde Abraham a Jesucristo [3] y, de la otra, siguiendo las palabras de Pablo VI, “nueva patria de Cristo” [4],”tierra amada del Padre Eterno” [5].
Durante un mes (10 abril - 8 mayo 1994), la Asamblea Sinodal mirará a África a los ojos, para mejorar su comprensión y medir la profundidad de sus tragedias y de sus heridas (genocidio, guerras y conflictos armados, movimientos migratorios…), así como sus esfuerzos por renacer, por la democracia y la defensa de los derechos humanos y los testimonios luminosos de caridad hasta el martirio.
A lo largo de sus sesiones, la Asamblea Sinodal, y con ella la Iglesia, experimentará y vivirá en carne propia el sufrimiento de las gentes de África, como si el Señor quisiera asociarlo al Sínodo: el Papa Juan Pablo II y algunos de los Padres Sinodales en el hospital, el asesinato de un Arzobispo y tres Obispos en Kabgayi, masacres de curas, religiosos/as y fieles laicos, profanación de iglesias....
Al término de los debates y deliberaciones de los Padres Sinodales, África, más que nunca, aparece como el hombre de la parábola evangélica que bajó de Jerusalén a Jericó y a quien los bandidos dejaron medio muerto al borde del camino (Lc 10,30 y ss.). En efecto, al igual que este hombre, África espera el paso del Buen Samaritano que es Jesucristo.
Así, los Padres Sinodales han querido que el Sínodo fuera un “Sínodo de Resurrección”, un “Sínodo de esperanza y consuelo” para África: “Cristo, nuestra esperanza, vive, ¡nosotros viviremos!” [6].
En efecto, no es suficiente constatar y calcular la entidad de los dramas de África; hace falta, además, proponer soluciones y remedios, orientaciones y opciones pastorales, capaces de reavivar y reanimar toda la vida de la Iglesia y los pueblos de África. He aquí por qué los Padres Sinodales han adquirido en el Sínodo el compromiso solemne de perseguir sin descanso la misión evangelizadora de la Iglesia en sus cinco dimensiones, que son: la Evangelización, la Inculturación, el Diálogo, la Justicia y la Paz, y los Medios de Comunicación social. Y para la puesta en práctica de esta misión, la Asamblea Sinodal ha elegido la idea impulsora de la Iglesia-Familia de Dios. “La nueva evangelización se ocupará de edificar la Iglesia como Familia, excluyendo todo etnocentrismo y todo particularismo excesivo, tratando de promover por el contrario la Reconciliación y la verdadera comunión entre las diversas etnias, favoreciendo la solidaridad y el compartir tanto el personal como los recursos entre las Iglesias particulares, sin consideraciones indebidas de orden étnico [7].
Gracias a la benevolencia y la fidelidad del Santo Padre, las ideas claves, las opciones, orientaciones y proposiciones de la Asamblea Sinodal Especial para África fueron sustancialmente “codificadas” en la Exhortación postsinodal Ecclesia in Africa (1995). Es conveniente evaluar, a través de la recepción de aquéllas, la incidencia teológica y pastoral del Sínodo especial para África en la Iglesia.

1. De la 1ª a la 2ª Asamblea Especial para África

1.1 La primera Asamblea Especial para África del Sínodo de los Obispos ha generado sin duda una dinámica no sólo en la vida de la Iglesia Universal, desde el momento en que se trata, cronológicamente, del primer Sínodo continental, sino también en la Iglesia Católica en África. En este último caso, tal dinámica se asienta, para empezar, sobre los cinco puntos clave y su pertinencia a la vida y el desarrollo de África; además de la idea impulsora de la Iglesia-Familia de Dios, sin hablar del “kairós” que ofrece esta visión de la Iglesia para la resolución de situaciones de guerra y conflictos que conoce África.
1.2 Crecimiento de la Iglesia Católica en África
A título ilustrativo, presentamos algunas estadísticas susceptibles de mostrar el crecimiento de la Iglesia durante los trece años que siguieron a la celebración de la 1ª Asamblea Especial para África (1994-2007).

ESTADÍSTICAS ÁFRICA 1994 2007 DIFERENCIA
Superficie 10.306780 Km² 10.306.780 Km²  
Población 705567000 943743000 + 238.176.000
Católicos 102878000 164925000 + 61.047.000
Parroquias 9616 13298 + 3.682
Lugares de misión con sacerdotes 333 248 - 85
sin sacerdotes 72465 70805 - 1.660
otros centros 1720 4655 + 2.935
Total 84134 89006 + 4.872
Sacerdotes diocesanos 13596 23154 + 9.558
religiosos 10326 11504 + 1.178

Total

23922 34658 + 10.736

Religiosos laicos

6448 7921 + 1.473

Religiosas

46664 61886 + 15.222
Agentes pastorales Obispo (Arz. + Ob.) 513 657 144
Sacerdotes      
Religiosos (as) (cfr. supra)      
Institutos seculares Hombres 35 41 + 6
Mujeres 355 537 + 182
Misioneros laicos 1847 3590 + 1.743
Catequistas 299994 399932 + 99.938
Patriarcas 1 1 -
Cardenales 12 14 + 2
Arzobispos 88 99 + 11
Obispos seculares 277 394 +117
Obispos religiosos 117 155 + 38
Arzobispos religiosos 15 25 + 10
Ordenaciones sacerdotales Sacerdotes diocesanos 951 1349 + 398
Sacerdotes exclaustrados 29 40 + 11
Sacerdotes diocesanos difuntos 145 217 + 72
Total 1125 1606 + 481
Seminarios (Filosofía,  Teología y Secundaria) religiosos 541 643 + 102
diocesanos 333 434 + 101
Total 874 1077 + 203
Seminarios (Filosofía,  Teología) Seminarios 394 505 + 111
Hogares 152 138 - 14
Total 546 643 + 97
Bautismos > 7 años 2004099 2302158 + 298.059
< 7 años 1057685 1102952 + 45.267
Total 3031784 3405110 + 343.326
Matrimonios entre católicos 234953 280629  
entre cat. y no cat.. 35568 37157 + 1.589
Total 270521 317786 + 47.265
Confirmaciones y 1as Comuniones Confirmaciones 1274133 1550282 + 276.149
1as Comuniones 1417879 1699237 +281.358
Total 2692012 3249519 + 557.507

Estas estadísticas muestran la vitalidad y el crecimiento de la Iglesia Católica en África, después del Sínodo de 1994. Éste debe de haber sido una de las mayores causas, si no la causa principal, de este impulso.
Otro dato que se ha de tener en cuenta para apreciar el vigor de la Iglesia en África es seguramente la creación de nuevas diócesis: 80 de 1994 a 2009 (+ 5 prefecturas apostólicas) sin contar las 24 diócesis convertidas en archidiócesis y las 6 diócesis in fieri transformadas en diócesis completamente. De esta forma el obispado africano ha pasado de 428 en 1994 a 528 en el año 2009, es decir, un crecimiento del 23,5%. Si el crecimiento es general, algunos países se destacan de forma particular, en este orden alfabético: Benín (+ 45%), Camerún (+ 25%), Etiopía/Eritrea (+ 45%,) Ghana (+ 135%), Kenia (+ 42%), Nigeria (+ 43%), Uganda (+ 15%), República Centroafricana (+ 50%) y Togo (+ 75%). Por ello las Conferencias episcopales nacionales e internacionales africanas han pasado de 34 en 1994 a 36 en 1998 [8].

Renovación de los pastores en África después de la Asamblea Especial para África

Para los 190 miembros obispos africanos de los 239 que comprendía la Asamblea sinodal, sólo 50 no han visto cambiada su situación, mientras que de los 129 miembros restantes 10 han sido nombrados cardenales (8,5%), 36 han sido elevados a otra dignidad o trasladados (28,5%), 50 se han convertido en eméritos (38,5%) y 57 han fallecido (44%). Mientras tanto, otros participantes en el evento sinodal han sido nombrados obispos; 2 miembros sacerdotes, 4 expertos, un oyente y 3 asistentes de la Secretaría General.
En el conjunto del continente africano hay 520 obispos sobre un total de 528 que han sido nombrados o promovidos desde el final de la celebración sinodal (9). Esto nos da una tasa de renovación aún más elevada que la de los miembros de la propia Asamblea con alrededor del 98% en un lapso de tiempo muy restringido (1994-2009).


Nuevos obispos en África

La primera cifra entre paréntesis corresponde al número de los Obispos nombrados o promovidos después de la Asamblea especial para África, la segunda indica el número total de las diócesis del país. Las diócesis creadas recientemente están indicadas con la cifra que se encuentra entre paréntesis.
África Meridional: (22/29) + 1
África del Norte : (9/10)
Angola y Santo Tomé: (24/18) + 4
Benín: (13/10) + 3
Burkina Faso y Níger: (14/15) + 4
Burundi: (9/9)
Camerún: (21/26) + 5
CEDOI: (3/6) + 1
Congo: (6/6) + 1
República Democrática del Congo: 53/51
Costa de Marfil: (24/16) + 3
Egipto: (15/15) + 1Etiopía y Eritrea: (12/13) + 4
Gabón: (6/6) + 2
Gambia y Sierra Leona: (3/4)
Ghana: (22/19) + 11
Guinea: (4/3)
Guinea Ecuatorial: (2/3)
Kenia: (29/24) + 7
Lesoto: (2/4)
Liberia: (2/3)
Madagascar: (26/20) + 3
Malawi: (11/7)
Mali: (4/6)
Mozambique: (9/12) + 1
Namibia: (2/3)
Nigeria: (47/53) + 16
Uganda: (20/23) + 3
República Centroafricana: (8/9) + 3
Ruanda: (9/9) + 1
Senegal, Mauritania, Cabo Verde y Guinea -Bissau: (10/12) + 3
Sudán: (4/9)
Tanzania: (24/32)
Chad: (6/8) + 4
Togo: (7/7) + 3
Zambia: (7/10) + 1
Zimbabue: (8/8) + 1

 

Creación de diócesis

Aumento de Archidiócesis

Aumento de diócesis

1994

9 12 1
1995 17 - 1
1996 4 - 1
1997 5 1 1
1998 5 - -
1999 5 4 1
2000 9 2 -
2001 6 1 -
2002 2 - 1
2003 4 1 -
2004 2 - -
2005 1 - -
2006 2 1 -
2007 4 2 -
2008 2 - -
2009 2 - -
Total 79 24 6

1.3 Ediciones
Entre las iniciativas emprendidas para la ejecución de las opciones de la Asamblea Especial para África, hay que contar con la edición integral o parcial de la Exhortación postsinodal Ecclesia in Africa (EIAF), en las principales lenguas utilizadas durante los trabajos del SECAM (inglés, francés, portugués). Estas traducciones permiten un mejor conocimiento de las directivas y opciones sinodales, sobre todo gracias a la celebración de sesiones pastorales que incluyen fieles a diferentes niveles.

