Os saludo con alegría, queridos amigos Sikh, que os habéis reunido aquí desde diferentes países por iniciativa del Guru Nanak Darbar, de Dubai.

Me ha alegrado mucho conocer el servicio inspirado en la fe que ofrecéis en países que, aunque lejos de vuestras tierras de origen, se han convertido en vuestro hogar.

Tal esfuerzo testimonia vuestro compromiso a vivir en la fe y a contribuir al bien de la sociedad, tratando de integraros y al mismo tiempo permanecer fieles a vuestra específica identidad. Además, construyendo puentes entre las personas, y especialmente sirviendo a los pobres, los necesitados y los que sufren, vosotros reconocéis las diferentes maneras en las que vuestras mismas vidas han sido bendecidas y enriquecidas.

Fe y servicio, como sabéis, están íntimamente unidas. De hecho el camino auténtico para llegar a Dios, como dice vuestra Sagrada Escritura Guru Granth Sahib, está en el servicio a los hombres nuestros hermanos.

El Evangelio nos da esta palabra de Jesús: «Tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; era forastero, y me acogisteis; estaba desnudo, y me vestisteis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a verme» (Mt 25,35-36). El servicio desinteresado, prestado particularmente a quien entre nosotros es más pequeño y se encuentra en las periferias de la sociedad, además de hacernos más conscientes de nuestra pequeñez e insuficiencia, nos acerca a Dios.

Que, por lo tanto, siga siendo siempre vuestra forma de vida, y podáis ser una bendición para todos aquellos a quienes servís, promoviendo un espíritu de fraternidad e igualdad, justicia y paz.

¡Dios os bendiga a todos!

_______________________________

L'Osservatore Romano, Edición semanal en lengua española, Año LX, número 46, Viernes, 17 de noviembre de 2023, p. 8.