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VISITA PASTORAL A FRASCATI

PALABRAS DEL SANTO PADRE JUAN PABLO II
EN VARIOS MOMENTOS DE SU VISITA A FRASCATI


Lunes 8 de septiembre de 1980

 

Visita al monasterio de las religiosas Mínimas de San Francisco de Paula.

Juan Pablo II se detuvo unos momentos en oración ante el Santísimo Sacramento, y en la misma capilla se reunió con las religiosas presididas por la presidente federal de la Orden. Fue saludando a cada una y después dijo a todas estas palabras:

El Señor os bendiga por vuestra vida dedicada a El en la clausura. Os encomiendo los muchos problemas del mundo y de la Iglesia que está en el mundo. La Iglesia es peregrina, somos todos peregrinos; y los peregrinos tienen necesidad de guía; vosotras sois la guía de esta peregrinación y en vosotras está el Espíritu Santo apoyándose en vuestra entrega, en vuestra oración y en toda vuestra vida de consagración personal y también comunitaria.

 

Plaza central de Frascati.

Recibieron al Papa las autoridades civiles y militares, y el alcalde le presentó el saludo de la población, al que el Santo Padre respondió: 

Quisiera agradecer con unas palabras el discurso que ha pronunciado en nombre de todo el ayuntamiento y suyo personal, y de toda la villa. Han sido para mí palabras de gran valor, ciertamente. Me han recordado el pasado ya desde tiempos romanos Municipium tusculanum, y el pasado de vuestra comunidad tan cercana a Roma y tan hondamente vinculada a la Sede romana de Pedro. Con corazón profundamente emocionado abrazo el pasado lejano y el más próximo con los heridos del desastre, del bombardeo del 8 de septiembre de 1943. Es asimismo la fecha en que cada año se celebra la Natividad de la Virgen Madre de Cristo. Con aquel dolor compartido por toda Italia, por la Santa Sede, por Pío XII personalmente presente aquí en Frascati en aquel momento, se recuerda también el amanecer de una esperanza nueva de vida: es el día del nacimiento de un ser humano, un ser humano excepcional, predilecto de Dios, la Virgen María, signo de esperanza, signo de una vida más fuerte que la muerte. Con estas palabras que vienen de la fe y también de una experiencia de vuestra comunidad, quiero agradeceros la acogida e inaugurar mi visita pastoral a Frascati. La vida es más fuerte que la muerte; debemos optar por la vida, ir en pos de la vida.

 



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