1.4 Estructuras pastorales
Tanto el SECAM como las conferencias regionales y nacionales, así como las diócesis, han creado estructuras pastorales o de estudio para la aplicación de las directivas y consejos del Sínodo para África. En cuanto al SECAM, concretamente, los Estatutos y el Reglamento interno han sido modificados a tal efecto.

1.5 Planes y programas pastorales
A nivel continental, regional, nacional, diocesano,... muchos han elaborado proyectos, planes y programas pastorales anuales, trienales e incluso quinquenales en el espíritu del Sínodo Especial para África. Estos programas están por lo general recogidos en las cartas pastorales, folletos y opúsculos, que reflejan los lazos con el pensamiento del Sínodo.

1.6 Dignas de especial mención son las dos cartas pastorales de las Asambleas de preparación del SECAM: “La Iglesia en África, una Iglesia-Familia” [10] y “Cristo es nuestra paz: la Iglesia-familia de Dios, lugar y sacramento de perdón, de reconciliación y de paz en África” [11]. Mientras que la primera carta pastoral supone un esfuerzo de inculturación de los valores familiares auténticos de África en relación a las realidades eclesiales, la segunda, después de haber mostrado la diferencia y la imbricación de la paz de los hombres y la que ofrecen Cristo y la Iglesia, presenta un plan pastoral susceptible de ayudar a la Iglesia a asumir un papel más importante en el reto humano de la paz en África. Consideremos esta máxima, ya célebre: “El conflicto, aun latente, empieza siempre cuando un derecho es violado o despreciado” [12].

1.7 Sínodos
Desde 1994 y durante los años siguientes, muchas de las diócesis y algunas Conferencias episcopales han celebrado sesiones sinodales tanto sobre los mismos argumentos del Sínodo Especial para África, como sobre uno solo o dos de los argumentos. El tema general de la “Evangelización” ha sido también tomado en cuenta para cubrir todos los sectores. Una Conferencia Episcopal ha organizado cada cinco años una Sesión pastoral nacional sobre la evangelización.

1.8 Congresos y Simposios
Universidades, facultades eclesiásticas y asociaciones bíblicas y teológicas han organizado congresos y simposios, tanto sobre la evangelización como sobre el tema clave de la Iglesia-familia de Dios, o incluso sobre las misiones. Dos semanas teológicas se han hecho célebres: la primera en Kinshasa, organizada por la Facultad de Teología Católica de Kinshasa sobre “La Iglesia-familia y la Iglesia-fraternidad”, en 1995, durante la que los estudios han mostrado que de la Biblia, concretamente 1Sal 2,17 y 1P 5,9, a la vida monástica hasta el s. VIII, la visión de la Iglesia como familia o fraternidad era usual y corriente [13]; la segunda, en el ICAO (Instituto Católico para África Occidental), en Abidjan, Costa de Marfil, en 1996, partiendo de los sacramentarios leoniano (s. V), gelasiano (s. V) y gregoriano (s. VII), hasta la reforma litúrgica del Vaticano II, sin mencionar la literatura teológica, llegó a la conclusión de que la concepción de la Iglesia como Familia de Dios no era, en efecto, más que un retorno a las fuentes de la fe cristiana [14]. La Asociación panafricana de exégetas canónicos (APECA), desde un punto de vista bíblico ha enriquecido con dos congresos (Ouagadougou, 1997, [15] y Abuja, 1999 [16], el debate teológico sobre la Iglesia-familia de Dios. Éste se encuentra también en el Congreso misionero internacional “Tertio Millennio” (2005), en Kinshasa, donde se ha constatado que el concepto de Iglesia-familia era una importante contribución africana a la eclesiología [17].

1.9 Vocabulario teológico y pastoral
Me complace constatar que el término “Iglesia-familia de Dios” va ganando cada vez más espacio en el vocabulario teológico y pastoral de la Iglesia en África y en el mundo, comprendido el Magisterio Pontifical [18].

1.10 Investigaciones teológicas y catequéticas
Se han puesto en marcha una serie de investigaciones doctorales y catequéticas sobre la Iglesia-familia de Dios y sobre el pensamiento del Sínodo Especial para África.

1.11 Tres consecuencias directas de la Asamblea sinodal de 1994 fueron: la implantación a todos los niveles de la Iglesia en África (continental, nacional, diocesana y parroquial), de unas Comisiones de Justicia y Paz; la creación de unas facultades de comunicación social en el seno de las universidades católicas; el lanzamiento de cadenas de televisión y radios rurales diocesanas y de comisiones formales o informales de diálogo ecuménico e interreligioso. Si sentimos no haber podido, por falta de medios, poner en marcha la Radio Continental africana, en cambio nos alegramos del papel más importante desempeñado por las Comisiones de Justicia y Paz en la formación cívica y democrática de los ciudadanos, así como la preparación y monitorización de las elecciones en los diferentes países africanos.

1.12 Hay que deplorar también el poco entusiasmo levantado en la Iglesia local africana, en primero lugar, y en otras Iglesias de países desarrollados, por los medios materiales necesarios para la autosuficiencia de las diócesis pobres de África [19]. Es preciso reconocer que a pesar de la pobreza de las poblaciones africanas, una mejor organización de las colectas para las Obras pontificias misioneras, el Óbolo de San Pedro, y la autosuficiencia de las diócesis de África, permitirá a África participar generosamente en la financiación de las misión de Jesucristo en el mundo y “producir recursos que lleven a su progresiva autofinanciación” [20]. En el mismo orden de ideas, las Iglesias locales deberán esforzarse por asegurar en la medida de lo posible la financiación de las estructuras eclesiales por ellas creadas. Además, estas disposiciones también son muy necesarias porque las organizaciones no gubernamentales (ONG) proliferan cada vez más en África y recurren para sus actividades a los mismos organismos de carácter católico que las diócesis y las conferencias episcopales.

1.13 En el marco de la promoción de la justicia y la paz, una conferencia episcopal ha creado un Instituto de la Paz, cuyas iniciativas de mediación para la paz son numerosas y apreciadas.

2. Perspectivas de la convocación de una Segunda Asamblea Especial para África

2.1.A lo largo de todos los años sucesivos a las reuniones de la Primera Asamblea Especial para África, el Consejo postsinodal de la Secretaría General del Sínodo celebró regularmente una reunión anual, durante la cual se realizaba una panorámica socio-pastoral de la Iglesia en África.

2.2. En su undécima reunión, en los días 18 y19 de junio de 2003, el Consejo llegó a la conclusión de que: “la situación general del continente, que ya era crítica en el momento de la fase de preparación de la Asamblea especial, no había mejorado demasiado, más bien al contrario. La única diferencia viene del hecho de que, después de la Exhortación postsinodal Ecclesia in Africa, la Iglesia local dispone de la herramienta adecuada para afrontar y tratar este problema” [21].
2.3. El Consejo también comenzó a programar la preparación de la 2ª Asamblea especial para África. “La mayoría de los miembros eran de la opinión que había que celebrar la segunda Asamblea 15 años después de la primera y, por lo tanto, en 2009, después de una preparación de 5 años que permitiera un trabajo de profundización partiendo de la base; así que habría que empezar en 2004” [22].

2.4. La primera Asamblea sinodal para África había examinado la situación en el continente en su conjunto, por lo que el Consejo postsinodal estima que la segunda Asamblea debe limitarse a un aspecto más restringido y particularmente urgente para el futuro del continente, por ejemplo, la paz, la justicia y el perdón en el contexto de la Iglesia-familia de Dios, con una formulación del tipo: “No hay paz sin justicia, no hay justicia sin perdón (o reconciliación)”, o bien, subrayando el papel de fermento que tiene la Iglesia en África : “Iglesia-familia de Dios: germen del mundo nuevo” [23].

2.5 El 13 de noviembre de 2004, día en que se celebró el 1650 aniversario del nacimiento de san Agustín durante una audiencia concordada con los Obispos de Europa CCEE (Consejo de Conferencias Episcopales de Europa) y de África SECAM (Simposio de las Conferencias Episcopales de África y Madagascar), Su Santidad, el Papa Juan Pablo II, aprovechó la oportunidad para anunciar su intención de convocar una segunda Asamblea Especial para África del Sínodo de los Obispos.

2.6 Será Su Santidad, el Padre Benedicto XVI quien encaminará esta intención al anunciar la convocación en el Vaticano, del 4 al 25 de octubre de 2009, de la Segunda Asamblea Especial para África del Sínodo de los Obispos sobre el tema:“ la Iglesia en África al servicio de la reconciliación, de la justicia y de la paz. Vosotros sois la sal de la tierra...vosotros sois la luz del mundo (Mt 5, 13-14)”.

3. Bajo la influencia de la Primera Asamblea Especial para África

3.1 La segunda Asamblea Sinodal Especial para África está bajo la misma lógica e influencia de la Primera Asamblea de 1994. De hecho, dado que África evolucionaba en un clima general de guerras y de conflictos, se podía temer que esta situación desencadenara una serie de actos de venganza y de violencia generalizada. De manera providencial, la primera Asamblea sinodal le asignó a la evangelización la misión de edificar la Iglesia-familia de Dios, para que las familias africanas sean Iglesias domésticas y las sociedades africanas sociedades-familia. Porque los miembros de una misma familia no se matan entre sí, por un lado, y por otro, la Iglesia-familia de Dios, por su misma naturaleza, se presta como el lugar y el sacramento del perdón, de la reconciliación y de la paz, como nos lo enseña el Evangelio (Mt 16,19;18,17 ; Jn 20,22-23). Se necesita todavía que la Iglesia se presente al mundo como una comunidad reconciliada, capaz de influenciar y orientar a la sociedad hacia una voluntad de perdón, de reconciliación y de paz. Una Segunda Asamblea Sinodal debería, así pues, terminar la obra iniciada en la primera, que encuentra en la segunda Asamblea Sinodal una consecuencia y un complemento.

4. Reconciliados en la Iglesia-familia de Dios

4.1 El término reconciliación abarca la idea de “remendar”, de recomponer el tejido de relaciones humanas rotas por una u otra razón. Esta reposición de la armonía expresa, según las distintas lenguas, la idea fundamental de “cambio” activo y pasivo (allassô), de “agrupación”, de “reunión” (conciliare, reconciliare. Cfr. Concilium), de “purificación” y “expiación” (Yom Kippur). En África la reconciliación comporta, además, el concepto de una revisión de la cohesión de clan y de familia destinada a la armonía y el equilibrio “total” del linaje y de la colectividad.

