14 
    
 
     
     EspÃritu, para encender los corazones de los fie- 
    
 
     
     les que regularmente frecuentan la comunidad y 
    
 
     
     que se reúnen en el dÃa del Señor para nutrirse de 
    
 
     
     su Palabra y del Pan de vida eterna ». 
    
 
     
     11 
    
 
     
     También 
    
 
     
     se incluyen en este ámbito los fieles que conser- 
    
 
     
     van una fe católica intensa y sincera, expresán- 
    
 
     
     dola de diversas maneras, aunque no participen 
    
 
     
     frecuentemente del culto. Esta pastoral se orienta 
    
 
     
     al crecimiento de los creyentes, de manera que 
    
 
     
     respondan cada vez mejor y con toda su vida al 
    
 
     
     amor de Dios. 
    
 
     
     En segundo lugar, recordemos el ámbito de 
    
 
     
     «â 
    
 
     
      las  
    
 
     
      personas bautizadas que no viven las exigencias del  
    
 
     
      Bautismo  
    
 
     
     », 
    
 
     
     12 
    
 
     
     no tienen una pertenencia cordial a 
    
 
     
     la Iglesia y ya no experimentan el consuelo de 
    
 
     
     la fe. La Iglesia, como madre siempre atenta, se 
    
 
     
     empeña para que vivan una conversión que les 
    
 
     
     devuelva la alegrÃa de la fe y el deseo de compro- 
    
 
     
     meterse con el Evangelio. 
    
 
     
     Finalmente, remarquemos que la evange- 
    
 
     
     lización está esencialmente conectada con la 
    
 
     
     proclamación del Evangelio a 
    
 
     
      quienes no conocen  
    
 
     
      a Jesucristo o siempre lo han rechazado  
    
 
     
     . Muchos de 
    
 
     
     ellos buscan a Dios secretamente, movidos por 
    
 
     
     la nostalgia de su rostro, aun en paÃses de antigua 
    
 
     
     tradición cristiana. Todos tienen el derecho de re- 
    
 
     
     cibir el Evangelio. Los cristianos tienen el deber 
    
 
     
     de anunciarlo sin excluir a nadie, no como quien 
    
 
     
     11 
    
 
     
     âB 
    
 
     
     enedicto 
    
 
     
     XVI, 
    
 
     
      HomilÃa  
    
 
     
      durante la Santa Misa conclusiva  
    
 
     
      de la XIII Asamblea General Ordinaria del SÃnodo de los Obispos  
    
 
     
     (28 
    
 
     
     octubre 2012): 
    
 
     
      AAS  
    
 
     
     104 (2012), 890. 
    
 
     
     12 
    
 
     
      IbÃd.