PROYECCIÓN DE LA PELÍCULA «BAJO EL CIELO DE ROMA» SOBRE PÍO XII
PALABRAS DEL SANTO PADRE BENEDICTO XVI
Sala de los Suizos del palacio apostólico de Castelgandolfo
Viernes 9 de abril de 2010
Queridos amigos:
Estoy muy contento de haber asistido a la primera proyección de la película «Bajo el cielo de Roma», una co-producción internacional que presenta el papel fundamental del venerable Pío XII en la salvación de Roma y de muchos perseguidos, entre 1943 y 1944. Aunque pertenezca al género divulgativo, se trata de un trabajo que, a la luz de estudios más recientes, quiere reconstruir las dramáticas vicisitudes históricas y la figura del «Pastor Angelicus». Agradezco al señor Paolo Garimberti, presidente de la RAI, las amables palabras que me ha dirigido. Mi reconocimiento se dirige también al señor Ettore Bernabei, a los demás productores y a cuantos han colaborado para realizar el significativo trabajo que acabamos de ver. Saludo con afecto al señor cardenal, a los prelados y a todos los presentes.
Estas obras —pensadas para el gran público, con los medios más modernos y, al mismo tiempo, dirigidas a ilustrar personajes o acontecimientos del siglo pasado— revisten un valor particular sobre todo para las nuevas generaciones. Para quien en la escuela ha estudiado ciertos acontecimientos, y quizá también ha oído hablar de ellos, películas como esta pueden ser útiles y estimulantes, y pueden ayudar a conocer un periodo no lejano que, sin embargo, debido a los acontecimientos apremiantes de la historia reciente y a una cultura fragmentada, pueden caer en el olvido.
Pío XII fue el Papa de nuestra juventud. Con sus ricas enseñanzas supo hablar a los hombres de su tiempo indicando el camino de la Verdad y con su gran sabiduría supo orientar a la Iglesia hacia el horizonte del tercer milenio. Pero quiero subrayar especialmente que Pío XII fue el Papa, que, como padre de todos, presidió en la caridad en Roma y en el mundo, sobre todo en los tiempos difíciles de la segunda guerra mundial. En un discurso del 23 de julio de 1944, inmediatamente después de la liberación de la ciudad de Roma, agradeció a los miembros del Círculo de San Pedro su colaboración, diciendo: «Nos ayudáis a cumplir más ampliamente nuestro deseo de secar tantas lágrimas, de aliviar tantos dolores», e indicó la exhortación de san Pablo a los Colosenses (3, 14-15) como elemento central para todo cristiano: «Por encima de todo esto, revestíos del amor, que es el vínculo de la perfección. Y que la paz de Cristo presida vuestros corazones, pues a ella habéis sido llamados formando un solo cuerpo» (Discorsi e radiomessaggi di Sua Santità Pio XII, VI, pp. 87-88).
La primacía de la caridad, del amor, que es el mandamiento del Señor Jesús: este es el principio y la clave de lectura de toda la obra de la Iglesia, en primer lugar de su pastor universal. La caridad es la razón de toda acción, de toda intervención. Es la razón global que mueve el pensamiento y los gestos concretos, y me alegra que también en esta película se refleje este principio unificador. Me permito sugerir esta clave de lectura, a la luz del auténtico testimonio de ese gran maestro de fe, de esperanza y de caridad que fue el Papa Pío XII.
Expresando de nuevo a todos mi reconocimiento, aprovecho la ocasión para desearos una feliz Pascua, mientras os bendigo de corazón a todos los presentes, así como a vuestros colaboradores y a vuestros seres queridos.
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