4.2 La “reconciliación cristiana” va más allá, ya que pertenece a la trilogía “amor, perdón, reconciliación” que, por su parte implica la gratuidad a semejanza del amor de Dios. Por ello, participa de la radicalidad evangélica (la nueva ley). El Evangelio también nos invita a amar como Dios, es decir, tanto a nuestros amigos como a nuestros enemigos, a los buenos y a los malos “para que seáis hijos de vuestro Padre celestial, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y llover sobre justos e injustos” (Mt 5, 44-45). Y san Pablo agrega; “mas la prueba que Dios nos ama es que Cristo, siendo nosotros todavía pecadores (enemigos de Dios), murió por nosotros” (Rm 5, 8-10)

4.3 En esta lógica de la gratuidad, el discípulo de Cristo debe dejar su ofrenda delante del altar e ir a reconciliarse con su hermano antes de presentarse ante Dios (Mt 5, 23-24). Dicho de otro modo, no podemos esperar el perdón de Dios y la reconciliación con Él sin tener un corazón abierto al amor y dispuesto al perdón y a la reconciliación con el prójimo (cfr. Mt 18, 23-35 : el siervo malvado).

4.4 Resumiendo, el amor, el perdón y la reconciliación se desencadenan y se ofrecen de manera gratuita sin esperar como principio una compensación. Estos son por su misma naturaleza tan desinteresados que generan por sí solos una contrapartida. No podemos, en efecto, comprender las motivaciones profundas de un amor tal, sin dar a cambio un amor proporcional. Es toda la espiritualidad de nuestras relaciones filiales con Dios nuestro Padre.

4.5 Por este motivo el ideal de la reconciliación, del perdón y del amor cristiano trascienden las fuerzas humanas. Existe una necesidad de vivir, crecer y perfeccionarse con la fuerza del Espíritu Santo, Espíritu de amor que se expande en nuestros corazones (Rm 5, 5; 8, 15), a través de la economía sacramental de la Iglesia: “Vosotros, pues, sed perfectos como es perfecto vuestro Padre celestial” (Mt 5, 48). La reconciliación perfecta se despliega y se vive en la Iglesia-familia de Dios que, como sacramento de la salvación de Dios, es el lugar y el instrumento de la reconciliación y del perdón.

4.6 La trilogía del Amor, del perdón y de la reconciliación está íntimamente ligada a esta otra: fraternidad, justicia y verdad. “La sociedad cada vez más globalizada nos hace más cercanos, dice Benedicto XVI, pero no más hermanos. La sociedad cada vez más globalizada nos hace más cercanos, pero no más hermanos. La razón, por sí sola, es capaz de aceptar la igualdad entre los hombres y de establecer una convivencia cívica entre ellos, pero no consigue fundar la hermandad. Ésta nace de una vocación transcendente de Dios Padre, el primero que nos ha amado, y que nos ha enseñado mediante el Hijo lo que es la caridad fraterna” [24]

4.7 No nos podemos reconciliar sino en la verdad. La verdad material de los hechos, la verdad formal de las disposiciones interiores de los corazones, ya que “ de lo que reboza el corazón habla su boca” (cf. Lc 6, 45) y la palabra dada a los protagonistas es verídica y no entremezcla el “si, si” y el “no, no”(cf. Mt 5, 37). Sólo en estas condiciones las comisiones “Verdad y reconciliación” podrán ser útiles en la pacificación de los países en conflicto “En efecto, la verdad es ‘logos’ que crea ‘diá-logos’ y, por tanto, comunicación y comunión. Ayudando a los hombres a ir más allá de sus opiniones y de sus sensaciones subjetivas, la verdad les permite superar las determinaciones culturales e históricas y apreciar el valor y la sustancia de las cosas”[25].

4.8 Una reconciliación en la mentira no puede constituir una fuente de paz durable, al menos no más que una reconciliación que ignora los imperativos elementales de la justicia. “No hay paz sin justicia. No hay justicia sin reconciliación” decía Juan Pablo II en su mensaje de la Jornada Mundial de la Paz de 2002. Y Benedicto XVI diría: “¡en la verdad, la paz!”
Una reconciliación sin la justicia es una operación que genera frustración y deja un regusto de algo inacabado. Una reconciliación sin verdad dejará transparentar lo inadecuado de los acuerdos suscritos, despertará sospechas sobre la sinceridad de los demás y comprometerá la fidelidad de la palabra dada.

5. Reconciliados “por la salvación de la multitud” (cf. Gn 45, 7-8. 14-15)

Con este propósito, el episodio bíblico de José que es vendido por sus hermanos, puede esclarecer el sentido de la reconciliación. En efecto, la ruta de la esclavitud de José, hijo de Jacob, vendido por sus hermanos (Gn 37, 12-28) se concluye con la reconciliación con sus hermanos. José interpretó la salida de Egipto como el hecho de que Dios le hubiera enviado ante ellos (sus hermanos) para salvar sus vidas mediante una feliz liberación (Gn 45, 7), para la salvación de la multitud (lit: de un pueblo numeroso) (Gn 50,20). Dicho episodio, contextualizado en la teología bíblica del ciclo del Éxodo, nos ofrece, en mi opinión, una clave hermenéutica de la historia de la salvación, susceptible de ayudarnos a entender, en la fe, el sentido profundo de los cinco últimos siglos de la historia humana en general y, en particular, de la “Ruta del esclavo”. Los cuatrocientos treinta años de esclavitud del pueblo hebreo en Egipto (Ex 12, 40) nos puede ayudar a interpretar el giro que toma la geopolítica contemporánea. Esta parece ser el resultado de la “Ruta del esclavo”de los siglos XV y XVI, considerada como un plan de Dios para la “salvación de la multitud”. Y si la elección de un negro para que lidere a los Estado Unidos era una “señal divina” y una alerta del Espíritu Santo para la reconciliación de las razas y de las etnias, para unas relaciones humanas pacíficas y para que se sustituya “el partenariado de materias primas” por un “partenariado de materias grises” en las relaciones norte-sur..., entonces el presente Sínodo y la Iglesia universal ganarían al no ignorar este acontecimiento primordial de la historia contemporánea, que está lejos de ser un juego banal de alianzas políticas.

CONCLUSIÓN

Hay que reconocer que el espíritu y la dinámica de la Primera Asamblea Especial para África del Sínodo de los Obispos han dado un nuevo impulso a la vida y a la misión de la Iglesia en África. No solamente las Iglesias locales han acogido con entusiasmo la Exhortación Apostólica Ecclesia in África que editaron y presentaron, sino que también siguieron sus directivas, opciones y orientaciones, tanto para convocar sínodos diocesanos, nacionales y regionales, como para organizar congresos, simposios o seminarios sobre los temas claves de Iglesia-familia de Dios, e incluso para elaborar proyectos, planes y programas pastorales basados sobre dicho tema y contenidos en las cartas pastorales, folletos u opúsculos fácilmente manejables. Estos programas pastorales fueron concebidos en todos los niveles del SECAM, en las Diócesis y en las Comisiones de Justicia y Paz. Con respecto a eso, la carta pastoral del SECAM llamada “Cristo es nuestra paz” (2001), aborda, de una manera más formal, la cuestión de los conflictos armados y de la reconciliación en África, al considerar la Iglesia-familia de Dios como el lugar y el sacramento del perdón, de la reconciliación y de la paz en África. Los temas de la reconciliación y de la Iglesia-familia de Dios, abren el camino a la Segunda Asamblea Sinodal basada en la Iglesia en África al servicio de la reconciliación, la justicia y la paz...”Vosotros sois la sal de la tierra...vosotros sois la luz del mundo”(Mt 5, 13-14).La Segunda Asamblea Especial para África del Sínodo de los Obispos está llamada a comprometer a la Iglesia y a la sociedad de África para que tomen el camino del perdón, de la reconciliación y de la paz, gracias a la justicia en la verdad: “reconciliados en la Iglesia-familia de Dios para la salvación de la multitud”.
“Muéstranos tus caminos Señor”(Ps 25/24, 4) “Te llamamos a ti Señor, tú que conduces a la criatura humana a través de los conflictos de este mundo. Haz que las voluntades de paz de nuestros tiempos logren su cometido, para que todos los hombres puedan vivir felices por el amor que tu nos das” [26].

[1] Ecclesia in Africa,5.
[2] Ecclesia in Africa, 6.
[3] Homilía de apertura del Papa Juan Pablo II.
[4] AAS 56, 1964 pp. 907-908.
[5] Juan Pablo II Homilía de clausura del Sínodo de los Obispos en Doc. Cath.91 [1994] 536.
[6] Mensaje nº 1-2; EIAF,13.
[7] EIAF,63.
[8] 1994: 34 + 1 [C.E.D.O.I] 2004:36 + 1 [C.E.D.O.I.]- Namibia (96)- Liberia (98).
[9] Obispos nuevamente nombrados o promovidos (369), trasladados (151) después de la Primera Asamblea Especial para África del Sínodo de los Obispos.
[10] Documento final de la Asamblea plenaria del SCEAM en Midrand (Johanesburgo) del 21 al 27 de septiembre de 1997, editado en Accra, 1998.
[11] Documento final de la Asamblea plenaria del SCEAM en Rocca di Papa del 1 al 8 de octubre de 2000, editado en Accra 2001.
[12] “Cristo es nuestra paz”, nº 109.
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[18] Juan Pablo Segundo I, Pastores gregis, n. 59; Benedicto XVI, Discurso a la audiencia pública del 7 de febrero de 2007 y del 15 de octubre de 2008.
[19] EIAF, nº104.
[20] Íbídem.
[21] Acta de la XXI reunión del Consejo postsinodal, p. 4, II.
[22] Ibídem.
[23] Cfr. Acta, ibídem, pp. 4-5.
[24] Benedicto XVI Encíclica Caritas in veritae.
[25] Íbídem, nº4.
[26] Oración del jueves de la segunda semana del Tiempo Ordinario.

BIBLIOGRAFÍA SELECTIVA SOBRE LA IGLESIA -FAMILIA EN ÁFRICA

I. ASAMBLEA ESPECIAL PARA ÁFRICA

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54.NTAKARUTIMANA E., Un Sinodo de los Obispos para Africa. despues ?, in Misiones Extranjeras (Madrid) 144 (1994) 568-580.
55.ONAIYEKAN J., L'Église dans la Société à la lumière du Synode africain, in Spiritus (Paris) 35 (1994) 347-354.
56.ONWUBIKO O., The Vatican Venue and its Impact on the African Synod, in Bigard Theological Studies (Enugu) 15 (1995) 5-18.
57.QUENUM A., Comment vivre l'Exhortation apostolique post-synodale Ecclesia in Africa, in Revue de l'Institut Catholique de l'Afrique de l'Ouest (Abidjan) 13 (1996) 2-10.
58.ROSNER G., Ecclesia in Africa. Gedanken zum apostolischen Screiben Johaness Paul's II. Nach der Africa-Synode, in Die Katholischen Missionen (Freiburg) 115 (1996) 8-13.
59.SARPONG P. K., Expectations, Outcome and Achievements of the Synod, in AA.VV., The African Synod: Documents, Reflections, Perspectives, Orbis Books. Maryknoll, New York 1996, pp. 220-226.
60.SCHOUVER P., Chronique d'un Synode, in Spiritus (Paris) 35 (1994) 340-346.
61.SCHOUVER P., Ecclesia in Africa: point de vue d'un missionnaire, in Sedos Bulletin (Rome) 28 (1996) 10-20.
62.TRESOLDI E., II grande albero chiamato Africa. L'Assemblea Speciale del Sinodo dei Vescovi per l'Africa, in La Rivista del Clero Italiano (Milano) 75 (1994) 444-454.
63.VANGHELUWE R., The African Synod: Experiences and Impressions, in Louvain Studies (Leuven) 2O (1995) 65-72.
64.VERDZEKOV P., Sinodo Africano: a Igreja na Africae sua missao evangelizadora rumo ao ano 2OOO –"Vos Sereis minhas testemunhas", in Sedoc (Petropolis) 27 (1994) 62-77.

