LLAMADA TELEFÓNICA DEL SANTO PADRE FRANCISCO
A LOS PARTICIPANTES EN LA 36 PEREGRINACIÓN A PIE DE MACERATA A LORETO
Sábado 7 de junio de 2014
Queridos jóvenes que peregrináis a pie de Macerata a Loreto:
También este año quiero estar presente en medio de vosotros, al menos virtualmente. Es una alegría; me alegra que vuestra peregrinación este año tenga lugar precisamente la noche que precede a la fiesta del Espíritu Santo —Pentecostés— y del encuentro de oración que se tendrá mañana, en el Vaticano, para invocar el don de la paz en Tierra Santa, en Oriente Medio y en todo el mundo. Os pido por favor: uníos a nosotros y pedid a Dios, por intercesión de la Virgen de Loreto, que haga resonar nuevamente en esa tierra el cántico de los ángeles: «Gloria a Dios en el cielo y paz a los hombres» (cf. Lc 2, 14).
Queridos jóvenes, vuestro tema es: «¡Dios es el Señor de las sorpresas!», y esto es verdad. Por ello no tengáis miedo de soñar un mundo más justo; de pedir, buscar y profundizar. Vosotros sabéis que la fe no es una herencia que recibimos de los demás, la fe no es un producto que se compra, sino que es una respuesta de amor que damos libremente y construimos diariamente con paciencia, entre éxitos y fracasos.
No temáis lanzaros a los brazos de Dios. Dios no os pedirá nada si no es para bendecirlo y dároslo de nuevo multiplicado cien veces más.
No os dejéis desalentar por los derrotados o por los miedosos que os quieren quitar la ilusión, que os quieren encerrar en sus mentalidades oscuras en lugar de dejaros volar a la luz de la esperanza. Por favor, no caigáis en la mediocridad. En esa mediocridad que abaja y nos hace grises, pero la vida no es gris, la vida es para apostarla por los grandes ideales y por las cosas grandes.
La negatividad es contagiosa, pero también la positividad es contagiosa; la desesperación es contagiosa, pero también la alegría es contagiosa: no sigáis a las personas negativas sino seguid irradiando a vuestro alrededor luz y esperanza. Y sabed que la esperanza no decepciona, no decepciona nunca.
Nada se pierde con Dios, pero sin Él todo está perdido; abrid vuestro corazón a Él y tened confianza en Él y vuestros ojos verán sus caminos y sus maravillas (cf. Pr 23, 26).
Esta noche, al rezar por la paz en Loreto, cerca de la Virgen, no olvidéis elevar una oración también por mí, lo necesito.
¡Muchas gracias, adelante y feliz camino!
¡Rezad a favor y no en contra!
¡Buenas noches! Que el Señor os bendiga y caminad en paz!
Que os bendiga Dios omnipotente: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Que la Virgen os acompañe. ¡Gracias!
Copyright © Dicastero per la Comunicazione - Libreria Editrice Vaticana