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VIAJE APOSTÓLICO DE SU SANTIDAD JUAN PABLO II
A AZERBAIYÁN Y BULGARIA

VISITA A LA CATEDRAL CATÓLICA DE RITO BIZANTINO-ESLAVO

DISCURSO DEL SANTO PADRE

Sábado 25 de mayo de 2002

 

Amadísimos hermanos y hermanas: 

"La paz esté con vosotros. Bendecid a Dios por siempre" (Tb 12, 17). Me alegra encontrarme con todos vosotros en esta catedral dedicada a la Dormición de la santísima Virgen María. Saludo con afecto a mons. Christo Proykov, vuestro exarca apostólico, y le agradezco las amables palabras que me ha dirigido. Abrazo fraternalmente a mons. Metodi Stratiev, exarca emérito, que sufrió la persecución y la cárcel juntamente con los tres sacerdotes asuncionistas que proclamaré beatos mañana en Plovdiv, y dirijo mi saludo cordial a todos los sacerdotes del exarcado y a los fieles encomendados a su solicitud pastoral y aquí representados.

Con particular afecto saludo a las monjas Carmelitas y a las religiosas Eucaristinas, recordando especialmente a aquellas de entre vosotras —vivas en la tierra o en el cielo— que vivieron durante el período de la dominación comunista la larga reclusión en el coro de la iglesia de San Francisco, manteniendo vivo el ideal de su consagración y sosteniendo con la oración y la penitencia la fidelidad de los cristianos a su Señor.

Juntamente con vosotros, recuerdo con admiración y gratitud la figura y la obra del delegado apostólico mons. Angelo Giuseppe Roncalli, el beato Papa Juan XXIII, que oró en esta catedral y se prodigó tanto por la vida de la Iglesia católica de rito bizantino-eslavo en Bulgaria. Su reliquia, que os he traído como regalo desde Roma, se conservará y venerará en la iglesia que vais a erigir y que habéis querido dedicar a su nombre.

La misma fe valiente de los que os han precedido en esta Iglesia católica que está en Bulgaria os exhorta a renovar hoy de modo intenso vuestro testimonio de Cristo Señor. Por mi parte, confortado por el mandato que Jesús mismo confirió a Pedro, deseo sosteneros y confirmaros en ese compromiso. El Señor os asista y os ayude en el propósito generoso de vida cristiana y, por intercesión de su santísima Madre, venerada con el título de Patrona de la unidad de los cristianos en el santuario de la santísima Trinidad en Malko Tyrnovo, os conceda la abundancia de sus bendiciones.

 



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