II.ÉVANGÉLISATION

A.MONOGRAPHIES
1.MUNONO MUYEMBE B., Église, évangelisation et promotion humaine. Le discours social des évêques africain. Etudes d'éthique chrétienne, Studien zur theologischen Ethik 63, Edition Universitaire Fribourg, Editions du cerf, Paris 1995.
2.BRUGGEMAN L., Un projet africain d'évangélisation. Pour un suivi du Synode. L'Église demain 13, Kinshasa 1997.

B.ESTUDIOS, TESIS DOCTORALES
B.AA.VV., Foi, Culture et évangélisation en Afrique à l'aube du Troisième Millénaire, Spécial colloque post-synodal, Abidjan 18-20 avril 1996, in Revue de l'Institut Catholique de l'Afrique de l'Ouest (Abidjan) 14-15 (1996) 15-222.
C.DINH DUC DAO J., Prospettive missionarie dell'Africa alla luce dell'Esortazione Apostolica Ecclesia in Africa (Unpublished Manuscript), Pont. Missionary Union International Secretariat, (Rome, C.I.A.M.), P.U.U., Rome 1996.
D.MROSO A. J., The Church in Africa and the New Evangelisation. A Theologico-pastoral Study of the Orientation of John Paul II, P. U.G., Rome 1996.
E.MURIUNGI D., Christian Moral Education People in the Teaching of John Paul II: Its Pastoral Application in the Association of Member Episcopal Conference in Eastern Africa, Dissertatio ad lauream in Pontificia Facultate Theologicae, P. U.S.C., Rome 1998.
F.MURAGE B., Evangelization and Inculturation of Marian Devotion Among the Agikuyu of Central Kenya in Nyeri Archdiocese Yesterday and Today, Dissertatio ad laurem in Pontificia Facultate Theologicae Marianum, 62, Roma, 1994.
G.UCHECHUKWU F., Moral Education in Nigeria (Reflections on the African Synod), Dissertatio ad licentiam in Pontificia Facultate Theologicae, P.U.S.C., Rome 1998.

C.ARTÍCULOS Y CONFERENCIAS
1.CIPOLLINI A., Pour une nouvelle évangélisation en Afrique. Introduction à la réflexion sur certaines lignes de force émanant de l'Assemblée sur le Synode Africain et de l'Exhortation Apostolique post-synodale Ecclesia in Africa, in Cahier de réflexion (Mbalmayo) 2 (1996) 5-19.
2.DEFOUR G., Pour une Catéchèse au diapason du synode africain. L'homme en quête de son authenticité comme image de Dieu, in Telema (Kinshasa) 21/3-4 (1995) 67-77.
3.DINH DUC DAO J., Prospettive missionarie dell'Africa alla luce dell'Esortazione Apostalica Ecclesia in Africa, in Catechesi Missionaria (Roma) 12 (1996) 31-36.

III.ENCULTURACIÓN

A.MONOGRAFÍAS
1.KABASELE LUMBALA F., Alliance avec le Christ en Afrique. Inculturation des rites religieux au Zaïre, Editions Karthala, Paris 1994.
2.KABASELE LUMBALA F., Liturgies africaines : l'enjeu culturel, ecclésial et théologique, in Recherche africaine de Théologie 14 , Facultés Catholiques de Kinshasa, Kinshasa 1996 .
3.IGWEGBE OKWUDILI I., Sacramental Theological Thinking in the African Symbolic Universe. Affinities With John Henry Newman, European University Studies, serie 23, theology vol. 525, Peter Lang, Frankurt/Main 1995.
4.NDI OKALLA J.-M., Inculturation et conversion. Africains et européens face au Synode des Églises d'Afrique, Editions Karthala, Paris 1994.
5.SHORTER A., Christianity and the African Imagination. After the African Synod Ressources for Inculturation, Paulines Publications Africa, Nairobi 1996.

B. ESTUDIOS, TESIS DOCTORALES
1.ANGOUNOU J.C., Diverses approches africaines du sacrement du mariage à la lumière de la réflexion récente. Excepte ex dissertatione ad Doctoratum in Facultate Theologiae, P.U.G., Rome 1997.
2.CHARLES E.T., From Adaptation to Incarnation : A Study of the theology of Inculturation in the Teaching of the African Catholic Bishops (1969-1994) and Its Implications for Interreligious Dialogue and Human Promotion (Unpublished Doctoral Thesis), PUG, Rome 1996.
3.CHARLES E.T., Inculturating the Gospel in Africa : From Adaptation to Inculturation, P.U.G., Rome 1996.
4.CONFERENZA ITALIANA SUPERIORI MAGGIORI, Ufficio Missionario, Dal Sinodo per l'Africa : come si incultura il Vangelo. La vita consacrata si interroga, Roma 1995.
5.ESSOMBA F. A., Pour une proposition d'un rituel inculturé de mariage pour l'Église qui est au Cameroun. Une étude comparative entre l'OCM de 1991 et le rituel matrimonial de la Conférence épiscopale du Cameroun. Pars dissertationis ad Doctoratum Sacra Liturgiae assequendum in Pontificio Instituto Liturgico, Pont. Athenaeum S. Anselmi de Urbe, Rome 1997.
6.GUIDELINES FOR HEALING MINISTRY in the Catholic Church in Nigeria, Catholic Bishops' Conference of Nigeria, Catholic Secretariat of Nigeria, Lagos 1997.
7.KABASELE LUMBALA F., Liturgies africaines: l'enjeu culturel, ecclésial et théologique in Recherches africaines de Théologie 14 , Facultés Catholiques de Kinshasa, Kinshasa 1996 .
8.KAHINDI CHARO P. , Family as a Sanctuary of life. With a Special Reference to African Religious Moral Tradition ; Dissertatio ad Licentiam in Pontificia Facultate Theologicae Sanctae crucis. Rome 1998.
9.KAYONDO R., Towards a Rite of Christian Initiation of Adults for the Ganda in Uganda. A study of the inculturation of Symbols and Symbolisms for Christian Initiation, Dissertatio ad Doctoratum Sacra Liturgiae assequendum in Pont. Inst. Pont. Athenaeum S. Anselmi de Urbe, Rome 1994
10.KITSA BUUNDA D., Le Christ comme sagesse de Dieu dans la pensée négro-africaine. Essai sur les proverbes des bahunde, Extractum ex Dissertatione ad Doctoratum in Facultate Theologica P.U.U., Roma 1998.
11.MASINGANDA A. M., Du discours christologique à l'émergence d'ecclésiologie en contexte négro-africain. Pertinence doctrinale et contextuelle, Excerpta dissertatione ad Doctoratum in Facultae Theologiae PUG, Rome 1996.
12.MOTO D., Vers l'inculturation des rites sacrés bantu pour les diocèses du Shaba (Zaïre). Dissertatio ad Lauream in Theologica, Pontifica Facultas Theologica Theresianum, Rome 1997.
13.MURAGE B., Evangelization and Inculturation of Marian Devotion Among the Agikuyu of Central Kenya in Nyeri Archdiocese Yesterday and Today, Dissertatio ad Laurem in Pontificia Facultate Theologicae Marianum, 62, Roma 1994.
14.NWEKE Benard, Igbo System of Kinship and Family : a Christian Response, dissertation ad doctoratum in Facultate Theologiae, P.U.S.C., Rome 1998.
15.OBORJI F. A., Trends in African Theology Since Vatican II. A Missiological Orientation, dissertation ad doctoratum in Facultate Missiologiae, P.U.U., Rome 1998.
16.OKIKE OHA B., The Need for Mission Through Inculturation and Dialogue in Nigeria, extractum ex dissertatione ad Doctoratum in facultate Missiologiae, P.U.U., Rome 1995.
17.OKUCU L., The "Liturgical Ministry" of the Lay Catechist. A Theological and Liturgical Study of the Ministry of the Lay Catechist with Special Reference to Uganda. Excerpta dissertatione ad Doctoratum Sacrae Liturgiae assequendum in Pontificio Instituto Liturgico, Rome 1997.
18.OSUJI ACHULIKE B., The African Concept of Community : a Basis for the Inculturation of Religious Community Life in the Apostolic Religious Institutes in Africa. Excerpta ex Dissertatione ad Doctoratum in Facultatae Theologiae, P.U.G., Roma 1996.

