JUAN PABLO II
ÁNGELUS
Domingo 16 de enero de 2005
1. Se celebra hoy en toda la Iglesia la "Jornada mundial del emigrante y del refugiado". En el Mensaje para esta ocasión, quise poner de relieve la importancia de la integración entre los pueblos, que requiere un justo equilibrio entre la afirmación de la propia identidad y el reconocimiento de la de los demás. Dirijo mi cordial saludo a todos los emigrantes, y deseo que, a través del diálogo, aumenten la simpatía y la comprensión entre las diversas culturas.
2. Precedida por la importante Jornada para el diálogo entre judíos y cristianos, comenzará pasado mañana, día 18 de enero, la anual "Semana de oración por la unidad de los cristianos", que este año tiene como tema: "Cristo, único fundamento de la Iglesia" (cf. 1 Co 3, 1-23).
Invito a todas las comunidades a realizar gestos significativos de encuentro y de diálogo ecuménico, y a implorar de Dios el don de la unidad plena de todos los discípulos de Cristo.
3. Encomendemos a María santísima estos importantes acontecimientos eclesiales. Que su intercesión materna ayude a los cristianos a formar un solo corazón y una sola alma (cf. Hch 4, 32), y a todos los hombres a crecer en la solidaridad, para construir un mundo de paz.
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