SALUDO DEL SANTO PADRE JUAN PABLO II
A LOS REPRESENTANTES DE LA COMUNIDAD MUSULMANA DE ACRA
Jueves 8 de mayo de 1980
Queridos amigos:
En este momento quiero expresar mi respeto por los Representantes musulmanes aquí presentes. Por medio de vosotros envío mis cordiales saludos a toda la comunidad musulmana de Ghana.
Durante mi reciente visita a Turquía, tuve ocasión de pronunciar palabras particulares de amistad hacia mis hermanos y hermanas islámicos. Mis palabras eran expresión de un contacto que favorece el Concilio Vaticano II, y que encuentra un importante punto de referencia en el memorable mensaje de Pablo VI a África en 1967. En esa ocasión dijo: "Deseamos también manifestar nuestra estima a todos los seguidores del Islam que viven en África, tienen elementos comunes con los cristianos de los cuales queremos sacar la esperanza de un diálogo, propicio. Mientras tanto hacemos votos para que también en la vida social, allí donde musulmanes y cristianos se hallan cercanos, haya siempre respeto mutuo y acción concorde, para la aceptación y la defensa de los derechos fundamentales del hombre" (Africa terrarum, 5). Sí: respeto recíproco, fundado en la mutua comprensión y dirigido al servicio conjunto de la humanidad; es una gran aportación que damos al mundo.
Por esto hoy renuevo mis sentimientos de estima y los de toda la Iglesia católica hacia los musulmanes de Ghana y de toda África, pidiendo que Dios omnipotente y misericordioso dé la paz y la fraternidad a todos los miembros de la familia humana. Y que la armonía de la creación y la gran causa de la dignidad del hombre sean promovidas a través de nuestra fraterna solidaridad y amistad.
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