C. ARTÍCULOS Y CONFERENCIAS
1.ABENG N., La pastorale de la famille – l'inculturation – l'ecclésiologie. Après le Synode des Évêques pour l'Afrique, in Revue Africaine de Théologie (Kinshasa) 18 (1994) 51-64.
2.Assembly for Africa and Inculturation, in Studia Missionalia 44 (1995) 275-285, PUG, Rome.
3.BOKA DI MPASI L., Gli antenati mediatori in Africa ,in La Civiltà Cattolica (Roma) 145 (1994) 348-371
4.BOKA DI MPASI L., Les ancêtres médiateurs, in Telema (Kinshasa) 2 (1995) 61-70.
5.DI SALVATORE G., L'image de l'Église-famille dans l'Exhortation Apostolique Ecclesia in Africa. Eléments de Réflexion sur une application de l'inculturation, in Cahiers de Réflexion (Mbalmayo) 2 (1996) 41-69.
6.GIRAUDO C., Prière eucharistique et inculturation. Jalons pour le Synode d'Afrique et de Madagascar, in Nouvelle Revue Théologique (Namur) 116 (1994) 181-200.
7.GRASSO E., The Process of Inculturation in the Light of the Apostolic Exhortation Ecclesia in Africa, in Omnis Terra (Roma) 29 (1995) 436-442.
8.GRASSO E., II Processo dell'Inculturazione alla luce dell'Esortazione apostolica Ecclesia in Afrique, in Omnis Terra (Roma) 14 (1996) 90-95.
9. GRASSO E., El Proceso de Inculturacion a la luz de la Exhortacion apostolica Ecclesia in Afrique, in Iglesia,Pueblos y Culturas (Quito) 8/39 (1995) 21-34.
10.GRASSO E., Le Processus d'Inculturation à la lumière de l'Exhortation apostolique Ecclesia in Africa, in Cahiers de Réflexions (Mbalmayo) 2 (1996) 19-40.
11.GWEMBE E.P., La piété envers les ancêtres dans la religion africaine, in Telema (Kinshasa) 2 (1995) 53-60.
12.INCARNATION (THE) OF CHRIST IN THE AFRICAN FAMILY.The Tanzania Church implements the African Synod, in Catholic international (Baltimore) 8 (1997) 92-93.
13.KABASELE LUMBALA F., Célébration Africaine de l'envoi en mission (rituel), in Revue africaine des Sciences de la Mission (Kinshasa) 3 (1996) 187-200.
14.KÜSTER V.,¨…and Foolishness to Gentiles¨. Images of Christ from Africa and Asia, in Mission Studies (Sankt Augustin) 12/23 (1995) 95-112.
15.LAPOINTE E. , African's Ancestors Veneration and Christian Worship, in Mission (Ottawa) 2 (1995) 253-278.
16.MBUKA C., Chiesa ¨Famiglia di Dio¨ : comunione e dialogo. Elementi di inculturazione, in C.I.S.M., Dal Sinodo per l'Africa: come si incultura il Vangelo, Roma 1995, p.69-75.
17.MEDDI L., Dal Sinodo una spinta all'inculturazione, in Catechesi missionaria (Roma) 12 (1996) 25-30.
18.MIMBU KILOL H., Quels rites et symboles dans les liturgies africaines ?, in Revue africaine des Sciences de la mission (Kinshasa) 3 (1996) 87-120.
19.OGUEJIFOR J. O., Ecclesia in Africa and the Truth about Inculturation, in Bigard Theology Studies (Enugu) 17 (1997) 61-70.
20.OKOYE J., African Theology, in MÜLLER K., Dictionary of Mission : Theology, History, Perspective, Orbis Books, Maryknoll, New York 1997, pp.9-17
21.OKOYE J., Inculturation and Theology in Africa, in Mission Studies (Hambourg) 14 (1997) 64-83.
22.OWAN KRIS J., The African, the Spirit-world and the Crave for Survival and Success : Post-synodal Reflecions, in Bigard Theological Studies (Enugu) 17 (1997) 23-43.
23.SPIRITUALITY DEPARTMENT, A Search for an Authentic African Christian Spirituality, in African Christian Studies (Nairobi) 10/1 (1994) 38-55.
24.WIJSEN F., All People See the Same Sun. Liturgy in Africa Between Inculturation and Syncretism, in Questions liturgiques (Leuven) 77/1-2 (1996) 77-95.

IV. IGLESIA-FAMILIA DE DIOS

A. CONTRIBUCIONES DE LA APECA Y DE FACULTADES DE TEOLOGÍA
1. ATAL, D., La fraternité dans le Nouveau Testament, dans Église-Famille ; Église-Fraternité. Perspectives post-synodales. Actes de la 20ème Semaine Théologique de Kinshasa, Kinshasa, F.C.K, 1997, p.181-198.
2.BITOTO, N., Foi, culture et évangélisation en Afrique à l'aube du 3e millénaire, dans Revue de l'Institut Catholique de l'Afrique de l'Ouest, n°14-15 (1996), p.47-60.
3.BUETUBELA, P., Église-Fraternité selon le Nouveau Testament. Enquête exégétique dans les synoptiques et les épitres pauliniennes, dans Église-Famille ; Église-Fraternité. Perspectives post-synodales. Actes de la 20ème Semaine Théologique de Kinshasa, Kinshasa, F.C.K, 1997, p.199-209.
4.BUETUBELA, P., « L'enfant et sa mère » : Signification ecclésiale de la maternité de Marie, dans l'Église-Famille et perspectives bibliques. Actes du 8ème Congrès de l'APECA. Mélanges Cardinal Paul ZOUNGRANA. Kinshasa, Saint Paul, 1999, p.113-119.
5.DABIRE, J. M., L'Église-Famille de Dieu, dans Revue de l'Institut Catholique de l'Afrique de l'Ouest, n°14-15 (1996), p.81-119.
6.DE HAES, R., L'Église comme communion selon Vatican II, dans Église-Famille ; Église-Fraternité. Perspectives post-synodales. Actes de la 20ème Semaine Théologique de Kinshasa, Kinshasa, F.C.K, 1997, p.255-264.
7.DIOUF, J. N., La nouvelle naissance dans le Prologue de Saint Jean (Jn 1, 11-13), dans l'Église-Famille et perspectives bibliques. Actes du 8ème congrès de l'APECA. Mélanges Cardinal Paul ZOUNGRANA. Kinshasa, Saint Paul, 1999, p.99-112.
8.DJITANGAR, E., « D'Egypte, j'ai appelé mon fils ». Flashes sur Mt 2, 13-23, dans l'Église-Famille et perspectives bibliques. Actes du 8ème congrès de l'APECA. Mélanges Cardinal Paul ZOUNGRANA. Kinshasa, Saint Paul, 1999, p.121-126.
9.DUJARIER, M., La Iglesia - Fraternidad en los Padre de la Iglesia en Iglesia - Familia ; Iglesia-Fraternidad. Perspectivas post-sinodales. Actas de la 20ème Semana Teológicas de Kinshasa, Kinshasa, Ed. Spiritus Quito 1998 Vol 39.número 150
10.ESUA, C.F., Biblical Foundations of the Church as Family, dans l'Église-Famille et perspectives bibliques. Actes du 8ème congrès de l'APECA. Mélanges Cardinal Paul ZOUNGRANA. Kinshasa, Saint Paul, 1999, p.31-40.
11.GAMBEMBO G., La famille africaine : cellule vitale, dans Église-Famille ; Église-Fraternité. Perspectives post-synodales. Actes de la 20ème Semaine Théologique de Kinshasa, Kinshasa, F.C.K, 1997, p.23-29.
12.HOLTER, K., Relating Africa and the Old Testament on the Polygamy Issue, dans l'Église-Famille et perspectives bibliques. Actes du 8ème congrès de l'APECA. Mélanges Cardinal Paul ZOUNGRANA. Kinshasa, Saint Paul, 1999, p.61-71.
13.KABASELE L., Les ressorts liturgiques du concept « Église-famille », dans Église-Famille ; Église-Fraternité. Perspectives post-synodales. Actas de la 20ava Semana Teológica de Kinshasa, Kinshasa, Ed. Spiritus
14.KANYAMACHUMBI, P., La famille traditionnelle africaine : un paradigme socio-politique très précieux, dans Église-Famille ; Église-Fraternité. Perspectives post-synodales. Actes de la 20ème Semaine Théologique de Kinshasa, Kinshasa, F.C.K, 1997, p.43-61
15.KEMDIRIM, P.O., The Role of Women in Luke and the Africain Image of Mother, dans l'Église-Famille et perspectives bibliques. Actes du neuvième Congrès de l'APECA, Kinshasa, Saint Paul, 2002, p.33-42
16.KIBANGA M., La vie familiale comme lieu d'émergence de l'Église-famille, dans Église-Famille ; Église-Fraternité. Perspectives post-synodales. Actes de la 20ème Semaine Théologique de Kinshasa, Kinshasa, F.C.K, 1997, p.331-341
17.KISIMBA N., L'Église-famille et ministères, dans Église-Famille ; Église-Fraternité. Perspectives post-synodales. Actes de la 20ème Actas de la 20ava Semana Teológica de Kinshasa, Kinshasa, F.C.K, 1997, p.265-283
18.LUDIONGO N., Les dimensions canoniques de l'Église-famille, dans Église-Famille ; Église-Fraternité. Perspectives post-synodales. Actes de la 20ème Semaine Théologique de Kinshasa, Kinshasa, F.C.K, 1997, p.365-377
19.MALU N., L'identité chrétienne de la famille dans l'Église et dans la société, dans Église-Famille ; Église-Fraternité. Perspectives post-synodales. Actes de la 20ème Semaine Théologique de Kinshasa, Kinshasa, F.C.K, 1997, p.285-291
20.MANGONI T., La solidarité dans la tradition africaine, dans Église-Famille ; Église-Fraternité. Perspectives post-synodales. Actes de la 20ème Semaine Théologique de Kinshasa, Kinshasa, F.C.K, 1997, p.119-127
21.M'BARGA, J., Église-Famille et défis dans la nouvelle Evangélisation en Afrique, dans Revue de l'Institut Catholique de l'Afrique de l'Ouest, n°14-15 (1996), p.151-170
22.MATAND, J. B., La solidarité fraternelle de Jésus avec les croyants. Lecture rhétorico-exégétique de He 2, 5-16, dans l'Église-Famille et perspectives bibliques. Actes du neuvième Congrès de l'APECA, Kinshasa, Saint Paul, 2002, p.67-88.
23.MATAND, J. B., « Le Christ est ressuscité d'entre les morts, prémices de ceux qui se sont endormis » (1Co 15, 20). Appartenance au Christ et liens familiaux au village des ancêtres, dans l'Église-Famille et perspectives bibliques. Actes du 8ème congrès de l'APECA. Mélanges Cardinal Paul ZOUNGRANA. Kinshasa, Saint Paul, 1999, p.127-150.
24.MBAYA M., La solidarité africaine à l'épreuve du temps, dans Église-Famille ; Église-Fraternité. Perspectives post-synodales. Actes de la 20 Actas de la 20 ava Semana Teológica de Kinshasa Kinshasa, F.C.K, 1997, p.63-74.
25.MONSENGWO, L., « Église-famille et images bibliques de l'Église à l'aube du 3e millénaire », dans Revue de l'Institut Catholique de l'Afrique de l'Ouest, n°14-15 (1996), p.121-138
26.MONSENGWO, L., L'ayant droit dans l'Ecriture. Le cas de Joseph (Gn 37 ; 39-41), dans l'Église-Famille et perspectives bibliques. Actes du neuvième Congrès de l'APECA, Kinshasa, Saint Paul, 2002, p.43-56.
27.MONSENGWO, L., L'ayant droit dans l'Ecriture Sainte, dans l'Église-Famille et perspectives bibliques. Actes du 8ème congrès de l'APECA. Mélanges Cardinal Paul ZOUNGRANA. Kinshasa, Saint Paul, 1999, p.73-87.
28.MPONGO, L., Les dimensions liturgiques de la famille, dans Église-Famille ; Église-Fraternité. Perspectives post-synodales. Actas de la 20 ava Semana Teológica de Kinshasa, Kinshasa, F.C.K, 1997, p.345-356.
29.MUGARUKA, R., « Église, famille de Dieu » dans le Nouveau Testament. Approche lexicographique, dans Église-Famille ; Église-Fraternité. Perspectives post-synodales. Actes de la 20ème Semaine Théologique de Kinshasa, Kinshasa, F.C.K, 1997, p.161-168.
30.MUKENDI W. M., Famille africaine : cellule de base, dans Église-Famille ; Église-Fraternité. Perspectives post-synodales. Actas de la 20 ava Semana Teológica de Kinshasa, Kinshasa, F.C.K, 1997, p.31-42.
31.MUKENI B., La solidarité dans la tradition africaine. Une approche psychologique, dans Église-Famille ; Église-Fraternité. Perspectives post-synodales. Actes de la 20ème Semaine Théologique de Kinshasa, Kinshasa, F.C.K, 1997, p.109-117.
32.MUKUNA M., Les modèles d'Église du Moyen-âge au Concile Vatican II, dans Église-Famille ; Église-Fraternité. Perspectives post-synodales. Actas de la 20 ava Semana Teológica de Kinshasa, Kinshasa, F.C.K, 1997, p.239-253.
33.NGIMBI B., La famille africaine, lieu d'humanité (valeur et respect de la vie) : le dynamisme de la famille Yombe urbaine, dans Église-Famille ; Église-Fraternité. Perspectives post-synodales. Actas de la 20 ava Semana Teológica de Kinshasa, Kinshasa, F.C.K, 1997, p.83-90.
34.NGOY M., Le visage de la famille dans l'Ancien testament, dans Église-Famille ; Église-Fraternité. Perspectives post-synodales. Actas de la 20 ava Semana Teológica de Kinshasa, Kinshasa, F.C.K, 1997, p.131-160.
35.NGUAPITSHI K., Modèle d'Église dans la tradition kimbanguiste, dans Église-Famille ; Église-Fraternité. Perspectives post-synodales. Actas de la 20 ava Semana Teológica de Kinshasa, Kinshasa, F.C.K, 1997, p.323-330.
36.NIMY, B., La famille africaine, lieu d'humanité (valeur et respect de la vie), dans Église-Famille ; Église-Fraternité. Perspectives post-synodales. Actas de la 20 ava Semana Teológica de Kinshasa, Kinshasa, F.C.K, 1997, p.91-107.
37.NTEDIKA K., L'Église-famille chez les Pères de l'Église, dans Église-Famille ; Église-Fraternité. Perspectives post-synodales. Actas de la 20 ava Semana Teológica de Kinshasa, Kinshasa, F.C.K, 1997, p.223-237.
38.NWAORU, E.O., Old Testament Perspectives on Bride-Price : Meaming for the African Church as Family, dans l'Église-Famille et perspectives bibliques. Actes du neuvième Congrès de l'APECA, Kinshasa, Saint Paul, 2002, p.21-32.
39.NYEME Tese, L'Église-famille : une chance pour l'Afrique, dans Église-Famille ; Église-Fraternité. Perspectives post-synodales. Actas de la 20 ava Semana Teológica de Kinshasa, Kinshasa, F.C.K, 1997, p.379-384.40.ONAIYEKAN, J., The Church : Family of God on Earth, dans l'Église-Famille et perspectives bibliques. Actes du 8ème congrès de l'APECA. Mélanges Cardinal Paul ZOUNGRANA. Kinshasa, Saint Paul, 1999, p.41-50.
41.RUHAMANYI, D., "…Il les créa mâle et femelle » (Gn 1, 27b). Vocation communionnelle du couple humain, dans l'Église-Famille et perspectives bibliques. Actes du 8ème congrès de l'APECA. Mélanges Cardinal Paul ZOUNGRANA. Kinshasa, Saint Paul, 1999, p.51-60.
42.SANON, A., T., « Articulation entre foi et culture en vue de l'évangélisation », dans Revue de l'Institut Catholique de l'Afrique de l'Ouest, n°14-15 (1996), p.33-46.
43.SANOU, L.K., Les généalogies de Jésus Christ dans le Nouveau Testament, dans l'Église-Famille et perspectives bibliques. Actes du 8ème congrès de l'APECA. Mélanges Cardinal Paul ZOUNGRANA. Kinshasa, Saint Paul, 1999, p.89-97.
44.SARAH, R., La fraternité dans l'Ancien Testament, dans Église-Famille ; Église-Fraternité. Perspectives post-synodales. Actas de la 20 ava Semana Teológica de Kinshasa, Kinshasa, F.C.K, 1997, p. 169-179.
45.SINSIN, B. J., Foi et inculturation en Afrique, dans Revue de l'Institut Catholique de l'Afrique de l'Ouest, n°14-15 (1996), p.177- 201.
46.SOME, J. M., L'Église-Famille de Dieu, dans Revue de l'Institut Catholique de l'Afrique de l'Ouest, n°14-15 (1996), p.67-80.
47.STANDAERT, B., La première épitre de Pierre ou l'apologie d'une Église humble et joyeuse, dans l'Église-Famille et perspectives bibliques. Actes du 8ème congrès de l'APECA. Mélanges Cardinal Paul ZOUNGRANA. Kinshasa, Saint Paul, 1999, p.151-169.
48.TSHUNGU B., La solidarité africaine à l'épreuve du temps, dans Église-Famille ; Église-Fraternité. Perspectives post-synodales. Actas de la 20 ava Semana Teológica de Kinshasa, Kinshasa, F.C.K, 1997, p.75-81.
49.UMEAGUDOSU, M.A., The Legal Role of the Church in the new Testament, dans l'Église-Famille et Perspectives Bibliques. Actes du 8ème congrès de l'APECA. Mélanges Cardinal Paul ZOUNGRANA. Kinshasa, Saint Paul, 1999, p.171-180.
50.UMOREN, A.I., "One Heart and Soul" Actes 4 : 32) : Familial Unity in the Primitive Church and contemporary African Church, dans l'Église-Famille et perspectives bobliques. Actes du neuvième Congrès de l'APECA, Kinshasa, Saint Paul, 2002, p.57-65.
51.WASWANDI K., L'Église-famille, initiatrice d'une vie nouvelle, dans Église-Famille ; Église-Fraternité. Perspectives post-synodales. Actas de la 20 ava Semana Teológica de Kinshasa, Kinshasa, F.C.K, 1997, p.295-322.
52.YANOOGO, B., « Église-famille en Afrique : Originalité du concept », dans Revue de l'Institut Catholique de l'Afrique de l'Ouest, n°14-15 (1996), p.139-150.

