MENSAJE DEL SANTO PADRE JUAN XXIII
A LOS PADRES CONCILIARES
EN EL IV ANIVERSARIO DE SU ELECCIÓN*

A los Venerables Hermanos reunidos para celebrar el Concilio Ecuménico Vaticano II.

Hemos recibido ahora con ánimo conmovido el particular testimonio de vuestro amor, con el cual nos habéis querido manifestar vuestros fervientes votos, en la fecha en que el pueblo cristiano de todo el mundo a vosotros confiado, celebra con alegría el IV aniversario de Nuestra elevación, por designio del Amantísimo Padre Celestial, al gobierno de toda la Iglesia.

Non habéis traído un suave consuelo, por el que os doy las gracias profundamente, alegrándonos en lo profundo del corazón de poder conmemorar por disposición de la Divina Providencia, este aniversario circundados por la brillante corona de vuestra presencia.

Sobre cada uno de vosotros y sobre vuestro diario trabajo, imploramos la difusión de las luces y ayudas del Espíritu Santo. Y vosotros también uníos en insistentes ruegos a las Nuestras, para que el Concilio Ecuménico, reunido alrededor del Sepulcro de Pedro, brille como refulgente estrella de unidad para toda la humana familia; difunda válidamente la verdad y la fuerza del Evangelio; dispense los tesoros de la Santa Iglesia, para la afirmación del reino de Cristo: reino de santidad y de gracia; reino de justicia, de amor y de paz.

Sobre todo rogamos unidos instantemente al Príncipe de la Paz para que ésta, su paz, que supera todo sentido, custodie los corazones y la inteligencia de los hombres, aleje todos los peligros que la obstaculizan; peligros que podrían degenerar en ruinas y lágrimas sin fin, si no son oportunamente y con suma prudencia eliminados.

Renovamos nuestros paternos votos confortándoles con la Bendición Apostólica que impartimos sobre vosotros y sobre vuestros fieles, alejados de vos, otros en este momento y de Nos sumamente queridos.

Ciudad del Vaticano, 28 octubre 1962.

*  AAS 54 (1962) 863.