SALUDO DEL SANTO PADRE FRANCISCO
A LOS ENCARGADOS DE LA ANTECÁMARA PONTIFICIA Y A SUS FAMILIARES
Sala Clementina
Jueves 16 de enero de 2014
Queridos amigos:
Os encuentro muy complacido y extiendo a vosotros y a vuestras familias los mejores deseos por el año iniciado hace poco.
Vosotros aquí sois de casa, y yo os estoy agradecido por el servicio que prestáis en las audiencias, las ceremonias y recibimientos oficiales. Aprecio mucho la atención y cordialidad con la que desempeñáis vuestro trabajo, con espíritu de acogida, animados por el amor a la Iglesia y al Papa.
Preguntémonos: ¿de quién es la Casa pontificia? ¿Quién es el dueño de esta casa? La Casa pontificia es de todos los miembros de la Iglesia católica, que aquí experimentan hospitalidad, calor familiar y apoyo para su fe. Y el verdadero dueño de casa es el Señor, de quien todos nosotros somos discípulos, servidores de su Evangelio. Esto requiere que cultivemos un diálogo constante con Él en la oración, que crezcamos en su amistad e intimidad, y demos testimonio de su amor misericordioso hacia todos. Realizado con este espíritu, vuestro trabajo puede llegar a ser una ocasión para comunicar la alegría de formar parte de la Iglesia.
La liturgia de ayer nos presentó la figura del joven Samuel que, habitando en el templo de Jerusalén, reconoció la voz del Señor y respondió a su llamado (cf. 1 Sam 3, 9). Que también estos ambientes sean para vosotros lugar donde escuchar a Dios que os habla, que os llama a servirle de modo cada vez más maduro y generoso.
Queridos amigos, que el Señor bendiga a vuestras familias y la Virgen les proteja siempre. Por favor, rezad por mí. Gracias.
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