B. ESTUDIOS TESIS DOCTORALES
B.AA.VV., Foi, culture et évangélisation en Afrique à l'aube du troisième Millénaire, Spécial colloque post-synodal, Abidjan 18-20 avril 1996, in Revue de l'institut Catholique de l'Afrique de l'Ouest (Abidjan) 14-15 (1996) 15-222.
C.OBORJI F. A., Trends in African Theology Since Vatican II. A Missiological Orientation, dissertation ad doctoratum in Facultate Missiologiae, P.U.U., Rome 1998.
D.ISRAEL J., The Church as Family: a Theologoical Pastoral Study with Reference to African Synod, dissertato ad doctoratum in Facultate Thelogiae, P.U.L., Rome 1998.

C. ARTÍCULOS Y CONFERENCIAS
F.AFONSO C., Sinodo africano: a Igreja-familia, in Boa Nova (Cucujäes) 70/801 (1994) 16-18.
G.ARINZE F., Reflecting on Church as Family, Introduction to the Symposium organized by the Association of Nigerian Priests and religious in Rome on "The Church as the Family of God", Collegio San Paolo, Rome 19 Febuary 1995.
H.BALLONG-WEN-MEWUDA J-B., The Church As Family, Symposium of the Association of Nigerian Priests and, religious in Rome on "The Church as the Family of God", Collegio San Paolo, Rome 19 Febuary 1995.
I.CLERICI L., The Church as Family: African Church communities as Families of Jesus and of God, a Biblical and Ecclesiological Reflection, in African Christian Studies (Nairobi) 11 (1995) 27-45.
J.DI SALVATORE G., L'image de l'Église-famille dans l'Exhortation Apostolique Ecclesia in Africa. Eléments de réflexion sur une application de l'inculturation, in Cahiers de Réflexion (Mbalmayo) 2 (1996) 41-69.
K.EGBULEFU OKORO J., Chiesa –Famiglia per l'Africa, in Mondo e Missione (Milano) 123 (1994) 437-441.
L.EGBULEFU OKORO J., A Christology of Church As Family of God, Symposium of Association of Nigerian Priests and religious in Rome on ‘ The Church as the Family of God" Collegio San Paolo, Rome 19 February 1995.
M.ÉGLISE-FAMILLE; ÉGLISE-FRATERNITÉ. Perspectives post-synodales. Actes de la XXe semaine théologique de Kinshasa (26.XI-2.XII.1995), Facultés Catholiques de Kinshasa, Kinshasa 1997, 397pp.
N.ÉVÊQUES DU CONGO, Message aux chrétiens et aux hommes de bonne volonté « Église-Famille et développement» ; in Weltkirche (München) 1995, 163-165.
O.HEALEY J. G, Church-as-family and SCCs Themes from the Africa Synod, in African Ecclesial Review (Eldoret) 37 (1995) 44-46.
P.KABASELE LUMBALA F., Ressort et perspectives d'une Église-Famille en Afrique, in Revue Africaine des Sciences de la Mission (Kinshasa) 2 (1995) 19-28.
Q.KABASELE LUMBALA F., La Chiesa-Famiglia in Africa, in Concilium (Brescia) 31(1995) 719-725, English ed., p.93-109
R.MALU NYIMI M., Église-Famille / Église-fraternité. Proposition synodale d'une ecclésiologie dynamique en Afrique, in Revue Africaine des Sciences de la Mission (Kinshasa) 3 (1996) 95-106.
S.MANHAEGHE E., Familie van God in de Afrikaanse stad., in KerK en Missie (Brussel) 73/184 (1996) 18-21.
T.MBUKA C., Chiesa " Famiglia di Dio": comunione e dialogo. Elementi di inculturazione, in C.I.S.M., Dal Sinodo per l'Africa: come si incultura il Vangelo, Roma 1995, p.69-75.
U.NOTHOMB D., L'Église-Famille: concept-clé du Synode des Évêques pour l'Afrique , in Nouvelle Revue Théologique (Tournai) 117 (1995) 44-64.
V.OKEKE H. O., From ‘Domestic Church' to ‘Family of God' the Christian Family in the African Synod, in Neue Zeitschrift fur Missioswissenschaft (Immensee) 52 (1996) 193-207.
W.OROBATOR E., Perspectives and Trends in Contemporary African Ecclesiology, in Studia Missionalia (Roma) 45 (1996) 267-281.
X.OROBATOR E., Leadership and Ministry in the Church-as-family. An Essay on Alternative Models, in Hekima Review (Nairobi) 17 (1997) 7-18.

