Index   Back Top Print

[ ES  - FR  - IT  - PT ]

CARTA DEL SANTO PADRE FRANCISCO
A LOS PARTICIPANTES EN EL ENCUENTRO DE SANTARÉM

(IV ENCUENTRO DE LA IGLESIA CATÓLICA EN AMAZONIA LEGAL)

Queridos hermanos y hermanas:

Con el corazón lleno de alegría y esperanza, me dirijo a todos los participantes en el IV Encuentro de la Iglesia Católica en la Amazonia Legal, pues me anima especialmente saber que soñamos juntos con «comunidades cristianas capaces de comprometerse y encarnarse en la Amazonia, hasta dar a la Iglesia nuevos rostros con rasgos amazónicos» (Querida Amazonia, n. 7). Al mismo tiempo, saber que este encuentro recuerda al celebrado hace 50 años en el mismo lugar, con motivo de la intensa acción de gracias al Altísimo por los frutos de la acción del Divino Espíritu Santo en la Iglesia que está en la Amazonia —durante estas últimas cinco décadas— y por lo que esta inspira.

Aquel “Encuentro de Santarém” propuso líneas de evangelización que marcaron la acción misionera de las comunidades amazónicas y contribuyeron a la formación de una sólida conciencia eclesial. Las intuiciones de ese encuentro sirvieron también para iluminar las reflexiones de los Padres Sinodales, en el reciente Sínodo para la Región Panamazónica, como recordé en la Exhortación Apostólica Postsinodal Querida Amazonia, al calificarla como una de las «expresiones privilegiadas» del caminar de la Iglesia con los pueblos de la Amazonia (cf. QA, n. 61). De hecho, en las conocidas «líneas prioritarias», fruto del mencionado encuentro, se encuentran esbozados los sueños para la Amazonia que fueron reafirmados en el último Sínodo (cf. QA, n. 7).

Me alegro también por el compromiso de las Iglesias particulares de la Amazonia brasileña, a través de sus comunidades, en llevar adelante las indicaciones de la última Asamblea Sinodal, testimoniando al mismo tiempo, a través de la ya arraigada y hermosa tradición de los encuentros de las Iglesias locales, la experiencia de sinodalidad —como expresión de comunión, participación y misión— a la que está llamada toda la Iglesia. Recuerdo con afecto y gratitud la intensa participación de quienes vinieron de Brasil a Roma para las sesiones del Sínodo de 2019, aportando vitalidad, fuerza y esperanza.

Sed valientes y audaces, abriéndoos con confianza a la acción de Dios, que lo ha creado todo, se nos ha entregado en Jesucristo (cf. QA, n. 41), y nos inspira, por medio del Espíritu, a anunciar el Evangelio con nuevo empeño y a contemplar la belleza de la creación, aún más exuberante en estas tierras amazónicas, donde experimentamos la presencia luminosa del Resucitado (cf. QA, n. 57).

Al poner estos votos a los pies de Nossa Senhora de Nazaré, Reina de la Amazonia —que nunca nos abandona en nuestras horas oscuras (cf. QA, n. 111)— os envío de corazón, queridos hermanos y hermanas, la Bendición Apostólica, pidiéndoos también, por favor, que sigáis rezando por mí y por la misión que el Señor me ha encomendado.

Roma, San Juan de Letrán, 31 de mayo de 2022.

Francisco



Copyright © Dicastero per la Comunicazione - Libreria Editrice Vaticana