JUAN PABLO II
ÁNGELUS
Domingo de Ramos 23 de marzo de 1997
XII Jornada Mundial de la Juventud
Amadísimos hermanos y hermanas:
(En italiano)
1. Al inicio de la primavera, quienes por su edad se encuentran en la «primavera de la vida», hoy, domingo de Ramos, celebran a Aquel que es la vida, Jesucristo, porque sólo Él tiene palabras de vida eterna y puede transformar toda la existencia en una primavera.
Del 18 al 24 del próximo mes de agosto, los jóvenes de las comunidades eclesiales de todo el mundo se han dado cita en París para proseguir su gran peregrinación a lo largo del planeta. La última etapa, inolvidable, tuvo lugar en enero de 1995 en Manila. Amadísimos jóvenes, caminemos juntos en esta peregrinación de fe y esperanza, llevando la cruz de Cristo, signo del amor que salva al mundo. ¡Nos vemos en París!
(En francés)
2. Sólo algunos meses nos separan de la Jornada mundial de la juventud, que se celebrará del 18 al 24 de agosto. Jóvenes de todos los continentes reunidos en esta plaza, y todos vosotros que me escucháis a través de la radio o la televisión, os invito a acudir a Francia y a París para ese encuentro. Hasta entonces, no dudéis en formular a Cristo la misma pregunta de sus discípulos, según el evangelio de san Juan: «Maestro, ¿dónde vives?» (Jn 1, 38). Con vuestros compañeros de otras naciones y otras culturas, recibiréis la respuesta que os transmitirán los sucesores de los Apóstoles, vuestros obispos: «Venid y lo veréis» (Jn 1, 39). Con el cardenal Jean-Marie Lustiger, arzobispo de París, con los obispos y con toda la Iglesia de Francia que se prepara para acogeros, os espero y os digo: ¡poned los medios para entrar en el tercer milenio como hijos e hijas de Dios!
(En inglés)
3. Saludo a los jóvenes de lengua inglesa que se encuentran aquí hoy. Que esta Semana santa y la Pascua sean para vosotros un tiempo de profunda conversión. La pasión, muerte y resurrección del Señor os lleve a cada uno a vivir vuestra fe mediante un compromiso auténtico, con alegría y generosidad. Espero veros a muchos de vosotros en París. Dios esté con vosotros.
(En español)
4. Saludo a los jóvenes de España y América Latina. Os invito a que, en comunión con todo el pueblo de Dios que camina hacia el jubileo del año 2000, fijéis la mirada en Jesús, Maestro y Señor de la vida, según las palabras del evangelio: «Maestro, ¿dónde vives? Venid y lo veréis» (cf. Jn 1, 38-39). También os convoco a participar en la próxima Jornada mundial de la juventud, que celebraremos en París el mes de agosto.
En vuestro camino de fe, queridos jóvenes, os acompaña siempre mi afecto y bendición.
(En alemán)
5. Con gran alegría saludo a los peregrinos y visitantes de los países de lengua alemana, en particular a vosotros, queridos jóvenes, que habéis venido a Roma para la Jornada mundial de la juventud. Al mismo tiempo, os invito de todo corazón al Encuentro mundial de la juventud en París, donde nos reuniremos el 24 de agosto para celebrar juntos ese acontecimiento religioso.
(En polaco)
Saludo cordialmente a los jóvenes procedentes de todos los países eslavos y de Polonia. Os invito también a todos vosotros al gran Encuentro de los jóvenes de todo el mundo en París, donde os esperan para acogeros los obispos franceses y vuestros coetáneos.
A todos los presentes y a todos los que se encuentran en la patria, les deseo una Semana santa y un domingo de Resurrección benditos. ¡Alabado sea Jesucristo!
(En italiano)
6. Amadísimos jóvenes, en el camino de la fe tenemos una guía insuperable: María. Encomendémosle a ella el itinerario hacia el encuentro de París. Que la Virgen nos ayude a todos, especialmente a los jóvenes, a responder generosamente a la invitación de Cristo: «Ven y sígueme».
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