V. DIÁLOGO

A. ESTUDIOS TESIS DOCTORALES
1.CHARLES E.T., From Adaptation to Incarnation: A study of the theology of incluturation in the Teaching of the African Catholic Bishops (1969-1994) and its implications of interreligious Dialogue and Human Promotion (inpublished Doctoral Thesis), PUG,Rome 1996
2.ILUNGA M., Christianisme negro-africain et dialogue interculturel, jalons pour une nouvelle missiologie en Afrique noire ‘Francophone', Excerpta ex dissertatione ad doctoratum in Facultate Missiologiae,P.U.G., Rome 1994
3.OBORJI F. A., Trends in African Theology Since Vatican II. A Missiological Orientation, dissertation ad doctoratum in Facultate Missiologiae, P.U.U., Rome 1998.
4.OKIKE OHA B., The Need for Mission Through Inculturation and Dialogue in Nigeria, Extractum ex dissertation ad Doctoratum in Facultate Missiologiaae, P.U.U., Rome, 1995.

B. ARTÍCULOS Y CONFERENCIAS 1.KAYITAKIBGA M., II dialogo con le religioni tradizionali africane, in AA.VV., Religioni e Sètte nel mondo : Religioni Tradizionali Africane, Revista Trimestrale di Cultura religiosa, settembre 1996, pp. 102-110.
2.MBUKA C., Al Sinodo per l'Africa : annuncio e dialogo interreligioso, una comprensione inclusiva, in Omnis Terra (Roma) 13 (1995) 266-275; English in Omnis Terra (Roma) 29 (1995) 16-25 ; Français in Omnis Terra (Roma) 34 (1995) 29-38 ; Español in Omnis Terra (Roma) 27 (1995) 392-396.

VI. DESARROLLO HUMANO

A. MONOGRAFÍAS
1.MUNONO MUYEMBE B., Église, évangélisation et promotion humaine. Le discours social des évêques africains. Etudes d'éthique chrétienne, Studien zur theologischen Ethik 63, Editions Universitaires Fribourg, Editions du Cerf, Paris 1995.
2.MUSOPOLE A. C., Being Human in Africa. Toward an African Christian Anthropology, American University Studies, series 11, P. Lang, New York, Berlin 1994.

B. ESTUDIOS, TESIS DOCTORALES
1.CHARLES E.T., From Adaptation to Incarnation : A Study of the Theology of Inculturation in the Teaching of the African Catholic Bishops (1969-1994) and Its Implications for Interreligious Dialogue and Human Promotion (Unpublished Doctoral Thesis), PUG, Rome 1996.
2.SANO J.-B., La dignité de la personne humaine comme paramètre incontournable pour la mission évangélisatrice de l'Église en Afrique. Une relecture de l'Exhortation apostolique post-synodale Ecclesia in Africa, dissertatio ad Doctoratum in Facultate Theologiae, P.U.U., Rome 1997.

C. ARTÍCULOS Y CONFERENCIAS
1.ÉVÊQUES DU CONGO, Message aux chrétiens et aux hommes de bonne volonté "Église-Famille et développement », in Weltkirche (München) 1995, 163-165.
2.HENRIOT P.J., Development in the Light of the African Synod : An Alternative to the Structural Adjustment Program, in Catholic International 7 (1996) 6/7, pp. 285-294.
3.IKE O., La Dottrina sociale della Chiesa in Africa, in La Società (Verona) 6 (1996) 697-723.
4.LWAMINDA P., The African Synod and the Development, in African Ecclesial Review (Eldoret) 37 (1995) 278-291.
5.OPENIBO V., Ecclesia in Africa. Post-synodal Apostolic Exhortation of Pope John Paul II: an African Woman's View, in Sedos Bulletin (Rome) 28 (1996) 3-9.
6.OTIENO A. O., The Role of the Church in Development in the light of the African Synod, in African Ecclesial Review (Eldoret) 37 (1995) 342-352.
7.SARRAF J., La liberté de la femme passe par sa liberté. Le Synode africain donne le ton, in Telema (Kinshasa) 21/3-4 (1995) 20-22.

VII. MEDIOS DE COMUNICACIÓN SOCIAL

ARTÍCULOS
1.FANIRAN OLADEJO J., The Challenges of the African Synod to Catholic Journalists, in Vidyajyoti (Delhi) 59 (1995) 46-53.

VIII. AGENTES Y ESTRUCTURAS DE EVANGELIZACIÓN

A. ESTUDIOS, TESIS DOCTORALES
B.ANUSIONWU V., The Role of the laity in Missionary Activity of the Church in Igboland of Nigeria: A Historical And Pastoral Approach, Extractum ex dissertatione ad doctoratum in Facultate Missiologiae P.U.U., Rome 1994.C.ATADANA J. A., The Diocesan Bishop as the Chief Administrator of a Particular Church with Particular Reference to Ghana, Dissertatione ad doctoratum in Facultate luris Canonici, P.U.U., Rome 1995.
D.FEMI OSEGBOUN R., The Catechist in The Church According to the Special Assembly for Africa of the Synod Of Bishops (1994). Implications for Ekiti diocese in Nigeria, Doctoral Thesis P.U.S., Rome 1996.
E.KIYINDA-MITYANA DIOCESE, Pastoral Co-Ordinator's General Report on Building Basic Small Communities, August 1997.
F.KIYINDA-MITYANA DIOCESE, Pastoral Co-Ordinator's Report On Future Parishes 1997/1998, October 1997.

B. ARTÍCULOS Y CONFERENCIAS
H.ABENG N., La pastorale de la famille – l'inculturation – l'ecclésiologie. Après le Synode des Évêques pour l'Afrique, in Revue Africaine de Théologie (Kinshasa) 18 (1994) 51-64.
I.IBWENWANNE F., Schools of Evangelization in Nigeria, in GBUJI A., New Evangelization in Nigeria, Kmensuo Educational Publishers, Onitsha 1994, pp.155-172.
J.KPODA D., Le Burkina à l'heure du Catéchisme catholique et du Synode, in Le Calao (Bobo-Dioulasso)100 (1995) 7-8.
K.LWAMINDA Peter, The African Synod and the family, in African Christian Studies (Nairobi) 11 (1995) 46-53.
L.MBUKA C., Chiesa Sinodo per l'Africa. Provocazioni alla vita religiosa, in C.I.S.M., Dal Sinodo per l'Africa: come si incultura il Vangelo, Roma 1995, p.69-75.
M.MRINGI A., Ecclesiology, Structures and Activities Within Small Christian Communities, in The Jurist 56 (1996) 200-240.
N.UZUKWU E.E., The Birth and Development of a Local Church, in AA. VV., The African Synod: Documents, Reflections, Perspectives, Orbis Books. Maryknoll, New York 1996, pp.3-8.
O.ZAGO M., La vita consacrata al Sinodo sull'Africa, in Omnis Terra (Roma) 12 (1994) 134-140, English, in Omnis Terra (Rome) 28 (1994) 297-303, Français, in Omnis Terra (Rome) 33 (1994) 293-299, Español, in Omnis Terra (Roma) 26 (1994) 297-303.
P.ZAGO M., Religieux dans l'Église africaine à la lumière des Synodes sur l'Église en Afrique et sur la vie consacrée, in Omnis Terra (Rome) 31 (1997) 231-240 ; English, in Omnis Terra (Rome) 31 (1997) 231-237.
Q.ZAGO M., Religieux dans l'Église africaine à la lumière des Synodes sur l'Église en Afrique et sur la vie consacrée, in Revue Africaine des Sciences de la Mission (Kinshasa) 3 (1996) 81-94.

IX. JUSTICIA Y PAZ

A. MONOGRAFÍAS
B.K'ASHA N.N., Rôle de l'Église dans la démocratisation de l'Afrique subsaharienne: une étude juridique, P.U.L., Rome 1997.
C.MBYEMEIRE J.P., A Theological Analysis of the Problem of Justice and Peace: the Contribution of the Special Synod for Africa and the Church in Uganda, P.U.U., Rome 1997.

B.ESTUDIOS TESIS DOCTORALES
E.SSERUNJOGI J., Self-Support of the Local Church based on Canon 222§ 1-2 and the Apostolic Exhortation Ecclesia in Africa –With Special Reference to Uganda, Dissertation ad doctoratum in Facultate luris Canonici, P.U.U., Rome 1998.
F.KITENGIE R., Les enjeux de la crise morale en Afrique. Propos social des Pères du Synode Africain, dissertatio ad Licentiam in Facultate Theologiae, P.U.S.C., Rome 1998.

C. ARTÍCULOS Y CONFERENCIAS
H.CHIROMBA F., The Life of the Church, in AA.VV., The African Synod: Documents, Reflections, Perspectives, Orbis Books. Maryknoll, New York 1996, pp. 9-13.
I.HENRIOT P.J., Development in the light of the African Synod: An Alternative to the Structural Adjustment Program, in Catholic International 7 (1996) 6/7, pp.285-294.
J.KABANGU J. M., Les fondements théologiques des droits humains selon le S.C.E.A.M., in Revue Africaine des Sciences de la Mission (Kinshasa) 3 (1996) 69-79.
K.KPOGO L., Sur les traces des limites du Synode des Évêques pour l'Afrique. Le problème de la justice et de la paix, in Revue de l'Institut Catholique de l'Afrique de l'Ouest (Abidjan) 7 (1994) 45-55.
L.LWAMINDA P., The African Synod and the Development, in African Ecclesial Review (Eldoret) 37 (1995) 278-291.
M.M'BOKOLO E., L'évolution démocratique de l'Afrique des Conférences nationales et le rôle des Églises, in Revue Africaine des Sciences de la Mission (Kinshasa) 2 (1995) 51-94.
N.NKAFU NKEMNIA M., La dottrina sociale della Chiesa al Sinodo per l'Africa, in La Società 4 (1994) 563-581.
O.OTIENO A. O., The Role of the Church in Development in the Light of the African Synod, in African Ecclesial Review (Eldoret) 36/5 (1994) 342-352.
P.UKPONG J. S., Option for the Poor : A modern Challenge for the Church in Africa, in African Ecclesial Review (Eldoret) 36/5 (1994) 350-365.
Q.WALIGGO J-M., The Synod of Hope at a Time of Crisis in Africa, in AA.VV., The African Synod: Documents, Reflections, Perspectives, Orbis Books. Maryknoll, New York 1996, pp. 199-210.

X. SOLIDARIDAD

A. ESTUDIOS, TESIS DOCTORALES
B.SSERUNJOBI J., Self-Support of the Local Church based on Canon 222§ 1-2 and the Apostolic Exhortation Ecclesia in Africa -With Special Reference to Uganda, dissertation ad doctoratum in Facultate luris Canonici, P.U.U., Rome 1998.
C.KITENGIE R., Les enjeux de la crise morale en Afrique. Propos social des Pères du Synode Africain, dissertation ad Licentiam in Facultate Theologiae, P.U.S.C., Rome 1998.

