DISCURSO DEL SANTO PADRE LEÓN XIV
A LOS EMPLEADOS DEL DICASTERIO PARA LA COMUNICACIÓN CON LOS FAMILIARES
"Palazzina" León XIII
Sábado, 11 de octubre de 2025
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Gracias. Buenas tardes. Queridos hermanos y hermanas,
Me alegra estar un rato con ustedes, que forman la gran comunidad de trabajo del Dicasterio para la Comunicación. Hoy los veo, digamos, en «formato familiar», y me alegro con ustedes porque la Iglesia es familia, familia de familias. También me complace encontrarnos en este lugar, que nos recuerda la memoria del Papa León XIII, especialmente su atención a los medios de comunicación social.
Ustedes son originarios de muchos países. Las lenguas que aprendieron desde niños son diferentes y también desempeñan actividades diferentes. Pero toda esta variedad se pone al servicio de un único fin: ayudar al Papa y a la Santa Sede a comunicar la Buena Nueva en todo el mundo. Como escribe San Pablo en la Primera Carta a los Corintios, hay diferentes carismas, pero solo un Espíritu; hay diferentes ministerios, pero solo un Señor; hay diferentes actividades, pero solo un Dios que realiza todo en todos (cf. 12, 4-6).
Me felicito por la red que están construyendo en estos años dentro del Dicasterio; y también porque lo hacen, como diría el Papa Francisco, «en salida», es decir, para lanzar esta red entre la Santa Sede y el mundo, «al alto mar», hasta los confines de la tierra. Es ante todo una red de personas, cada una con sus competencias, puestas al servicio de la Iglesia.
Es una red que se ofrece al mundo para compartir la verdad, para ayudar a ver y a comprender, siempre con amor. Es una red en la que los roles son diferentes, pero ninguno es más importante que otro. Poco a poco los estoy conociendo. Sé que trabajan con pasión para difundir por todas partes las palabras y los gestos del Papa. Lo hacen cotidianamente, de manera discreta y silenciosa.
Pero hoy estoy contento porque tengo la oportunidad de verlos, de encontrarlos, y más aún de esta manera familiar, todos juntos.
Me han dicho que se reúnen cada año con sencillez para hacer un picnic. Esto es muy bueno: que además del trabajo puedan compartir momentos de diversión y de oración. Y esta vez han querido hacerlo hoy, para que después puedan venir a la Plaza de San Pedro a rezar juntos por la paz. Sí, ¡qué importante es que nuestra comunicación vaya acompañada de la oración! Yo diría que eso marca la diferencia. Quizás el mundo no lo sabe, no lo comprende, pero nosotros sí, lo sabemos y debemos intentar hacerlo siempre: acompañar con la oración nuestro trabajo diario de comunicación.
Queridos, ¡gracias por este hermoso momento! Los bendigo a todos con cariño, especialmente a los niños y a sus seres queridos que están enfermos. Que la Virgen María los asista y proteja a sus familias. ¡Gracias a todos!
Entonces, con los más pequeños, con los más grandes, todos sabemos que Dios es Padre y entonces oremos juntos como Jesús nos enseñó.
[Rezo del Padre Nuestro y bendición]
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Boletín de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, 11 de octubre de 2025
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