MENSAJE DEL SANTO PADRE FRANCISCO
A SU SANTIDAD TAWADROS II
Mensaje al patriarca copto ortodoxo Tawadros ii
Unidos por el ecumenismo de la sangre
A Su Santidad Tawadros II
Papa de Alejandría y patriarca de la sede de San Marcos
Al acercarse el segundo aniversario de nuestro encuentro fraterno en Roma, deseo expresar a usted, Santidad, mis mejores deseos de oraciones por su buena salud, así como mi aprecio por los vínculos espirituales que unen la Sede de Pedro y la Sede de Marcos.
Hoy más que nunca estamos unidos por el ecumenismo de la sangre, que nos alienta ulteriormente en el camino hacia la paz y la reconciliación. Le aseguro a usted y a la comunidad cristiana en Egipto y en todo Oriente Medio mi oración incesante, y de manera especial recuerdo a los fieles coptos recientemente martirizados por su fe cristiana. Que el Señor los acoja en su Reino.
Al dar gracias al Señor, recuerdo nuestros progresos en el camino de la amistad, unidos como estamos por un solo bautismo. Si bien nuestra comunión es aún imperfecta, lo que tenemos en común es más grande de lo que nos divide. Podemos perseverar en nuestro camino hacia la plena comunión y crecer en el amor y en la comprensión.
Es especialmente alentador que la Comisión mixta internacional para el diálogo teológico entre la Iglesia católica y las Iglesias ortodoxas orientales haya concluido recientemente el documento The Exercise of Communion in the Life of the Early Church and its Implications for our Search for Communion Today (El ejercicio de la comunión en la vida de la Iglesia primitiva y sus implicaciones para nuestra búsqueda de la comunión hoy). Estoy seguro que usted, Santidad, comparte mi esperanza de que este diálogo vital continúe y dé abundantes frutos. Estoy especialmente agradecido por la disponibilidad del Patriarcado de la Sede de San Marcos para tener el próximo encuentro de la Comisión en El Cairo.
Los cristianos en todo el mundo se encuentran ante desafíos semejantes, que exigen que trabajemos juntos para afrontar dichas cuestiones. Agradezco que usted, el año pasado, haya nombrado un delegado para que participara en el Sínodo extraordinario de los obispos dedicado a la familia. Es mi deseo que nuestra cooperación en este ámbito pueda continuar, especialmente al afrontar las cuestiones relativas a los matrimonios mixtos.
Con estos sentimientos, y recordando lo que justamente ya se conoce como el día de la amistad entre la Iglesia copta ortodoxa y la Iglesia católica, intercambio con usted, Santidad, un abrazo fraternal en Cristo Señor.
Vaticano, 10 de mayo de 2015
Francisco
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