B. ARTÍCULOS Y CONFERENCIAS
E.GRASSO E., Les défis que posent à l'Europe l'Exhortation apostolique Ecclesia in Africa, in Cahiers de Réflexions (Mbalmayo) 2 (1996) 70-76.
F.IKE O., La Dottrina sociale della Chiesa in Africa, in La Società (Verona) 6 (1996) 697-723.
G.KARAMAGA A., Selfhood of the Church in Africa, in Current Dialogue (Geneva) 27 (1994) 41-48.
H.KAWEESA B. M., Will the Economic Factor Shrink or Thrive the African Church of the Year 2000?, in Catholic News Report 2/4 (1997) 23-25.
I.KEMBO G., Toute communauté ecclésiale doit tendre à la maturité. Problèmes d'autosuffisance des Églises africaines, in Telema (Kinshasa) 21/3-4 (1995) 7-11.
J.KIMARYO R., A Call to Africa to Shake off the Dependent Syndrome in African Ecclesial Review 39/1 (1997) 29-36.
K.KIYINDA-MITYANA DIOCESE, SYNOD II 1997, Structures of Administration, 1997.
L.KIYINDA-MITYANA DIOCESE, Social and Economic Development Department, General Report, August 1997.
M.NWATU F., The Church's Prophetic Role in Africa's Search for Selfhood, in African Ecclesial Review (Eldoret) 38 (1996) 172-187.
N.SCHLICK J., Vers une autonomie financière des Églises catholiques romaines d'Afrique subsaharienne ? Réalisations pastorales et institutionnelles après Ecclesia in Africa, in Praxis juridique et Religion (Nordheim) 12-13 (1995-96) 5-58.
O.VANDAME C., Financement des Églises d'Afrique à partir de l'Église qui est au Tchad, in Telema (Kinshasa) 21/3-4 (1995) 16-19.

[00012-04.06] [RE000] [Texto original: francés]

AVISOS

- CALENDARIO DE LOS TRABAJOS
- RUEDA DE PRENSA
- “BRIEFING”
- “POOL”
- BOLETÍN SYNODUS EPISCOPORUM
- COBERTURA TELEVISIVA EN DIRECTO
- BOLETÍN TELEFÓNICO
- HORARIO DE APERTURA DE LA OFICINA DE PRENSA DE LA SANTA SEDE

CALENDARIO DE LOS TRABAJOS

Una delegación de Padres sinodales será recibida en el Campidoglio por el alcalde, honorable Gianni Alemanno. El encuentro está previsto para pasado mañana, 7 de octubre de 2009, a las 9,30. teniendo en cuenta la jornada que el Ayuntamiento de Roma dedicará a África. El próximo 19 de otubre, está previsto un Encuentro en la Sala de la Protomoteca en el Campidoglio (desde las 9 hasta las 13), cuyo tema será “África: ¿qué partenariado para la reconciliación, la justicia y la paz?” Además, por la tarde habrá un concierto - recital (a las 21) en el “Auditorium della Conciliazione” , que tendrá como título “África: Cruz en medio del mar”.

Los participantes en la II Asamblea Especial para África del Sínodo de los Obispos, asistirán al concierto “Los jóvenes contra la guerra - 1939-2009", previsto para el jueves, 8 de octubre de 2009 a las 18,30 en el “Auditorium della Conciliazione” de Roma, ante la presencia del Santo Padre Benedicto XVI. El acontecimiento, con ocasión del 70 aniversario del inicio de la Segunda Guerra Mundial, ha sido promovido por el Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos y por la Comisión para las Relaciones con el Hebraísmo, por la Embajada alemana ante la Santa Sede y por el KulturForum de Mainau. Lo patrocina el Comité Judío Internacional para las Consultaciones Interreligiosas. Lo financian entes italianos y alemanes. La orquesta, integrada por jóvenes músicos procedentes de 10 naciones, ejecutará piezas musicales de Gustav Mahler y de Felix Mendelssohn Bartholdy, ambos compositores judíos de nacimiento, y más tarde bautizados. Mahler y Mendelssohn, católico y protestante respectivamente, padecieron el antisemitismo. Con esta ocasión, se suspenderá la Congregación General de las 17,00.

[00023-04.03] [00000] [Texto original: italiano]


RUEDA DE PRENSA

La segunda Rueda de Prensa sobre los trabajos sinodales (con traducción simultánea en italiano, inglés, francés, español y portugués) tendrá lugar en el Aula Juan Pablo II de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Miércoles 14 de octubre de 2009 (tras la Relatio post disceptationem), a las 12:45, aproximadamente.

Los nombres de los participantes se comunicarán lo antes posible.

Se ruega a los operadores audiovisuales (cámaras y técnicos) y a los fotógrafos que se dirijan al Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales para el permiso de acceso.
Las próximas ruedas de prensa tendrán lugar:
- Viernes 23 de octubre de 2009 (tras el Nuntius)
- Viernes 24 de octubre de 2009 (tras el Elenchus finalis propositionum)

“BRIEFING”

El primer “Briefing” para los grupos lingüísticos está previsto(en los lugares y con los encargados de prensa indicados en el boletín) mañana, martes 6 de octubre de 2009 a las 13:10 aproximadamente. Se ruega a los operadores audiovisuales (cámaras y técnicos) y a los fotógrafos que se dirijan al Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales para el permiso de acceso.

Los siguientes “Briefing” tendrán lugar a las 13.10 aproximadamente:
- Miércoles 7 de octubre de 2009
- Jueves 8 de octubre de 2009
- Viernes 9 de octubre de 2009
- Sábado 10 de octubre de 2009
- Lunes 12 de octubre de 2009
- Martes 13 de octubre de 2009
- Jueves 15 de octubre de 2009
- Sábado 17 de octubre de 2009
- Martes 20 de octubre de 2009

“POOL”

Los siguientes días habrá “pools” de periodistas acreditados para acceder al Aula del Sínodo únicamente durante la oración de apertura de las Congregaciones Generales de la mañana:

- Martes 6 de octubre de 2009
- Jueves 8 de octubre de 2009
- Viernes 9 de octubre de 2009
- Sábado 10 de octubre de 2009
- Lunes 12 de octubre de 2009
- Martes 13 de octubre de 2009
- Jueves 15 de octubre de 2009
- Sábado 17 de octubre de 2009
- Martes 20 de octubre de 2009
- Viernes 23 de octubre de 2009
- Sábado 24 de octubre de 2009

En la Oficina de información y acreditación de la Oficina de Prensa de la Santa Sede (en la entrada a la derecha) estarán a disposición de los redactores las listas de inscripción a los “pools”.

Para los “pools” los fotógrafos y los cámaras deben dirigirse al Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales.

Los participantes en los “pools” deben estar a las 8:30 en el Sector de Prensa, que se encuentra en el exterior frente a la entrada del Aula Pablo VI, y desde allí les acompañará un oficial de la Oficina de Prensa de la Santa Sede (a los redactores) y del Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales (a los fotógrafos y equipos de TV). Es necesario llevar indumentaria apropiada para la circunstancia.

BOLETÍN SYNODUS EPISCOPORUM

El quinto número del Boletín - con la reflexión del Delegado Fraterno Su Santidad Abuna PAULUS, Patriarca de la Iglesia Tewahedo Ortodoxa Etíope (ETIOPÍA) (cuyo texto estará a disposición con embargo cuando se abra la Oficina de Prensa de la Santa Sede) - será publicado al final de la Tercera Congregación General del martes de octubre de 2009 por la mañana, durante la cual están previstos el Sufragio para la elección de la Comisión para el Mensaje y el inicio de la discusión general.

COBERTURA TELEVISIVA EN DIRECTO

Serán transmitidas en directo en las pantallas de la Sala de telecomunicaciones, la Sala de periodistas y el Aula Juan Pablo II de la Oficina de Prensa de la Santa Sede:
- Martes 6 de octubre de 2009 (09:00): La primera parte de la Tercera Congregación General, con el canto de la Hora Tercia y la reflexión del Delegado Fraterno Su Santidad Abuna PAULUS, Patriarca de la Iglesia Tewahedo Ortodoxa Etíope (ETIOPÍA).
- Sábado 10 de octubre de 2009 (18:00): Rezo del Rosario con los estudiantes de las universidades romanas (Aula Pablo VI)
- Domingo 11 de octubre de 2009 (10:00): Solemne Concelebración Eucarística con motivo de las Canonizaciones (Plaza San Pedro)
- Martes 13 de octubre de 2009 (09:00): Parte de la Congregación General en la que se presenta la Relatio post disceptationem
- Domingo 25 de octubre de 2009 (09:30): Solemne Concelebración de la Santa Misa con motivo de la clausura del Sínodo (Basílica de San Pedro)

Los eventuales cambios se publicarán lo antes posible.


BOLETÍN TELEFÓNICO

Durante el Sínodo funcionará un boletín telefónico:
- +39-06-698.19 con el Boletín ordinario de la Oficina de Prensa de la Santa Sede;
- +39-06-698.84051 con el Boletín del Sínodo de los Obispos (edición de la mañana);
- +39-06-698.84877 con el Boletín del Sínodo de los Obispos (edición de la tarde).

HORARIO DE APERTURA DE LA OFICINA DE PRENSA DE LA SANTA SEDE

Con motivo de la II Asamblea Especial para África del Sínodo de los Obispos la Oficina de Prensa de la Santa Sede observará el siguiente horario hasta el 25 de octubre de 2009:
- Del lunes 5 de octubre al viernes 9 de octubre: de 9:00 a 16:00
- Sábado 10 de octubre: de 9:00 a 19:00
- Domingo 11 de octubre: de 9:00 a 13:00
- Lunes 12 de octubre: de 9:00 a 16:00
- Martes 13 de octubre: de 9:00 a 20:00
- Desde el miércoles 14 de octubre hasta el sábado 17 de octubre: de 9:00 a 16:00
- Domingo 18 de octubre: de 11:00 a 13:00- Desde el lunes 19 de octubre hasta el sábado 24 de octubre: de 9:00 a 16:00
- Domingo 25 de octubre: de 9:00 a 13:00

El personal de la Oficina de información y acreditación estará disponible (en la entrada a la derecha):
- De lunes a viernes de 9:00 a 15:00
- El sábado de 9:00 a 14:00

Si hay cambios se comunicarán lo antes posible en el tablón de anuncios de la Sala de periodistas, en la Oficina de Prensa de la Santa Sede, en el Boletín de la Comisión para la Información de la II Asamblea Especial para África del Sínodo de los Obispos y en el apartado “Comunicaciones de servicio” de la página web de la Santa Sede.

 

 
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- Índice Boletín Synodus Episcoporum - II Asamblea Especial para África - 2009
  [Plurilingüe, Español, Francés, Inglés, Italiano, Portugués]

- Índice Oficina de Prensa de la Santa Sede
  [Alemán, Español, Francés, Inglés, Italiano, Portugués]

 

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