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CARTA DE DE SU SANTIDAD JUAN XXIII,
FIRMADA POR EL CARD. SECRETARIO DE ESTADO,
AL CONGRESO NACIONAL ITALIANO SOBRE «TURISMO Y PRÁCTICA RELIGIOSA
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Eminentísimo y reverendísimo señor (1):

Presente con sus mejores votos en los trabajos preparatorios del Primer Congreso Nacional de los Sacerdotes con cura de almas en las zonas turísticas, que se celebrará aquí, en Roma, próximamente, bajo los. auspicios de esta Sagrada Congregación, el augusto Pontífice es gustoso en dirigir, con esta ocasión, su paternal palabra.

Ante todo, palabras de agradecimiento por un Congreso tan oportuno, que responde a una exigencia particularmente viva del apostolado moderno. Pues si la actividad pastoral exige una continua modernización para adaptarse a los tiempos y a las cambiantes situaciones de la vida, no hay quien no vea que el rápido incremento del turismo es hoy uno de los problemas más urgentes, tanto por su extensión como por su reflejo en las costumbres religiosas y morales del pueblo cristiano.

Además, Su Santidad se alegra en expresar su complacencia por el planteamiento práctico del problema, como se puede observar en el programa de los trabajos y en las personas invitadas a colaborar en este sector del ministerio sacerdotal. De esta forma el Congreso será una ocasión óptima, ardientemente esperada por muchos, para llamar la atención sobre la gravedad del influjo que el turismo ejerce en la vida social y adoptar iniciativas prácticas sobre la base de las más recientes y seguras experiencias.

A este respecto el Sumo Pontífice se da perfecta cuenta de las preocupaciones que angustian a los sacerdotes en cura de almas de cara a las nuevas costumbres de vida introducidas ahora por el turismo. Costumbres que podrán influir negativamente en la santificación del día festivo, en la práctica religiosa, en la moralidad juvenil y en el mismo ambiente familiar, si no se toman a tiempo las oportunas providencias, especialmente para asegurar el servicio ordinario del culto en las zonas de mayor afluencia y la instrucción religiosa para aquellas multitudes de fieles que el turismo tiene alejados del contacto con el ambiente parroquial.

Pero no habrá que tomar solamente en cuenta los aspectos negativos. La valoración exacta y objetiva del fenómeno requiere también un examen profundo de los elementos positivos de cultura, socialización, educación y también de ascética que encierra en toda la variedad de sus formas, como dijo el Sumo Pontífice Pío XII, de venerada memoria (cfr. Discursos y Radiomensajes de Su Santidad Pío XII, XIV, páginas 41-45). Por tanto, hay que estimular todas aquellas organizaciones inspiradas en. una visión cristiana de la vida, que permiten practicar el turismo dentro de un clima de tranquilidad y alegre esparcimiento físico y moral. Como tampoco se alabarán suficientemente las iniciativas de carácter cultural y religioso en algunos puntos de mayor afluencia turística, que se. han manifestado con una eficacia sorprendente para ofrecer a tantas almas alejadas la posibilidad de un encuentro con Dios. Por estos motivos el Santo Padre alimenta una confiada esperanza de que a la invitación dirigida a los excelentísimos ordinarios por este Sagrado Dicasterio, responderá una gran participación del clero, y al mismo tiempo que implora paro el Congreso la abundancia de las gracias celestiales: envía ya desde este momento para los organizadores, ponentes y para cuantos en él participen, su bendición apostólica.

Aprovecho gustoso esta ocasión para besarle humildemente las manos y manifestarle mi profunda veneración.

De vuestra eminencia reverendísima humildísimo servidor,

Card. A. Juan Cicognani.


(1) Cardenal Ciriaci, prefecto de la Sagrada Congregación del Concilio.



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